Brasil irá a las urnas este domingo 6 de octubre para elegir alcaldes en más 5 mil ciudades y redefine un nuevo mapa político
Las apuestas de Lula y Bolsonaro de cara a unas municipales clave
Por Fernando Fuentes
Ya comenzó la cuenta atrás para el acontecimiento político más importante de Brasil, antes de las elecciones presidenciales de 2026. El próximo 6 de octubre, 153 millones de electores brasileños están llamados a las urnas para escoger a sus alcaldes y concejales en 5.569 ciudades del país. La segunda vuelta está fijada para el 27 de octubre, pero sólo en aquellos municipios con más de 200.000 electores, donde los candidatos a la alcaldía no alcancen la mayoría absoluta.
El resultado de las municipales ofrecerá, además, una fotografía de la correlación de fuerzas entre los dos grandes bloques que encabezan el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, de 78 años, y su gran rival y predecesor, Jair Bolsonaro, de 69. De hecho, los comicios se celebran exactamente dos años después de las últimas presidenciales, cuando el líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) consiguió su tercera victoria y el exmilitar de extrema derecha se convirtió en el primer mandatario desde la redemocratización de Brasil que no consiguió reelegirse.
Así, señala el diario El País, las municipales servirán al mismo tiempo para evaluar el desempeño de este tercer gobierno de Lula y también la fortaleza del movimiento que encabeza Bolsonaro, que va más allá de la sigla a la que se afilió para disputar las presidenciales, el Partido Liberal (PL). Para algunos politólogos, esta fecha tiene el mismo peso que las elecciones de medio mandato en Estados Unidos y sirve para evaluar la popularidad del presidente en el cargo, añade France 24.
También es un termómetro para medir el grado de polarización, que comenzó en la época de Dilma Rousseff y se agudizó con Bolsonaro. Una muestra de ello es que cerca de 300 candidatos han optado por adoptar el nombre de Lula o Bolsonaro en su campaña. “Lula de la Cachaça”, “Lula del Bien”, “Querida Bolsonaro” y “Negona de Bolsonaro” son algunos ejemplos, indica medio galo.
En medio de este escenario de polarización, Lula y Bolsonaro han estudiado minuciosamente el mapa de Brasil para escoger a sus candidatos o tejer alianzas en las principales ciudades. Un caso es Sao Paulo, donde el actual alcalde Ricardo Nunes, apoyado por el expresidente enfrentará al diputado federal Guilherme Boulos, considerado el delfín del petista.
Sin embargo, la misma polarización, que en 2018 consolidó a Bolsonaro en el poder, puede contribuir ahora al rechazo de los candidatos apoyados por Lula y su rival, apunta France 24. Una encuesta realizada a finales de julio por Datafolha analizó la influencia de estos padrinos políticos en las elecciones de Sao Paulo. Más de la mitad de los votantes (56%) reconoció que estaría dispuesta a cambiar su voto, si el candidato cuenta con el apoyo de un político al que rechaza. Otro estudio realizado por varias universidades federales revela que el 40% de los entrevistados rehusaría votar por un aliado de Lula. En el caso de Bolsonaro, el rechazo asciende al 49%.
Esta polarización ha abierto la puerta a nuevos rostros de la política. Es el caso de Pablo Marçal, un coach e influencer, que ganó notoriedad en 2022 cuando fue candidato a la presidencia. Su intención de voto crece como la espuma en las encuestas y ya representa una amenaza para los dos principales candidatos en Sao Paulo. Según Datafolha, Nunes tiene un 27% de intención de voto, seguido de Boulos, con 25%, y Marçal, que marca 21%.
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“Marçal representa un sentimiento aún más profundo en la sociedad brasileña, que no es sólo antisistema, como Bolsonaro, sino antipolítica (…) Es un outsider mucho más extremo”, explica el politólogo Eduardo Grin al sitio de noticias Agência Brasil.
Lula y PT aspiran a recuperar poder político local, que está en mínimos después de que en 2020 la formación política más sólida de Brasil sufriera la peor derrota de su historia en unas municipales. No conquistó ni una sola capital estatal y gobierna 182 ciudades, menos de la mitad de las que gestionaba dos décadas atrás.
En cuanto a Jair Bolsonaro, su hermano Renato y dos de sus hijos concurren a estas elecciones. Para ellos, el Partido Liberal ya ha invertido cerca de 498.000 dólares, según el diario O Estado de Sao Paulo. Se trata de sus hijos Jair Renan, que se presenta como candidato a concejal en Balneário Camboriú, en el estado de Santa Catarina, y de Carlos, que vuelve a postularse al municipio de Río de Janeiro. Su hermano Renato es candidato a la alcaldía de Registro, localidad de 60.000 habitantes en el estado de San Pablo, donde sus padres se trasladaron en los años 60.
Para estas municipales se inscribieron 463.000 candidatos, la cifra más baja desde 2012. Apenas 15.000 se presentan a las alcaldías, una cifra que no se veía desde 2004. Para el politólogo de la Universidad de Brasilia Robson Carvalho es “un síntoma de la crisis de la democracia”, porque en 214 municipios solo hay un candidato a alcalde.
Con todo, para Maurício Thuswohl, de la revista CartaCapital, estas municipales son un “duelo de padrinos”. “Lula y Bolsonaro miden fuerzas en las elecciones municipales, vistas como estratégicas para fortalecer las plataformas en 2026″, asegura.
Eleições 2024: Lula e Bolsonaro ainda são importantes “cabos eleitorais” no Brasil
Em diversas capitais brasileiras, a influência de Bolsonaro parece ter um impacto maior sobre o eleitorado. Esse fenômeno é constatado pela mais recente pesquisa da Quaest, que mostra um cenário em que Bolsonaro parece causar maior impacto do que Lula em 9 das 21 capitais brasileiras pesquisadas. O atual presidente continua a principal liderança em diversas cidades importantes.
Influência de Bolsonaro
Boa Vista, Campo Grande, Cuiabá, Curitiba, Manaus, Maceió, Porto Velho, Rio Branco e Rio de Janeiro são as cidades em que o ex-presidente mantém uma base de apoio maior do que a de Lula. Essa influência não é um fato isolado: em 2022, Bolsonaro também havia conquistado mais votos que Lula nessas mesmas capitais, no segundo turno da eleição presidencial.
Esse histórico reflete a continuidade da força política do ex-mandatário no Norte e no Centro-Oeste, além de grandes metrópoles como o Rio de Janeiro.
Os redutos de Lula
O cenário não é uniforme.
Lula mantém uma maior influência em três capitais do Nordeste: Recife, Fortaleza e Salvador, redutos onde o atual presidente tradicionalmente é forte. Nessas cidades, o lulismo ainda resiste, com o presidente liderando as preferências de parte significativa do eleitorado. Como nas últimas eleições, o Nordeste segue sendo uma das principais fortalezas políticas do PT, e esse padrão se mantém nas prévias para 2024.
Empate em algumas cidades
Em outras capitais, a disputa se revela mais acirrada, com um empate técnico entre as influências de Lula e Bolsonaro.
São os casos de Belém, Macapá, Belo Horizonte, Florianópolis, Aracaju, João Pessoa, Vitória, São Paulo e Porto Alegre, onde a disputa pelo apoio popular está dentro da margem de erro.
Um dos exemplos mais emblemáticos dessa disputa apertada é Florianópolis, onde o empate é no limite da margem de erro, evidenciando o quão instável pode ser o cenário eleitoral até a conclusão das eleições municipais.
A pesquisa também analisou a predisposição dos eleitores em apoiar candidatos desconhecidos indicados por Bolsonaro ou Lula.
Em cidades como Boa Vista, a influência do ex-presidente é notável, com 42% dos eleitores afirmando que poderiam votar em um candidato apoiado por Bolsonaro, enquanto apenas 15% fariam o mesmo por um indicado de Lula.
Em contrapartida, no Recife, 35% dos eleitores se dizem inclinados a apoiar um candidato indicado por Lula, em comparação com 14% para Bolsonaro.
Esses números mostram que, apesar da forte influência que ambos exercem sobre o eleitorado, a nacionalização das campanhas municipais tem limites.
Como observado por especialistas, o apoio de Lula ou Bolsonaro pode alavancar candidatos até certo ponto, mas outros fatores, como a avaliação da gestão local e as características pessoais dos candidatos, também pesam na decisão dos eleitores.
Os motivos que levam os eleitores a escolherem um candidato na disputa municipal são diferentes dos que influenciam as disputas federais, para os cargos de deputados e senadores.
As áreas em que Bolsonaro predomina
As regiões Norte e Centro-Oeste têm sido as áreas de maior vantagem para Bolsonaro.
Em Manaus, Rio Branco, Porto Velho e Boa Vista, Bolsonaro lidera com folga, o que reflete a forte influência do discurso conservador.
No Centro-Oeste, em cidades como Cuiabá e Campo Grande, o capitão da reserva do Exército brasileiro também aparece à frente de Lula, consolidando sua posição em regiões que tradicionalmente têm uma tendência mais alinhada à direita política.
Enquanto isso, no Nordeste, Lula ainda domina. Recife, Fortaleza e Salvador são exemplos claros de que, mesmo com o desgaste natural de um governo em andamento, o progressismo do atual presidente se mantém resiliente em sua base mais leal.
No entanto, o crescimento de Bolsonaro em cidades como Maceió revela que o ex-presidente está longe de ser irrelevante na região, ainda que o Nordeste, em geral, permaneça como um campo de disputa mais favorável ao PT.
Faltando menos de uma semana para o primeiro turno das eleições municipais, o cenário político se mostra desafiador para o Partido dos Trabalhadores (PT) e seus candidatos em diversas regiões do Brasil.
Um levantamento exclusivo realizado pelo Conexão Política, com base na análise de dados atualizados e devidamente registrados no Tribunal Superior Eleitoral (TSE), traz uma projeção com a média das intenções de voto apontada pelos principais institutos de pesquisa. Entre os institutos considerados estão AtlasIntel, Data ANF, Datafolha, DataTrends, FESPSP, Futura Inteligência, Gerp, Ipespe, Paraná Pesquisas, Quaest, Real Big Data, Simplex Consultoria, Veritá, Vox Brasil, entre outros.
Embora essas pesquisas não ofereçam uma previsão definitiva dos resultados, elas capturam o cenário eleitoral do momento em que foram realizadas, baseando-se nas metodologias de cada instituto. Segundo a média compilada, em várias regiões do país, alguns candidatos têm a possibilidade de vitória já no primeiro turno.
Ao todo, 13 candidatos apoiados pelo ex-presidente Jair Bolsonaro aparecem liderando em suas respectivas capitais, enquanto candidatos apoiados pelo presidente Lula lideram em três capitais, com chances de um deles terminar o primeiro turno em segundo lugar, devido à margem apertada. Já os candidatos independentes, sem apoio direto de Bolsonaro ou Lula, somam 10 líderes nas pesquisas.
Internamente, a situação preocupa o PT. O cenário desfavorável para o partido tem gerado queixas entre seus próprios quadros, especialmente em relação à baixa participação de Lula nas campanhas Brasil afora.
A insatisfação se agravou nesta semana, quando o presidente decidiu viajar ao México para acompanhar a posse da nova presidente, Claudia Sheinbaum, em vez de intensificar sua presença em eventos de apoio aos candidatos petistas. O petista já havia viajado para o exterior na última semana para participar da Assembleia Geral da Organização das Nações Unidas (ONU), em Nova Iorque, nos Estados Unidos.
As viagens internacionais de Lula, especialmente a última, geraram críticas entre líderes do PT que esperavam uma maior dedicação de Lula às campanhas locais, especialmente em cidades onde sua participação poderia ser decisiva. Interlocutores apontam que a ida do chefe do Executivo à ONU é até compreensível, mas que a viagem ao México na última semana do pleito eleitoral é um erro por parte do presidente.
Em um esforço de última hora, Lula fez um apelo nas redes sociais no domingo, 29 de setembro, pedindo votos para candidatos do PT. Em um vídeo, o presidente ressaltou a importância de eleger não apenas prefeitos, mas também vereadores alinhados com sua plataforma. “Dia 6 de outubro, além de votar em um bom prefeito ou prefeita, você precisa votar em um bom vereador. É dia de votar no 13. É dia de votar no PT. É dia de votar nos vereadores que mais trabalham por você”, afirmou.
Essa conjuntura reforça a percepção de que a falta de engajamento direto de Lula nas campanhas regionais pode custar caro ao PT, que já vinha enfrentando dificuldades em manter sua base eleitoral consolidada.
Por outro lado, Bolsonaro também não se engajou nas campanhas municipais de maneira direta e pessoal.
Em São Paulo, uma das prefeituras mais importantes do país, uma das principais críticas foi de que o presidente manifestou pouco apoio ao candidato apoiado por seu partido, o PL.
Em uma entrevista à rádio 96 FM, em Natal, chegou a afirmar que “havia fechado com Nunes (MDB), embora ele não fosse seu candidato dos sonhos.”
Na mesma ocasião fez elogios a Pablo Marçal, candidato do PRTB, com quem depois trocou insultos.
No meio político, sabe-se que o apoio a Nunes (MDB) foi uma negociação de Waldemar da Costa Neto, presidente do PL, partido que ocupa uma série de cargos importantes na prefeitura.
Outra crítica foi ao apoio do ex-presidente à candidatura de Ramagem. Após o sábado na relação com o ex-presidente após o escândalo denominado Abin Paralela, em julho deste ano, comenta-se que o Bolsonaro acabou comparecendo pouco à campanha.
No meio político, em teoria seriam os Flavio e Eduardo Bolsonaro que estariam trabalhando para manter o apoio do pai ao candidato do PL.
Esse quadro geral reflete um cenário político dividido e em constante transformação, no qual tanto Lula quanto Bolsonaro continuam exercendo grande influência, mas ainda há muito em jogo.
Ambos, porém, revelaram participação menor do que em disputas anteriores.
O desfecho das eleições municipais em 2024 será, sem dúvida, um termômetro da capacidade de candidatos às prefeituras locais de conquistar eleitores independentemente do apoio de um ou de outro.
