Quíntuple crimen en México: marchan por tercer día consecutivo y la investigación apunta al gobernador de Veracruz

Quíntuple crimen en México: marchan por tercer día consecutivo y la investigación apunta al gobernador de Veracruz
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La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó ayer que la indagatoria por el multihomicidio de la colonia Narvarte incluye ya líneas sobre las actividades que tanto el fotorreportero Rubén Espinosa como la antropóloga Nadia Vera –asesinados el 31 de julio– realizaban en el estado de Veracruz.

Cuestionado por reporteros en las oficinas de la PGJDF, y ante pregunta expresa sobre las denuncias que ambas víctimas hicieron contra el Gobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa, el Procurador capitalino Rodolfo Ríos Garza respondió que la investigación contiene “testimoniales e indicios”, que está en contacto con esa administración estatal y que citará a quien indique la carpeta de investigación.

Ahí mismo, y por primera vez desde el crimen, el funcionario mencionó también la activación de protocolos de investigación por un delito cometido en agravio de un periodista.

“No se ha establecido por parte de la Procuraduría que el móvil sea el robo; se señala el robo como uno de los delitos que sucedieron, por el saqueo que hubo de pertenencias. Pero, insisto, no hay que dejar a un lado lo que es el homicidio y los feminicidios que sucedieron, y llevando a cabo todos los protocolos que lleva la Procuraduría en cuanto al femenicidio y en cuanto a la activación de un delito cometido en agravio de un periodista”, dijo ayer en conferencia de prensa el Procurador Ríos Garza.

“Tenemos muy preciso la actividad periodística que realizaba Rubén y también la actividad de Nadia; por su puesto que eso es dentro de las líneas de investigación”, mencionó también.

–De acuerdo con las investigaciones y ante las amenazas que se dice realizó el Gobernador de Veracruz, ¿procedería citarlo a declarar? –le preguntó un reportero.

“Todas las líneas de investigación se encuentran abiertas. Tan así es que la línea de investigación relativa a la actividad profesional de Rubén se encuentra también abierta. Hemos recibido testimoniales e indicios; se ha tenido contacto, tanto el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, con el Gobernador de aquella entidad de Veracruz, como un servidor con el Fiscal General de Veracruz”, dijo Ríos.

“Hemos ya solicitado a él, por parte de la Procuraduría capitalina, si existe alguna denuncia en aquella entidad que hayan presentado Rubén o Nadia; estamos en espera de la respuesta oficial, y han manifestado total apoyo. Nosotros, derivado de los elementos que tengamos en la averiguación previa, haremos el análisis de citar a las personas que se tenga que citar, y que pudieran establecer, o pudieran señalar o aportar algún dato que pudiera servir para el esclarecimiento de los hechos”, agregó.

–Por lo que hace a las declaraciones de Nadia, que son públicas y que están en un trabajo de Rompeviento, donde hace un señalamiento directo al Gobernador, ¿eso no sería razón suficiente para citarlo? –insistió el periodista.

“Vamos a ver los elementos que tenemos en la averiguación previa, y citar a quien tengamos que citar en este asunto”, afirmó Ríos.

Nadia Vera Pérez –antropóloga de 32 años, promotora cultural e integrante de movimientos de protesta– y Rubén Espinosa Becerril, de 31, fotorreportero en Veracruz para la revista Proceso, la agencia Cuartoscuro y AVC Noticias, fueron encontrados asesinados el pasado viernes 31 de julio en un departamento de la colonia Narvarte. Ambos tenían señas de tortura y un tiro de arma calibre nueve milímetros en la cabeza.

Rubén Espinosa, que cubría movimiento sociales, llegó a la Ciudad de México el 9 de junio escapando de la intimidación de la que era sujeto en Xalapa, donde ese día notó personas que le tomaban fotografías afuera de su casa. Una vez aquí, dio entrevistas en las que denunció el clima de represión contra la prensa en aquel estado.

Nadia Vera, por su parte, era integrante del movimiento estudiantil de la Universidad de Xalapa y había sido víctima también de represión por parte de agentes policiacos. En una entrevista que dio a finales del año pasado a la organización de televisión por internet Rompeviento, la antropóloga originaria de Comitán, Chiapas, responsabilizó al Gobernador Duarte de Ochoa de cualquier daño a su integridad física o la de sus compañeros. Parte de la entrevista que dio al mismo medio fue incluida en el documental “Veracruz: la fosa olvidada”, estrenado en noviembre de 2014 y en el que la antropóloga señala que el narcotráfico es lo que realmente controla el estado.

Junto con ellos, en el mismo departamento –401 de Luz Saviñón 1909– fueron encontrados los cuerpos igualmente torturados y con disparo en la cabeza de tres mujeres cuyas identidades –salvo edades y lugares de origen– no han sido reveladas por las autoridades de la Ciudad de México.

En Baja California, sin embargo, la Procuradora Perla del Socorro Ibarra Leyva confirmó que Yesenia Quiroz Alfaro, de 18, es la maquillista de Mexicali que también fue encontrada asesinada. Información extraoficial indica que Olivia Alejandra Negrete Avilés sería la empleada doméstica que se reporta llegó por la mañana del viernes. Una quinta víctima es una mujer de nacionalidad colombiana que, como Nadia y Yesenia, también era inquilina en el departamento.

La PGJDF informó también que busca como probables responsables a tres personas captadas por una cámara de video-vigilancia ubicada en la esquina de Zempola y Luz Saviñón en el exterior del edificio. Dos de ellos, uno con una maleta, se observan a las 15:02; uno arrastrando una maleta y otro más llevándose el vehículo Mustang rojo que, según Ríos, estaba en posesión de la víctima de nacionalidad colombiana pero es de otra persona ya identificada.

“Podemos observar la salida de lo que señalamos como tres probables responsables de estos hechos, donde uno de ellos se lleva el vehículo rojo Mustang; otro de los sujetos que salen, sale con una maleta negra; se puede apreciar que es una maleta negra que tiene cierto peso, donde puede llevar algunos objetos que se encontraban en este departamento, y se ve también la salida de una tercera persona, todos sujetos de sexo masculino, que sale corriendo del lugar de los hechos”, explicó Ríos.

“En la línea de tiempo que podemos comentar hasta este momento, es que llegan Rubén y Nadia y un amigo de Rubén a las dos de la mañana al departamento, habían estado en otro lugar; llegan al departamento aproximadamente las dos de la mañana, están ahí durante toda la madrugada. A decir del testigo, se retiran del lugar, habrá que corroborar la versión de este testigo, en cuanto a que Rubén decide regresar al departamento. Llegan al departamento, posteriormente llega la empleada doméstica, estamos hablando de las 9 de la mañana”, agregó.

El funcionario especificó que se trata de establecer lo ocurrido entre las 9 de la mañana, hora a la que se va a trabajar la testigo que los encuentra por la noche, y las 15:02, que es cuando salen los que considera sospechosos. Información obtenida por SinEmbargo indica que Espinosa envió un mensaje de texto a las 14:13, diciendo que iba “de salida a la calle”.

SinEmbargo

“Sabemos quién fue”, advierten durante protestas en Xalapa

Este martes prosiguieron las manifestaciones de protesta en varias entidades del país por el asesinato de cinco personas, entre ellas la activista Nadia Vera y el fotoperiodista Rubén Espinosa, el pasado fin de semana en un departamento de la colonia Narvarte de la Ciudad de México.

De riguroso luto, algunos con lágrimas, fotoperiodistas y camarógrafos de Veracruz levantaron sus herramientas de trabajo en todo lo alto para recordar a Rubén Espinosa, colaborador del semanario Proceso y las agencias Cuartoscuro y AVC.

El acto de levantar sus cámaras, señalaron, fue para dejar en claro que la presencia de Espinosa Becerril sigue vigente, para recordar sus enseñanzas y obsesión por el trabajo, pero también para exigir justicia por este crimen.

Unas 200 personas, entre estudiantes, activistas sociales y reporteros, protestaron frente al Palacio de Gobierno para repudiar el artero asesinato de Rubén y Nadia Vera, activista de Casa Magnolia y del movimiento #YoSoy132.

Una enorme lona negra con los rostros de Rubén y Nadia, acompañados de la leyenda “Sabemos quién fue”, fue atravesada en la avenida Juan de la Luz Enríquez por espacio de hora y media en el centro histórico de Xalapa, con el fin de reclamar justicia y una investigación real de las causas del homicidio.

“No nos mataron a un reportero, ni a una activista… nos mataron a nuestros hermanos”, reprochó el periodista independiente Majloc.

Otros manifestantes echaron mano de réplicas de los cartones de moneros nacionales que han repudiado el quíntuple homicidio para marchar con las imágenes en señal de protesta.

Con varios funcionarios, secretarios de despacho y servidores públicos en periodo vacacional, los únicos que salieron a tomar fotografías y videos de la concentración fueron los llamados “orejas” de la Dirección de Política Regional y de la Secretaría de Gobierno.

No obstante, unos seis empleados del gobierno de Javier Duarte que tomaban fotos con sus celulares de quienes participaban en la marcha fueron echados a mentadas de madre de la manifestación.

Minutos después, la SSP mandó a dos uniformadas viales, quienes corrieron la misma suerte.

En la plaza Lerdo –rebautizada como plaza Regina Martínez, corresponsal de Proceso asesinada el 28 abril de 2012 en su domicilio– reporteros y activistas colocaron una ofrenda floral en honor a Rubén Espinosa y Nadia Vera, donde además expusieron imágenes de las víctimas y dejaron pensamientos de consuelo.

Antes de iniciar la marcha, los inconformes lanzaron consignas en contra del gobierno de Enrique Peña Nieto, de Javier Duarte y de Miguel Ángel Mancera.

En seguida, reprocharon la ola de violencia e impunidad que afecta al país, así como la represión y el hostigamiento gubernamental.

Durante la marcha, integrantes del Comité de Defensa y Lucha Universitaria expresaron su temor, pues las agresiones contra estudiantes de la Facultad de Humanidades y contra actores sociales han ido en aumento.

Acto seguido, recordaron la agresión salvaje a ocho jóvenes cometida el 5 de junio –dos días antes del proceso electoral– a manos de un comando, quienes con palos con clavos, machetes y otros instrumentos irrumpieron el interior de una vivienda. “Nos están matando, pero no nos van a callar”, fustigaron.

Karla Silva se suma a protesta

En León, Guanajuato, corresponsales, reporteros, fotógrafos y camarógrafos protestaron afuera de la delegación de la PGR y, en reunión con el delegado Juan Manuel Ulloa, exigieron que esta instancia federal asuma su responsabilidad e investigue el caso Narvarte.

“¡Justicia para Rubén, ni uno más!” y “¡Duarte, asesino!” fueron las consignas de los comunicadores guanajuatenses, quienes colocaron sus cámaras y grabadoras ante una fotografía de Espinosa Becerril.

En la protesta participó la reportera Karla Silva Guerrero, quien el 4 de septiembre pasado fue brutalmente golpeada en las oficinas del El Heraldo en Silao. Ella y su compañera Adriana Elizabeth Palacios fueron amenazadas con estas palabras: “Le bajas a tus notas o te va a llevar la chingada”.

Karla Silva y los periodistas que se manifestaron este martes recordaron al delegado de la PGR que en su momento la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) declinó investigar la agresión en contra de Karla y Adriana.

“¿Por qué la justicia es tan lenta, por qué no pasa nada?”, reclamó la reportera.

En la protesta se recordó que hace unas semanas fue asesinado en Comonfort el periodista Gerardo Nieto, cuyo crimen permanece sin ser esclarecido por la Procuraduría de Guanajuato, y que los diputados del Congreso local han sido renuentes a legislar para una norma de protección a periodistas y personas defensoras de derechos humanos.

Plantón en PGR de Sonora

La comunidad periodística de Sonora se plantó a las afueras de la delegación de la PGR para exigir justicia y el rápido esclarecimiento del multihomicidio donde perdió la vida Rubén Espinosa.

Los comunicadores mostraron pancartas y lanzaron consignas por más de 30 minutos, a fin de sumarse al repudio nacional e internacional por el ataque mortal registrado en un departamento de la colonia Narvarte contra este reportero gráfico, la activista chiapaneca Nadia Vera y otras tres mujeres.

El presidente del Foro Nacional de Periodistas, que aglutina a 3 mil comunicadores en 22 estados y 40 ciudades del país, Rafael Cano Franco, señaló que la lentitud con la que labora la FEADLE, dependiente de la PGR, se convierte en impunidad.

“Al no dar con resultados o responsables, se ofrece la facilidad para que cualquier otra persona atente contra los periodistas; en Sonora no sólo se han registrado agresiones físicas contra los comunicadores, sino también contra su dignidad y moral”, acusó.

Asimismo, los más de 40 periodistas representantes de medios locales y nacionales allí reunidos firmaron un pronunciamiento colectivo: “¿Cuántos más señor presidente?”

En el documento, exponen:

“Periodistas de Sonora también fuimos agredidos en el multihomicidio donde perdió la vida, prematura y violentamente, nuestro compañero Rubén Espinosa Becerril.

“Por eso, desde el noroeste de México, todos los comunicadores unidos elevamos la voz para unirnos en oración con las familias de las víctimas masacradas, impunemente, hasta ahora. Esta misma voz que gusta de ser franca y fuerte, pero con el sentimiento de impotencia que ahora nos ahoga, nos hace gritar exigiendo directamente a la Presidencia de la República que haga justicia y que deje el silencio ominoso, indignante y cómplice en el que se cobijan los cobardes asesinos.

“Esperamos que esta voz sonorense también llegue a la conciencia del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, que ha fallado a la sociedad al permitir la impunidad, como hecho vinculante, en los 14 asesinatos de periodistas que siguen sin resolver.

“¡Queremos la verdad!

“¡Queremos justicia para Rubén y para todos los periodistas asesinados, casos que siguen impunes!

“¡Nuestra voz esta triste! ¿Cómo está la suya, presidente Peña Nieto?”. (Con información de Verónica Espinosa, Noé Zavaleta y Milton Martínez)

Proceso

ONGs internacionales, entre ellas CPJ y CIDH, urgen a México a proteger a periodistas

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Freedom House y el escritor italiano Roberto Saviano condenaron el asesinato del fotógrafo Rubén Espinosa Becerril, colaborador de Proceso y Cuartoscuro, y exhortaron a las autoridades mexicanas a investigar en profundidad su homicidio y todos sus posibles motivos, “como en particular pudiera haber sido en represalia por su trabajo”.

Rubén Espinosa fue asesinado junto a la activista Nadia Vera y otras tres mujeres en un departamento de la colonia Narvarte de la Ciudad de México. Los cinco cuerpos presentaban tiros de gracia. Las cuatro mujeres fueron violadas. Espinosa y Vera habían expresado su temor por amenazas recibidas desde, dijeron, el gobierno de Javier Duarte de Ochoa en Veracruz.

Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ, dijo que “ya es hora de que las autoridades federales y locales adopten las medidas necesarias para combatir la grave crisis de libertad de prensa que atraviesa México. Esto significa investigar en profundidad el asesinato de Espinosa y todos sus posibles motivos, como en particular que pudiera haber sido asesinado en represalia por su trabajo”.

El Comité recordó, mediante un posicionamiento público, que Rubén Espinosa “huyó [de Veracruz] luego de haber sido amenazado en una de los estados más letales para periodistas en la región y fue asesinado seis semanas después en un lugar antes considerado como un refugio seguro en el país”.

Indicó que el gobierno de Duarte ha intentado en el pasado desestimar cualquier vínculo posible entre los asesinatos de periodistas y su profesión.

“En julio, Duarte afirmó ante la prensa: ‘No hay que confundir libertad de expresión con representar la expresión de los delincuentes a través de los medios’ y acusó a los periodistas locales de colaborar con los grupos criminales”, dijo que el CPJ.

Carlos Ponce, director para las América de Freedom House, dijo este día que “con el nivel de violencia contra periodistas en México aumentando a un ritmo alarmante, esperamos que este caso no se convierta en el último ejemplo de la impunidad generalizada que impera en México, que para los periodistas es casi del 90 por ciento”.

“Las autoridades federales, en ejercicio de su poder y bajo el artículo 73 Constitucional, deben llevar a cabo una investigación a fondo y considerar este asesinato como un ataque a la libertad de expresión”, dijo Ponce.

El escritor italiano Roberto Saviano, autor de varios libros que desvelan el entramado de la mafia y por los que ha sido amenazado, condenó en su perfil de Facebook la muerte de Rubén y el hecho de que los crímenes contra periodistas en México queden impunes.

“Se llamaba Rubén Espinosa y era un fotoperiodista. Desde el sábado, su nombre aparece en la larga lista de periodistas y trabajadores de los medios muertos en México, porque hicieron su trabajo.Rubén colaboraba con la revista de investigación Proceso. Recientemente había abandonado el estado de Veracruz, donde vivía, porque había recibido amenazas: alguien lo había seguido y le había tomado fotos. Rubén había entendido que estaba en peligro. Veracruz es uno de los estados más peligrosos para los periodistas: Según el CPJ, la organización internacional para la protección de los periodistas, desde 2010, al menos 11 periodistas asesinados sólo en este estado. Por esto Rubén se había trasladado a la ciudad de México, donde creía que era más seguro.

Pero esto no fue suficiente: el sábado su cuerpo fue hallado sin vida, con dos heridas de bala, en la capital mexicana. Sus enemigos lo siguieron hasta allí, donde se había visto obligado a exiliarse. México es uno de los países más difíciles para la prensa. Según datos de las autoridades mexicanas son más de 100 periodistas los asesinados en el país desde 2000. Los asesinatos siguen creciendo, así como continua creciendo el nivel de impunidad: a pesar de que casi la totalidad de estas muertes se pueden atribuir a la delincuencia organizada, en la mayoría casos los perpetradores permanecen sin rostro”, escribió Saviano.
En tanto, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH condenó hoy el asesinato de Espinosa y exigió que se investigue el crimen “de manera pronta y oportuna” para indentificar y sancionar los responsables.

La Relatoría consideró que “cuando tales delitos quedan impunes, esto fomenta la reiteración de actos violentos similares y puede resultar en el silenciamiento y en la autocensura de los comunicadores”.
“En 2014 fueron ocho los comunicadores asesinados en el país presuntamente vinculados al ejercicio de su libertad de expresión y este año, contando el de Espinosa, se han registrado cinco casos”, recordó la Relatoría a través de un comunicado.

La oficina de la CIDH exhortó a las autoridades mexicanas a investigar “de manera exhaustiva” la hipótesis según la cual estos crímenes estarían asociados con el ejercicio de la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos.

También pidió que se pongan en práctica todos los instrumentos con los que cuentan para “identificar, procesar y sancionar a los responsables materiales e intelectuales”. Y pidió que se adopten medidas de reparación justas para los familiares de las víctimas.

Junto al Comité otros organismos nacionales e internacionales han manifestado su repudio por este multihomicidio.

Once organizaciones sociales que conforman el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social dijeron ayer que los asesinatos de Rubén Espinosa y Nadia Vera ocurren en medio de un contexto de violencia contra los periodistas, y con especial incidencia en Veracruz, en el que las autoridades estatales y federales han sido incapaces de cumplir sus funciones.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) dijo que “si las investigaciones confirman que este aberrante múltiple homicidio tiene relación con la labor periodística de [Rubén] Espinosa, estaríamos en presencia de un acto gravísimo contra la libertad de expresión”. En tanto, Amnistía Internacional pidió a las autoridades agotar “todas las líneas de investigación posibles a fin de esclarecer los hechos”.

La representante de ONU Mujeres en México, Ana Güezmez García enfatizó que “toda muerte violenta de mujeres tiene que ser investigada desde la perspectiva de feminicidio”. Acerca del caso de cuatro mujeres asesinadas, entre ellas la activista veracruzana Nadia Vera, la mexicalense Yadira Quiroz, Nicole de 29 años y una trabajadora doméstica del Estado de México y del fotoperiodista Rubén Espinosa, Güezmez García declaró que ONU Mujeres condena este crimen, así como “ONU Mujeres se opone a toda forma de violencia”.

“Estamos hablando de violencia sexual asociada, de crímenes que tienen un grado de atrocidad y terror asociado con el simple hecho de ser mujeres. Cuando insistimos tanto en tipificar los crímenes de odio como el feminicidio es porque tienen estas características que los hacen peculiares”, explicó en su primera visita a Baja California.

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) manifestó este martes su repudio por el asesinato de Rubén Espinosa y expresó su solidaridad con los periodistas mexicanos. En un comunicado, la FAPE recuerdó que ya son 64 los periodistas que han perdido la vida en 2015 en todo el mundo con la muerte de Espinosa, que habitualmente desempeñaba sus labores en el Estado de Veracruz y se había refugiado en la capital mexicana tras recibir múltiples amenazas.

Para la organización internacional Reporteros Sin Fronteras “el asesinato cobarde” de Rubén Espinosa Becerril obliga a las autoridades mexicanas a esclarecer este caso a través de una investigación imparcial, independiente y a profundidad que permita encontrar a los autores materiales e intelectuales de este crimen.

“RSF expresa su profunda indignación y su consternación por el asesinato de Rubén Espinosa Becerril. Por desgracia, el caso de este periodista ilustra la escalada de la violencia en el país […] Consciente de la gravedad de las amenazas que enfrentaba en Veracruz, Rubén Espinosa Becerril había decidido exiliarse en la ciudad de México, donde pensó podía refugiarse, ponerse a salvo. No obstante, se convirtió en el octavo periodista asesinado desde el inicio del año 2015″, lamentó Emmanuel Colombié, responsable del Despacho Américas de esa organización.

En tanto, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) refirió que Veracruz es uno de los estados más peligrosos para la prensa en México.

“Cuatro periodistas han caído en represalia directa por su labor desde 2011, según la investigación del CPJ. Otros siete periodistas fueron asesinados bajo circunstancias poco claras y al menos tres periodistas han desaparecido en el estado en el mismo período”, detalló la organización internacional.
Dijo que Espinosa había sido amenazado en repetidas ocasiones en los últimos años.

El CPJ indicó que el gobierno de Duarte ha intentado en el pasado desestimar cualquier vínculo posible entre los asesinatos de periodistas y su profesión. “En julio, Duarte afirmó ante la prensa: ‘No hay que confundir libertad de expresión con representar la expresión de los delincuentes a través de los medios’ y acusó a los periodistas locales de colaborar con los grupos criminales”.

Refirió que Espinosa nunca acudió al mecanismo oficial de protección para periodistas bajo riesgo, según informó al CPJ un funcionario del gobierno federal que pidió el anonimato.

“El fotógrafo informó al CPJ en junio que había abandonado Veracruz luego de darse cuenta tres veces en un día que había individuos que lo seguían y que le habían hecho gestos y miradas intimidatorios. Agregó que en 2013 formó parte de un grupo de periodistas que fueron atacados por la policía en septiembre de 2013 durante un desalojo de estudiantes y profesores en una manifestación. En 2012, afirmó, un sujeto no identificado ‘me agarró de la camisa, me arrojó contra una cortina de metal y me dijo: ‘Párale de tomar fotos…si no quieres terminar cómo Regina Martínez’”, detalló el CPJ.

El Comité dijo que la violencia vinculada al crimen organizado ha convertido a México en uno de los países más letales para la prensa en la región. “Numerosos periodistas han abandonado sus estados y muchas veces encuentran refugio en la Ciudad de México, que ha sido considerado un lugar seguro en comparación con el resto del país”.

Desde el fin de semana, cientos de ciudadanos se han manifestado en todo el país por el crimen ocurrido en la capital. El domingo, una concentración en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México clamó por justicia para los asesinados en la colonia Narvarte, además de responsabilizar al gobierno de Javier Duarte por la agresión.

Ayer, las demandas fueron la mismas en Comitán, Chiapas, donde se recordó a Nadia, quien originaria de ese estado. En Zacatecas un grupo de periodistas protestó afuera del ex templo San Agustín por el asesinato de Rubén Espinosa, Nadia y otras 3 mujeres. En el acto donde se colocaron pancartas con consignas contra el Gobernador Javier Duarte.

Una situación similar ocurrió la noche de este lunes en Oaxaca donde ciudadanos y fotoperiodistas proyectaron en los muros de la catedral de Oaxaca una imagen del Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, a quien señalaron como probable responsable de este crimen.

SinEmbargo

Perfil: “Rubén soñaba que con ética y una cámara de fotos se podía cambiar la sociedad”

La madrugada del 14 de septiembre de 2013 marcó la vida de Rubén Espinosa; el fotoperiodista que apareció asesinado el pasado sábado 1 de agosto junto a otras cuatro mujeres, en un departamento de la colonia Narvarte, en el DF.

Esa noche, maestros y estudiantes que mantenían un plantón en la plaza Lerdo de Xalapa, en Veracruz, fueron desalojados por policías de la Secretaría de Seguridad Pública veracruzana para que el gobernador de la entidad, Javier Duarte, pudiera dar el Grito de la Independencia con el centro histórico ‘limpio’ de manifestantes que protestaban por la reforma educativa de Peña Nieto.

A Rubén, que habitualmente cubría protestas ciudadanas y movimientos magisteriales y estudiantiles para la agencia veracruzana Avc, y también para medios nacionales como Proceso o Cuartoscuro, una de sus fuentes de confianza le había alertado anteriormente de un posible desalojo y por eso se encontraba en la plaza en el momento adecuado.

A la 1 de la madrugada, aproximadamente, llegaron los uniformados. Rubén sacó su cámara, tomó varias fotos, y salió del lugar rápidamente para enviar el material. Sin embargo, en el camino varios policías lo interceptaron y le exigieron borrar las fotos, tal y como el propio fotoperiodista relató en una entrevista con Rompeviento TV, el pasado 9 de julio,

No obstante, el fotógrafo se las ingenió para guardar varias imágenes, y al día siguiente se publicaron.

“En ese desalojo del 14 de septiembre, Rubén tomó fotos que nadie tenía”, enfatiza en entrevista con Animal Político una editora de Avc, quien pide que se guarde su nombre en el anonimato por decisión de la empresa editorial de mantener un “perfil bajo” estos días.

“A pesar de que en el boletín del Gobierno se aseguraba que el desalojo se había producido por la presencia de otro grupo violento, nosotros publicamos las fotos que tomó Rubén de los policías agrediendo a los manifestantes incluso con toques eléctricos. Creo que eso fue lo que puso a Rubén en la mira; tener esas fotografías, y hacer la denuncia que tenía que hacer de los abusos que se produjeron por parte de las autoridades”, agrega la periodista, quien destaca a Rubén “como una pieza clave en la agencia” por su compromiso con su profesión y con la sociedad.

“En el DF, Rubén estaba alerta, nervioso”

Tras aquel suceso, Rubén continuó defendiendo ese compromiso que mantuvo hasta el final. Interpuso una denuncia junto con otros compañeros por esos hechos del 14 de septiembre de 2013; hizo público que el gobierno de Javier Duarte lo buscó para ofrecerle dinero a cambio de que retirara la demanda; denunció hostigamiento de las autoridades que lo vetaban de los eventos oficiales; siguió tomando fotos que molestaban al gobierno –como una imagen de Javier Duarte que fue portada en la revista Proceso del pasado 16 de febrero de 2014, en la que se ve al mandatario con una gorra de policía y de perfil-; y participó en protestas para denunciar la situación del periodismo en Veracruz, entidad en la que van 18 periodistas asesinados desde el año 2000, 13 de ellos desde que el priista es gobernador.

Luego, llegaron las amenazas.

Según relató el propio fotoperiodista en una entrevista con la organización civil Artículo 19, pocos días después de que participara en un homenaje en Xalapa a Regina Martínez, periodista asesinada en 2012, el 10 de junio detectó la presencia de personas con apariencia militar afuera de su domicilio, en la capital veracruzana.

Lo comenzaron a seguir, a hostigar. Hacían guardia frente a su casa, le tomaban fotos y literalmente le pusieron el aliento en la cara para amedrentarlo.

Rubén sintió entonces que su vida corría peligro y decidió autoxiliarse en el DF. En la capital del país pensaba que estaría más protegido, aunque el miedo nunca lo abandonó.

“Cuando me lo encontré, estaba alerta, nervioso, con esos ojos que miran a todos lados sin miedo, pero con desconfianza. Con esa mirada inyectada en sangre que conozco muy bien y que produce el estrés cuando eres perseguido”, narra Pedro Canché, periodista maya que estuvo preso más de ocho meses en Quintana Roo por documentar un desalojo de las autoridades en el municipio de Carillo Puerto, y quien coincidió en un encuentro informal con Rubén el pasado 16 de junio, junto a Jorge Sánchez, hijo del periodista veracruzano Moisés Sánchez, asesinado el 2 de enero.

“Pensábamos que Rubén estaría seguro en la capital. Nos confiamos demasiado”

A pesar de todo, Rubén quería regresar a Xalapa en cuanto hubiera oportunidad. Así se lo expresó varios compañeros de confianza como Moisés Pablo Nava, editor de Cuartoscuro.

“Platiqué con él hace unos días, la semana pasada. Lo vi más bien triste. Quería regresar a Xalapa, porque allí están sus amigos y tenía su vida ya hecha”, comenta el fotógrafo.

Sin embargo, otros compañeros le aconsejaron que esperara, algo que Rubén aceptó hacer. Incluso, Nava confirma que esta semana tenían programada con él una plática para ver la posibilidad de que formara parte de la plantilla de Cuartoscuro.

“Le aconsejamos que esperara en el DF, porque pensábamos que estaría más seguro allí. En la capital hay muchas organizaciones civiles que defienden los derechos humanos, y además allí está el propio mecanismo federal de protección a periodistas”, apunta por su parte una reportera de Coatzacoalcos, quien también trabajó en varias ocasiones con Rubén.

“Sin embargo, no contábamos con que se iban a trasladar hasta allá para terminar con su vida. Y hasta cierto punto, nos sentimos culpables. Porque los mecanismos de seguridad que habíamos trabajado los compañeros para protegernos, y para protegerlo a él, los dejamos en manos de otros compañeros en el DF y fallaron”.

“Nos confiamos demasiado y fue un error. Y en este momento estamos pagando con una carga emocional terrible”, lamenta la veracruzana.

“Rubén era un fotoperiodista comprometido. Eso es lo que lo tiene ahora en una funeraria”

Tras confirmarse el pasado sábado 1 de agosto la noticia del hallazgo del cadáver de Rubén junto con el de otras cuatro mujeres, entre ellas Nadia Vera, activista social que hace ocho meses dijo en una entrevista con Rompeviento TV que hacía responsable al gobernador Javier Duarte de “cualquier cosa que les pueda suceder”, muchos reporteros y fotoperiodistas veracruzanos se trasladaron al DF para participar en la marcha-protesta que fue del Ángel de la Independencia, hasta la delegación de Veracruz en la capital.

“Los compañeros fotoperiodistas y reporteros de Rubén estamos destrozados. No tenemos cabeza para analizar qué vamos a hacer. No hay palabras”, lamenta un reportero gráfico en la funeraria donde se encuentran los restos de Rubén.

“Rubén era una persona y un profesional con un compromiso ético muy fuerte. Estaba muy involucrado con las protestas sociales y cubría muy de cerca las causas estudiantiles y campesinas, y todas aquellas que estuvieran en contra de los abusos de la autoridad en Veracruz”.

“Y bueno –el fotoperiodista se toma unos segundos antes de terminar la frase-. Desgraciadamente, todo eso es lo que lo tiene ahora aquí, en una funeraria del DF”.

“Rubén Espinosa era alguien muy soñador, entregado con el periodismo social”, coincide otra reportera veracruzana.

“Era uno de esos periodistas de los que quedan pocos –concluye con voz trémula-. Soñaba que con trabajo, ética y una cámara como arma, se podía cambiar esta sociedad en la que vivimos”.

Animal Político

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