Crisis fronteriza: Venezuela acusa a Colombia de inventar violación del espacio aéreo para sabotear el diálogo

Crisis fronteriza: Venezuela acusa a Colombia de inventar violación del espacio aéreo para sabotear el diálogo
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La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, advirtió este domingo a través de Twitter, que el Gobierno colombiano busca frustrar la reunión de los presidentes de Venezuela Nicolás Maduro y de Colombia Juan Manuel Santos para tratar problemas fronterizos.

Las declaraciones de la funcionaria venezolana se dan luego que el Gobierno de Colombia acusara a Venezuela de haber violado su espacio aéreo. “No existe evidencia alguna de supuesta violación de espacio aéreo del vecino país, más allá de una invención para frustrar reunión presidencial”, escribió la titular de Relaciones Exteriores en su cuenta @DrodriguezVen.

Momentos antes por la misma vía, la canciller venezolana denunció el intento del gobierno de Colombia para abortar gestión UNASUR-CELAC en diálogo presidencial. También manifestó su preocupación por “la sistemática tendencia del gobierno colombiano para inventar incidentes que no existen a fin de afectar relaciones”.

Rodríguez ratificó la disposición del presidente Maduro de reunirse con su homólogo colombiano Juan Manuel Santos. “Pdte @NicolasMaduro ratifica propuesta de reunión inmediata para encarar grave éxodo humanitario desde Colombia y delitos transfronterizos”, precisó por la referida red social.

La noche de este domingo el Dignatario colombiano ordenó a la cancillería y al Ministerio de defensa de su país presentar una protesta formal sobre el caso ante Venezuela.

Correo del Orinoco

Colombia presentará protesta formal a Venezuela por violación de espacio aéreo

El presidente Juan Manuel Santos ordenó este domingo a la Cancillería colombiana y al Ministerio de Defensa que presente protesta formal a Venezuela por el sobrevuelo de dos aviones militares venezolanos en zona de la Alta Guajira.

Se complicaron aún más las relaciones entre ambos países tras el comunicado de prensa que se conoció este domingo en el que el Ministerio de Defensa confirmó que en horas de la tarde del sábado 12 de septiembre la Fuerza Aérea Colombiana detectó el ingreso a territorio colombiano de dos aeronaves militares venezolanas que sobrevolaron una unidad militar del Ejército en la Flor.

Mientras que para algunos sectores políticos se trata de una provocación de Venezuela a Colombia ante la crisis fronteriza, para otros pudo tratarse de una equivocación de los pilotos que cruzaron el espacio aéreo.

Todo esto ocurrió, mientras las cancilleres de Colombia y Venezuela, María Ángela Holguín y Delcy Rodríguez, se reunían en Quito para encontrar una solución ante la grave crisis diplomática que se generó tras el cierre de la frontera de Venezuela con Maduro y la deportación masiva de colombianos.

El Espectador

Habría nueva reunión de cancilleres antes de encuentro Santos-Maduro

El encuentro de los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro no será inmediato, pues las cancilleres María Ángela Holguín y Delcy Rodríguez, de Colombia y Venezuela, respectivamente, que se reunieron el pasado sábado en Quito para preparar la agenda de la cumbre, probablemente tendrán que encontrarse de nuevo para definir los puntos específicos que los dos mandatarios abordarán.

Santos y Maduro trabajan ahora con sus cancillerías los temas que se abordarán, pues aún subsisten diferencias.

EL TIEMPO supo que las dos cancilleres “avanzaron en lo humanitario pero, todavía, no hay fecha para su encuentro”.

Aunque la crisis es común, cada país tiene una interpretación de ella. Para Colombia la prioridad por solucionar es el problema humanitario de las familias separadas, la recuperación de los enseres de miles de ellas; mientras para Venezuela los asuntos fundamentales es el paramilitarismo, el contrabando y el debilitamiento de su moneda, supuestamente, problemas generados desde este lado de la frontera.

Colombia planteó la necesidad de reunificar a las familias que se desintegraron, tras el cierre de la frontera el pasado 19 de agosto.

También expuso la urgencia de que las personas recuperen las pertenencias que tuvieron que abandonar. Hasta el momento la crisis deja casi 20.000 personas afectadas.

Por otro lado se discutieron temas como el contrabando, la existencia de organizaciones criminales y la gasolina.

Las posiciones de ambos países sobre estos temas serán expuestas a los mandatarios como previo a su encuentro, que aún no tiene fecha.

El sábado, en el palacio de Najas, sede de la diplomacia ecuatoriana, las cancilleres sostuvieron una reunión de más de cuatro horas que fue mediada por el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien aseguró que se abordaron los “temas más sensibles de la diplomacia de ambos países”.

En los últimos días los presidentes han insistido en su voluntad de diálogo. Para el presidente Santos el intercambio de opiniones sobre la crisis debe darse en un escenario “serio y respetuoso”, por su parte el presidente Maduro dijo que la reunión de las cancilleres era “un paso para construir una frontera de paz”.

El Tiempo

Colombia fabrica “falso positivo” contra Venezuela

El manejo informativo, político y diplomático que Colombia le viene dando a las acciones de Venezuela contra el contrabando en la frontera, indica que existe un plan de montaje de un “falso positivo” contra el Gobierno venezolano, según se puede concluir al evaluar el abordaje de varios de los hechos registrados.

Los llamados “falsos positivos” consisten en asesinar a un grupo de personas inocentes para que el ejército, fuerzas militares o el gobierno las muestren como “positivos en la guerra contra los terroris- tas” (en este caso los miembros de las FARC), explica Santiago Castañeda en su blog santicribon.blogspot.com.

Esta práctica tuvo un auge entre el año 2000 y 2010, fundamentalmente durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, y fue practicado por “los miembros del ejército nacional con el fin de presentar algunos resultados por parte de los escuadrones de combate”.

En el caso concreto de las actuaciones de Venezuela en la frontera con el Departamento Norte de Santander, desde el primer momento se intentó mostrar como delictivo el plan presentado y ordenado por el jefe de Estado venezolano el viernes 21 de agosto pa- sado.

Además se ha intentado desviar la atención de los temas medulares, como son el enorme contrabando de combustibles y alimentos, y la violencia paramilitar, para colocar acontecimientos aislados, exhibidos en forma emblemática como si fueran el eje de la operación.

En estos hechos la perspectiva es absolutamente maniquea, donde la Fuerza Armada es caracterizada deliberadamente como el victimario, mientras los ciudadanos co- lombianos son las víctimas indudables, seleccionadas con criterio “genocida” por su simple origen nacional.

Una revisión cronológica de las operaciones permite identificar los sucesos y datos que se han intentado usar para el montaje del “mayor falso positivo” de la historia de Colombia, en este caso contra toda una nación, como lo ha definido la periodista Érika Ortega Sanoja.

1.- El cierre fue motivado por un conflicto entre facciones delictivas dentro de la FANB. Un primer intento de criminalizar la decisión misma de proteger la frontera fue divulgar la hipótesis de que el ataque contra una unidad del Ejército, ocurrido el 19 de agosto en un área limítrofe de San Antonio del Táchira, había estado motivado por una disputa entre grupos de militares dedicados al contrabando. La tesis impulsada desde medios como el diario Miami Herald pretendía “asesinar” moral-mente a los oficiales heridos y deslegitimar cualquier actuación para recuperar el control y la paz en la frontera.

2.- Se realizaron deportaciones masivas. La repatriación de ciudadanos colombianos presentes irregularmente en territorio venezolano se calificó de inmediato como “masiva”, y hasta esta semana se le venía denominando con ese adjetivo. Lo cierto es que según el propio Gobierno colombiano, el número de “deportados” (para Venezuela repatriados) había sido de 877 según Carlos Iván Márquez, director general de Gestión de Riesgo. El resto, poco más de 10 mil, había regresado voluntariamente, puesto que las restricciones en el límite fronterizo les impedía continuar con las actividades vinculadas con el contrabando y el delito en general.

3.- No se permite el paso de enfermos y escolares. Desde las primeras horas del cierre los medios comenzaron a informar que el Gobierno venezolano no permitía el paso de personas enfermas que de- bían acudir a centros de salud en territorio del país vecino. Sin embargo, los hechos indicaban que desde el inicio del cierre se había establecido un “corredor humanitario” con ese propósito, según el informe de Telesur en su portal web. Posteriormente el gobernador del estado Táchira, José Vielma Mora, explicó que se habían establecido pasos especiales para escolares, trabajadores y médicos que deben ir a Colombia a ofrecer servicio asistencial.

4.- No se permite el paso de enseres de los repatriados. Mientras se acusaba a Venezuela de no permitir el traslado de los enseres de los repatriados, en los medios se podía observar cómo eran movilizados artefactos electrodomésticos de la marca Haier, que es comercializada en exclusiva por el Estado en el contexto de un programa para equipamiento hogareño a precios muy bajos y al cual tuvieron acceso los mismos ciudadanos colombianos que volvían a su país.

5.- Fueron demolidas las viviendas de los repatriados. La matriz de información en torno a la demolición de algunas de las viviendas de la comunidad informal conocida como “La Invasión” se utilizó reite-radamente por Colombia y sus medios. Pero nada dijeron sobre la existencia de inmuebles destinados a actividades de prostitución, inmiscuyendo a niñas y adolescentes, así como la de unidades con habitáculos para mantener personas secuestradas. Esas resultaron ser las “viviendas” derribadas.

6.- La omisión del contrabando en la agenda pública. Un hecho fundamental en la producción del “falso positivo” ha sido la desaparición del tema del contrabando en los medios y en el debate. La idea es descontextualizar la repatriación de los ciudadanos colombianos y mostrar como arbitraria e inmotivada la actuación de la Fuerza Armada.

7.- ¿Quién genera la crisis humanitaria? Mientras los voceros del poder político de Colombia desarrollan un discurso en torno a una supuesta “crisis humanitaria”, que atribuyen a las acciones de defensa de la soberanía por parte de Venezuela, olvidan que ha sido su modelo de apropiación de los recursos naturales y del trabajo ajeno el que ha generado un verdadero drama social. Cúcuta y sus alrededores es la región más empobrecida de Colombia, con las mayores tasas de desempleo e informalidad.

Además cuenta con la población porcentualmente más afectada por el conflicto interno: casi el 20% está registrado como víctima.

8.- La ofensiva diplomática. En cuestión de días la Cancillería colombiana diseñó y puso en marcha un programa para involucrar a los organismos internacionales de derechos humanos y las embajadas en la fabricación del “falso positi- vo”. El presidente Santos realizó un consejo de ministros extraordinario con la participación de algunos embajadores, el secretario general de la OEA visitó la frontera, mientras que la canciller viajó y contactó al príncipe jordano que actualmente es el Alto Comisionado de DDHH de la ONU. El mismo que es amigo personal de Diego Arria se reunió con Lilian Tintori, y comparte posturas conceptuales con la embajadora gringa en la ONU, Samantha Power.

9.- Las verdaderas preocupaciones de la clase dominante de Cúcuta. Por supuesto, a la burguesía local no le interesa realmente lo que pase con los repatriados. Lo que les preocupa o molesta es la posibilidad de que esos desplazados se conviertan en sus vecinos y se instalen en los terrenos urbanos destinados a centros comerciales y depósitos de la zona libre que quieren desarrollar como parte de los acuerdos de libre comercio con EEUU. Ya los repatriados y los desplazados locales comenzaron a buscar espacios para sus viviendas.

10.- Juicio a Venezuela por violar DDHH. Colombia sabe que, además de absurda, es remota la posibilidad de que Venezuela sea acusada ante un organismo internacional de DDHH. Hasta su canciller lo reconoció en una entrevista publicada el pasado sábado 5 de septiembre por el diario El Tiempo. Sin embargo, mantendrán y continuarán promoviendo públicamente esa opción con el fin de descalifi- car en lo político y en lo moral la acción defensiva de la República. Bastante sabe la dirigencia colombiano de asesinatos y condenas.

Ciudad CSS

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