Perú: se endurece el paro de trabajadores judiciales, que ya lleva 16 días
En Tingo María quemaron expedientes de procesados por narcotráfico, terrorismo y otros delitos; en Lambayeque, Cusco y Huánuco un grupo de trabajadores se crucificó, mientras que en la capital se desangraron pinchándose las venas.
El secretario de la Federación de Trabajadores del Poder Judicial, Max Ruiz Rivera, anunció que los huelguistas harán una huelga de hambre si no se agenda el dictamen aprobado por la Comisión de Trabajo que excluye a los trabajadores judiciales de la aplicación de la Ley Servir, para que sea discutido en el Pleno del Parlamento.
Consideró que aplicar la Ley Servir a los trabajadores judiciales es un atentado contra la autonomía e independencia del Poder Judicial. “Es una clara interferencia de otro poder del Estado en los fueros judiciales. Eso es inadmisible”, indicó.
LOS DAÑOS
El presidente del Poder Judicial, Enrique Mendoza, sostuvo que la Ley Servir afecta la autonomía e independencia del Poder Judicial, lo cual merma los derechos laborales de sus trabajadores, por lo que invocó a las autoridades del Ejecutivo y del Congreso a que solucionen este tema.
Informó que en un día de paralización de los trabajadores del Poder Judicial se dejan de resolver más de cuatro mil casos, de los cuales la mitad corresponden a las materias de familia (alimentos, violencia familiar) y laboral, que son los más frecuentes.
El expresidente de la Corte de Justicia de Lima, Ángel Romero Díaz, pidió una pronta solución pues los principales afectados son los litigantes y usuarios en general, así como miles de abogados.
El también presidente de la Primera Sala Civil de Lima argumentó que los trabajadores del Poder Judicial son los que menos ganan en la administración pública por lo que las partes en conflicto deberían entablar el diálogo y reunirse para brindarle tranquilidad al país.
MARCHA
Los trabajadores judiciales en Lima, que se encuentran en huelga, realizaron ayer una marcha y se apostaron frente al local de la Corte Superior de Justicia con cacerolas, mientras otros optaron por desangrarse lentamente.
