El Gobierno denunciará en la ONU la creciente militarización de Malvinas

368

La Argentina presentará una denuncia ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas por la decisión de Gran Bretaña de reforzar la presencia militar en las islas Malvinas, anunció ayer el canciller Héctor Timerman, que criticó duramente el camino elegido por las autoridades británicas. “Mientras la Argentina se apega al derecho internacional, Gran Bretaña apuesta al armamentismo”, sostuvo Timerman, que aseguró que la presentación ante la ONU sigue “demostrando que América latina y el Caribe han decidido ser una zona de paz”.

Esta medida del Gobierno es una respuesta al anuncio del ministro de Defensa inglés, Michael Fallon, del despliegue de dos helicópteros de guerra Chinook y la actualización del sistema de misiles antiaéreos en las islas del Atlántico Sur. Según aseguró el funcionario en una sesión de la Cámara de los Comunes del Parlamento británico, esta decisión fue una respuesta preventiva ante los rumores de un supuesto ataque argentino al archipiélago.

“Argentina no tiene hipótesis de conflicto con ningún país del mundo, mientras que Gran Bretaña está continuamente en estado de guerra en algún lugar del mundo”, retrucó Timerman, que aseguró que el fin del gobierno británico es “que la industria armamentista se vea beneficiada” y también “justificar una política agresiva de parte del primer ministro Cameron, que apela a un público muy conservador”, remarcó durante un reportaje radial.

La decisión de Gran Bretaña de reforzar militarmente las islas Malvinas “es continuación de su política de apostar al armamentismo y belicismo”, mientras que la Argentina “se apega al derecho internacional y a las resoluciones de las Naciones Unidas”, agregó el canciller. “Inglaterra se niega al diálogo bilateral, a discutir en foros internacionales y a cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas.”

Por lo tanto, completó, la decisión de aumentar la presencia militar en Malvinas “es una provocación no sólo para la Argentina, sino también un insulto para las Naciones Unidas, que le reclama que acepte negociar”. En el mismo sentido, el Ministerio de Relaciones Exteriores había señalado que “además de inverosímil, resulta absolutamente injustificable que se agite el fantasma de una presunta ‘amenaza argentina’ para aumentar el presupuesto militar británico y consolidar la creciente militarización de las islas”.

El texto difundido por Cancillería agregó que esos fondos destinados a esfuerzos militares “deberían ser usados en beneficio del pueblo británico, para combatir el desempleo, mejorar la educación y la salud y profundizar la inclusión social” porque “no se puede seguir engañando a los ciudadanos y contribuyentes de Reino Unido, agitando fantasmas del pasado”.

Por su parte, la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, ratificó la línea política de la Casa Rosada en este conflicto: para ella, la posibilidad de un ataque a las islas “es una absoluta ficción porque no sólo Argentina sino que toda la región está consagrada a la paz y a las relaciones diplomáticas”. La diplomática recordó que “el mundo entero le está reclamando al Reino Unido que cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas”, porque “repudia tener al sur un resabio colonial propio del siglo XIX”.

Además, Castro sostuvo que “no hay otra forma de resolver esto que por la vía pacífica y diplomática, o sea que la carrera armamentista lo que trata es buscar excusas”, que vinculó con “parte de la campaña electoral de los conservadores que está levantando la figura de Margaret Thatcher, en combinación con el diario amarillo, sensacionalista, The Sun”, el primero en dar la noticia del refuerzo militar enviado al sur.

También reafirmó la posición argentina el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus, que dijo que “no tiene ningún asidero” la decisión británica de reforzar el presupuesto militar para las islas ya que “el único camino posible es la diplomacia y la paz”. El funcionario pidió que “ninguno más llore un soldado por una guerra a pesar del reclamo justo”, que sólo puede resolverse mediante “la perseverancia y tenacidad de los pueblos, a la larga o a la corta”.

Para Filmus, “está claro que el Reino Unido intenta plantear este tema para justificar, en medio de un período electoral, la política interna de seguir gastando en armas y de militarizar el Atlántico Sur”. Por último, recordó que las islas Malvinas “son el único espacio del mundo donde cada dos habitantes hay un soldado”, algo que “no tiene ninguna justificación” más que “sostener una base militar enorme y desproporcionada en una zona definida como de paz”.

Página/12

Más notas sobre el tema