El ALBA, la partera de la nueva historia – Por Piedad Córdoba Ruíz
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Los sueños de integración de nuestra América Latina que a lo largo y ancho del continente nos dejaron José Martí, Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Juana Azurduy y demás batalladores de la libertad, hoy continúan señalándonos los caminos para una definitiva independencia. Independencia que dependerá, en primera instancia, de la construcción de la unidad latinoamericana desde el rio Bravo hasta la Patagonia, para edificar realmente un proyecto político, global, económico, social, cultural y democrático, que pueda conquistar cambios profundos en todo el continente y hacerle contrapeso a las políticas de intervención de Estados Unidos en América Latina. Esas políticas que, desde antaño, las fuerzas progresistas combatieron y que hoy desde los diferentes países que han logrado dar un viraje hacia la democracia, se vienen combatiendo a través de proyectos alternativos que apuntan a una real integración latinoamericana, como es el caso de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA).
Era diciembre del año 2004 cuando el querido presidente Hugo Chávez y el presidente Fidel Castro se encontraron en La Habana para dar firma al acuerdo llamado Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Fue así que se gestó un nuevo amanecer para América Latina que enterró, en el 2005, el Área de Libre Comercio Americano (ALCA), propuesta neoliberal diseñada por Estados Unidos para liberar los mercados de América y expropiar los recursos naturales. Esa propuesta, ciento por ciento de corte neoliberal, mientras que el ALBA tiene como columna vertebral la solidaridad entre los pueblos.
Luego de su nacimiento, el proyecto del ALBA fue creciendo y se incorporaron países con gobiernos alternativos y progresistas como Bolivia, Nicaragua, Dominica, Honduras (hasta el golpe de Estado, 2009) Antigua y Barbuda, Ecuador, San Vicente y las Granadinas; además de estos países miembros tiene países observadores (Haití, Irán, Siria) y países invitados especiales (Surinam y Santa Lucía). Este mecanismo de integración tiene diseñados varios proyectos con el fin de fortalecer la cohesión de los pueblos americanos. Entre esos: el Tratado de Comercio de los Pueblos, el Banco del Alba, Albacultura, programas de lucha contra el analfabetismo, programas de saludy otros que han generado, en el continente, el fortalecimiento de las naciones en transferencia de tecnología, mercado justo y solidario, infraestructura, suministro de petróleo, combustible y un sinnúmero de posibilidades generadoras de desarrollo endógeno y constructoras de un nuevo modelo que tiene en cuenta las necesidades de los pueblos, la soberanía, la cooperación y sobre todo la solidaridad.
Además de estar compuesta por países latinoamericanos con gobiernos alternativos, el ALBA rompió estas barreras institucionales e hizo apuestas hacia la integración de los movimientos sociales de los estados que no acogieron la propuestade integración. Fue así que en la V cumbre de la Alianza, realizada en Venezuela, se constituyó el CMS (Consejo de Movimientos Sociales), para integrar a los movimientos sociales y organizaciones políticas que se identifican con los principios y que consideran que los aportes a la integración latinoamericana también se deben dar desde abajo y liderada por los movimientos sociales. En estos momentos hacen parte del ALBA Movimientos, un sinfín de organizaciones, plataformas y movimientos de Brasil, Argentina, Chile, México, Paraguay, Colombia, Guatemala, Canadá, etc.
“La unidad e integración de Nuestra América está en nuestro horizonte y es nuestro camino”, es la consigna que se ha venido construyendo desde el ALBA de los movimientos sociales, por ello el pasado 12 de septiembre se constituyó el capítulo Colombia del ALBA Movimientos, que contó con la participación del Movimiento Marcha Patriótica, Poder Ciudadano, Congreso de los Pueblos. Allí deliberamos, con el mayor respeto y reconocimiento de nuestras diferencias, el legado del comandante Hugo Chávez, la coyuntura actual que vive el país y la necesidad de aportar a los procesos de integración latinoamericana. Y concluimos que iremos de la mano para seguir hermanándonos y caminar hacia ese nuevo amanecer que es la patria grande.