Uruguay y Brasil: un «nuevo paradigma» – Por Dilma Rousseff

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Con enorme alegría visito Uruguay por cuarta vez como Presidenta de Brasil. En este momento de despedida de José Mujica y de regreso de Tabaré Vázquez a la Presidencia, celebro los avances logrados en la integración bilateral y reafirmo nuestra determinación de seguir adelante en ese camino.

Desde el inicio de mi primer mandato, en 2011, tuve clara la naturaleza única y privilegiada del diálogo con el Gobierno y la sociedad uruguayos. Este tipo de convergencia no ocurre al azar.

El espíritu de confianza mutua y hermandad en las relaciones Brasil-Uruguay se remonta a 1909, cuando negociamos el Tratado que estableció el condominio binacional de la Laguna Merín y del río Yaguarón. Además de dar solución a la demanda por la libre navegación, el Tratado generó una dinámica cooperativa en las relaciones bilaterales, que abrió paso para la interconexión ferroviaria Rivera-Santana do Livramento (1913) y la construcción del puente internacional sobre el río Cuareim (1915). Ciudades como Santana do Livramento y Rivera pasaron a simbolizar la comunión entre uruguayos y brasileños.

Conscientes del carácter especial de las relaciones entre nuestros países, el Presidente Mujica y yo decidimos establecer un nuevo paradigma para las relaciones bilaterales, basado en iniciativas concretas, con miras a una integración profunda y amplia. Para ello, instituimos, en 2012, el Grupo de Alto Nivel Brasil-Uruguay, encargándole la supervisión de proyectos de integración en áreas prioritarias, capaces de generar más desarrollo y más inclusión social para nuestras sociedades.

Se trata, en la práctica, de buscar mayor complementación industrial, creciente dinamismo en la integración de la infraestructura, mayor fluidez en nuestras fronteras, más y mejor comercio, así como la consolidación de nuestra interconexión energética.

El Parque Eólico Artilleros, que tuve el gusto de coinaugurar, representa una iniciativa de cooperación pionera y emblemática entre UTE y Eletrobras en el sector de generación renovable de energía. Artilleros se suma a la nueva línea de transmisión entre Brasil y Uruguay, cuya entrada en operación fortalecerá la seguridad energética de nuestros dos países.

En la evolución del comercio, verificamos resultados concretos. En 2014, alcanzamos una marca histórica, con un crecimiento del 27% en el intercambio comercial. No sólo se trata de un aumento cuantitativo, sino también de una mejora de calidad: se ha registrado un apreciable incremento de productos procesados y manufacturados en las exportaciones uruguayas a Brasil. Es significativa, en este contexto, la consolidación de la industria automotriz en Uruguay, a la que contribuyen de manera decisiva los mercados de Brasil y de los demás socios del MERCOSUR.

La intensa relación entre Brasil y Uruguay trasciende nuestras fronteras. La actuación coordinada de nuestros dos países ha sido esencial para la construcción y consolidación del MERCOSUR, de UNASUR y de la CELAC.

Ello ha sido posible porque compartimos valores —fundados en la paz, la solidaridad y la democracia— y porque nos hemos empeñado en la búsqueda soberana por el desarrollo con justicia social. Está claro que la integración bilateral y regional contribuye de manera decisiva a alcanzar esos objetivos.

En este momento de celebración de la democracia en Uruguay, quiero hacer constar, con sentida emoción, mi aprecio y mi amistad por el Presidente José Mujica. Don Pepe es a la vez ejemplo de vida y fuente de inspiración, y ha dejado una marca en la historia uruguaya y regional, tanto por su trayectoria personal, de lucha permanente por la justicia social, como por lo que realizó en beneficio del pueblo uruguayo.

Tengo plena convicción de que con el Presidente Tabaré Vázquez mantendremos el mismo nivel de excelencia en las relaciones entre nuestros países. El regreso de Tabaré —amigo de Brasil— al mando de la nación uruguaya, nos da la seguridad de poder avanzar aún más en la consolidación de la integración entre Uruguay y Brasil, en pro del desarrollo y del bienestar de nuestras sociedades y de la región en su conjunto.

* Presidenta de la República Federativa de Brasil. Columna de opinión exclusiva para El País.

El País

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