Se multiplican las críticas por el nuevo régimen laboral juvenil
La nueva ley de promoción del trabajo juvenil promulgada ayer en Perú ha generado una ola de críticas de distintos sectores porque excluye varios beneficios laborales para los jóvenes, entre los 18 y 24 años, con el argumento de reducir el desempleo y la informalidad.
El secretario general de la Confederación de Trabajadores del Perú, Elías Grijalva, declaró a Efe que esta norma «está propiciando la mano de obra del cholo barato» y criticó al gobierno de Ollanta Humala por aprobar leyes que promueven el «trabajo precario sin derechos ni beneficios».
Grijalva anunció que presentarán una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por esta norma y otras leyes laborales que, en su opinión, «van a generar despidos colectivos» durante el próximo año.
El dirigente criticó que el gobierno pretenda reactivar la economía a costa del sacrificio de los derechos de los trabajadores.
Grijalva agregó que, junto a otras centrales sindicales, van a convocar a un paro nacional en el primer trimestre del próximo año para protestar contra las medidas económicas del gobierno.
El expresidente Alan García criticó al Ejecutivo, a través de Twitter, por esta medida y afirmó que «el Gobierno ha paralizado la economía y la factura la pagan los jóvenes entre 18 y 24 años, que trabajarán sin derecho y con un menor sueldo».
De igual forma, el exmandatario Alejandro Toledo dijo estar en desacuerdo porque no puede haber discriminación por edad ni la «política del Joven Barato».
La «Ley que promueve el acceso de jóvenes al mercado laboral y a la protección social» fue publicada ayer en la gaceta oficial del diario El Peruano y forma parte del paquete de medidas aprobadas por el gobierno para reactivar la economía.
La norma está dirigida a la contratación de jóvenes, entre los 18 y 24 años, que se incorporan por primera vez a la plantilla como trabajador o que se encuentren desocupados en los últimos 90 días.
Esta ley es de naturaleza temporal por un plazo máximo de cinco años y los trabajadores que se acojan a ella puede ser contratados bajo este régimen especial durante tres años, siempre que se mantengan en el rango de edad previsto.
Este régimen considera el pago de la remuneración mínima (unos 256 dólares), una jornada de ocho horas de trabajo, 15 días de vacaciones, afiliación al seguro social de salud y una reparación por despido injustificado.
No obstante, la norma no contempla el pago de la compensación por tiempo de servicios, las dos gratificaciones anuales equivalentes a un salario adicional cada una, el seguro de vida y la bonificación por carga familiar, los principales motivos de crítica por parte de las organizaciones laborales y sectores de oposición.
Humala declaró ayer que la norma es de aplicación voluntaria para suplir la falta de experiencia de unos 263.000 jóvenes en el país.
«Prefiero a un joven que haga sus prácticas así, a un joven que no consiga trabajo, porque nadie les quiere pagar una serie de cosas que la norma (general) establece», afirmó Humala.
El ministro peruano de la Producción, Piero Ghezzi, declaró a RPP Noticias que la norma responde al hecho de que más del 70 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en Perú es informal, y que cuatro de cada cinco jóvenes con empleo carece de condiciones laborales formales y adecuadas.
El Economista