Indígenas panameños exigen cancelación de proyecto hidroeléctrico
Indígenas de la etnia Ngöbe-Buglé, quienes habitan en la occidental provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica, exigieron al presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, que cancele la concesión hidroeléctrica de Barro Blanco, en el río Tabasará, para evitar confrontaciones.
La cacica suplente de la región Kodriri, en Chiriquí, Clementina Pérez Jiménez, dijo este viernes en la capital panameña que Varela fue invitado el 10 de febrero a hablar sobre el proyecto, por considerar que la obra de ingeniería atenta contra un legado ancestral y la espiritualidad de los Ngöbe-Buglé.
Pérez Jiménez señaló que los pueblos originarios se reservan el derecho a tomar las acciones que consideren convenientes en caso de que Varela desestime la invitación al diálogo. Añadió que sus reivindicaciones son apoyadas por movimientos indígenas y organizaciones ambientalistas de Panamá y Costa Rica.
La cacica destacó los puntos de un pliego de demandas presentado a Varela: “La anulación total del proyecto Barro Blanco, el debate de la aplicación del decreto 537 y el Convenio internacional 169, sobre pueblos indígenas, para que sea ratificado por el gobierno”.
Adujo que los indígenas estaban en América antes de que existiesen las multinacionales, y por ello exigen el derecho a decidir sin discriminaciones el futuro de la región. Comentó que “cuando un indígena en Panamá tumba un árbol, es detenido, pero cuando una empresa privada derriba un bosque, no pasa nada”.
El proyecto de Barro Blanco, ejecutado por la empresa Generadora del Istmo, S.A. (Genisa), proveerá 28,5 MW, que deben incrementar la capacidad energética del país. Sus desarrolladores alegan que disponen de una concesión del Estado y niegan que la obra de ingeniería perjudique a la comarca indígena Ngöbe-Buglé.
La cuenca del río Tabasará abarca un área de 1.289 kilómetros cuadrados en la comarca Ngöbe-Buglé, en las provincias de Chiriquí y Veraguas. Se caracteriza por llanuras estériles, tierras delgadas con poca productividad y altos niveles de deforestación y erosión.
El dirigente indígena Alex Mendoza manifestó que hay “ilegalidad” en los contratos en áreas cedidas al proyecto de Barro Blanco, debido a que la Constitución prohíbe arrendar o ceder tierras dentro de las comarcas indígenas.
En abril de 2014 se registraron enfrentamientos entre indígenas y agentes policiales. Los Ngöbé-Buglé protestaban al haberse vencido un plazo de 15 días para que el gobierno del entonces presidente Ricardo Martinelli declarase el cierre del proyecto hidroeléctrico en el río Tabasará.