Reclaman justicia al cumplirse 23 años del atentado a la Embajada de Israel

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Transcurrieron 23 años de aquel día cuando la Argentina vivía por primera vez y en su propio territorio un acontecimiento violento propio de una guerra que se desarrollaba a miles de kilómetros y que se trasladaba al corazón de Buenos Aires.

En aquel 1992 era martes, como en este nuevo aniversario, y a las 14:47 el edificio de la Embajada de Israel, ubicado en el barrio porteño de Retiro, se desmoronaba llevándose consigo 22 vidas y provocando 242 heridos. A pesar del tiempo transcurrido y al igual que con el atentado a la AMIA, los familiares de las víctimas continúan esperando justicia mientras evalúan solicitarle al gobierno nacional la apertura de los archivos vinculados al caso.

Hoy, esos familiares se reunirán poco antes del horario en que se produjo el atentado y realizarán un acto en el lugar que ocupaba la Embajada, en la plaza seca en la esquina de Arroyo y Suipacha. Allí, los organizadores del encuentro esperan contar con «personas e instituciones que deseen asistir y acompañar al grupo» en ese reclamo permanente de justicia y, luego de depositar una ofrenda floral en homenaje a las víctimas, un sobreviviente leerá un discurso y brindará su testimonio.

Las actuales autoridades de la Embajada realizarán su propio acto pero recién el jueves 19. Ese día hablarán Jorge Cohen, en representación de los familiares de las víctimas y sobrevivientes; Yair Shamir, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural del Estado de Israel; y la embajadora Dorit Shavit. No se informó la razón de la existencia de dos actos. El atentado provocó no sólo un cimbronazo humanitario sino también político. En aquel tiempo el gobierno era conducido por Carlos Menem, quien con inusitada temeridad arriesgó una teoría sobre los supuestos autores a los que caracterizó como «sectores del nazismo y otros que fueron derrotados en el país», una alusión que se consideró destinada a los entonces grupos militares que se conocían como «carapintadas».

Por tratarse de un atentado ocurrido en una delegación diplomática, la investigación recayó sobre la entonces Corte Suprema de Justicia. El veterano Ricardo Levene fue elegido para llevar adelante la instrucción. Lo acompañaron el secretario Jorge Canevari y los efectivos de la Comisaría 15ª de la Policía Federal. La tarea de Levene fue, por lo menos, contradictoria porque primero desarrolló la teoría de una explosión en el interior del edificio para luego, con el correr de los años, asumir la versión que se consideró oficial y que habló de una camioneta, cargada de explosivos, que fue estrellada contra la Embajada por un conductor suicida. Corría 1997 cuando se asumió esta línea de investigación y derivó en el pedido de captura internacional de Imad Mughniyieh, jefe militar de Hezbollah.
Anteriormente, Levene había detenido a cuatro ciudadanos pakistaníes que fueron liberados a los pocos días. La causa no encontraba destino y Levene falleció en 2000 sin encontrar responsables.

Luego vinieron años de estancamiento de la investigación y sólo tuvo un movimiento en 2006 cuando la Corte Suprema integrada ya por Enrique Petracchi, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni, Ricardo Lorenzetti y Carmen Argibay declaró la causa como «imprescriptible». Para la abogada de los familiares, Rita Janá, aquella decisión la conformó. «Queríamos que se considere el atentado como delito de lesa humanidad, pero quedamos conformes con un fallo que ordenó que la investigación siguiera», explicó.

Pero la investigación no continuó. De hecho, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó por esa situación el pasado 1 de marzo y Lorenzetti, en tren de responderle, cometió aquella gaffe al afirmar que la causa era «cosa juzgada». Lo cierto es que a pesar del tiempo transcurrido, el expediente continúa caratulado como «sumario instruido en la comisaría 15 por averiguación de los delitos de explosión, homicidio y lesiones calificadas y daños con motivo del atentado a la Embajada de Israel». Curiosamente, a pesar del tiempo transcurrido y la inacción de la investigación, el gobierno israelí nunca solicitó ser querellante tal como CFK lo recordó en su discurso en el Congreso.

Documentos Amia

El secretario de Inteligencia de la Nación, Oscar Parrilli, comenzó ayer la entrega de documentación desclasificada de la Causa AMIA a la Unidad Especial que se encarga de la investigación del atentado contra la mutual judía ocurrido en 1994.La presidenta Cristina Fernández había ordenado desclasificar la información la semana pasada y dispuesto que la información pase directamente a manos de la UFI.

Desde la Secretaría de Inteligencia (SI) adelantaron que el proceso de entrega de la documentación se extenderá por varios días «en razón de la cantidad de documentación existente».
Fueron el propio Parrilli y su segundo en el organismo de inteligencia, Juan Martín Mena, quienes, junto al coordinador de la UFIA-AMIA, Juan Murray, y la fiscal cotitular Sabrina Namer, recorrieron las instalaciones de la SI en donde se encuentra el material.

«Se procedió a la colocación de una faja de seguridad del ingreso a los depósitos donde se encuentra dicha documentación para el resguardo de la misma y posterior prolijo inventario», explicaron las autoridades.

Del congreso al museo del holocausto

.El titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, entregó ayer documentación inédita sobre actividades antisemitas en la Argentina que pasará a formar parte del archivo del Museo del Holocausto de Washington. «Es un nuevo paso en la búsqueda por la Memoria, la Verdad y la Justicia”, aseguró el precandidato presidencial kirchnerista.

Domínguez entregó una copia digitalizada en cinta de seguridad de la documentación que la Comisión Investigadora de Actividades Antiargentinas recopiló entre los años 1939 y 1941. Del evento participaron el director de proyectos de los programas internacionales del archivo del Museo del Holocausto de Washington, Anatol Steck, el canciller Héctor Timerman; el embajador de Estados Unidos, Noah Mamet; y la embajadora del Estado de Israel, Dorit Shavit.

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