Evo Morales, presidente de Bolivia: «Los gringos hicieron ciertas reservas para que nosotros seamos sus guardabosques»

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Por Rubén Atahuich

Un poco cansado, acaba de despertar de una hora de siesta al retornar de Puna (Potosí), adonde fue como tantas veces. Viste informal, con la polera de siempre —la de su campaña electoral— y unas pantuflas bien acolchadas que le regalaron en Rusia, sobre la alfombra mullida de la Casa Presidencial de San Jorge, en La Paz.

Hay mucho que escudriñar en casi dos horas de charla informal y “en serio” con el presidente Evo Morales, en ocasión de los 190 años de la independencia de Bolivia, que ahora transita una época del Estado Plurinacional.

Se atreve a decirnos que la entrevista es muy anticipada; le replicamos que, quizás, más adelante no tenga tiempo para recibirnos. Es que hay mucho que hablar antes de nuestros asuntos centrales: Potosí, el mar y las secuelas de la visita del papa Francisco. Ya dijo —y lo publicamos el 27 de julio, en pleno fervor del conflicto con el Comité Cívico Potosinista (Comcipo)— que no habrá proyecto cementero ni aeropuerto para Potosí, que Michelle Bachelet faltó a una reunión pactada para desarrollarse en Panamá y que el Pontífice al despedirse de Morales expresó su disposición para lo que requiera Bolivia, aunque —admite— no habló sobre la posibilidad de que el líder del Vaticano sea mediador en el diferendo entre Bolivia y Chile.

En los últimos meses un asunto causó preocupación en el país: el proyecto de construcción del tren bioceánico entre Brasil, Bolivia y Perú. A propósito, dice que la obra es posible y desliza que la de Brasil y Perú va descartándose.

— Presidente, hay proyecciones de que el crecimiento de la economía del país va a superar el 5%. ¿Qué criterio tiene de eso?

— Ése es nuestro debate permanente con el Vicepresidente (Álvaro García Linera) y con el gabinete. Soy muy sincero, no le he dado mucha importancia a la educación, y cuando llegué a la Presidencia, no estaba seguro de qué ventajas tenía la inversión. El crecimiento económico era importante, pero eso depende de la inversión. Yo estoy casi seguro, de manera general, de que en estos cinco años vamos a hacer mucha inversión en la industrialización, en energía, en minería (metálicos y no metálicos), en hidrocarburos, petroquímica, hidroeléctricas, geotérmica. Espero que tome nota, te lo digo textualmente: van a haber las utilidades después de 2020, 2021 y 2022; va a haber un crecimiento que va a ser nuestra cúspide. Es una planificación que no es solamente para este año ni para el próximo, sino a corto y largo plazo. Yo estoy convencido, y ahí tenemos mucha coincidencia con el hermano Vicepresidente.

Estamos iniciando un estudio a diseño final —El Bala— para una planta hidroeléctrica en La Paz. Algunos expertos dicen que mínimo va a producir 2.000 megavatios; es decir, hasta 4.000 megavatios.

— Sin embargo, a costa del medio ambiente.

— ¿Sabe? No comparto eso, rechazo total y rotundamente. Los gringos hicieron ciertas reservas para que nosotros seamos sus guardabosques. Nosotros, soberanamente vamos a decidir. Le pido por última vez, amigo periodista, que no fomente eso, no quiero entender que un indio tenga un pensamiento gringo.

— No, hay cuestionamientos en ese sentido y, obviamente, el Gobierno tendrá su respuesta.

— Claro, hablan eso, ellos son los que defienden esas políticas norteamericanas, del sistema capitalista. Cuestionaron, por ejemplo, que nosotros vamos a explorar en “las áreas protegidas”; pero tenemos datos exactos: hay 22 áreas protegidas y solamente vamos a explorar en siete de estas áreas, y en las siete áreas protegidas solo va a haber una pequeña afectación del 0,004%. Que dejen de fregar, que sean nacionalistas, que piensen en el concepto sobre dignidad; hasta cuándo vamos a estar sometidos a los norteamericanos, por favor.

He sobrevolado bastante (las zonas); en las plantas hidroeléctricas de Corani hubo una pequeña afectación, pero se ha convertido en una zona de pesca. Me reuní con el Ministro de Hidrocarburos (Luis Alberto Sánchez), vamos a planificar y entregar el primer estudio en Puesto Margarita, que está en Entre Ríos, Tarija. Vamos a generar unos 200 megavatios, riego y una gran laguna de pesca (…).

La otra ventaja, con El Bala va a haber control de las inundaciones, ya no habrá inundaciones como hubo en Rurrenabaque y en San Buenaventura, playa adentro.

— ¿Cuándo empieza y cuándo estaría ya funcionando?

— Estamos en estudio, que va a tardar como unos dos años. Algunos expertos me dicen que puede tener un costo de entre $us 3.000 millones y $us 7.000 millones. Y generará 4.000 megavatios de energía eléctrica. Son planes a corto, mediano plazo y hasta a largo plazo. Si empezamos de acá a dos años garantizando la inversión, en cinco, seis o siete años tendremos la planta. ¿Y cuánta es nuestra demanda interna en este momento? 1.200, 1.300 megavatios; va a ser todo para exportar.

Yo tenía mucho miedo. ¿Por qué estamos acelerando la exploración del gas? Evidentemente, ahora dependemos del gas; vendiendo gas, ganamos. Pero si ese gas convertimos en energía, ganamos más que vendiendo gas. Entonces, hay que generar más termoeléctricas; yo digo que más ecológicas serían plantas hidroeléctricas, eólicas o solares. Estamos avanzando, pronto vamos a empezar en Tarija. En Potosí, nunca me han pedido energía solar o eólica. En Uyuni, nos van a entregar estudios en dos o tres meses; estamos garantizando financiamiento para el próximo año, y en Potosí vamos a estar entregando una planta de 50 o 60 megavatios; en el departamento vivirán solo con energía solar.

¿Cuál es la demanda del departamento de Potosí? 110 megavatios: consume 47 San Cristóbal y las cooperativas mineras, y 63, el departamento. Con 50 o 60 megavatios, solo con energía solar, estaremos garantizando el 50% de la demanda interna de Potosí.

Ellos nunca han pedido, pero ya hemos avanzado, y los dirigentes cívicos huevadas y tonterías están pidiendo; nosotros estamos muy avanzados en temas hidroeléctricos. Te digo así en términos populares.

Entonces, El Bala tiene su tiempo, planificación a mediano y largo plazo, y por eso estoy convencido de que (…) a partir de 2019 o 2020 va a haber un crecimiento impresionante en Bolivia, y por ahora debemos garantizar la inversión.

También tenemos problemas con algunos sectores sociales que solo están pensando en “más salarios”. He escuchado decir a un dirigente cívico “no estamos de acuerdo con el doble aguinaldo”, y no logro entender.

— ¿Habrá doble aguinaldo este año?

— Tenemos la responsabilidad para cuidar la economía; si no está creciendo, hay que aguantarse para crecer nuevamente. Yo estoy convencido de que va a haber doble aguinaldo. Ésa es nuestra preocupación (…), consultamos cómo está el tema para garantizar el crecimiento por encima del 5%.

— Estamos a diez años de cumplir 200 años. ¿Cómo imagina al país en 2025?

— Ésa es la meta.

— ¿Está marchando la agenda 2025?

— Ése es el plan que tenemos. Algunos planes como el tren bioceánico, felizmente ya entendió Perú y ya está entendiendo Brasil.

— Acaba de decir el Embajador de China en Bolivia que ven con buenos ojos el proyecto.

— Así es. El plan que tenían Brasil, China y Perú, por el norte, pudo haber sido una tremenda afectación, era más largo y más caro; además de eso, son pocos los países los que se beneficiaban. En el sur, sigue la propuesta de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), pero ahora se han convencido de que el tren bioceánico central es lo más viable, es más corto y viable en términos ambientales. Además, beneficiará a unos seis países de Unasur.

— ¿Quiere decir que no va a haber el proyecto de China, Brasil y Perú?

— Ya se está descartando automáticamente.

— ¿Tiene información en ese sentido?

— Sí, tengo información en ese sentido desde China; porque China quería garantizar financiamiento, hicimos mucha campaña por debajo.

— ¿Y qué le dijeron en Perú?

— Perú estaba dudando, pero cuando yo expliqué al compañero Ollanta (Humala), entendió perfectamente. Ahora, ellos decían “va a ser por Ilo o por Matarani”. Respetamos, pues, ellos deciden, y por eso ellos están manos a la obra para estudiar y garantizar este corredor bioceánico.

— ¿Será la obra más importante hacia 2025?

— Es una obra de las más importantes, que integra la mitad de los países de Sudamérica y cómo: primero Brasil, luego Bolivia y Perú, los directos beneficiarios. Si hay alguna importación de tecnología o la exportación de Uruguay, Paraguay y Argentina, sencillamente agarran el río Paraná-Paraguay, que llega a Puerto Busch, y de Puerto Busch a Motacucito, va a pasar el tren brasileño por Motacucito, ya está camino al Pacífico, ya está en Shanghái (China), o por el otro lado, de Puerto Santos al Atlántico.

Yo hablé con el presidente de Paraguay (Horacio) Cartes, está impresionado; se ha sorprendido de nuestra propuesta, y la apoya. (…) Hablé con la presidenta de Argentina.

— Pero Brasil es la clave.

— Con el presidente Lula (da Silva) hemos avanzado bastante. Cada gobierno tiene su propio carácter, Lula estaba de acuerdo.

— ¿Con Dilma Rousseff va a hablar al respecto?

— Vamos a hablar cuando haya alguna reunión.

— ¿Está programada alguna pronta reunión?

— No, no tengo por ahora. Entiendo que hay problemas serios en Brasil y seguramente está ocupada la Presidenta. No la hemos molestado, estoy preocupado sobre cómo podemos ayudarla para que ese país vecino siga siendo importante en Sudamérica.

— ¿Ayudaría la reposición del embajador de Brasil?

— Son problemas internos políticamente en Brasil. No es que esté rota la relación. No se trata de reponer embajadores, es un problema interno de Brasil. Una cosa es como en Estados Unidos: retiramos (a su embajador) y nos retiraron al nuestro. En ese caso sí hay que hablar de reponer embajadores; acá no. Acá es otra cosa. A mí me dijo la presidenta Dilma “ya hemos resuelto, cualquier momento enviamos al embajador”. Pero yo siento que la Presidenta debe sufrir lo que yo sufrí entre 2006, 2007, 2008 y 2009. Cuando uno no tiene mayoría (parlamentaria), sufre. Siento que el Parlamento es enemigo de Dilma, toda mi solidaridad, respeto y mi admiración con ella. La elección del embajador tiene que hacerla el Parlamento; con simple mayoría te van a bloquear. Ése es el problema.

— Estos proyectos grandes que está pensando el Gobierno necesitan una continuidad en la gestión. En ese afán, algunos movimientos sociales han propuesto que el Presidente sea reelecto una vez más. Y el Presidente también dijo en su oportunidad “yo voy a cumplir la Constitución”. Cumplir la Constitución actual implica que no va a ir a la reelección. ¿Qué piensa de eso?

— Estamos cumpliendo con la Constitución; vamos a cumplir con la Constitución y también lo que piensa el pueblo. Usted sabe que por Constitución ahora hay revocatorio, pero también hay referéndums para cambiar la Constitución. A mí también me sorprende que casi en todos los actos algunos digan “Evo 2025”; algunos exageran también diciendo “Evo 2050”, y yo digo “no soy Papa, por si acaso”. Quiero que sepa el pueblo boliviano, esto no es dirigido ni orquestado ni manipulado. Y, ¿sabe? Revise todos mis actos, el más aplaudido es “Evo 2025”. Como ésta es una entrevista especial, estoy diciendo la verdad y con sinceridad.

La tarea por ahora es dedicarse a proyectos medianos y grandes, y de inversión; es un debate permanente. Si el pueblo apoya es porque hay movimiento económico, porque Bolivia está bien (…).

— Si bien el Presidente dice que va a cumplir su gestión, es la última oportunidad para consolidar todo en estos cinco años de gobierno. ¿El Presidente va a objetar la posibilidad de ir a la reelección?

— Por ahora no estoy pensando (en eso); estamos planificando el crecimiento económico. Quien venga en 2020 —si va a estar planificado o en pleno desarrollo la ejecución de obras, medianas y grandes— no va a necesitar que Evo continúe o no, porque tienen que cumplirse (los proyectos), aunque siempre los nuevos alcaldes buscan alguna cosita; todo está mal. Por ejemplo, si un alcalde del MAS (Movimiento Al Socialismo) hizo bien, ya ha cambiado cuando entra otro alcalde; está buscando si algo estaba mal. En el gobierno departamental, entran y salen los gobernadores del MAS; están buscando (errores), se perjudican. No sé cómo habría que hacer para que haya continuidad en proyectos grandes, para que haya crecimiento económico.

— 190 años cumple Bolivia. ¿Cuánto cree que se ha avanzado en la consolidación del Estado Plurinacional y qué queda de la República?

— República es para la historia. El Estado Plurinacional ya es una imagen para el mundo. Solo quiero decirles, los más humillados en la historia de Bolivia, indígena, indio, selvícola y campesino (de todo nos han dicho), definimos nuestra nacionalidad: quechuas, aymaras, chiquitanos, guaraníes, yuracarés… todas las nacionalidades junto a otros sectores sociales (obreros, transportistas, maestros), encabezados por el sector más humillado y más discriminado, hemos dignificado a Bolivia.

Estoy convencido de eso; soy muy orgulloso, especialmente del movimiento indígena campesino originario, pero también de los movimientos sociales (…).

El mundo está organizado en los movimientos sociales, especialmente Bolivia; son protagonistas para cambiar la imagen del país. Y si hablamos de 1994, 1995 y 1996, decidimos pasar de la lucha sindical a la lucha electoral.

Ahora, quisiera refundar nuestro instrumento político, con la participación de todos, sin recelos. Será otro próximo debate de tres, cuatro o cinco años y en los congresos del MAS se plantee refundar el MAS, que significa relanzar un movimiento político de liberación económica, política y democrática, pero también tecnológica, con responsabilidad.

— Le han decepcionado algunos movimientos sociales de cuotearse algunas reparticiones y hacer mala gestión.

— No son los movimientos sociales, son algunos dirigentes, que sin que sepan sus bases se cuotearon; hasta en el MAS hubo esa actitud. Como siempre, uno peca y es para todos, pero hemos estado debatiendo. ¿Qué hizo la derecha en las elecciones subnacionales? Destrozar a ese movimiento indígena originario con (denuncias contra) Fondo Indígena. Hemos entendido, hay que cambiar la parte administrativa del Fondo Indígena.

— Están implicados algunos dirigentes.

— Sí, algunos dirigentes, que si tienen problemas, que se los juzguen; nadie los defenderá. Lamentablemente, el directorio está compuesto mayormente por organizaciones y no por el Estado. También faltó orientación técnica y legal. Algunos dirigentes entendieron que —como es Fondo Indígena— es plata de ellos, pero sigue siendo plata del Estado, recursos públicos; eso se maneja bajo normas. Es un gran complejo que hubo.

La Razón

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