Argentina | Polémica por comunicado oficial del Gobierno donde llama «Falklands» a las Islas Malvinas
Nadie se hace cargo del escándalo por Malvinas
Por Melisa Molina
La mención de las Islas Malvinas como «Falklands» en un comunicado oficial generó un escándalo mayúsculo, que tuvo repercusión entre los excombatientes, en la oposición y al interior del propio Gobierno. La canciller Diana Mondino, en un intento de defender lo indefendible, dijo en un mismo tweet que era falso que desde la Cancillería haya salido el comunicado y, a la vez, que estaban identificando «al responsable» para despedirlo. Sin tener datos certeros sobre el culpable, aseguró que esa persona estaba «guiada por la ideología de izquierda». Tras el papelón, el ministro de Defensa, Luis Petri, calificó al responsable como «un malnacido» al que van a echar y dijo que la palabra «Falklands» fue agregada en una «manipulación posterior», realizada por un organismo que depende de su cartera llamado Coordinación de Veteranos y Veteranas de la Guerra de Malvinas. Los opositores afirmaron que no se trató de un error, sino de «una entrega de soberanía». A pesar de la aparente indignación de algunos funcionarios libertarios, esta no es la primera muestra de claudicación del Gobierno Nacional en el reclamo por las islas.
Más allá de que el golpe fue derivado a Defensa, trabajadores de Cancillería aseguran que originalmente el comunicado fue realizado en la cartera dirigida por Mondino. Luego, el documento fue enviado al ministerio de Petri para su publicación y, tras el envío, la Cancillería se dio cuenta del error y lo arregló rápido. Sin embargo, no avisaron de la «equivocación» a todos los destinatarios y salió como salió. La circulación en redes lo hizo masivo.
“Queremos echar al responsable malnacido que cometió este acto malicioso porque no refleja las posiciones que venimos sosteniendo», dijo Petri sin mencionar quién es la persona que lo hizo. Desde Casa Rosada, en tanto, reafirman a la canciller en su puesto y resaltan: «Diana no tuvo nada que ver. Fue Defensa».
Un día de furia
«Mi equipo no ataja una y encima me hacen goles en contra», habría dicho Mondino enfurecida por los pasillos de la Cancillería, cuando el miércoles por la tarde las redes sociales se inundaron con capturas de pantalla del comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores en el que llamaban Falklands a las Malvinas.
La funcionaria está preocupada porque la semana pasada los diputados de Unión por la Patria pidieron formalmente un juicio político contra ella como respuesta a los acuerdos en torno a Malvinas anunciados por la Cancillería en un comunicado firmado el 24 de septiembre junto al secretario del Foreing Office inglés, David Lammy.
El diputado de UxP y excombatiente, Aldo Leiva, dijo en esa ocasión que el acuerdo firmado por Mondino «persigue fortalecer» la presencia del Reino Unido en las islas argentinas y «garantizar la logística que necesitan para los kelpers», además de afianzar la base militar de la OTAN y la utilización de los recursos naturales. «Desde que asumió en diciembre, Mondino ha favorecido, por acción y por omisión, los intereses de Gran Bretaña en el Atlántico Sur», denunciaron desde el bloque opositor.
Con el pedido de juicio político en sus espaldas, la Canciller se desesperó al enterarse del «error» en el comunicado que habían escrito desde su propio ministerio: «parece a propósito. Los diplomáticos no dejan de meterme en problemas y después joden con sus sueldos”, habría dicho iracunda a su equipo. Los dardos, en un comienzo, fueron en contra de Gerardo Díaz Bartolomé, un diplomático responsable de prensa, que habría dado el visto bueno para el envío del texto. Luego, las aguas se calmaron cuando apareció el ministerio de Defensa a llevarse la marca.
Petri al rescate
Petri aseguró este jueves que el texto original del Ministerio de Relaciones Exteriores que informaba sobre una reunión entre la canciller Mondino y Gilles Carbonier, vicepresidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), no tenía la palabra Falklands, sino que esta fue agregada en una manipulación posterior realizada por un organismo que depende de la cartera que dirige.
“Nosotros reivindicamos a los héroes de Malvinas, los hacemos marchar en los desfiles y reivindicamos la soberanía de las Islas Malvinas”, aseguró en una entrevista el ministro. Según informó, el texto original de Cancillería habría sido modificado por la Coordinación de Veteranos y Veteranas de la Guerra de Malvinas, una entidad que está bajo su órbita. En ese sentido, uno de los apuntados es el Coronel Jorge Zanella, responsable del organismo, aunque Petri evitó atribuirle la modificación del texto.
“Zanella pidió que se levante el mismo link que subió Cancillería, identificó una noticia relevante para las familias y veteranos de Malvinas”, explicó en referencia a la reanudación de las negociaciones del Tercer Plan del Proyecto Humanitario. Petri, además, comentó que pidió «la realización de un sumario porque hay una diferencia entre el texto que realiza Cancillería y el que se sube. No sólo respecto de la denominación de las Islas Malvinas (como Falklands), sino de todo el contenido, y esto no puede ocurrir”. «Estamos haciendo la investigación para caer contra el responsable y aplicarle las máximas sanciones», concluyó.
No fue la primera
Este agravio a la soberanía argentina de las islas Malvinas, sin embargo, no es el primero que hace el gobierno de La Libertad Avanza. En plena campaña electoral, la ahora canciller Mondino dijo en una entrevista con el periódico británico The Telegraph que “los derechos de los isleños serán respetados”. En su carrera hacia la presidencia, Milei confensó su fanatismo por la exprimera ministra del Reino Unido Margaret Thatcher. Hace tan solo unos meses, sentado en su despacho de Casa Rosada durante una entrevista con la BBC, reforzó sus elogios diciendo que «ella fue brillante». En esa ocasión, Milei también justificó la visita del canciller británico, David Cameron, a las islas y dijo que no le molestaba ni lo tomaba como una provocación «porque ese territorio hoy está en manos del Reino Unido. O sea, tiene todo el derecho de hacerlo». También señaló: “Nosotros no vamos a resignar nuestra soberanía, pero si no es el momento para discutirlo hoy, bueno, se discutirá en otro momento”.
Incluso, le abrió las puertas de la Casa de Gobierno a otro exprimer ministro inglés: Boris Johnson, quién no se cansó de repetir que las Malvinas pertenecen al Reino Unido, al punto de amenazar con enviar al Ejército inglés a las islas. Semanas atrás, Milei le dejó el balcón presidencial para que el político salude a un público inexistente.
En el último viaje que el Presidente y Mondino hicieron a Estados Unidos para participar de la asamblea de la ONU, la canciller se reunió, sin anuncio previo, con el Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, David Lammy, donde, según la Cancillería argentina, «avanzaron en una agenda amplia de temas que incluyen distintos aspectos vinculados al Atlántico Sur». Distintos excancilleres argentinos, en ese momento, salieron a cuestionar el accionar del gobierno y también lo hicieron agrupaciones de excombatientes. Todos acordaron que se trató de un debilitamiento, o hasta abandono, por el reclamo histórico de soberanía. Fue por ese motivo que el bloque de diputados de UxP decidió oficializar el pedido de juicio político contra ella hace una semana.
Petri reconoció que el error en el comunicado de las Islas Malvinas fue de Defensa
El Ministro de Defensa, Luis Petri, se pronunció sobre el reciente escándalo generado por un comunicado oficial que refería a las Malvinas como «Falklands», término utilizado por el Reino Unido.
Durante una entrevista en Radio Mitre, Petri afirmó que el texto salió de su cartera y que se está trabajando para identificar al responsable de esta «manipulación».
La controversia estalló el 22 de octubre, cuando el sitio oficial del Gobierno argentino, Argentina.gob.ar, publicó una nota sobre una reunión entre la canciller Diana Mondino y el vicepresidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Gilles Carbonnier, relacionada con la identificación de soldados argentinos caídos en Malvinas. A diferencia de la versión original, que no incluía la denominación inglesa, la publicación modificada sí lo hizo, lo que llevó a la aclaración de Mondino sobre la inexistencia de errores en el comunicado inicial.
Petri explicó que la Coordinación de Veteranos de Malvinas «pidió que se suba la nota, y allí se habría manipulado el contenido». El Ministro insistió en que este tipo de incidentes son inaceptables y reafirmó su compromiso con la defensa de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. «Queremos echar al responsable malnacido que cometió este acto malicioso», afirmó.
Para esclarecer los hechos, Petri anunció la apertura de un sumario que permitirá rastrear la modificación del texto. «El sistema registra quién ingresó y quién tuvo acceso a la modificación de la nota. Se va a saber», aseguró, dejando claro que se tomarán las máximas sanciones posibles contra el responsable.
En defensa de su estrategia económica, Caputo decidió postergar la negociación formal con el FMI para acordar un nuevo programa
Por Román Lejtman
Esta noche, Luis Caputo regresa a Buenos Aires después de haber explicado en Washington que no abrirá el cepo financiero a cambio de obtener un nuevo programa del Fondo Monetario Internacional (FMI). Caputo describió su hoja de ruta durante los encuentros que mantuvo con la directora Gerente Kristalina Georgieva y los inversores extranjeros que participaron de un cónclave a puertas cerradas organizado por el Banco Santander.
El ministro de Economía considera que una apertura anticipada del cepo puede afectar la estabilidad del plan de ajuste, y para evitar esta hipótesis de conflicto decidió postergar la negociación formal con el FMI y mover hacia la obtención de un REPO que le permita saldar las deudas pendientes en 2025.
El razonamiento de Caputo implica una lógica circular: si se levantara el cepo, habría una devaluación espontánea cuando se unifiquen los distintos mercados, y ese alineamiento causaría una corrida que no se podría contener por la escasez de dólares en el Banco Central.
Desde esta perspectiva, el ministro decidió mantener el status quo y postergar la negociación con el FMI por un nuevo programa. Caputo no quiere que le impongan metas que pueden afectar el plan y complicar el escenario político frente a las elecciones de medio término en la Argentina.
“Yo no vine a pedir plata, vine a que me escuchen”, aseguró Caputo en una de sus tantas reuniones en DC.
Con ese pragmatismo político, el jefe del Palacio de Hacienda significó que no tenía necesidad de entrar en el laberinto de una negociación con el Fondo, estableciendo así un punto de inflexión que deja atrás las experiencias que sufrieron desde Bernardo Grinspun (1983) a Sergio Massa (2022).
La estrategia de Caputo descoloca al staff del FMI: siempre esperaba que Argentina pidiera desembolsos y al final no cumpliera las metas. Ahora, el equipo económico explica que no descarta negociar un nuevo programa, pero sí ello significa reforzar las reservas del Banco Central sin afectar las bases del plan de ajuste.
El staff, Georgieva y Gita Gopinath -vicedirectora gerentes del FMI- no garantizan estos límites propuestos desde Economía, y el resultado fue concluir las reuniones, sacarse la foto de rigor y comentar lo obvio a los periodistas.
“Fue una muy buena reunión, estamos alineados con las prioridades del país”, dijo Georgieva cuando concluyó su encuentro con Caputo.
“La reunión salió muy bien”, señaló el ministro de Economía cuando se le preguntó sobre su encuentro con Gopinath y el staff del FMI.
Caputo tiene un eventual recurso financiero para pagar la deuda pública de principios de 2025, que evitaría forzar una negociación con el FMI en un período signado por las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Se trata de un REPO de 2.700 millones dólares que involucra -en principio- al Banco Santander y al JPMorgan.
Este REPO, que se anunciaría antes de fin de año, le permitiría al Palacio de Hacienda ganar tiempo para que la evolución del plan de ajuste aceleré la posibilidad de abrir el cepo sin causar un fuerte devaluación con impacto en la economía cotidiana.
-¿Qué va a pasar con el cepo?-, le preguntaron a Caputo durante la charla que ofreció ante los invitados especiales del Banco Santander.
-Vamos a salir del cepo. Pero es una cuestión de tiempo. No depende de nosotros, depende del mercado-, contestó el ministro.
Al margen de su estrategia de postergar en estos momentos una nueva negociación con el FMI, Caputo debate con el staff qué sucederá con las dos revisiones que aún están bajo la aprobación del staff y el board. Esas dos revisiones -que cierran el actual programa de Facilidades Extendidas- significan casi 1.000 millones de dólares en desembolsos, y el ministro cavila acerca de los pasos a seguir.
Caputo puede esperar la aprobación del directorio y sumar estos 1.000 millones de dólares a las reservas, o abrir finalmente la negociación con el FMI y en el eventual futuro programa agregar esos desembolsos que pertenecen al acuerdo que inició Mauricio Macri y ahora termina durante la gestión de Javier Milei.
El asunto formó parte de la agenda que trató el jefe del Palacio de Hacienda con la subdirectora Gopinath, pero en este viaje no tendrá un cierre definitivo. Caputo aguarda ahora que la burocracia del Fondo eleve al board los respectivos Staff Level Agreement (SLA) para cumplir el ciclo formal del acuerdo que termina a fin de año.
Lo más probable es que Argentina decida tomar los 1.000 millones de dólares y engrose las reservas del Banco Central.
-El cinco de noviembre hay elecciones en Estados Unidos. ¿Cambia la estrategia con el FMI si vence Donald Trump, a partir del vínculo personal y la sintonía ideológica que tiene con el presidente Milei?-, preguntó Infobae a un integrante clave de la comitiva oficial.
-No. Acá en Washington hay reglas de juego, al margen del nombre del futuro Presidente de los Estados Unidos. Sea Trump o Kamala Harris.
-Con Macri, Trump cambió las reglas de juego. El crédito que otorgó el FMI no estaba en los manuales.
-Fue un hecho excepcional. No creo que se repita.