Esequibo, la disputada llave del petróleo sudamericano

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Esequibo, la disputada llave del petróleo sudamericano

A un año de la reunión entre los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro y de Guyana, Irfaan Ali en San Vicente y las Granadinas, que desescaló -al menos temporalmente- el enfrentamiento entre ambos por la disputa por el extenso territorio de la Guayana Esequiba, el conflicto vuelve a escalar con la presencia de terceros, en especial de Estados Unidos y Brasil.

Con una superficie mayor a la de países como Inglaterra, Cuba o Grecia, el Esequibo es un territorio de 169 mil quilómetros cuadrados lleno de minerales y otros recursos naturales cuya diversidad es una de mayores del mundo. Desde 1841 Venezuela y Guyana se disputan su soberanía, mientras Estados Unidos y Brasil están atentos a lo que suceda..

Venezuela rechazó a inicios de diciembre “de manera categórica y contundente” a las recientes acciones conjuntas ejecutadas entre el Comando Sur de Estados Unidos y el gobierno de Guyana, en torno a la participación del Comando Sur estadounidense en la renovación de instalaciones militares guyanesas, una de ellas en el territorio en disputa y a pocos metros de una base venezolana en el río Cuyuní.

Calificó de “inaceptable” la consolidación de instalaciones militares estadounidenses en territorio guyanés, incluyendo el uso militar del Aeródromo Brigadier Gary Beaton, ubicado en la Guayana Esequiba, un territorio en reclamación por Venezuela.

Y denunció en un comunicado que se trata de una “provocación” por parte de Guyana, que atenta “contra la estabilidad regional y socavan los principios del derecho internacional, y constituyen una amenaza a la paz regional, contrario al espíritu del Acuerdo de Ginebra de 1966”y resaltó que la “ampliación de estaciones navales y aeroportuarias para uso militar” por parte de EEUU, entorpecen la “resolución política” del diferendo.

El Esequibo es la llave para un canal dirigido a facilitar la anexión estadounidense de América del Sur, y por eso no debe sorprender la imposición de Washington sobre Brasil para que vetara el ingreso de Venezuela a los BRICS, mientras agitaba el fantasma de la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

El Esequibo siempre fue el camino secreto para la anexión de América del sur a Estados Unidos. En 1970, con el gobierno del democristiano venezolano Rafael Caldera se abrió una tregua de doce años para definir el punto esequibo.

La explicación calderista del Protocolo de Puerto España suscrito por Venezuela, Reino Unido y Guyana era que Brasil aspiraba a expandirse so­bre Venezuela y poseer la faja petrolífera del Orinoco, y también sobre Ecuador, dominando a Guayaquil, todo en continuación del plan estadounidense.

Muy posiblemente es hoy el mismo plan de Donald Trump y se llamaba Desacoplamiento europeo, cuyo lema es entregar Europa a Rusia a cambio de que ésta entregue América latina a los Estados Unidos. Cabe recordar que la función de la Guayana Inglesa desde su creación en 1616 hasta 2015 fue la de impedir que Estados Unidos conquiste América del sur.

Los mandos militares brasileños realizaron la 26° Reunión de Coordinación con las Fuerzas de Defensa de Guyana, el 28 de noviembre de 2023 y, según declaraciones del Ministro de Defensa, aumentarán la presencia al norte, dada la tensión existente entre el país guayanés y Venezuela. Y llegó el veto de Brasil a la entrada de Venezuela a los BRICS. Brasil es tan esequibano como Venezuela desde siempre.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, propuso “compensar” a Venezuela y Guyana para que no se extraiga el petróleo que los yacimientos de la región del Esequibo, en disputa entre ambos países. Eso, dijo, podría aportar al fin del litigio, ante el riesgo de “un conflicto militar” en la zona..

“Lo está haciendo el mundo. ¿Es posible plantearlo a Inglaterra y a Estados Unidos? Estados Unidos ha planteado el bloqueo de Venezuela, la posibilidad militar de conflicto en el Esequibo. Guyana, aliado con Reino Unido, está en lo mismo”, advirtió Petro en un encuentro sobre la protección de la Amazonía.

Brasil ha acusado a Guyana de estar «chupando su petróleo con un pitillo», haciendo referencia al ‘cable’ que se introduce en el fondo marino para extraer el crudo. os 645.000 barriles por día (b/d) en 2024, todo ello procedente del bloque Stabroek, explican desde la agencia de la energía de EEUU. Sin embargo, parte de ese bloque hace frontera o se encuentra en aguas que sus vecinos consideran como suyas.

El ministro de Energía de Brasil, Alexandre Silveira, acusó a Guyana de «chupar» las reservas brasileñas de petróleo ubicadas frente a la costa de la región amazónica. Los planes brasileños de producción de crudo en la zona en conflicto con Guyana pretenden propulsar el bombeo de crudo del país tal y como revelan los planes de inversión de Petrobras y los recientes hallazgos de crudo en el Margen Ecuatorial.

El Esequibo, desde un punto de vista geográfico, forma parte del Macizo Guayanés que comparte características similares con estados de Venezuela como Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, donde se encuentra el Arco Minero del Orinoco, un área de explotación de más de 111.800 kilómetros cuadrados que cuenta con grandes reservas de oro, cobre, diamante, hierro, bauxita y aluminio, entre otros minerales.

Las tensiones entre Venezuela y Guyana han aumentado desde que en 2015 comenzaron a descubrirse decenas de yacimientos de petróleo en áreas costeras de la zona en disputa. Hasta la fecha, la multinacional ExxonMobil y sus socios han realizado 46 descubrimientos que han elevado las reservas de petróleo de Guyana a alrededor de 11.000 millones de barriles, el 0,6% del total mundial.

La mayoría de las reservas se encuentran en un bloque de petróleo y gas de 26.000 kilómetros cuadrados conocido como Stabroek, frente a la costa atlántica del país. Y una porción importante de ese bloque se encuentra en aguas territoriales de la región disputada por Venezuela.

Aunque el reclamo venezolano ha persistido durante todo este tiempo, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha elevado su voz progresivamente desde 2015, cuando se descubrieron vastos yacimientos de petróleo en la zona.

En diciembre pasado, Brasil confirmó el envío de 28 vehículos blindados al estado de Roraima, que se encuentra en alerta debido a que comparte frontera con los países en conflicto. Brasil enviaba un mensaje claro a Venezuela sobre la inviabilidad de escalar la crisis con Guyana. El 22 de noviembre, Brasil envió a Caracas al embajador Celso Amorimsu asesor en temas internacionales, quien se reunió con Nicolás Maduro. El mismo personaje que acompañó a Lula en el veto a Venezuela en los BRICS.

Brasil y Guayana comparten una frontera de 1.605 quilómetros con una conexión terrestre por el puente sobre el río Tacutu, inaugurado en 2009. La frontera entre Venezuela y la región del Esequibo está formada predominantemente por densos bosques, lo que dificulta el movimiento de tropas y vehículos blindados.

Brasil calcula que 300.000 personas viven en Esequibo y que un conflicto en la zona podría tener repercusiones económicas y sociales en las regiones brasileñas cercanas. Brasil también tiene parte de sus fronteras con Guyana determinadas por arbitraje y teme que este tipo de acuerdo pacífico se convierta en una disputa.

Pero cuando hay tantas riquezas por explotar, hay muchos países interesados y usan diversos medios para ubicarse en la conversación, como la entrevisra de la BBC inglesa a Irfaan Ali, el mandatario guyanés, la que desembocó en un debate sobre exctractivismo y sobre más de dos billones de toneladas de emisiones de carbono que serán emitidas del fondo marino de la costa de Guyana.

El mandatario guyanés le respondió: «¿Sabes que tenemos un bosque que tiene la extensión de Inglaterra y Escocia juntos y que almacena 19,5 gigatoneladas de carbono”.»Este es un bosque con vida que ustedes disfrutan, que el mundo disfruta, por el cual no nos pagan, que ustedes no valoran, del cual ustedes no ven ningún valor, el cual la gente de Guayana ha mantenido con vida», contestó Ali.

Haciendo un poco de historia, desde la construcción del canal de Panamá, se intensificó el deseo de adueñarse del sur del continente, para robarse el petróleo, el oro, el gas,. Hasta 2015 lo impidió el Reino Unido y la política venezolana sobre el Esequibo. En diciembre de 2023, el presidente venezolano

Nicolás Maduro reafirmó que su país no reconocerá en ninguna circunstancia la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la disputa que tiene con Guyana por ese territorio.

Fue una respuesta a EEUU que había exhortado a Venezuela y a Guyana a que resolvieran su disputa por medios pacíficos, y consideró que no puede resolverse mediante un referéndum, refiriéndose al realizado el 5 de diciembre en Venezuela con resultado de aplastante apoyo a la reivindicación del territorio.

Retaba también a Brasil, cuyos mandos militares, realizaron la 26° Reunión de Coordinación con las Fuerzas de Defensa de Guyana, el 28 de noviembre de 2023 y, según declaraciones del Ministro de Defensa, aumentarán la presencia al norte, dada la tensión existente entre el país guayanés y Venezuela. Brasil es tan esequibano como Venezuela, desde siempre.

Venezuela realizó el referéndum en respuesta a la decisión de Guyana de licitar bloques petrolíferos en el territorio sin delimitar entre los dos países. A esto se sumó que el gobierno guyanés otorgó contratos de perforación a las empresas ExxonMobil, de Estados Unidos; Total Energies y Sispro Inc, de Francia..

En la lista también se encuentra International Group Investment Inc., con sede en Nigeria; Liberty Petroleum Corporation, de capital estadounidense; y la Corporación Nacional de Petróleo Marino de China (Cnooc).

La inmensa formación petrolera de Venezuela conocida como la “Roca Madre, La Luna”, formación generadora de hidrocarburos, se extiende desde la cuenca del Lago de Maracaibo, al occidente y se desplaza hacia el oriente, hasta el norte del estado Monagas y las cuencas tradicionales conocidas como “Querecual”, y luego se deposita en el reservorio de petróleo más grande del planeta: la Faja  Petrolífera del Orinoco.

La existencia del “Cratón de Guyana”, al sur de Venezuela, actuó como un tapón, provocando que estas formaciones se desplazaran hacia el Delta del Orinoco y su fachada atlántica, justamente hacia el mar territorial del Esequibo.

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