Gremios opositores pararon y la izquierda bloqueó accesos a la capital

352

El paro se sintió fuerte en el transporte: no hubo colectivos, trenes, subtes ni aviones

El sindicalismo opositor realizó la quinta huelga nacional contra Cristina Kirchner en los últimos tres años y medio. El reclamo se sintió con fuerza en las calles: los medios de transporte se sumaron a la huelga y sólo circularon algunos taxis. Como las estaciones de servicio estuvieron cerradas, con el correr de las horas fueron cada vez menos los autos negros y amarillos que se dejaron ver en las principales ciudades del país.

A la medianoche dejaron de funcionar los colectivos, tal como había prometido la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que comanda Roberto Fernández. Casi a la par se cancelaron los despegues de aviones en los aeropuertos de todo el país. En ese sector confluyen varios sindicatos que participan en la huelga. A primera hora de la mañana, entre las 5 y las 6, se confirmaron las sospechas: tampoco circularán subtes, trenes ni Premetro.

Constitución y Retiro, principales núcleos de transbordo de pasajeros en la Capital Federal, reflejaron una postal poco frecuente. Es que ni siquiera durante los fines de semana hay tan poco movimiento. Algo similar sucede en las principales calles del microcentro porteño.

Los trabajadores del Gran Buenos Aires que intentaron llegar a sus oficinas también tuvieron el panorama complicado para movilizarse. Es que diversos partidos de izquierda realizaron piquetes en los principales accesos a la Ciudad. Estuvieron cortados el Puente Pueyrredón, la Panamericana y el Acceso Oeste.

Con eje en los altos porcentajes de inflación, el abanico de reclamos para fundamentar la huelga fue extenso, variado y repetido: eliminación o adecuación en los sueldos del impuesto a las Ganancias, actualización del salario mínimo, vital y móvil, aumento de emergencia para los jubilados, precarización e informalidad laboral (trabajo en negro) y devolución de fondos a las obras sociales sindicales.

A esta serie de demandas, que se remontan a todos los paros anteriores, se incorporó esta vez como prioritaria la exigencia de paritarias libres, sin la imposición de «techos» por parte del Gobierno a los incrementos que negocian sindicalistas y empresarios para mejorar los sueldos.

Fernández, secretario general de UTA, aseguró que el paro tuvo un acatamiento de 100% en los servicios de micros de corta, media y larga distancia. «Esta huelga la hicimos porque los funcionarios no quieren sentarse en la mesa a escuchar el reclamo de los trabajadores», aseguró.

Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) informó que no habrá despegues ni aterrizajes durante toda la jornada. Las empresas son las encargadas de reprogramar los vuelos a partir de mañana.

El sindicalista aeronáutico marcó distancias con respecto a los partidos de izquierda que realizan piquetes. «Yo no estoy de acuerdo pero ellos como no tienen representación sindical hacen esto», declaró.

InfoBae

La estrategia de los cortes

Diferenciándose de Hugo Moyano y de los dirigentes de las centrales sindicales opositoras, la izquierda se sumó al paro con piquetes. Desde las cinco de la mañana y hasta pasadas las diez hicieron cortes en los puentes Pueyrredón y La Noria, el Acceso Oeste y la Panamericana, así como en el centro porteño y en diferentes puntos del interior del país. Además, hubo una marcha desde el Obelisco al Ministerio de Trabajo.

La izquierda viene participando de todos los paros generales contra el Gobierno convocados por Moyano, aunque denunciando el carácter “dominguero” que el titular de la CGT Azopardo imprime a las medidas y considerándolas insuficientes. Ayer, por ejemplo, reclamaban una huelga activa y por 36 horas. Los cegetistas, a su vez, no perdieron la oportunidad de criticar los cortes de la izquierda. Como en anteriores oportunidades, para esta jornada la CGT Azopardo había pedido que no hubiera bloqueos. Esto dio lugar a que las discusiones desde los piquetes fueran tanto con el Gobierno (el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, lanzó que “lo esencial es invisible a los troscos”) como con los dirigentes de la CGT (Juan Carlos Schmid se quejó de que “enturbiaban” el paro).

Los piquetes comenzaron cuando todavía no había amanecido, en el cruce de Panamericana y la ruta 202, Don Torcuato. Poco más tarde, otros manifestantes interrumpieron el tránsito en el Puente Pueyrredón. “El paro de hoy está marcado por la lucha contra los techos en las paritarias que pretenden imponer (el ministro de Economía, Axel) Kicillof, (el de Trabajo, Carlos) Tomada y Cristina” Fernández de Kirchner, dijo desde el lugar Néstor Pitrola, referente del PO. El diputado elogió “la formidable huelga de los aceiteros que colocó el método de lucha que no adopta la burocracia sindical y ha roto los techos para lograr un salario mínimo equivalente a una canasta familiar de 14.300 pesos”.

Las comisiones internas de las fábricas de zona norte –como Kraft, Lear, WorldColor, Pepsico, Cadbury, Fate y Prinpack–, junto a aeronáuticos porteños, mantuvieron durante más de cinco horas un bloqueo en Panamericana a la altura del kilómetro 23, de San Fernando, donde sólo quedó habilitada la colectora. Este piquete fue organizado por el PTS. El diputado Nicolás del Caño le contestó desde allí al jefe de Gabinete: “Parece que muchos trabajadores son invisibles para Aníbal Fernández. Estamos en Panamericana acompañándolos como en cada lucha, ya que también muchos de ellos son invisibles para las conducciones que convocan al paro”.

Otros grupos interrumpieron el tránsito en el puente La Noria y en la subida a la autopista del Oeste, en Haedo, a la altura del Hospital Posadas. También fue bloqueado el cruce de Corrientes y Callao, en el centro porteño.

Antes del mediodía los cortes comenzaron a ser levantados. Un sector de la izquierda (PO, IS, MAS, el MST, junto a la FUBA y delegados gremiales) se concentró en el Obelisco para marchar hasta la sede de Trabajo, donde cerraron la jornada de protesta con un acto.

Página 12

Más notas sobre el tema