Otro comunicador asesinado – El Periódico, Guatemala

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El siguiente editorial responde exclusivamente a la visión de este medio 

El periodista y locutor Carlos Alberto Orellana Chávez, de 62 años, fue asesinado y su cuerpo localizado el pasado lunes en el municipio de San Bernardino, departamento de Suchitepéquez.

Orellana Chávez es el cuarto periodista asesinado en lo que va de este año. El 6 de agosto fue asesinado Luis Lima, de 68 años, en Zacapa, en tanto que el 7 de abril fue ejecutado en Jalpatagua, Jutiapa, Luis Alberto Lemus Ruano, quien era vicepresidente de la Asociación Departamental de Periodistas de Jutiapa y dirigía un programa de televisión y uno de radio. En marzo, también en Jutiapa, fue abatido a tiros Napoleón Jarquín Duarte.

El artículo nueve de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, reza: “El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada”. Asimismo, el principio cuatro de la Declaración de Chapultepec, adoptada por la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada en México, D.F., el 11 de marzo de 1994, dice: “El asesinato, el terrorismo, el secuestro, las presiones, la intimidación, la prisión injusta de los periodistas, la destrucción material de los medios de comunicación, la violencia de cualquier tipo y la impunidad de los agresores, coartan severamente la libertad de expresión y de prensa. Estos actos deben ser investigados con prontitud y sancionados con severidad”.

Los asesinatos de periodistas son cobardes ataques contra el ejercicio de la libertad de expresión de ideas en nuestro país, la cual está reconocida y garantizada a todos los habitantes del territorio nacional por la Constitución y los tratados y convenciones internacionales ratificados por Guatemala (Declaración Universal de DD.HH., Convención Americana sobre DD.HH., etcétera).

Por tanto, exigimos, en forma enérgica, al presidente Otto Pérez Molina que, conjuntamente con el Ministerio Público, cumpla con investigar los asesinatos de los periodistas Luis Lima, Orellana Chávez, Lemus Ruano y Jarquín Duarte, con celeridad y prontitud, a fin de que los autores, intelectuales y materiales, cómplices y encubridores de dichos hechos de sangre sean detenidos, juzgados y debidamente castigados.

http://www.elperiodico.com.gt/es/20130821/opinion/233132/

 

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