Con lecturas masivas, conmemoran 100 años del “anti-poeta” Nicanor Parra
Es uno de sus poemas más conocidos, que encanta a grandes y chicos. La invitación es que sea leído este viernes 5 a las 12:00 del día en todos los lugares y rincones del país. En lugares de trabajo, en colegios y en las casas, unidos por la poesía y por la grandeza y la magia de Nicanor Parra.
La actividad tendrá un acto central presidido por Michelle Bachelet, el que será replicado en todas las regiones del país.
Comunicado
Encabezados por la Presidenta Bachelet:
Miles de chilenos leerán el “Hombre Imaginario” para celebrar los 100 años de Nicanor Parra
Autoridades, profesores, artistas, militares y ciudadanos se suman al Parrafraseo Nacional convocado para el día del cumpleaños del antipoeta, el viernes 5 de septiembre, a las 12 horas.
El Presidente de la Corte Suprema, ocho ministros, nueve intendentes, embajadores y el Comandante en Jefe del Ejército han confirmado su participación en Chile y en el extranjero.
La Ministra de Cultura, Claudia Barattini, aseguró que “es el momento de agradecer la obra que Nicanor Parra nos ha regalado”.
Desde La Moneda, la Presidenta Michelle Bachelet encabezará este viernes el “Parrafraseo Nacional”, una verdadera fiesta ciudadana para celebrar los 100 años de Nicanor Parra Sandoval, a la que está convocando el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA).
Este viernes 5 de septiembre –el día en que el escritor cumple 100 años– a las 12 horas, miles de chilenos leerán el poema “El hombre imaginario”, dentro y fuera del país.
Se han sumado el Presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz –quien declamará el poema desde la sede del Poder Judicial y será transmitido vía streaming–, así como los ministros de Educación, Nicolás Eyzaguirre; de Minería, Aurora Williams; de Justicia, José Antonio Gómez; de Trabajo, Javiera Blanco; de Vivienda, Paulina Saball, y de Bienes Nacionales, Víctor Osorio. Harán lo mismo los titulares de Agricultura, Carlos Furche –desde China– y de Defensa, Jorge Burgos, quien leerá el poema durante el izamiento de la gran bandera en la Plaza de la Ciudadanía, junto al Comandante en Jefe del Ejército, general Hugo Oviedo.
La Ministra de Cultura, Claudia Barattini, explicó que “es el momento para agradecer la gran obra que nos ha regalado y celebrar la fortuna de haber estado acompañados por Nicanor Parra en estos 100 años. Será el homenaje más sencillo, más ciudadano y más personal que podemos hacerle”.
El Colegio de Profesores, en tanto, llamó a detener las clases al mediodía del viernes para que maestros y estudiantes también participen. Lo propio harán cerca de 450 voluntarios de la Teletón liderados por el sacerdote jesuita Felipe Berríos, en la Hacienda Picarquín de San Francisco de Mostazal.
Nueve intendentes, seremis, alcaldes y otras autoridades territoriales, además de artistas, académicos, instituciones y establecimientos educacionales se sumarán desde las 15 regiones al homenaje. Para facilitar que todo el país participe de la fiesta, el poema “El Hombre Imaginario” está disponible en el sitio web http://parrafraseo.cultura.gob.cl/, para imprimir y leer a la hora programada. En el mismo sitio se pueden conocer el detalle de las actividades del CNCA y de otras instituciones en cada región.
El “Parrafraseo Nacional” se desarrollará en lugares emblemáticos de Chile y también del mundo. A nivel local, destacan espacios como el Paseo 21 de Mayo de Arica, el gimnasio techado de Alto Hospicio, Escuela La Aguada de Corral, la Biblioteca Pública de Puerto Octay, las Escuelas de Futaleufú y Palena, entre otros. En Valparaíso, la convocatoria es a leer en el Centro de Extensión del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Sotomayor 233, lugar donde ya se instaló una intervención del artista Diego Becas en el frontis del edificio del CNCA, que retrata la vida de Nicanor Parra.
En el extranjero están confirmadas actividades en París, a las 18 horas (mediodía en Chile), donde el embajador Patricio Hales encabezará la lectura colectiva frente a la Torre Eiffel. En el mismo lugar, el grupo francés Opera e mobile, dirigido por el compositor y director Boris Alvarado, interpretará la obra “Cronos”, de Nicanor Parra, musicalizada por Hernán Ramírez. Asimismo, en Estados Unidos habrá lecturas en el Instituto Cervantes de Nueva York y en otros lugares organizados por los consulados chilenos en ese país. En Uruguay, el embajador Eduardo Contreras, también confirma su participación, mientras que el embajador en México, Ricardo Núñez, replicará el Parrafraseo.
En Madrid, la embajada de Chile está organizando para el 24 de septiembre la lectura continua del poema “Temporal”, donde participarán destacados intelectuales, poetas, editores, escritores y cineastas españoles. Desde hace 18 años, el Círculo de Bellas Artes de la capital hispana realiza esta acción con “El Quijote de La Mancha” de Miguel de Cervantes y Saavedra, homenaje que se ha repetido en contadas ocasiones con otros autores.
A estas acciones se sumará el apoyo de la red de embajadas y consulados de la Cancillería, que pondrán en sus sitios web banners de la campaña, invitando a leer “El Hombre Imaginario” este viernes. Y además, las cuentas de Twitter @minrel_chile @dirac apoyarán esta convocatoria.
El centenario de Nicanor Parra tiene una intensa campaña en Facebook y Twitter y más de 2 millones 800 mil personas han accedido a los contenidos preparados por el CNCA.
La invitación para todos es a que lean y graben un video con su declamación, subirlo a Youtube y compartirlo en redes sociales con el hashtag #parrafraseo.
Biografía: 100 años de Nicanor, 100 años del antipoeta
Sus obras, inmumerables premios y la revolución del mensaje cotidiano, irónico y directo que transformó en la antipoesía. Esta es la historia del hombre que ha vivido tanto que «solo me falta resucitar».
«A mí nunca me interesó la poesía, por eso me hice antipoeta».
Leer esa frase y saber a quién corresponde, pero quizás no conocerlo del todo.
Nicanor Segundo Parra Sandoval, «el antipoeta», primogénito de una de las familias que más le ha entregado a la cultura chilena, nació un 5 de septiembre de 1964 en San Fabián de Alinco, cerca de Chillán, en la Región del Biobío.
La modesta familia compuesta por Nicanor Parra, profesor de matemáticas y músico; y Clarisa del Carmen Sandoval, tejedora y modista.
La historia lo acunaría como uno de los integrantes del «Chile, país de poetas». Nicanor, el mayor de 8 hermanos, no sería el único de su familia que terminaría regalando su talento a la literatura y música de nuestro país.
Hilda, Lautaro, Óscar, Elba, Caupolicán, Eduardo «Lalo» y Roberto; de la «Negra Ester» y Violeta; de «Gracias a la vida», fueron los Parra-Sandoval que se criaron con Nicanor y compartieron su infancia vivienda en diversas ciudades del país.
En 1932, el Antipoeta se traslada a Santiago para terminar sus estudios secundarios en el Internado Barros Arana, su esfuerzo lo transformaría en el único de su familia en ingresar a la universidad.
Sería en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile que Nicanor, siguiendo quizás los pasos de su padre, ingresó a estudiar Matemática y Física en 1933. Pero los números y las fórmulas no lo alejarían de otra de sus grandes pasiones: las letras.
Y así, Parra mezcló su carrera con el ambiente literario y cultural que lo rodeaba para terminar construyendo un estilo y lenguaje propio, «con el mínimo de palabras hay que tratar de cubrir el máximo de realidad», explicó una vez.
La especialización de sus estudios en «mecánica avanzada» y «cosmología» lo trasladaron a Estados Unidos (1943) y Gran Bretaña (1949), respectivamente.
Fue en este último país donde la influencia de escritores como Ezra Pound, T.S Eliot Y Franz Kafka, marcan una nueva percepción y construcción del verso.
En 1954 publicó «Poemas y antipoemas», dando inicio a la obra que marcarían su distancia con la literatura rígida y contemporánea, transformándose en ese Nicanor que se homenajea hasta ahora: irónico, coloquial y eterno.
Los años venideros no hicieron más que transformar a Parra en un fecundo literario, publicando «Versos de Salón» (1962), «Canciones Rusas (1967), «Obra Guersa» (1969), «Artefactos» (1972), «Sermones y Prédicas del Cristo del Elqui» (1977), todos reflejos de su modelo antipoético y revolucionario.
«NO HAY QUE PENSAR EN LOS PREMIOS, ESA SERÍA LA IDEA GENERAL MÍA»
Y claro, para Nicanor los jóvenes no debían escribir para los premios, pero estos comenzaron a llegar igual, tanto en Chile como en el extranjero.
El Premio Municipal de Santiago (1938), otorgado por su texto Cancionero sin nombre, se transformó en el primero de casi un centenar que estaría por llegar.
En 1969, es condecorado como hijo ilustre de Chillán y ese mismo año, es momento que la historia comience a escribir por Nicanor su legado en la literatura chilena y latinoamericana, recibiendo el Premio Nacional de Literatura, máxima distinción en el área que se puede conseguir en Chile.
De ahí en más, se le otorgaron diversos títulos universitarios en casas de estudios nacionales (Universidad de Chile Talca, de Concepción, entre otras) e importantes entidades extranjeras (Universidad de Oxford y de Brown), los que se suman al Premio Juan Rulfo en 1991.
Con la llegada del nuevo milenio, obtuvo los premios Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, Bicentenario (a cargo de la Universidad de Chile y la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile), ambos en 2001.
Nunca lejos de su estilo, su agradecimiento no es más que el reflejo del sarcasmo transformado en la poesía que este viernes cumple 100 años.
«Antes no sucedían estas cosas. Seguramente lo que más pesó en el ánimo del jurado fueron las razones de orden humanitario. Vengo saliendo por enésima vez del quirófano, ese maldito cáncer a la próstata. To be or not to be, that is the question. Lo recibo con una lágrima en los anteojos, aleluya. No me pellizco para no despertar», diría tras conocerse el galardón.
La máxima coronación internacional fue entregada en 2011, cuando el Príncipe de Asturias, Felipe Borbón, le entregó el Premio Cervantes al nieto del poeta, Cristóbal Ugarte, quien asistió en representación de su abuelo.
«En estos momentos y a la distancia mi abuelo se formula la siguiente pregunta: ¿se considera usted acreedor del Premio Cervantes? Claro que sí, por un libro que estoy por escribir», señaló en su discurso Cristóbal.
Discurso Premio Cervantes
LA DEUDA DE UN NOBEL QUE AÚN NO LLEGA
El Nobel de Literatura es el único premio que le resta por conseguir y del cual ha sido nominado en cuatro oportunidades:
Presentado por la Universidad de Nueva York (1995), por la Universidad de Concepción (1997), por Machitún-2000, las universidades del Consejo de Rectores, Complutense de Madrid y de Valencia (2001) y la reciente postulación efectuada por Michelle Bachelet en 2012, mediante una carta.
«Me gustaría decir que tras el último de ellos, el Cervantes, son muchos los lectores y amantes de la literatura y poesía que esperan para este hombre universal, creador de versos universales y de una poesía que sigue viva y vigente como él, el homenaje del Premio Nobel de Literatura», sentenció la mandataria en la misiva.
100 años de historia, 100 años de letras, 100 años de antipoemas entregadas a una sociedad que ha vibrado con Nicanor Parra y su visión del mundo.
«Usted se siente un genio?» le preguntaron cuando cumplió los 90 años.
«Yo sé contestar esa pregunta, me la han hecho más de una vez. La respuesta es… yo me considero un hombre del montón. Alguien que pretendió hacer algo de la nada», respondió.
http://www.24horas.cl/tendencias/biografia-100-anos-de-nicanor-100-anos-del-antipoeta-1400048
Ocho segundos de Nicanor Parra
Sólo estoy seguro de una cosa con respecto a la poesía de Nicanor Parra en este nuevo siglo: pervivirá. Esto, por supuesto, significa muy poco y Parra es el primero en saberlo. No obstante, pervivirá, junto con la poesía de Borges, de Vallejo, de Cernuda, y algunos otros. Pero esto, es necesario decirlo, no importa demasiado.
La apuesta de Parra, la sonda que proyecta Parra hacia el futuro, es demasiado compleja para ser tratada aquí. También: es demasiado oscura. Posee la oscuridad del movimiento. El actor que habla o que gesticula, sin embargo, es perfectamente visible. Sus atributos, sus ropajes, los símbolos que lo acompañan como tumores son co- rrientes: es el poeta que duerme sentado en una silla, el galán que se pierde en un cementerio, el conferenciante que se mesa los cabellos hasta arrancárselos, el valiente que se atreve a orinar de rodillas, el eremita que ve pasar los años, el estadístico atribulado. No estaría de más que para leer a Parra uno contestara la pregunta que se hace y nos hace Wittgenstein: “¿Esta mano es una mano o no es una mano?”. (La pregunta debe uno hacérsela mirando su propia mano).
Me pregunto quién escribirá ese libro que Parra tenía pensado y que nunca escribió: una historia de la Segunda Guerra Mundial contada o cantada batalla tras batalla, campo de concentración tras campo de concentración, exhaustivamente, un poema que de alguna forma se convertía en el reverso instantáneo del “Canto Gene–ral” de Neruda y del que Parra sólo conserva un texto, el “Manifiesto”, en donde expone su ideario poético, un ideario que el mismo Parra ha ignorado cuantas veces ha creído necesario, entre otras cosas, porque para eso, precisamente, están los idearios: para dar una vaga idea del territorio inexplorado en el que se internan, y no muy a menudo, los escritores verdaderos, pero que a la hora de los riesgos y peligros concretos sirve de muy poco.
El que sea valiente que siga a Parra. Sólo los jóvenes son valientes, sólo los jóvenes tienen el espíritu puro entre los puros. Pero Parra no escribe una poesía juvenil. Parra no escribe sobre la pureza. Sobre el dolor y la soledad sí que escribe; sobre los desafíos inútiles y necesarios; sobre las palabras condenadas a disgregarse así como también la tribu está condenada a disgregarse. Pa-rra escribe como si al día siguiente fuera a ser electrocutado. El poeta me-xicano Mario Santiago, hasta donde sé, fue el único que hizo una lectura lúcida de su obra. Los demás sólo hemos visto un meteorito oscuro. Primer requisito de una obra maestra: pasar inadvertida.
Hay momentos en la travesía de un poeta en la que a éste no le queda más remedio que improvisar. Aunque el poeta sea capaz de recitar de memoria a Gonzalo de Berceo o conozca como nadie los heptasílabos y endecasílabos de Garcilaso, hay momentos en que lo único que puede hacer es arrojarse al abismo o enfrentarse desnudo ante un clan de chilenos aparentemente educados. Por supuesto, hay que saber atenerse a las consecuencias. Primer requisito de una obra maestra: pasar inadvertida.
Un apunte político: Parra ha conseguido sobrevivir. No es gran cosa, pero algo es. No han podido con él ni la izquierda chilena de convicciones profundamente derechistas ni la derecha chilena neonazi y ahora desmemoriada. No han podido con él la izquierda latinoamericana neostalinista ni la derecha latinoamericana ahora globalizada y hasta hace poco cómplice silenciosa de la represión y el genocidio. No han podido con él ni los mediocres profesores latinoamericanos que pululan por los campus de las universidades norteamericanas ni los zombis que pasean por la aldea de Santiago. Ni siquiera los seguidores de Parra han podido con Parra. Es más, yo diría, llevado seguramente por el entusiasmo, que no sólo Parra, sino también sus hermanos, con Violeta a la cabeza, y sus rabelesianos padres, han llevado a la práctica una de las máximas ambiciones de la poesía de todos los tiempos: joderle la paciencia al público.
Versos tomados al azar. Es un error creer que las estrellas puedan servir para curar el cáncer, dijo Parra. Tiene más razón que un santo. A propósito de escopeta, les recuerdo que el alma es inmortal, dijo Parra. Tiene más razón que un santo. Y así podríamos seguir hasta que no quedara nadie. Les recuerdo, de todas maneras, que Parra también es escultor. O artista visual. Estas puntualizaciones son perfectamente inútiles. Parra también es crítico lite-rario. Una vez resumió en tres versos toda la historia de la literatura chilena. Son estos: “Los cuatro grandes poetas de Chile/ Son tres/ Alonso de Ercilla y Rubén Darío”.
La poesía de las primeras décadas del siglo XXI será una poesía híbrida, como ya lo está siendo la narrativa. Posiblemente nos encaminamos, con una lentitud espantosa, hacia nuevos temblores formales. En ese futuro incierto nuestros hijos contemplarán el encuentro sobre una mesa de operaciones del poeta que duerme en una si-lla con el pájaro negro del desierto, aquel que se alimenta de los parásitos de los camellos. En cierta ocasión, en los últimos años de su vida, Breton habló de la necesidad de que el surrea-lismo pasara a la clandestinidad, se sumergiera en las cloacas de las ciudades y de las bibliotecas. Luego no volvió a tocar nunca más el tema. No importa quién lo dijo: La hora de sentar cabeza no llegará jamás.
* “Ocho segundos de Nicanor Parra” fue el pró-logo del catálogo de la exposición Artefactos Visuales en Madrid, inaugurada en abril de 2001. El artículo está incluído en Entre paréntesis (Editorial Anagrama, 2004), obra póstuma que reúne las crónicas de Roberto Bolaño.
http://www.theclinic.cl/2011/12/02/ocho-segundos-de-nicanor-parra/