Rechazo a proyecto minero: tras el paro en varias regiones proponen huelga general

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El paro macrorregional de 48 horas concluyó ayer con la propuesta de una paralización nacional contra el proyecto minero Tía María, que se pretende desarrollar en el valle de Tambo, provincia de Islay, región Arequipa.

Gerónimo López Sevillano, secretario regional de la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA), y José Figueroa Cuentas, presidente del Comité de Apoyo al Valle de Tambo, coincidieron en que existe molestia contra el gobierno por querer imponer el proyecto, pese a las dudas sobre el Estudio de Impacto Ambiental y la contaminación que puede generar.

López afirmó que el paro de 48 horas ha demostrado que la mitad del Perú está contra la ejecución del emprendimiento cuprífero, ya que la medida se acató en todo el sur y en regiones del centro y norte del país.

“Vamos a pedir una reunión con la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), para concretar el paro nacional”, refirió López, mientras más de mil personas marchaban por la Plaza de Armas en respaldo a la población de Tambo que, pese a estar en estado de emergencia, sigue con su paralización indefinida que ya lleva 69 días.

El planteamiento de López sobre un paro nacional fue respaldado por los manifestantes, entre los que se contaban estudiantes de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) y militantes de Juventud Socialista, entre otros, quienes pedían iniciar desde hoy una huelga indefinida.

Al respecto, el líder del Comité de Apoyo a Tambo, José Figueroa, precisó que es muy aventurado pedir un paro indefinido.
“Respeto su postura, y es cierto que en este paro se ha tenido una mayor convocatoria a diferencia de paros anteriores, pero debemos ser claros en que aún faltan algunos sectores que no se plegaron a la lucha. Sectores importantes como transporte y comercio no lo han hecho, por lo que debemos conversar para ver qué nuevas medidas tomamos. El paro nacional es una opción”, consideró.

Marcha pacífica

Asociaciones de vivienda de los conos de la ciudad bajaron en marchas de sacrificio hasta la Plaza de Armas. Más de 2 mil pobladores del cono norte iniciaron su manifestación a la altura del puente Añashuayco, al promediar las 9 de la mañana. Luego de caminar por más de tres horas, llegaron a la Plaza Mayor, donde fueron recibidos entre aplausos por la multitud que ya estaba en este lugar.

Los pobladores de los asentamientos de los distritos de Paucarpata, Chiguata y Mariano Melgar también se movilizaron.

Desde tempranas horas, los estudiantes de la UNSA realizaron marchas por todo el centro de la ciudad. Ellos portaban pañoletas que les cubrían el rostro pese a que su uso estaba prohibido. También copiaron escudos de madera como se ha venido utilizando en Tambo durante la protesta.

En la Plaza Mayor se notó la presencia del Frente contra la Corrupción y de sindicatos como el de construcción civil.
También estuvo presente Antonio Cosaca, poblador a quien la Policía intentó sembrarle un ‘miguelito’ (punzón de fierro). El poblador de Islay, en un breve discurso que dio a la masa, pidió seguir respaldando la justa protesta del valle de Tambo.

Y en Cocachacra, los servicios estuvieron restringidos. Desde el mediodía el mercado municipal y tiendas de abarrotes cerraron. El transporte público también fue suspendido en horas de la tarde.

Nuevamente los pobladores expresaron su oposición al proyecto Tía María con un cacerolazo desde las 18:00 horas. La Policía continuó patrullando Islay junto al Ejército.

La República

ONU condena represión en marchas contra proyecto minero en Perú

La Oficina Regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), condenó este jueves la violencia y represión en las manifestaciones contra el proyecto minero Tía María que se registraron en la provincia de Islay, Arequipa (sur).

La referida instancia de la ONU, expresó a través de su Representante Regional, Amerigo Incalcaterra, sus condolencias a los familiares de los fallecidos en el marco de las manifestaciones antimineras. El funcionario expresó su solidaridad con los pobladores e instó al Estado peruano “a realizar una investigación pronta, independiente, y exhaustiva que permita identificar y llevar a la justicia a los responsables de estas muertes”.

De la misma manera, la Acnudh se expresó su preocupación por la violencia registrada en el torno a las protestas y la falta de diálogo para una solución consencuada del conflicto. “En el marco actual de protestas sociales, el Estado peruano debe garantizar el respeto y la protección de los derechos humanos de las personas y cuidar que el uso de la fuerza cumpla siempre con los estándares internacionales de derechos humanos, previniendo y eliminando cualquier exceso en el uso de esta.

Por lo que llamó a las autoridades nacionales a que, en el marco del estado de emergencia decretado, el uso de la fuerza sea estrictamente proporcional y limitado”, indica una nota de prensa del portal de Acnudh. En este sentido, el representante del organismo pidió a las partes en conflicto a “reducir el actual clima de tensión” y afirmó que “solo a través de un diálogo constructivo, libre de violencia y respetuoso de los derechos humanos se van a encontrar las respuestas a los desafíos que enfrenta el país”.

EN CONTEXTO

A pesar de la emergencia que decretó el Gobierno de Perú en las provincias de Islay, Arequipa (sur), el paro de 48 horas convocado por organizaciones antimineras, campesinos y sindicatos en rechazo al proyecto Tía María recibe el respaldo de la ciudadanía.

Las movilizaciones del miércoles contra el proyecto minero respaldado por el presidente Ollanta Humala, estuvieron marcadas por enfrentamientos y algunos disturbios.

La justicia peruana ordenó este jueves la intervención financiera de la empresa mexicano-estadounidense Southern Copper Corporation (SCC) tras las fuertes protestas contra el proyecto minero Tía María.

EL DATO:

Tía María es un proyecto minero de explotación y procesamiento de cobre a cielo abierto, en la provincia de Islay en la región de Arequipa, Perú. Este tipo de extracciones produce desequilibrios hídricos por la elevación de sedimentos en el agua debido a los residuos sólidos liberados al ambiente, al mismo tiempo afectan las aguas subterráneas por las lluvias que caen sobre los reactivos, aceites y sales minerales residuales de los procesos de tratamiento.

Telesur

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