Ayotzinapa: un grito de justicia se replicó en varias ciudades mexicanas y del mundo

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Bloqueos en aeropuertos, vialidades, comercios y edificios públicos, marchas y algunos detenidos enmarcaron la novena jornada de Acción por Ayotzinapa en varios puntos del país y del mundo al cumplirse cinco meses de la desaparición de 43 normalistas en Iguala, Guerrero.

En Oaxaca maestros y estudiantes marcharon, realizaron bloqueos y toma de autobuses para exigir justicia y la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos por la policía el 26 de septiembre del año pasado.

Los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE) realizaron una marcha de la Fuente de las Ocho Regiones al zócalo de la ciudad en la que también denunciaron la “brutal” represión a integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).

A cinco meses de la desaparición de los 43 estudiantes de Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, los maestros volvieron a salir a las calles a cuestionar al gobierno federal por las desapariciones forzadas y los montajes oficiales para contener la movilización social.

Víctor Manuel Reyes, integrante de la Comisión Política de la Sección 22, afirmó que el gobierno de Enrique Peña Nieto le ha declarado la guerra a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y como respuesta está la movilización.

Por su parte, la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca (CENEO) realizó otra marcha que salió del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca (CRENO) y concluyó con un mitin frente al Parque el Llano donde atravesaron los autobuses que momentos antes retuvieron.

Leyendas como “Tu voz, mi voz. Tú lucha, mi lucha. Ayotzi vive” y “En México es más peligroso ser estudiante que narcotraficante”, sobresalieron en las lonas que fueron colocadas en autobuses que retuvieron los normalistas para sumarse a la Acción Global y demandar respuestas a su pliego petitorio en el que demandan plazas automáticas, becas y material escolar entre otros puntos.

En ambas acciones también se pronunciaron por la abrogación de las 11 Reformas estructurales promulgadas por el presidente Enrique Peña Nieto, la libertad de los presos políticos y la presentación con vida de los desaparecidos.

En Chiapas, maestros de la CNTE, estudiantes normalistas y miembros de organizaciones sociales y campesinas, se movilizaron en las ocho regiones de la entidad, durante la mañana y la tarde de este jueves.

Realizaron bloqueos de carreteras, marchas y tomas de plazas y presidencias municipales, en los municipios de Tuxtla, Tapachula, San Cristóbal de Las Casas, Arriaga, Ocosingo, Palenque, Cintalapa, Motozintla y otras ciudades sedes de las ochos regiones magisteriales.

Los maestros dejaron los salones de clases y salieron a las calles y carreteras de Chiapas para protestar también contra la represión policiaca en Guerrero donde falleció un maestro jubilado, decenas más fueron encarcelados por varias horas y otros hospitalizados.

José Luis Escobar Pérez, uno de los oradores del mitin en Tuxtla responsabilizó al gobierno federal y al gobierno del estado de Guerrero de la muerte del maestro Claudio Castillo.

En Sonora, en las ciudades de Nogales, Guaymas, Ciudad Obregón y Hermosillo maestros de la CNTE bloquearon la garita Dennis DeConcini que comunica a Sonora con Arizona.

En solidaridad con la novena acción global por los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, los manifestantes realizaron tres mítines informativos y de concientización sobre la carretera internacional México 15.

El primero se registró frente al monumento contra la ignorancia, mejor conocido como el “Mono Bichi”.
Después, tomaron la plaza Miguel Hidalgo para denunciar las arbitrariedades cometidas por el Estado mexicanos contra los estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, la noche del 26 de septiembre anterior y la madrugada del 27.

Minutos más tarde, montaron un templete sobre la plaza Internacional, a unos 100 metros de la garita, donde informaron a los presente sobre las inconsistencias en la investigación realizada por la Procuraduría General de la República (PGR).

En el destino turístico de Cancún, Quintana Roo, activistas sorprendieron a la Policía Federal (PF) al ingresar a las instalaciones del Aeropuerto Internacional, el segundo en operaciones del país. Se colocaron frente a la puerta principal de la Terminal 2 y desplegaron una manta en la que se leía: “Ayotzinapa Vive. Nos Faltan 43. Fue el estado”.

José Luis Pech Tzec, vocero de la Coordinadora Nacional de Madres, Padres y Tutores en Defensa de la Nación, afirmó que la intención era manifestarse de manera pacífica por lo que la PF se limitó a observar. Sin embargo, la jornada terminó con la detención de 13 activistas.

Las detenciones se registraron tras una marcha de unos 80 activistas durante tarde-noche por la el centro de la ciudad. Enfrente del Palacio Municipal se presentó un enfrentamiento con granaderos que resguardaban el inmueble.

“Elementos de la policía municipal detuvieron en flagrancia a 13 personas que con conductas violentas pusieron en riesgo la integridad de trabajadores, turistas, niños y familias que transitaban por la avenida Tulum, ya que tras escudarse en una manifestación atacaron vías de comunicación, golpearon automóviles, causaron daños a bienes muebles e inmuebles, así como agredieron sin motivo a ciudadanos”, informó la Secretaria Municipal de Seguridad Pública y Tránsito (SMSPT).

De acuerdo con la SMSPT los detenidos son: Mario Coo, de 40 años; Jorge Castellanos, de 19; Gabriel Kumul, de 19; Ingrid Torres, de 20; Josefina Ramírez, de 58; Jared Rojas, de 19; José Villarroel; Joaquín Camal, de 19 años; Itzel Bravo, de 27; Emmanuel Básullta, de 31; Jonathan León, de 25; Atziri Bravo, de 26, y Cesar Villarroel de 33 años.

En Michoacán, desde la mañana de este jueves normalistas e integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se manifestaron en Morelia por las represiones contra sus compañeros registradas el martes pasado en Guerrero, así como por los normalistas desaparecidos el 26 de septiembre del año pasado.

Salvador Almanza Hernández, secretario regional de la CENTE en Morelia, informó que los profesores de esa coordinadora tomaron 83 de los 113 ayuntamientos y dos casetas: la de Santa Casilda, en la autopista siglo 21 que conduce de Pátzcuaro a Lázaro Cárdenas y en Panindícuaro, en la de occidente México-Guadalajara, que fueron liberadas pasadas las 15:00 horas.

Los inconformes también realizaron bloqueos en el complejo comercial de La Huerta y posteriormente marcharon hacia el Centro Histórico de Morelia y se plantaron frente al Congreso del Estado, donde continuaron con sus protestas.

Al final entregaron un pliego petitorio a los diputados, en el que les piden mediar para frenar los abusos en contra de sus colegas guerrerenses.

En Guadalajara, Jalisco, un contingente se concentró en el monumento Los Arcos y marchó por avenida Vallarta hasta el edificio del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Organizaciones de estudiantes Universitarios Libres se manifestaron en San Luis Potosí para apoyar la jornada de protestas de la novena Acción por Ayotzinapa, mientras que en Monterrey, Nuevo León habitantes marcharon a la Plaza de Colegio Civil en donde lanzaron 43 globos de cantoya para recordar a los normalistas desaparecidos.

En Mérida, Yucatán, Rafael López Catarino, padre de Julio César López Patolzin, uno de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, sostuvo que aunque han transcurrido cinco meses no pierden la esperanza de encontrarlos con vida y advirtió que no permitirán la celebración de las elecciones en aquel estado hasta que el gobierno les entregue a los jóvenes.

En conferencia de prensa, en la que estuvo acompañado por el normalista Felipe de Jesús Rodríguez Estrada, López Patolzin insistió en que el Ejército tiene a los jóvenes desaparecidos pero no han podido entrar a los cuarteles a buscarlos “porque nos matan”.

Además, confió en que sigan con vida y recordó que todas las versiones que les ha dado el gobierno para convencerlos de que están muertos han sido desmentidas por especialistas y los peritos argentinos.

“Nos piden que hagamos nuestras marchas sin violencia, que nada ganamos, pero qué hizo el gobierno el 26 de septiembre sino violencia y nos desapareció a nuestros hijos”, resaltó.

Y recalcó que “vamos a seguir hasta encontrarlos”.

“Lo que pasa en México es preocupante… ya no quiero más violencia, más desapariciones, más muertes, quiero que el país cambie, por todos, unidad, no a la violencia, que tratemos que el mundo cambie”, expresó.

“Ya no dormimos ni comemos, y ahora reprimieron a los maestros, yo llevaba una lona, pero no llegué porque tenía miedo que me la quitaran; no iba a venir porque mi sobrino estaba desaparecido, pero gracias a Dios ya lo liberaron, ya hasta se hablaba de que estaba muerto”, dijo.

E insistió: “Ya paremos esta violencia, si no nos va a ir peor”.

“No traje a mi esposa, ando solo, si me va a pasar algo, que me pase a mí nomás… ustedes que son estudiantes, que son inteligentes a ver qué se puede hacer para cambiar todo esto”.

No obstante, advirtió: “Que sepa el gobierno de una vez que no vamos a permitir las elecciones en Guerrero”.

También dijo que están pidiendo a la gente apoyo para que “dejemos las urnas si es que va el Ejército”.

“¿Por quién vamos a votar? ¿Por nuestros verdugos?, ¿Por quienes nos van a matar?, ¿Por quienes nos van a matar de hambre?, ¡Ya no vamos a permitir eso!”, afirmó.

López Catarino y Rodríguez Estrada participaron hoy aquí en la Segunda Jornada de Promoción y Protección de los Derechos Humanos.

Por la noche, grupos de ciudadanos en Mérida, Campeche y Ciudad del Carmen participaron en manifestaciones apoyo a los padres de los estudiantes desaparecidos para exigir justicia por lo ocurrido en Ayotzinapa.

También se registraron movilizaciones en Chihuahua, Baja California, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Guanajuato, Veracruz y Estado de México.

Protestas en el mundo

La novena jornada de Acción por Ayotzinapa también tuvo eco en algunas ciudades del mundo, como Nueva York, donde mexicanos y latinos se congregaron por la tarde en el consulado y alzaron la voz contra el presidente Enrique Peña Nieto y exigieron su renuncia.

Además se registraron protestas en otras ciudades estadunidenses como Texas, Oregon, California, Nevada, Chicago y Washington.

Otro grupo de mexicanos se manifestó frente a la embajada mexicana en Bélgica para exigir justicia y la aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos. Sin embargo el embajador Juan José Gómez Camacho y sus colaboradores se encontraban en el Festival Internacional del Cine de Amor de la ciudad de Mons, a 64 kilómetros de distancia.

En Canadá un contingente se reunió en la Plaza Emilie Gamelin, en Montreal, donde se sumaron a la exigencia de justicia y presentación con vida de los normalistas.

También se registraron movilizaciones es Costa Rica, Italia, Grecia, Alemania y España.

Proceso

“Nuestros sueños no caben en sus fosas”: Padres de normalistas desaparecidos

“Contra la indiferencia y el olvido”, decididos a no claudicar en su búsqueda, a cinco meses de distancia, los familiares y compañeros de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, volvieron a tomar las calles de la capital del país con una convicción clara: “la justicia también se busca”.

Cobijados por estudiantes y trabajadores, parte de la novena acción global por Ayotzinapa que se replica en todo el país y más de 20 ciudades en el mundo, miles de hombres y mujeres marcharon del Ángel de la Independencia al cruce del Paseo de la Reforma con Calzada Chivatito, a unos metros de la casa presidencial, para hacerse escuchar.

“¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, gritaron una y otra vez, como han gritado desde aquella noche de otoño en que los estudiantes que cimbraron al país fueron atacados por fuerzas del Estado.

Con los pies cansados, movidos por la indignación y la esperanza, los familiares de los normalistas rechazaron la “verdad histórica” que la Procuraduría General de la República (PGR) fabricó para intentar cerrar la investigación, el pasado 27 de enero.

“Sabemos que fue el Estado. Ellos los tienen o saben dónde están. Las mentiras sólo han ratificado su culpabilidad. Engañarnos es cometer el crimen dos veces”, se escuchó, al iniciar la marcha, desde un par de bocinas colocadas en el toldo de una vieja camioneta verde que los transporta desde Iguala.

“Cuánto tiempo los medios de comunicación ocultaron la participación de la Policía Federal y del Ejército. No vamos a descansar. A ver hasta dónde llegan con su mentira”, repetirían en el trayecto los indignados.

A las voces se sumaron centenares de consignas escritas en mantas, en pancartas, en la piel, en las calles…

Reclamaban la barbarie, el encubrimiento, la impunidad, la complicidad con el narcotráfico, la corrupción de los políticos de todos los partidos políticos, las casas…

Protestaron también por el asesinato del maestro jubilado Claudio Castillo Peña, a manos de la Policía Federal, durante la represión al magisterio disidente en Acapulco, hace dos noches.

“Ya basta con los asesinatos por parte del Estado. ¡Cuántos más!”; “Pedimos justicia y presentación con vida y castigo a los culpables materiales e intelectuales”; “Cada cuatro horas en México desaparece una persona joven. ¿Hasta cuándo?”; “Las desapariciones y las ejecuciones son una pesadilla hecha realidad por el narcotráfico, sí, pero también por el gobierno”; “Justicia del pueblo es la solución. Qué sean ellos los que tengan miedo”; “Quiero ser contado entre los que hicieron la diferencia, no en el número de apáticos e indiferentes que complacieron la tiranía y se doblegaron ante la injusticia”; “Nuestros sueños no caben en sus fosas”, fueron los ecos que se extendieron por más de dos horas, hasta caer el sol.

“¡No habrá elecciones!”

Amontonados en la esquina de la calle Chivatito y Paseo de la Reforma, centenares de personas escucharon a las madres y los padres de los normalistas repetir “No nos rendiremos” desde un templete, agarrando entre sus manos las mantas con las fotos y nombres de sus hijos desaparecidos.

A más de cien metros detrás de ellos se adivina el acceso a la inaccesible casa presidencial de Los Pinos, resguardada por vallas metálicas y un muro de granaderos.

Agradecidos ante la presencia de las organizaciones sociales y estudiantiles, muchos de los familiares llamaron a que no se realicen las elecciones del próximo 7 de junio.

“Las marchas no nos van a ayudar, ahora debemos organizarnos colonia por colonia, barrio por barrio, municipio por municipio para que no haya elecciones”, exhortó un padre para añadir: “¡Que chinguen a su madre los políticos!”, arenga que desató los aplausos de los manifestantes.

“Ningún partido es la solución al problema”, añadió otro orador, al advertir que “si no hay casillas, no hay dónde votar”.

Dirigiéndose al presidente, María de Jesús Concepción dijo: “Muchísimos ciudadanos tienen el ojo puesto sobre ti, Enrique Peña Nieto, ven lo que dices, mentiras tras mentiras”, e insistió en que “lo único que te sigo exigiendo es nuestros hijos”.

Uno tras otro, los familiares afirmaron su repudio a la versión de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el supuesto asesinato y la posterior cremación de sus hijos en el basurero de Cocula.

La madre de César Manuel afirmó: “Nuestros hijos no están muertos, no hay nada de ellos en las cenizas como dice el procurador” Jesús Murillo Karam, mientras que un padre señaló que “en las fosas se encontraron restos humanos, pero no de normalistas; el procurador decía que los militares no tenían nada que ver, y ayer salieron las fotos”, refiriéndose a las gráficas tomadas por militares en la clínica Cristina de Iguala la noche del 26 de septiembre.

“Son los hijos del mundo entero ahora”, exhortó Doña Carmelita, vestida con una chamarra de deporte negra y una gorra de color rosado, al añadir: “Tienen mucho valor para muchos, pero no de dinero”.

Muchos de los familiares de desaparecidos denunciaron la “brutalidad policiaca” durante el desalojo de la Autopista del Sol, en Acapulco, el martes anterior.

“He visto y constatado la represión, a dos alumnos les dispararon con balas de goma, uno está por perder la vista. A mí me tocaron ocho puntos en la mano al protegerme de un proyectil”, lamentó Mario, el padre del desaparecido Manuel.

Al terminar el mitin, el vocero de los padres pidió un aplauso para el “compañero Claudio”, –el maestro jubilado muerto en el desalojo y “ejemplo de muchas generaciones”–, y encabezó el himno revolucionario, “Venceremos”.

Para ese momento el Paseo de la Reforma estaba ya prácticamente vacío.

Proceso

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