Antonio Carricarte Corona, viceministro de Comercio Exterior de Cuba: «En el modelo de actualización de Cuba, la inversión extranjera es importante»

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El funcionario cubano explica las claves de la flamante ley de inversiones extranjeras, que reduce a la mitad los impuestos a la renta de las firmas internacionales y promueve una zona especial de desarrollo económico en Mariel.

Una de las noticias que pasó inadvertida durante el reciente cónclave de negocios e inversión FICCI, que se realizó en Nueva Delhi, fue el anuncio del viceministro de Comercio Exterior de Cuba, Antonio Carricarte Corona, del lanzamiento internacional de la nueva ley de inversiones extranjeras de la isla, que reduce sustancialmente las cargas tributarias, flexibiliza las condiciones para la llegada de capitales extranjeros e impulsa el desarrollo de una zona económica de inversión.

«Cuba está actualizando su sistema económico para seguir con la política de nuestra revolución, por lo que consideramos que es importante conseguir inversiones para alcanzar el 20% del Producto Bruto Interno y lograr una meta de crecimiento del 7%», explicó a Tiempo Argentino Carricarte Corona, al precisar los objetivos de este nuevo paso en el proceso de apertura económica en la isla.
Concretamente, la nueva ley de inversiones extranjeras, aprobada por la Asamblea Nacional, reduce del 30 al 15% los impuestos a la renta de las empresas extranjeras e impulsa la inversión en proyectos energéticos, además del desarrollo de una zona comercial en Mariel que podría convertirse en uno de los principales centros de distribución de mercaderías del Caribe.

«Los alcances y objetivos de la ley –explicó Carricarte– serán lanzados oficialmente en la Feria de La Habana, entre el 2 y 8 de noviembre. Es un evento que atrae a muchos empresarios y nos vamos a dedicar especialmente a promover las ventajas de la nueva norma, haciendo referencia a lo que pretendemos impulsar con la cartera de productos de cada sector».

–¿Cómo sintetizaría los lineamientos de esta nueva ley de inversiones extranjeras?

–Es simple, ofrece más facilidades que la anterior para cumplir con el objetivo de elevar las exportaciones y los ingresos por sustitución de importaciones de aquellos productos que podemos producir de manera competitiva, especialmente los vinculados a la producción de alimentos. Creemos que debe contribuir a un cambio de la matriz de producción en Cuba, para lo que también es importante la utilización de las energías renovables. Todavía no avanzamos lo suficiente en materia de energía eólica, biomasa (del bagazo de la caña), solar e hidráulica. Pero estamos trabajando en ello.

–En su presentación en el cónclave del FICCI se refirió concretamente a medidas más «flexibles» para atraer inversiones.

–Claro, ocurre que la ley plantea ventajas concretas en términos tributarios, que consideramos importantes para impulsar nuevas inversiones. La ley anterior establecía un impuesto del 30% a las utilidades de las empresas extranjeras radicadas en Cuba, pero ahora este porcentaje no sólo se bajó al 15% para los que se establezcan en el territorio nacional, sino que llega al 12% para aquellos que decidan instalarse en la zona especial de desarrollo de Mariel.

–¿Cómo funcionará esta zona comercial de Mariel?

–Ya está funcionando. Nuestro objetivo es aprovechar la ubicación de Mariel, ubicado a 45 kilómetros de La Habana, para poner en marcha una logística que tenga enlaces directos con nuestro sistema ferroviario y con los tres aeropuertos que se encuentran en la zona.

–¿Se inspiraron en algún modelo internacional para promover Mariel?

–Hemos tomado modelos de todo el mundo, pero es importante destacar que queremos hacer nuestra propia experiencia. No queremos que Mariel se convierta en un enclave como ha ocurrido en otros lugares. Nuestro objetivo es que esta zona especial se conecte y nos permita realizar encadenamientos comerciales para que la industria pueda realizar sus ofertas productivas. En síntesis, buscamos facilitar un mayor acceso de la industria cubana a la exportación y hacia las economías del mundo.

–A priori remite a la experiencia de Hong Kong.

–No, para nada. Estamos focalizando en Mariel para tener un mayor impacto y, reitero, obtener un encadenamiento que provoque mayores inversiones en otras zonas del país. En Mariel ya se instaló el primer usuario, una compañía de Singapur que está administrando el puerto de aguas profundas. Y ya empezaron a entrar los contenedores, algo que antes sólo se realizaba en La Habana. En esta nueva zona especial hay una capacidad para 800 mil contenedores y estamos haciendo los trabajos para profundizar el dragado y poder llegar a los 17 metros de profundidad, lo que nos permitiría ofrecer facilidades a los buques que circulan por la zona Panamá.

–Por lo que explica, se desprende que el objetivo final sería convertir a Mariel en un centro de circulación y distribución de todo el Caribe.

–Por la ubicación geográfica de Mariel, pensamos que puede ocurrir porque las propias facilidades de la nueva ley de inversiones también permitirá reducir los costos de los inversores extranjeros. Habrá sectores que tendrán un acceso preferencial a distintas zonas del Caribe. Y no hay que olvidar que Cuba tiene acuerdos de comercios para acceder con arancel cero, o muy bajo, que podrían ser aprovechados por las empresas extranjeras que quieran hacer negocios con nosotros.

–¿Cómo planean avanzar en el corto plazo con esta ley?

–Bueno, se trata de una norma que fue aprobada este año por la Asamblea Nacional y que ha generado mucho interés. Ya tenemos una demanda de más de 200 proyectos de Brasil, China y otros países que se están analizando.

–¿A qué sectores impulsarían estos proyectos que Cuba tiene en estudio?

–Le doy sólo un ejemplo. En minería estamos abiertos a la inversión extranjera para la exploración y explotación de cromo, plomo y cobre, entre otros minerales. Tenemos claro que la expectativa del capital está en el corto plazo.

–¿Cuáles son las previsiones sobre el volumen de inversiones que podría generarse?

–Es difícil establecer una cifra concreta del volumen de inversiones que podría surgir con la nueva ley, Lo que sí tenemos claro es nuestra expectativa por convertir a Mariel en un importante centro demandante de inversión y exportación.

–¿Cree que esta ley puede ser considerada un punto de inflexión en la apertura económica de Cuba?

–En el modelo de actualización económica, la inversión extranjera está concebida como un punto importante para poder incrementar y crecer en los niveles de desarrollo del país. Y la nueva ley es una continuidad de lo que se venía haciendo, pero con mayor flexibilidad. Nuestra idea es achicar los tiempos, que haya menos burocracia y más agilidad. Algo que para los hombres de negocios significa tiempo y dinero.

Tiempo Argentino

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