Más de lo mismo (Perú) – Por Rolando Waldo Gomez Poma

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Sin hacer un mea culpa por el incremento desmesurado de la delincuencia común y organizada, el desboque de los conflictos sociales a causa de las industrias extractivas, y sabiendo que en el Congreso ya no tiene la mayoría que otrora gozaba, el mensaje del presidente nacional fue soso y frío, deambulando en los programas de asistencia social que no hacen que la microeconomía crezca sino que se maquille; habló de los sistemas de aseguramiento en salud y la reducción de la pobreza, se refirió al último decreto legislativo que tipifica el delito del sicariato y nunca definió su hoja de ruta a favor de un crecimiento sostenido de la economía nacional. Se olvidó olímpicamente de la Gran Transformación, con lo que define su discurso pobre en metas y objetivos nacionales. Los que sí salieron ganando son los elementos de las fuerzas policiales, quienes ahora ganan más que un maestro que educa generaciones.

Las poblaciones altoandinas, al parecer, no existen para las arcas del Estado, la industrialización es una utopía y en el mensaje presidencial se notó que la oligarquía que nunca ganó el proceso electoral presidencial anterior se montó al caballo y es la que gobierna según sus intereses. El mandatario nacional nunca comprendió qué es la democracia y siempre arremetió contra los propios ciudadanos que le dieron el voto; nunca supo ser autocrítico y por lo que va del año no habrá resarcimiento de sus promesas. Entonces el mandatario nacional, Ollanta Humala, nunca quiso reconocer que solo actuó en piloto automático y la economía que la Constitución Política del Perú ampara solo favorece a unos cuantos empresarios y esos empresarios tienen capitales externos, por lo tanto las cifras mencionadas por el mandatario nacional son elásticas y anodinas.

En estos últimos años de mandato del presidente Humala, la distribución económica se centralizó en forma alarmante y desde la capital se digita las inversiones, dejando como simples convidados de piedra a las autoridades regionales y municipales; estamos entonces en una crisis de gobierno, haciendo entender que la estrategia bosquejada por el Ejecutivo es la visión a las próximas elecciones congresales y presidenciales y por eso quiso maximizar sus mensajes, elucubrando sus programas sociales y nunca enfatizando que los microempresarios son los que deberían sobrellevar el crecimiento económico de la nación, y la minería en decadencia por problemas medioambientales, hará que la economía nacional ingrese a un receso y ese receso será negativa sobre todo para la población que habita en los andes y que dicho sea de paso no ven un incremento en las inversiones estatales y si hay proyectos de inversión en la costa peruana. A partir de los próximos días, los candidatos al congreso y al sillón presidencial estarán encandilando a los electores en base al costo del balón del gas barato, mayor empleabilidad, asistencia en todos los niveles. Por lo tanto, nosotros como electores somos responsables al delegar el poder a ciudadanos semejantes al actual mandatario nacional.

Los Andes

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