En el primer viaje al exterior de su nueva gestión, Bachelet visita a Cristina Fernández
Cristina recibe a Bachelet en la Casa Rosada
La presidenta Cristina Kirchner recibirá hoy a su par chilena, Michelle Bachelet, que en su primer viaje al exterior desde que asumió el cargo desembarcó ayer en Buenos Aires para relanzar las relaciones bilaterales, tras iniciar su segunda mandato al frente del país trasandino.
Bachelet llegó anoche a Buenos Aires para iniciar una visita de Estado con múltiples actividades, que comenzará con una audiencia con Cristina Kirchner, que la recibirá al mediodía en la Casa Rosada. Tras el encuentro privado, Bachelet será agasajada por la presidenta argentina con un almuerzo en el Museo del Bicentenario, en el subsuelo de la Casa de Gobierno. Tras el almuerzo, se trasladará a las 16 al Congreso, donde será recibida por legisladores y, luego, por integrantes de la Corte Suprema de Justicia en Tribunales.
En un principio, la mandataria chilena tenía programado su viaje a la Argentina para el 15 de abril, pero debió suspenderlo por el incendio que azotó a la ciudad de Valparaíso, que dejó un saldo de 15 muertos y miles de viviendas destruidas.
Es el primer viaje que Bachelet realiza al exterior desde que asumió el poder el 11 de marzo y que el país elegido sea la Argentina es un dato político que se repite: en 2006, al iniciar su primera gestión, también decidió visitar primero nuestro país.
El objetivo de la reunión es empezar a revitalizar la relación política con Argentina, país que no estuvo en los primeros lugares de la agenda internacional del gobierno de Sebastián Piñera, que puso énfasis en la Alianza del Pacífico, un bloque comercial que incluye a México, Chile, Colombia y Perú. Esta nueva etapa, esperan en el Palacio de La Moneda, también relanzará el vínculo con el resto de los países del Mercosur.
Los temas más relevantes que tratarán las presidentas estarán relacionados a la conectividad terrestre entre ambas naciones, ya que los más de 5000 kilómetros de frontera cuentan con escasos pasos binacionales. «La señal que se da en este viaje es la prioridad que tiene el país vecino para nosotros en todo sentido, en la conectividad, relaciones económicas y la densidad de la relación», había anticipado la semana pasada el canciller chileno, Heraldo Muñoz.
La idea de las presidentas es revivir el Tratado de Maipú que ambas firmaron en 2009, cuando Bachelet estaba al frente del Palacio de La Moneda, y que luego no tuvo demasiados avances cuando fue sucedida por Piñera. Entre los ejes centrales de ese acuerdo están la necesidad de poner en marcha el corredor bioceánico entre el Pacífico y el Atlántico, potenciar los proyectos de minería en la cordillera de Los Andes y agilizar las obras de infraestructura para flexibilizar la frontera común.
En ese sentido, el canciller chileno señaló que «el futuro es de mayor intensificación de las relaciones con los vecinos, con Argentina, por cierto», al marcar distancia con la gestión de Piñera, que no privilegió ese vínculo. Sin embargo, en la Casa Rosada entienden –aun con diferencias– que el vínculo con la gestión Piñera rindió más de lo esperado.
Agenda
Conectividad. Con su visita, Bachelet busca revitalizar la relación política con Argentina y el Mercosur, tras una gestión de Piñera más enfocada a la Alianza del Pacífico. Entre otros temas, con CFK hablarán de la conectividad terrestre entre ambas naciones.
http://www.infonews.com/2014/05/12/politica-143535-cristina-recibe-a-bachelet-en-la-casa-rosada.php
BACHELET MIRA AL MERCOSUR Y REFLOTA LA IDEA DE ABRIR DOS TÚNELES
La presidenta chilena Michelle Bachelet llegó anoche a Buenos Aires para bastante más que una visita de Estado protocolar. En su primera salida del país desde que volvió a asumir en la Moneda el 11 de marzo último, la mandataria se reunirá con su par Cristina Kirchner y propondrá reflotar los proyectos para abrir dos pasos terrestres bajo los Andes. La movida es fogoneada discretamente por la brasileña Dilma Rousseff y la poderosa industria paulista, que precisan una mejor llegada a China para sus productos. Pero también es un gesto para compensar el brusco enfriamiento de las relaciones comerciales con Argentina y Brasil que impuso durante su gestión el derechista Sebastián Piñera, abanderado de la Alianza del Pacífico.
La visita, que debió ser suspendida por el dramático incendio de Valparaíso y que incluye una entrevista entre ambas mandatarias este mediodía, tuvo como aperitivo la cumbre del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) de la semana pasada, en Santiago, a la cual Bachelet invitó especialmente a los cancilleres de Argentina, Brasil y Uruguay. El jefe de Itamaraty, Luiz Alberto Figueiredo, aprovechó la ocasión para pedir a los mandatarios que retomen las tratativas para abrir los pasos trasandinos. El interés se debe a que el 83% de la carga transportada entre la costa atlántica y la pacífica del Cono Sur viaja por vía marítima, lo cual encarece el comercio entre Brasil y la pujante Asia.
El cruce de Cristo Redentor, por el que pasan dos tercios de la carga transportada por tierra, cierra entre mayo y octubre y tiene su capacidad saturada. Los cruces que Brasil y Chile quieren reflotar son el Bioceánico Aconcagua y el túnel de Agua Negra, a la altura de Mendoza y San Juan respectivamente. El obstáculo es el financiamiento: la obra para el Aconcagua costaría u$s 3.500 millones en su primera etapa, de diez años, que abriría un canal para transportar 24 millones de toneladas al año. Las dos etapas restantes demorarían otros siete años y triplicarían esa capacidad, con una inversión de otros 3.400 millones. Pero mientras el gobierno de Chile tiene acceso a fondeo internacional a cambio de tasas del 2 ó 3% anual, el argentino pagaría más del triple.
El proyecto Aconcagua y el de Agua Negra fueron incluidos en el tratado de Maipú, firmado por Bachelet y Cristina en 2009. Uno de los grandes impulsores de ese tratado fue el entonces intendente de Maipú, Alberto Undururraga, a quien la chilena acaba de designar como ministro de Obras Publicas. Su otro gran impulsor fue Marcelo Díaz, recién llegado a Buenos Aires como embajador trasandino y que en ese entonces era diputado por la región de Coquimbo, ubicado a la altura de San Juan. El embajador también presidió la Comisión Binacional Chile-Argentina.
Tras el acuerdo de 2009 entre Bachelet y Cristina, un consorcio liderado por la Corporación América de Eduardo Eurnekian y la japonesa Mitsubishi presentó un proyecto para construir el túnel Aconcagua bajo una modalidad conocida como “iniciativa privada”, que requiere la aprobación de ambos gobiernos pero eludiría el problema del costo financiero al presentarlos como aval y no como solicitantes del crédito. El mes pasado, directivos de Mitsubishi visitaron Mendoza y se reunieron con Cristina Kirchner, a quien le insistieron con el plan.
El proyecto consiste en un tendido ferroviario multimodal (que además de carga y pasajeros permite transportar camiones con sus acoplados, como en Europa) con un túnel de 52 kilómetros a una altura más baja que el Cristo Redentor, lo cual lo habilitaría a funcionar durante todo el año y a atravesar la Cordillera en menos de cuatro horas. Aprovecha además la trocha que comparten los trenes a uno y otro lado de los Andes, por lo cual la carga podría viajar mucho más rápido desde la zona de San Pablo o el puerto de Santos hasta la salida al Pacífico de Valparaíso, conectando los polos urbanos de mayor consumo y producción de la Argentina. Por esa potencialidad, sus impulsores más entusiastas se refieren a él como el “Canal de Panamá del Sur”. Como toda obra de esa magnitud, de todos modos, también tiene críticos por razones ambientales y comerciales.