Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz: «Las izquierdas han contribuido a que Centroamérica ya no sea una región confrontativa»
No solo es una líder indígena del grupo maya quiché que recibió el premio nobel de la paz en 1993, sino que también es una líder política postulada a la presidencia de Guatemala en dos ocasiones por un partido que ella misma fundó, el WINAQ, del cual ahora se encuentra alejada, luego de obtener pobres resultados en las elecciones de su país en 2007 y 2011.
¿Cómo visualiza los pueblos indígenas de El Salvador?
Es importantísimo darle prioridad a la juventud indígena. Desde hace muchos años se dice que en El Salvador no hay indígenas y negarlos no ha sido una solución; por eso me alegra que se esté dando un reconocimiento a los pueblos indígenas a través de este congreso. Estos pueblos viven luchan y hacen su historia, su verdad y me alegra que sean reconocidos.
Agradezco sus declaraciones sobre El Salvador y la región centroamericana, pero quisiera por último pedirle su opinión como premio nobel de la paz ¿Cuál es su pronunciamiento sobre una posible intervención militar en Siria?
Es repudiable y condenable que a estas alturas la humanidad siga usando armas químicas, biológicas y atómicas, que se siga con la comercialización de armas de manera ilimitada. Por otro lado, ahora vemos una participación activa de muchos países que creímos que habrían superado el lenguaje de las armas y que habrían creído más en el dialogo y la negociación.
En Siria lo que está pasando es que hay una gran cantidad de víctimas y quien pierde es la historia de un pueblo milenario, se pierde la fe de un pueblo milenario en donde la mayoría de víctimas son las mujeres y niños. No hay un dialogo real en la zona. Yo condeno esta guerra y condeno el uso de las armas químicas para llevarla a cabo. La gente puede resolver sus dificultades sin el uso de armas químicas letales.