Chile entregará nacionalidad a 65 palestinos refugiados
El Gobierno entregó carta de nacionalidad a 65 refugiados palestinos, en un acto que estuvo marcado por la reiteración de los compromisos asumidos por Chile desde hace ya más de cuatro décadas en materia de apoyo a quienes necesitan del asilo producto del desplazamiento por guerras e invasiones.
La Presidenta Michelle Bachelet dio cuenta del trabajo que realiza el Ejecutivo para revisar las poco más de mil solicitudes de refugio que se tramitan en la actualidad, a la vez que dio la bienvenida a los palestinos que hoy cuentan con nacionalidad chilena.
La mandataria destacó que “actualmente estamos dando refugio a mil 833 personas provenientes de distintas partes del mundo y evaluando permanentemente nuevos casos y nuevas solicitudes. Y esto me lleva a la otra razón, la principal de nuestro encuentro de hoy que es la entrega de las cartas de nacionalización para 65 de ustedes. Es un momento de mucha emoción para todos nosotros, porque con este acto estamos celebrando el fin de un proceso y el comienzo de una nueva etapa”.
Por su parte, el senador Francisco Chahuán (RN) destacó además que en el Parlamento hay una serie de proyectos de ley como el que crea el día del refugiado y del militante palestino para reconocer su lucha por el retorno a los territorios ocupados por Israel.
El legislador llamó la atención eso sí en el caso de los niños de los palestinos a quienes se les otorga la nacionalidad, ya que en el caso de los infantes continúan en condición de apátridas.
“Por eso hemos presentado un proyecto de ley para modificar nuestra carta constitucional y que permita que efectivamente que los hijos de refugiados palestinos puedan obtener también la nacionalidad chilena. Hoy día los padres tienen resuelto el problema, pero no así sus hijos y por eso mismo la idea es poder contar con la urgencia legislativa del Ejecutivo para poder avanzar en aquella materia”, puntualizó Chahuán.
Para el parlamentario es urgente resolver esta situación que coloca a nuestro país al margen de la Convención de los Derechos del Niño que señala expresamente que los infantes deben tener una nacionalidad.
