Default de Argentina: el costo de políticas erradas – Diario La Tercera, Chile

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

ARGENTINA no logró acuerdo con los acreedores externos que no renegociaron sus acreencias en 2005 y 2010 (los denominados holdouts) en el plazo que le habría permitido liberar los fondos destinados a pagar a aquellos que sí renegociaron en esa oportunidad, quedando en default en sus obligaciones con estos últimos. Este es un escenario no deseado por Argentina, que en el último tiempo ha estado tratando de desactivar los elementos más desestabilizadores en sus políticas. Para esos fines ha renegociado en el Club de París, devaluó su moneda, inició un proceso de revisión de sus estadísticas de producción e inflación, indemnizó a Repsol y, en general, ha luchado por evitar una crisis, a poco más de un año de las próximas elecciones presidenciales, a las que parece encaminada con 40% de inflación y producción decreciente.

La situación era muy compleja, pues los holdouts no aceptaban compensaciones similares a las otorgadas a los acreedores que renegociaron en su momento, y, por otra parte, entre las condiciones establecidas en esas renegociaciones estaba el que Argentina no ofrecería en el futuro mejores condiciones a quienes quedaban fuera del acuerdo, como es el caso de los holdouts. La posibilidad que se exploró hasta último momento fue que la banca privada argentina comprara sus acreencias a los holdouts en las condiciones que les resultaran satisfactorias a estos, para luego venderlas de vuelta a alguna entidad oficial argentina, tal que no se vulnerasen los acuerdos suscritos por el país en las renegociaciones. En definitiva nada de esto se concretó antes del 30 de julio y, si nada distinto ocurre, pronto se harán cobrables los elevados montos renegociados en 2005 y 2010, algo desestabilizador y difícil de revertir. Por ello, seguramente continuarán los intentos para completar algún acuerdo con los holdouts en los días que vienen.

Mientras todavía no es claro el desenlace final en esta confrontación de Argentina con parte de sus acreedores, hay ciertas conclusiones que pueden establecerse con certeza. Entre muchos otros países de América Latina afectados por condiciones externas similares a comienzos de los años 80, Chile se distinguió por su manejo económico ortodoxo de la crisis y su disposición a honrar sus compromisos externos, mientras Argentina aplicó políticas de gasto excesivo que, en la práctica, le hacían cada vez más difícil enfrentar su deuda externa. Luego de 30 años, Chile, que en 1980 tenía un ingreso per cápita equivalente sólo al 60% del que poseía Argentina, hoy tiene un ingreso per cápita que supera levemente al del país vecino. Esto ilustra cómo un manejo populista -con sólo breves interrupciones- ha dañado a Argentina respecto de su enorme potencial, además de tenerla muy cerca de una crisis financiera que va a profundizar sus dificultades inmediatas.

No hay consecuencias claras de este episodio para el orden financiero internacional. Para algunos, el poder exhibido por los holdouts dificultará el acceso a financiamiento externo de países en desarrollo, por el riesgo de no poder renegociar pasivos si ello llega a ser necesario. Para otros, esto puede regularse con cláusulas adecuadas en los contratos de financiamiento, tal que no deberían esperarse efectos sistémicos mayores de este episodio.

http://diario.latercera.com/2014/08/01/01/contenido/opinion/11-169878-9-default-de-argentina-el-costo-de-politicas-erradas.shtml

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