Nicolás Maduro, presidente de Venezuela: “El diálogo marca una nueva etapa de coexistencia”
Después de los saludos formales, y sin más preámbulos, comenzó el interrogatorio periodístico.
Una vez concluido, nos dijo que había venido preparado, y nos mostró varias láminas con estadísticas que revelan algunos logros del gobierno. Por ejemplo, mientras la inversión social fue de Bs 80.608 millones en el período 1984-98, en el lapso 99-2013 fue de Bs 623.508 millones; el programa de alimentación escolar subió en un 1.663,9% del 99 al año pasado; los hogares de extrema pobreza eran el 13% en los años 2002-03 y de 5,5% en 2013. “Y fíjense en el resultado de la Misión Robinson: alfabetizó 1.766.439, y por la Misión Robinson II han pasado 916.6897. No nos hemos quedado en los alfabetizados”.
Se puso de pie y nos entregó las láminas; y nos despedimos, cordialmente.
¿Cuáles son sus expectativas sobre el diálogo iniciado el jueves? ¿Hasta dónde cree que pueden llegar?
Si logramos que la oposición venezolana llegue al convencimiento de que debe respetar la Constitución y al chavismo como fuerza mayoritaria con su proyecto político, ya sería un gran avance en el fortalecimiento de la democracia.
Todo lo demás que se desprende de allí son ventajas que se puedan lograr desde el punto de vista de la gobernabilidad.
Por ejemplo, el día de ayer (viernes) se hizo el taller y asistieron todos los gobernadores y alcaldes de oposición. Una excelente señal. Y puedo anunciar que ya hay recursos que voy a aprobar para los dos nuevos proyectos que, con carácter especial, presentaron en esa reunión.
Mientras la oposición mantenga su conducta política dentro del carril de la Constitución, pienso que les va a ir mejor a ellos y también al país.
Como se trata de concesiones mutuas, ¿cuáles puede ofrecer el gobierno y cuales aspira de la oposición?
De parte de la oposición yo aspiro a que condenen la violencia como método político para la toma del poder y como método para hacer oposición. Y me refiero a eso porque en teoría esas premisas las aceptan todos, pero en la práctica muchos en la oposición la respaldan. ¿ Quién dijo que por la vía de quemar un preescolar se mejora la educación pública? ¿Acaso por la vía de quemar más de cien unidades de transporte público se mejora ese servicio? La violencia es enemiga de cualquier proceso de democratización.
La oposición solicitó formalmente la promulgación de una ley de amnistía y una reunión para los estudiantes que han participado en las protestas ¿Cuál es su posición al respecto?
Sobre la ley de amnistía, la revolución ha demostrado su nobleza en el trato de los delitos cometidos en el campo de la lucha política.
Pero hay tiempos de justicia, donde ésta nos lleva a la paz, y tiempos de perdón, donde nos lleva al mismo camino. El comandante Chávez el 31 de diciembre del año 2007 sobreseyó la causas de todos los golpistas del año 2002. Cinco años después, porque era el tiempo del perdón para la paz.
Yo creo que ahora es el tiempo de la justicia severa, porque en Venezuela, cabalgando las protestas de la oposición, se ha montado una insurgencia armada. Hay una red de paramilitares que alcanzan por lo menos los dos mil activistas que han realizado acciones violentas, como la quema de universidades, sedes de ministerios, vehículos oficiales y escuelas. Así que no es el momento todavía del perdón.
Con respecto a los estudiantes, pienso que el seno del movimiento estudiantil opositor, que por cierto no es el mayoritario en el país, se encuentra muy fracturado.
Allí hay muchos sectores que imponen su política de no diálogo. Este muchacho Requesens (presidente de la FCU-UCV) está sometido a presiones inaguantables a pesar de lo cual ha querido dialogar y así lo ha hecho con varios ministros, pero escondido y asustado.
Las puertas de Miraflores están abiertas y durante ocho semanas no he cesado de invitarlos a conversar. Aquí los recibo cuando quieran venir en paz.
¿Y las concesiones que haría el gobierno?
Pienso que desde la Revolución lo que podemos ofrecer es avanzar hacia un modelo económico que los incluya aún más. Y me refiero a los sectores de la oposición y del empresariado, que dicen sentirse excluidos. En ese sentido, creo que podríamos hacer la apertura aún mayor, a fin de que ellos se involucren directamente en el proceso de crecimiento y desarrollo económico. De inversiones, de intercambio de opiniones en el campo económico, siempre dentro del modelo económico que delineó el comandante Chávez, que es el más completo que se ha aplicado en Venezuela en los últimos cien años.
Estará consciente de las presiones a las que está sometida la MUD, dividida por este diálogo. ¿Cree que las soportarán, que llegarán hasta el final?
Es difícil decirlo en este momento, porque lamentablemente después de la partida del comandante Chávez, factores de poder mundial de la derecha internacional, han determinado acabar con la Revolución Bolivariana. Y esos factores imperiales tienen mucho poder e influencia, en sectores de la extrema derecha venezolana, que a su vez han envenenado a buena parte de los votantes de la oposición. Yo diría que más de la mitad del electorado opositor sigue a la extrema derecha, de manera casi ciega.
Este sector tiene mucha capacidad de presión sobre el liderazgo de la oposición, donde espero se imponga la sensatez. Por mi parte estoy dispuesto a hacer todo lo que esté a mi alcance para que ellos se mantengan centrados en la mesa de diálogo y la Constitución.
Y en cuanto a las reservas que genera este diálogo entre el propio chavismo ¿Cuál es su mensaje?
A algunos sectores dentro de la izquierda chavista, que pudieran tener algún tipo de duda sobre la justeza de los procesos de diálogos, de debate público y de reconocimiento con la oposición, yo les diría que es el único camino a la paz.
Venezuela, para hacer una revolución, no debe ir a una guerra. Nuestro reto es gobernar bien y resolver los problemas de la gente, ampliar la base política y social que nuestro Comandante nos legó; nunca eliminar al adversario, sino por el contrario generar cada vez mayor y participación.
Ahora, si alguno duda en particular sobre mi persona, en el sentido que me vendería al imperialismo y la burguesía, es otra cosa. Solo le puedo decir que mire mi trayectoria como revolucionario y comprometido con el pensamiento del comandante Chávez.
En mí no cabe la traición ni la duda, pero me toca conducir un país, donde hay venezolanos que piensan diferente. Lamentablemente los dirigentes de esos venezolanos los han llevado por caminos escabrosos de derrota en derrota, de golpe en golpe. Es la derecha que tenemos y si observo que se desvían hacia el campo de la insurrección, los tengo que traer al campo de la Constitución y el debate político.
¿Qué piensa que esperan los venezolanos de estos encuentros?
La gente quiere que haya paz, respeto y reconocimiento mutuo. Que eso además nos permita afrontar los principales problemas del país, de manera leal.
Por eso propuse desde hace algún tiempo el tema de la criminalidad. Estoy seguro, porque ya lo hemos hecho, de coincidir en la opinión, en la visión e incluso en la acción, con todos los actores .
Otro punto donde creo que se puede avanzar de igual manera es el tema del crecimiento económico. La expansión de las fuerzas productivas de Venezuela.
En conclusión que esto sea un punto de partida de una nueva etapa de coexistencia en el país.
¿Por qué ha sido mas fácil llegar a acuerdos con el sector empresarial?
Porque el sector empresarial sabe que somos gente honesta y seria. Además, está asqueado de aventuras golpistas. Creo que de manera muy pragmática han comprendido que las grandes mayorías respaldan al proyecto revolucionario y que este gobierno va a regir los destinos del país por los próximos años. Se sientan con quienes ellos saben tienen el poder y la capacidad para escuchar y trabajar.
¿Cuánto más debe esperar la gente para comenzar a sentir los efectos positivos en la economía? ¿Cuándo cesará al desabastecimiento?
Hay un debate sobre el tema de la economía, por dos razones fundamentales. En primer lugar por una guerra económica que se libró contra Venezuela y que si se hubiera desplegado frente a una economía capitalista clásica, los resultados hubieran sido catastróficos.
Pero eso no sucedió en Venezuela, porque aquí tenemos un nuevo sistema económico social, que garantiza la distribución de la riqueza que se genera en el país, para la protección de millones de venezolanos.
Se trata de un sistema de protección de empleos, de protección de la educación pública. A través del sistema de Misiones, la revolución consolidó un sistema de protección social, que nos ha permitido defendernos de variables negativas como la inflación, de caídas en la producción y el abastecimiento de productos.
Hay un segundo factor: los errores que hemos cometido en política económica. Por ejemplo, el agotamiento de Cadivi como sistema de administración de divisas para el desarrollo económico del país.
Frente a cada uno de los errores cometidos tenemos la plena responsabilidad del gobierno, pero lo esencial es la garantía de distribución de riqueza y alimentos, gracias a la aplicación de un modelo económico que ha demostrado ser exitoso por esos logros precisamente.
Las bases de un nuevo modelo económico, productivo y diversificado están allí. Hoy en Venezuela existe un poderoso mercado interno, que es la base de la expansión de los sectores productivos que ahora vendrá para beneficio de la economía venezolana.
¿Usted cree que algún día se conocerá la lista de las empresas de maletín que estafaron a Cadivi?
Soy uno de los más angustiados porque se conozca esa lista. Los ritmos de la investigación llevan sus tiempos, pero aspiro a que muy pronto esa comisión con rango presidencial publique no solamente el listado, sino toda la estafa que hubo contra la Nación.
Esa lista de empresas nos va a poder mostrar los mecanismos de cómo se reproduce el rentismo parasitario de la burguesía. Muchos se van a sorprender de los que están en esa lista, a qué se dedican y a quién sostenían políticamente.
Usted sorprendió cuando dio pasos hacia la normalización de las relaciones con EEUU, ¿qué piensa de la reacción de Washington, uno de cuyos voceros dijo que Ud. buscaba tomar aire ante una situación interna compleja?
Los Estados Unidos están desperdiciando una oportunidad de oro para iniciar relaciones de respeto con la Revolución Bolivariana. Es la arrogancia imperial de algunos de sus funcionarios lo que les impide ver que nuestra revolución llegó para quedarse. Es la voz de América Latina, que no pueden acallar con golpes de estado y asesinatos.
Más temprano que tarde los EEUU tendrán que atender esta iniciativa de diálogo y de paz que yo he lanzado al gobierno de ese país. En algún momento tendremos relaciones basadas en el respeto mutuo.
Los cables han informado de unas declaraciones de Lula, según las cuales le recomendó a Ud. un gobierno de coalición. ¿Eso es posible?
Yo creo que el gobierno de coalición existe. De acuerdo a nuestra realidad política venezolana aquí tenemos un gobierno de coalición popular y antiimperialista.
La coalición social y política que agrupa a todas estas fuerzas revolucionarias y socialistas, que el comandante Chávez construyó, es la que está en el poder en Venezuela.
Sin embargo, creo que es pertinente echar a andar una nueva alianza patriótica en el país, con nuevos métodos para el debate político y donde se puedan incluir organizaciones políticas y sociales, los colectivos, así como personalidades. De alguna manera la realidad venezolana así lo está exigiendo y creo que la visión del compañero Lula apunta en ese sentido. Una verdadera coalición nacional revolucionaria.
He escrito que nunca se había visto una articulada campaña desinformativa internacional contra un país, como ahora contra Venezuela. ¿Cree que sea posible enfrentarla con éxito si todo el poder mediático mundial desearía acabar con este “mal ejemplo” de un país con tan enormes reservas petroleras?
Es un gran reto para cualquier país poder enfrentar la guerra comunicacional, que se ha desatado contra el país, la revolución y en especial contra mí como Presidente.
Buena parte de la arremetida que hemos vivido desde febrero bajo la consigna de la “la salida ya” estaba conectada a un plan internacional contra Venezuela, que logramos derrotar gracias a nuestra fortaleza en la escena mundial.
Tenemos mucho prestigio en foros como la ONU, en su Comisión de DDHH, en la OEA, Unasur. Hemos vencido todos los retos planteados, aunque hay que admitir que desde el punto de vista mediático le han hecho un gran daño al país todos estos medios de comunicación y los voceros de la oposición que han salido por el mundo a pedir una intervención contra Venezuela.
Por esa razón he pensado en la necesidad de crear un nuevo ministerio para la comunicación internacional, dedicado exclusivamente a la defensa mundial de Venezuela.
Incluso he pensado en Roy Chaderton para que asuma esa vocería. Es una necesidad de los tiempos y creo que en los próximos días podré anunciar esa decisión, que estoy seguro contará con el apoyo de muchas voluntades alrededor del planeta.