Siria y la reconfiguración geopolítica de Medio Oriente – Por Eduardo Meneses

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Siria y la reconfiguración geopolítica de Medio Oriente

Por Eduardo Meneses*

La situación en Medio Oriente está plagada de complejidades y contradicciones que hoy se muestran de forma cada vez más evidente con la caída del Gobierno Sirio. Sin duda el derrocamiento y la huida del ex-presidente Bashar al-Assad hacia Rusia, el 8 de diciembre pasado, marcará un antes y un después para Siria pero, mucho más ampliamente, también el inicio de una reconfiguración en Medio Oriente. Esta es una reconfiguración en la cual los Estados Unidos, la OTAN y el proyecto expansionista sionista aparecen por el momento como los principales beneficiados.

Más allá de las falsas retóricas, que apuestan sobre la muy corta memoria de quiénes las consumen, y de las grandes campañas comunicacionales con las que los medios masivos estadounidenses y europeos han tratado de transformar en “rebeldes pro-libertad” a los yihadistas islámicos y a las milicias pro-turcas que responden a Erdogan, lo que se vislumbra para Siria y para los pueblos de toda la región es muy poco alentador.

En efecto, pese a toda la legitimidad que hayan podido tener las demandas populares por un cambio político en Siria, que se han expresado continuamente desde el 2011 en el marco de la primavera árabe, la guerra civil que inició hace más de 13 años fue muy rápidamente rebasada por intereses que no tenían nada que ver con las aspiraciones populares. Siria se convirtió en un territorio en el cual los Estados Unidos, la OTAN e Israel se enfrentaron durante más de una década a Rusia e Irán y a una gran diversidad de fuerzas anti-intervencionistas de la región, por el control de un territorio crucial para el manejo de los recursos energéticos de la región.

Hoy más que nunca es necesario poder leer a profundidad lo sucedido en Siria si queremos contribuir, desde América Latina, a construir un camino hacia la paz global y frenar la escalada bélica impulsada por los EEUU, la OTAN (en la cual esta vez ha tomado gran protagonismo Turquía) y el proyecto sionista en todo el mundo. Es justamente en ese marco geopolítico global, y no en el de una supuesta victoria popular local, en el que es necesario leer lo que se despliega hoy en Siria.

No podríamos entender lo sucedido en Siria sin evidenciar primero que la guerra es el último recurso que le queda a los Estados Unidos para evitar la emergencia de un mundo multipolar que amenaza cada vez más su dominio global. En ese contexto el control de los recursos energéticos de Medio Oriente es una disputa fundamental dentro de esta guerra, y Siria es un territorio clave para aquello por ser un territorio “puente” entre los recursos energéticos de Asia y el mediterráneo. Exactamente de la misma manera que Ucrania cumplía ese rol entre Asia y Europa del Este. Los dos mapas siguientes permiten visualizar la importancia del territorio sirio tanto para los recursos de gas como de petróleo.

Proyectos de Gasoductos en competencia: gaseoducto de Irán y Rusia vs. gasoducto turco, saudí y qatarí.

Fuente: Ecowatch, 2016.

 

Oleoductos de extracción del petróleo iraquí.

Fuente: oilprice.com, 2019

En este momento de la historia, la guerra es el único horizonte que los EEUU parecen ofrecer a los pueblos del mundo, junto a sus aliados de la OTAN y al proyecto expansionista y genocida de Israel. Sólo a la luz de ese gran desafío histórico – que es el desafío de fondo al que se enfrenta tanto el pueblo sirio, como los pueblos del Medio Oriente y en general todos los pueblos del Sur Global – podremos entender cuales pueden ser los caminos que es necesario recorrer para evitar una catástrofe de escala planetaria y construir un horizonte de paz a largo plazo.

¿Quiénes son los “rebeldes” sirios?

Al-Julani y los yihadistas salafistas de Hay’at Tahrir al-Sham

El 27 de noviembre pasado varios grupos opositores al gobierno de Bashar al-Assad lanzaron una ofensiva “sorpresa” en su contra obteniendo, en tan sólo 10 días, una victoria relámpago frente a un ejército sirio que nunca opuso resistencia. Es fundamental entender quiénes son estos “rebeldes” que han tomado el poder en Siria. La fuerza central que lidera esta “coalición” es Hay’at Tahrir al-Sham (HTS). Esta organización hace parte del movimiento yihadista que busca el establecimiento de un estado Islámico gobernado por la ley islámica. Su ideología de base es salafista, cuya lectura del Corán es de las más rígidas y ortodoxas. Estos movimientos han desarrollado históricamente una guerra directa en contra de otras formas de profesar la fe musulmana, y en particular en contra de la tendencia chiita del Islam, que entre otras es la mayoritaria dentro de la República Islámica de Irán. Todos los llamados hechos éstos últimos días para que las minorías sean respetadas en Siria por el nuevo gobierno se basan en la gran preocupación que esta tendencia histórica genera frente a las perspectivas para el pueblo sirio.

Tanto su líder, Abu Mohammed al-Julani, como gran parte de las milicias de HTS, vienen de las filas de los grupos terroristas de Al Qaeda y de diversas facciones salafistas sirias. En efecto, al-Julani, nacido en Arabia Saudita y proveniente de una familia Siria de la zona de los altos del Golán (ocupados actualmente por Israel), se unió desde el 2003 a las filas de Al-Qaeda en Iraq en el marco de la invasión de EEUU a ese país. Fue arrestado por las fuerzas estadounidenses en el 2006 y “coincidencialmente” liberado en el 2011, en el marco de la primavera árabe. Fue enviado por Al-Qaeda para crear una filial en Siria que pueda sumarse a las fuerzas que buscaban el derrocamiento de Assad. Al-Julani, creó y pasó a liderar el frente al-Nusra, la filial en Siria de Al-Qaeda. Es importante resaltar que en un inicio contó con el apoyo tanto político como material y armamentístico del Estado Islámico (ISIS) , organización conocida por sus actos terroristas, y masacres a poblaciones civiles.

Al-Nusra pasó por varias transiciones. La primera fue en 2013, cuando aconteció su ruptura con ISIS, que deseaba que la organización de al-Julani pase a estar directamente bajo su control, a lo que éste se negó, buscando mantener su liderazgo e implantarse en una lógica yihadista nacionalista. Al-Qaeda apoyó la estrategia de al-Jubani y el frente al-Nusra siguió bajo su coordinación. En el 2017 acontece la segunda transformación, mediante la cual se crea HTS, manteniendo en su espina dorsal a los yihadistas de al-Nusra, pero uniendo bajo una coalición más amplia a varios otros grupos yihadistas estructurados bajo una ideología islamista salafista.

En la disputa geopolítica entre los EEUU e Irán, los yihadistas de HTS empezarán desde el 2017 una trayectoria que los volverá cada vez más funcionales a los intereses estadounidenses en la región. En 2018, a pesar de querer distanciarse de la afiliación histórica con Al-Qaeda, HTS fue incluido por los propios estadounidenses en la lista de países terroristas al considerar que era simplemente el frente de Al-Qaeda en Siria pero con otro nombre[1]. Sin embargo, coincidiendo con el inicio de la toma posesión la administración Biden, empezaría una campaña de limpieza de imagen de al-Jubani, teniendo como puntal de esta campaña un documental efectuado por la cadena pública  estadounidense PBS[2].

A pesar de la narrativa creada de un supuesto líder yihadista que buscaba reconciliarse con los países occidentales y romper con su estigma terrorista, el accionar de HTS no difirió en nada de lo efectuado durante años por Al-Qaeda e Isis en Siria. Varios reportes publicados por la ONU[3] y por organizaciones sirias de derechos humanos independientes, afiliadas a la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas[4], han recopilado la serie de violaciones de derechos humanos que HTS viene llevando a cabo desde hace años en contra de la población civil siria. Esto incluye el manejo de una red de centro penitenciarios, conocidos como prisiones Ougab (“castigo”), donde se han documentados centenas de casos de tortura, violaciones sexuales y maltratos, resaltando agresiones en contra de activistas laicos y periodistas críticos, entre los cuales destacan las agresiones a mujeres4. Estos informes recopilan decenas de ejecuciones extrajudiciales y más de 2000 desapariciones forzadas a manos de HTS3.

El Ejército Nacional Sirio, las milicias de limpieza étnica turcas

La otra fuerza central que conforma a los denominados “rebeldes”, es el mal llamado “Ejército Nacional Sirio”, que en realidad está conformado por milicias financiadas por Turquía, en su voluntad expansionista, la llamada diplomacia «neotomana»[5] (yeni osmanli en turco) y en línea con el proceso de limpieza étnica y genocidio que el Estado Turco a estado llevando a cabo desde su creación en contra del pueblo kurdo. En particular, el establecimiento de una zona autónoma kurda en el norte de Siria, en el contexto de la guerra civil, ha sido el objetivo central de Turquía desde el 2011 en su lucha histórica contra el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK). El PKK es una fuerza política y militar que viene resistiendo, desde los años 70, la política genocida de Turquía en contra del pueblo kurdo y que se rige por el horizonte de un “confederalismo democrático” que permita crear una solución para la paz en Medio Oriente y una alternativa para el imperialismo capitalista occidental en la región.

En esta lucha contra el movimiento kurdo, se ha evidenciado claramente cómo Turquía ha financiado y apoyado logísticamente tanto a Al-Qaeda[6], como a ISIS[7] en su lucha contra el gobierno Sirio, pero igualmente financió la creación de una milicia propia cuyo objetivo es erradicar la presencia kurda en Siria. Turquía había consolidado el control de gran parte de los territorios limítrofes con Siria a través del “Ejército Nacional Sirio”, completando un mapa, que antes del ataque del 27 de septiembre estaba configurado de la siguiente manera:

Fuente: Al jazeera

Al igual que lo acontecido con las fuerzas yihadistas islámicas, varios informes de la ONU[8] y varias organizaciones de derechos humanos independientes han evidenciado las violaciones de derechos humanos sistemáticas en los territorios ocupados por el “Ejército Nacional Sirio”, , principalmente actos de desapariciones forzadas, tortura y violaciones sexuales, en particular en contra de las poblaciones kurdas o personas identificadas como fieles al gobierno de Assad.

Perspectivas para Siria

Aunque el fin del gobierno de Assad podría parecer traer consigo el fin de las acciones autoritarias y represivas ampliamente identificadas antes y durante la guerra civil que se desencadenó en el 2011, la toma del poder por Al-Julani y las milicias de HTS podrían simplemente implicar una continuidad de la violencia estatal, simplemente dirigida hacia otra parte de la población, tales como sectores laicos, o no identificados con la corriente salafista defendida por HTS. Esto es tan evidente que a pesar del apoyo dado por los EEUU y sus aliados de la OTAN a este derrocamiento, inmediatamente se han tratado de distanciarse de posibles derivas autoritarias y violentas, haciendo un llamado a la defensa de las minorías.

Esto es algo que por el momento parece ser una estrategia de protección propia de las fuerzas occidentales frente a las consecuencias de su intervencionismo de más de 10 años. En efecto, frente al accionar histórico, tanto de HTS como de las milicias turcas, en términos de violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra, es muy probable que se configure un gobierno autoritario cuya única diferencia con las denuncias hechas a Assad en términos de derechos humanos sea el hecho de ser funcional a los intereses occidentales en Siria y la región.

En este sentido, cabe notar que la razón por la cual el gobierno de Assad no ofreció ninguna resistencia a la ofensiva del 27 de noviembre es por un lado por el desgaste interno de su ejército frente al bloqueo económico que enfrenta Siria desde hace más de una década por parte de Estados Unidos y la Unión Europea. En este marco, los salarios de los militares Sirios se encontraba entre unos 30 y 50 dólares mensuales[9] frente a salarios de las milicias turcas que en ocasiones podía bordear los 1000 USD[10]. Este hecho ha generado una gran ola de corrupción y degradación del ejército Sirio, que tras décadas de desgaste terminó siendo totalmente dependiente de la logística militar iraní y rusa, ya fuertemente involucrada en los frentes en de Ucrania y de Líbano/Palestina.

Así, la consecuencia más importante luego de la caída de Assad es justamente el inicio de un proceso de balcanización de Siria, muy similar a lo acontecido con Libia luego de la caída de Gadafi o con Irak luego de la caída de Sadam Hussein. Vemos emerger un escenario donde se configura un desvanecimiento de la unidad territorial y soberanía siria, en favor del control territorial a manos de varias milicias armadas, y que seguramente se consolidará en función del poder militar de cada una de esas facciones.

Vemos consolidarse actualmente tres zonas en disputa:

●     la zona controlada por HTS, al oeste del país,

●     la zona controlada por las milicias pro-turcas, en el Norte fronterizo con Turquía,

●     la zona controlada por las “Fuerzas Democráticas Sirias”, principalmente dirigidas por las fuerzas de autodefensa kurdas, que se sitúan al noreste del país.

Cabe resaltar que aún queda una zona vasta pero desértica y poco poblada que quedó en un vacío de poder frente luego de la caída de Assad y que seguramente estará en disputa en las próximas semanas. Por el momento parece que HTS podría tener acceso más fácilmente a esta zona que las milicias pro-turcas y las fuerzas de autodefensa kurdas, actualmente enfrentadas entre sí. Justamente frente a este último punto, cabe remarcar que a pesar del apoyo que los EEUU hayan podido dar, éstos últimos años, a las fuerzas de autodefensa kurdas en la lucha en contra del Estado Islámico, muy probablemente el cambio de correlación de fuerzas en la región dejará en una situación muy delicada al movimiento kurdo en Siria.

En efecto, la influencia turca primeramente en relación a sus milicias, pero también en relación a HTS, a quién apoyó logística y materialmente durante años, ha crecido a tal punto que un distanciamiento de parte de Estados Unidos en relación a las autodefensas kurdas podría ser la estrategia más probable. Las últimas declaraciones de Trump, analizando la situación como una clara victoria de la estrategia expansionista de Erdogan en la región parece apuntar en ese sentido[11], aunque queden aún muchas indefiniciones.

Paralelamente a la consolidación de estos tres territorios que ya estaban en disputa anteriormente, surge un cuarto espacio relacionado a la invasión en curso de fuerzas israelíes en el sur de Siria. Israel ha entrado en territorio sirio bajo la excusa de crear una “zona de contención” por razones de seguridad nacional, lo que es totalmente ilegal y no está contemplado en ningún caso por el derecho internacional, como lo resaltó claramente el secretario general de la ONU éstos últimos días[12].

Israel ha llevado a cabo además más de 600 bombardeos en territorios sirio en los últimos días destruyendo gran parte de la flota marítima, la fuerza aérea Siria al igual que sitios de investigación militar y la gran mayoría de baterías de misiles antiaéreos del país. Este acto, igualmente denunciado como ilegal por parte del secretario general de la ONU, tiene como objetivo fundamental destruir toda capacidad de defensa de la soberanía Siria, en un contexto de guerra regional, dejándola totalmente a la merced de las fuerzas foráneas que se disputan desde hace más de una década el control del país.

Adicionalmente, el gobierno de Israel adoptó ese domingo un plan de colonización para los altos del Golán, territorios Sirio fronterizo con Israel ocupado ilegalmente desde hace décadas y que Israel busca anexar indefinidamente tanto por su situación estratégica militar como por los vastos recursos de agua que contiene esta zona. Ya en 2019 Trump había hecho de Estados Unidos el primer país en reconocer los Altos del Golán como parte de Israel, legitimando los cerca de 31.00 colonos que están habitando ya ilegalmente la zona. El plan Israelí prevé invertir 11 millones de USD para intensificar la creación de colonias israelíes en éstos territorios.[13]

Mapa de la disputa territorial actual en Siria

Fuente: The Institute for the Study of War with AEI’s Critical Threats

De forma pragmática, hay que evidenciar que sea cual sea el gobierno que tome el control del Estado Sirio, sus capacidades de autonomía frente a la disputa geopolítica en curso en su territorio han sido totalmente mermadas y las nociones de soberanía popular o transición democrática no serán más que palabras vacías mientras sigan siendo las armas que definan el rumbo de la región.

Frente a este escenario, cualquier ruta hacia la paz y reconstrucción en Siria debe contemplar la situación militar y económica material actual de Siria, aún bajo un estricto bloqueo económico. En este momento ninguna de las facciones que se disputan el control del Estado puede garantizar al pueblo sirio una capacidad de definir su propio futuro, que parece estar cada vez más supeditado a los intereses turcos, israelíes y estadounidenses. Tanto el ejemplo de Libia como Irak, como el accionar histórico de HTS en términos de violaciones de derechos humanos aparecen avizorar un horizonte muy inestable y con poca garantía de derechos para una consolidación de la soberanía popular.

Consecuencias para la región

La primera consecuencia histórica que implica el derrocamiento de Assad por las fuerzas islamistas, claramente financiadas por Turquía, Israel y Estados Unidos, es la derrota del último bastión del proyecto político baazista, cuyos principales referentes históricos eran  la familia al-Assad y Sadam Hussein. Más allá del hecho de que sus derivas autoritarias los haya alejado totalmente de los ideales panarabistas, laicos y socialistas que fundaban el baazismo, la victoria de un islamismo salafista que viene siendo impulsado por el imperialismo estadounidense y sus aliados de la OTAN desde el fin de la guerra fría, marca el fin de una era. La victoria imperialista en Libia, Irak, y ahora Siria ha desarticulado profundamente las aspiraciones panarabistas y profundizado la estrategia de división de la región que sólo beneficia al campo estadounidense, al sionismo israelí y a sus aliados de la OTAN. Esta convergencia entre los proyectos de éstas organizaciones islamistas y los intereses occidentales ya se ha evidenciado desde hace años en Libia, en Irak y ahora en las primeras expresiones del líder de HTS, Al-Julani que ha descartado cualquier confrontamiento con el proyecto sionista y trata de acercarse delas potencias occidentales como garantía para quedarse en el poder, como mero títere claro, pero en el poder.

El proyecto de confederalismo democrático kurdo, que ha sido igualmente uno de los proyectos emancipadores y de construcción de un horizonte anticolonial y antiimperialista más importantes para medio oriente, parece estar hoy bajo una de las mayores amenazas de su historia frente a la victoria estratégica de Turquía. Finalmente cabe resaltar que, al tomar Siria, se han cortado todas las rutas de abastecimiento material para la resistencia libanesa y palestina, que hoy más que nunca está a la merced de los ataques genocidas israelíes. De igual manera, la destrucción de las baterías antiaéreas sirias ha dejado un camino libre para los posibles ataques aéreos israelíes en contra de Irán. Esto implica una gran derrota para la resistencia al proyecto sionista y merma las posibilidades de Medio Oriente para construir proyectos soberanos de emancipación.

Finalmente, cabe resaltar dos puntos fundamentales a modo de conclusión. Por un lado, se evidencia una vez más que la estrategia de defensa de la hegemonía global estadounidense sólo puede ya tomar la forma de la guerra, por un lado, y la política de saboteo de cualquier proyecto de integración regional, sobre bases étnicas o religiosas, en lo que se ha denominado el famoso proyecto de choque de civilizaciones, por otro lado. Esta estrategia ha marcado toda la geopolítica global estadounidense desde el fin de la guerra fría y hoy en día constituye la punta de lanza para tratar de evitar la emergencia de un mundo multipolar, estructurado, al contrario, en torno del relacionamiento entre lógicas de bloques regionales.

Queda como una evidencia histórica que ninguna soberanía popular y ningún horizonte emancipatorio podrá construirse sin que se ponga un freno a la lógica de guerra estadounidense que está dispuesta a destruir millones de vidas (sobre todo en los países del Sur Global) para preservar su rol hegemónico. Cada vez más el horizonte de integración regional de nuestros pueblos del Sur, tanto en América Latina, Medio Oriente, Asia y África (éstos últimos son tal vez los únicos que están avanzando en este sentido hoy en día), aparece como la única vía que permita dar un paso para refundar un derecho internacional que ponga un freno a la guerra a largo plazo y permita construir nuevos horizontes para nuestros pueblos. Sin esta perspectiva, nuestros territorios y pueblos serán las principales víctimas de una disputa bélica que parece marcará el horizonte de la próxima década y determinará si es posible otra gobernanza global para nuestros pueblos.

*Eduardo Meneses es politólogo, y educador popular. Durante más de tres años trabajó en Palestina con varias organizaciones de la sociedad civil y desde hace más de 15 años es parte del movimiento de solidaridad con Palestina.

[1]https://www.csis.org/programs/former-programs/warfare-irregular-threats-and-terrorism-program-archives/terrorism-backgrounders/hayat-tahrir
[2] https://www.pbs.org/video/the-jihadist-d4seix/
[3] https://documents.un.org/doc/undoc/gen/g21/059/73/pdf/g2105973.pdf
[4]https://snhr.org/wp-content/pdf/english/The_Most_Notable_Hayat_Tahrir_al_Sham_Violations_Since_the_Establishment_of_Jabhat_al_Nusra_to_Date_1_en.pdf
[5] https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5768638
[6] https://medyanews.net/sedat-peker-confessions-turkey-sent-weapons-to-al-nusra/
[7]https://www.al-monitor.com/originals/2015/09/turkey-syria-daily-exposes-transfer-weapons-supplies-to-isis.html
[8] https://documents.un.org/doc/undoc/gen/g21/059/73/pdf/g2105973.pdf
[9]https://www.swissinfo.ch/spa/al-asad-aumenta-un-50-%25-el-salario-de-sus-soldados-en-medio-de-la-ofensiva-de-los-rebeldes/88472273
[10] https://es-us.noticias.yahoo.com/erdogan-anuncia-turqu%C3%ADa-prepara-enviar-110717916.html
[11] https://www.reuters.com/world/middle-east/trump-says-turkey-holds-key-syrias-future-2024-12-16/
[12] https://www.dw.com/es/la-onu-pide-a-israel-detener-ataques-en-siria/a-71041981
[13]https://www.aljazeera.com/news/2024/12/15/israel-approves-plan-to-surge-settler-population-in-occupied-golan-heights

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