Seis presidentes en problemas – Diario Página Siete, Bolivia

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por lo menos seis gobiernos de la región enfrentan serios problemas y sus presidentes sufren bajas de popularidad importantes.

La situación implica un desafío para la democracia en América Latina, de la que se espera, permita las investigaciones y apruebe las sanciones que ameriten.

Cuatro de esos gobiernos están afectados por hechos de corrupción. Esos son los de Michelle Bachelet, en Chile; de Dilma Rousseff, en Brasil; de Cristina Fernández, en Argentina; y de Enrique Peña Nieto, en México.

En el primero, tanto el oficialismo como la oposición se han visto involucrados en hechos irregulares, generalmente ausentes en un país que se considera, por lo general, menos corrupto que otros de la región. Incluso el hijo de la Presidenta está siendo investigado por un hecho de conflicto de intereses, después de que la empresa de su esposa hubiera obtenido un crédito millonario de uno de los hombres más ricos de ese país.

En el caso de Cristina Fernández, también su hijo le causa problemas: se ha denunciado que éste tiene cuentas millonarias sin declarar en bancos de Estados Unidos e Irán. Las gestiones de Fernández y de su antecesor, su fallecido marido Néstor Kirchner, han sido cuestionadas por supuestos negociados en las adjudicaciones de obras públicas. La justicia inició también un proceso contra el vicepresidente Amado Boudou por hechos irregulares, denunciados en buena medida por el periodista Jorge Lanata. Boudou ha tenido que declarar en varias ocasiones ante jueces.

En México, Peña Nieto se ha visto involucrado en escándalos de corrupción relacionados a lujosas residencias que, presuntamente, le fueron regaladas por empresarios que lograron contratos con el Gobierno. También la masacre, todavía no esclarecida, de 43 estudiantes en Ayotzinapa y el hecho de no haber sido hallados sus cuerpos, afecta su gestión.

Pero es Brasil el caso más grave. Se tiene información de que ejecutivos de la empresa petrolera Petrobras recibieron millones de dólares en sobornos y pagos irregulares que cobraban a centenares de empresarios. Por otra parte, se presume que Petrobras pagaba a políticos para mantenerlos cooptados. El fraude total puede alcanzar a 10.000 millones de dólares. El escándalo ha afectado a Rousseff de manera seria y existen grandes sectores de la sociedad que piden su renuncia. Le queda por delante a la Presidenta el 90% de su gestión y sin duda, para ella, será muy difícil lograr eludir un temporal tan largo y serio.

Los problemas continúan con Venezuela, país sumido en una fuerte crisis económica y política. Existe recesión económica, escasez de productos básicos y la inflación más alta de las Américas. Y mientras el desabastecimiento causa serios problemas, la división política y la persecución a opositores empeoran.

El último gobierno que confronta situaciones de alta tensión, según un recuento realizado por el suplemento Aldea Global de Página Siete, es el de Perú. Ollanta Humala soporta una de las peores crisis políticas de los últimos años en ese país. Presionado por el Legislativo, se ha visto obligado a recomponer su Gabinete. El escándalo estalló cuando la revista Correo de ese país reveló una red que espiaba a una larga lista de políticos, tanto del oficialismo como de la oposición, además de empresarios, periodistas y otras autoridades.

Es interesante observar cómo en todos esos países, excepto Venezuela, los mecanismos institucionales y las libertades democráticas se han puesto en marcha para revelar los hechos irregulares, y luego investigarlos.

A diferencia de Bolivia, donde la justicia y los sistemas de fiscalización están muy debilitados y el Legislativo es prácticamente un apéndice del Ejecutivo, en los otros países mencionados se han desarrollado investigaciones que incluso llegan a indagar a los hijos de las mandatarias nombradas, a los máximos dirigentes de los partidos oficialistas, a un vicepresidente, a los senadores y diputados más cercanos al poder y a los ministros más poderosos.

Los gobiernos de Chile, Brasil, Argentina, Perú, Venezuela y México enfrentan serias crisis debido a escándalos de corrupción y de otro tipo.

Los mecanismos institucionales y las libertades democráticas se han puesto en marcha para revelar los hechos irregulares y luego investigarlos.

Página Siete

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