La Amazonia, en peligro de morir ahogada por el petróleo – Por Jorge Zavaleta

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El llanto negro de la Amazonia, un documental que busca la concienciación medioambiental de los territorios indígenas de este paraíso terrenal, revela los efectos devastadores que la petrolera estadounidense Chevron ha provocado en la cuenca amazónica, con destrucción de cauces y contaminación ambiental entre otras consecuencias

Cuando el saqueo se convierte en un modo de vida para un grupo de hombres viviendo juntos en sociedad, estos crean para sí mismos un sistema legal que lo autoriza y un código moral que se lo glorifica”, declaró recientemente en Chile el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, como parte de un discurso en la cumbre de Cepal, el cual explica, con agudeza e inteligencia, un cortometraje muy apreciado por los estudiantes de diversas universidades de América Latina y el Caribe: “Un extraño ingresa a un domicilio, con un serrucho y un y berbiquí.
Destruye muebles, cuadros, plantas y los juguetes del niño que se encuentran en la sala. El agresor se retira, sin decir palabra alguna. La madre y su menor hijo no pueden explicar la insólita agresión. Acto se nociguido,
el invasor toca la puerta y entrega una factura exigiendo que la dueña del inmueble pague por el daño que él ha causado”.

En este microdocumental se escenifica gráficamente la conducta de Chevron, petrolera que en más de veinte años causó un desastre medioambiental sin precedentes y el daño en la salud de miles de ecuatorianos de la Amazonía ecuatoriana y ahora trata de burlar la justicia. Texaco operó en Ecuador desde 1964 hasta 1992, y en ese lapso fue responsable del derrame de 71 millones de litros de petróleo y 64 millones de litros de petróleo bruto en más de dos millones de hectáreas, además de contaminación de las aguas que los pobladores beben, pescan
y se bañan, según determinó una corte ecuatoriana después de nueve años de juicio. La norteamericana Chevron absorbió Texaco en el 2001, convirtiéndose en la segunda empresa petrolera de los EEUU y la séptima del mundo.

Aguas contaminadas
El artículo 46 del contrato de explotación entre Texaco y la estatal petrolera del Ecuador estipulaba que la transnacional se comprometía a utilizar tecnologías con sistema de reinyección segura de los desechos tóxicos del subsuelo, que en ese entonces había patentado y que disminuía las operaciones hidrocarburíferas y que ya las utilizaba en los EEUU. Pero en el Ecuador jamás las utilizó. La empresa incluso trató de convencer a los pobladores de que las aguas contaminadas por el petróleo eran buenas para la salud, ricas en vitaminas y proteínas. Las piscinas de residuos sólidos fueron dejadas en la misma superficie, cuyo efecto nocivo sigue vigente para el suelo y las aguas.

Cuando se fue la Texaco, se creó el Frente de Defensa de la Amazonia y asumió el largo camino judicial, que empezó en los EEUU en 1993. El juicio fue intervenido una década por Texaco, que insistía en el traslado del
caso a una corte ecuatoriana. En el año 2002, las cortes norteamericanas aprobaron el traslado del proceso y Chevron-Texaco se comprometió a respetar las decisiones de la Justicia de Ecuador. En el año 2011, una Corte de Ecuador sentenció a Chevron al pago de 9,6 millones de dólares y a presentar excusas públicas dentro de las dos semanas siguientes. De no ser así, la suma sería el doble. Chevron no se excusó, por lo que en el siguiente
año, 2012, la firma estadounidense fue sentenciada a pagar 19.000 millones de dólares. El reclamo ecuatoriano ha sido escuchado en la ONU en voz del canciller economista Ricardo Patiño Aroca y de trabajadores como Medardo Shingre, que Texaco no quiso reconocer que esa compañía era de ellos, y era la que pagaba los sueldos como Texaco: www.chevroncontamina.ec

Ningún continente se escapa de Chevron-Texaco: opera en Alaska, California, Misisipi, Ecuador, Perú, Brasil, Polonia, Kazajistán, Tailandia, Indonesia, Filipinas, Nigeria y Angola. No puede ocultar las zonas afectadas por su actividad, según testimonios publicados por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, Alternativa anual report 2011. La Chevron acusa de extorsionadores a los que defienden los derechos
ambientales del planeta, mediante ataques a la reputación y a la integridad de la empresa. La firma norteamericana, como parte de su estrategia, considera que la Petrolera Estatal Petroecuador es la única dueña y operadora exclusiva de los campos petroleros durante esos años y que es esta empresa la que no ha cumplido sus obligaciones legales.

En mayo último, el directorio de Chevron convoca a su Junta de Accionistas, considerando los riesgos en su cadena de negocios al evadir responsabilidades con ardides que la comunidad internacional ya no está tan ajena al cuidado ambiental. La Chevron ha demandado al Estado ecuatoriano ante la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. Ecuador sostiene que ese Tribunal no era competente, porque el Tratado Bilateral de Inversiones entre Ecuador y EEUU fue firmado en 1993, entró en vigencia en 1997, es decir cinco años después del fin de las inversiones de Texaco en suelos ecuatorianos. En este último tratado no existe prohibición alguna que limite los derechos de los ciudadanos al respecto.

Apoyo internacional

La Chevron, unilateralmente, ha decidido no acatar el fallo legítimo e independiente de la instancia competente. Ha conseguido que jueces suspendan las medidas cautelares sobre activos de sus subsidiarias en otros países.
La ONU ha escuchado del Ecuador los argumentos para exigir justicia. Espera que la diplomacia internacional acelere sus pronunciamientos por una causa que compete al mundo: defender la naturaleza, defender el buen vivir. Ecuador viene recibiendo el respaldo de diversos países de América Latina, aunque Chevron dice que “el presidente Correa ofrece un relato distorsionado e incorrecto de la historia de esos sitios (los pozos del Lago Agrio) y de quien es responsable por cualquier impacto ambiental presente”.

Es mentira, responde Ecuador, Texaco era la única operadora de la explotación petrolera en la región amazónica hasta el año 1990. Los daños son evidentes, no faltan los testigos, ni las pruebas. El documental titulado El llanto negro del petróleo recoge imágenes y testimonios de pobladores que viven cerca de la zona infectada por la petrolera Chevron, de numerosas muertes por cáncer. Denuncian devastación en la agricultura, la pesca, destrucción de sus ríos y fuentes de agua vitales para las comunidades, así como altos niveles de veneno en el aire. Organizaciones especializadas que han estudiado el caso Chevron en Ecuador dan cuenta de publicaciones como The Economist, Bloomberg y otras, que en el mundo aparecen como defensoras imbatibles de la libertad de prensa, pero se encargan de acusar a los líderes comunales y sus juristas defensores, como activistas deshonestos. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha expresado en Cepal: “Lo que opinamos de supuestos
hechos de la vida nacional e internacional depende de lo que nos digan o callen un puñado de medios de comunicación y que además son negocios con fines de lucro y, por definición, si entra en conflicto el fin de lucro
con el derecho a informar, prevalece el primero. Y aunque es un problema planetario, en Latinoamérica, dado los monopolios de medios, su propiedad familiar, sus serias deficiencias éticas y profesionales y su descarado involucramiento en política, el problema es más grave”.

Solidaridad con Ecuador
La solidaridad con Ecuador crece en toda la región afectada por el ansia insaciable de las grandes empresas petroleras, que no atienden a razones medioambientales para conseguir sus propósitos meramente económicos. En el Perú, su embajador, José Sandoval Zambrano, explica que las relaciones ecuato-peruanas pasan por el mejor momento de su historia, destaca que con los gabinetes ministeriales anuales con asistencia de ambos presidentes se han construido valiosos proyectos de integración económica, comercial y social entre dos pueblos con culturas semejantes. El representante del Comité de Solidaridad con el Ecuador, David Tejada, recuerda antiguas relaciones entre Eloy Alfaro, gran precursor de América Latina Unida, y el escritor peruano Ricardo Palma; y de Roberto Andrade con Manuel González Prada. Pero, mientras EEUU consiguió la unión de sus trece colonias en un solo Estado, en el sur siguen vigentes las acciones de líderes como Manuelita Sáenz, que estuvo en la batalla de Ayacucho para colaborar en la independencia de América. En la Cuenca del Napo, Perú impulsa proyectos sociales a favor de la infancia y la adolescencia con presencia de quince instituciones públicas, incluyendo plataformas de la Marina de Guerra para la acción social en las comunidades de las zonas fronterizas de la Amazonia.

Ecuador también participa de este proyecto, con un modelo de atención prioritaria a las personas con discapacidad, explica el educador Julio Rojas Julca, viceministro de poblaciones vulnerables, a centenares de estudiantes de Derecho y Relaciones Exteriores de la Universidad Tecnológica del Perú. El decano de esta casa de estudios, Miguel Rodríguez, se suma a los propósitos de la Red de Amigos de la Revolución Ciudadana y el proceso del Buen Vivir, mediante intercambio de becas de estudios, el comité de apoyo contra Chevron, el Centro Cultural Peruano-Ecuatoriano Eloy Alfaro por la defensa de sus recursos naturales y la vida para construir una integración sostenible. Similares adhesiones se suman en El Salvador, Chile, Colombia, Cuba, Venezuela, Argentina, Brasil, Uruguay.

http://cambio16.es/not/6530/la_amazonia__en_peligro_de_morir_ahogada_por_el_petroleo/

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