Brasil | Tras el bloqueo de X, la red social de Elon Musk lanzó una cuenta para atacar al juez de Moraes

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Tras el bloqueo de X en Brasil, la red social lanzó una cuenta propia para acusar al juez De Moraes de violar la Constitución

El propietario de la red social X, Elon Musk, presentó una cuenta creada por su organización para acusar al juez brasileño Alexandre de Moraes de violar la Constitución del país al ordenar la suspensión de las funciones de la plataforma por fomentar la desinformación y negarse a designar a un administrador, como exige la ley nacional.

La cuenta @alexandrefiles, verificada y acompañada del logotipo que distingue a las cuentas propias de X, publicó una imagen de una supuesta orden del Tribunal Supremo de Brasil que exige al “administrador” el bloqueo de siete cuentas y suspender la monetización que facilita X a los usuarios que paguen una cuota mensual.

La página acompaña este documento con un extracto de la Constitución federal, concretamente sus artículos 5 y 220 que defienden “la libertad de expresión y de pensamiento, independientes de toda censura”.

“Hoy comenzamos a arrojar luz sobre los abusos de la ley brasileña cometidos por Alexandre de Moraes”, señala la cuenta en su mensaje de presentación. “Nos hemos visto obligados a compartir estas órdenes porque no hay transparencia por parte del tribunal y las personas que están siendo censuradas no tienen ningún recurso para apelar”.

“Nuestras propias apelaciones han sido ignoradas y ahora al pueblo de Brasil se le niega el acceso a X (…) La justicia secreta no es justicia en absoluto. Hoy, decimos que eso debe cambiar”, agrega.

Denuncio la decisión de bloquear a Starlink como ilegal y que castigaría indebidamente a otros accionistas, así como a los brasileños comunes”, afirmó Musk en una publicación en X. Además, señaló que la orden fue emitida sin el debido proceso y en secreto, lo que, según él, representa un abuso de poder por parte del magistrado.

Los mensajes han sido recogidos por Musk en su cuenta personal, donde ha animado a sus seguidores a sumarse a la recién creada página para satisfacer su curiosidad “sobre las malvadas acciones del Voldemort brasileño”, el apelativo sacado del nombre del villano de los libros juveniles de ‘Harry Potter’ que el magnate sudafricano ha empleado para describir al magistrado.

El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su preocupación por las decisiones de Musk y criticó el cierre de la filial de X en Brasil. Según las autoridades brasileñas, la postura de Moraes y del STF es una respuesta necesaria para combatir la desinformación y garantizar la integridad del sistema democrático del país.

Cinco jueces del Supremo Tribunal de Brasil votarán el lunes si confirman o rechazan la decisión de bloquear X

Una sala de cinco miembros del Supremo Tribunal Federal de Brasil votará el lunes si confirma la decisión del juez Alexandre de Moraes de cerrar la plataforma de medios sociales X en el país.

Moraes, a quien el propietario de X, Elon Musk, ha tachado de “dictador”, ha convocado una sesión virtual de la primera sala del tribunal -de la que es miembro- para que sus pares puedan revisar su decisión.

El máximo tribunal brasileño tiene 11 jueces repartidos en dos salas de cinco miembros cada una, sin incluir al presidente. Pueden votar para mantener o rechazar las decisiones de un solo juez.

Los jueces Carmen Lucia, Luiz Fux, Cristiano Zanin y Flavio Dino forman parte de la primera sala junto a Moraes.

X dejó de funcionar en Brasil, uno de sus mayores mercados, en la madrugada del sábado por decisión de Moraes, que mantiene desde hace meses una disputa con Musk.

La popular red social no cumplió el jueves por la noche el plazo impuesto por un tribunal para nombrar a un representante legal en Brasil, tal y como exige la legislación local, lo que desencadenó la suspensión.

La disputa sobre X tiene su origen en una orden de Moraes de principios de este año que exigía a la plataforma bloquear cuentas implicadas en investigaciones sobre presunta desinformación y odio.

Musk ha argumentado que Moraes intentaba imponer una censura injustificada y cerró la oficina de X en Brasil en agosto, sin nombrar a un nuevo representante. El juez ha insistido en que las redes sociales necesitan regulaciones sobre la incitación al odio.

La última decisión de Moraes fue respaldada por el presidente del Supremo Tribunal Federal, Luis Roberto Barroso.

“Una empresa que se niega a nombrar un representante legal en Brasil no puede operar en territorio brasileño”, dijo Barroso en una entrevista con el diario Folha de S.Paulo publicada el domingo.

El bloqueo de la red social X en Brasil generó divisiones entre usuarios y políticos en torno a la legitimidad de la prohibición, y muchos brasileños tuvieron dificultades y dudas el sábado para hacer uso de otras redes sociales en su lugar.

El cierre de la plataforma de Elon Musk inició el sábado, con lo que quedó inaccesible en gran medida en internet y en aplicaciones móviles.

“Tengo la sensación de no tener ni idea de lo que acontece en el mundo ahora mismo. Es extraño”, escribió en Threads Chico Barney, redactor de espectáculos y usuario asiduo de X. Threads es una aplicación basada en texto desarrollada por Instagram que Barney está utilizando mientras se reactiva X. “Este algoritmo de Threads es como un restaurante en el que uno puede comer todo lo que quiera y en el que el mesero sigue sirviendo cosas que yo jamás pediría”.

Bluesky, una red social lanzada el año pasado para competir con X y otras redes sociales más conocidas, ha experimentado un gran auge de usuarios brasileños en los últimos dos días. La empresa dijo el viernes que se le han sumado unos 200.000 usuarios nuevos de Brasil durante ese tiempo, y que el número “sigue creciendo minuto a minuto”. Los usuarios brasileños también están estableciendo récords en actividades como seguir a otros usuarios y dar “me gusta”, señaló Bluesky.

Quienes ya usaban otras redes sociales les dieron la bienvenida a los nuevos usuarios brasileños. “Hola literalmente a todo Brasil”, escribió un usuario en Threads. “Aquí somos mucho más amables que en Twitter”, la versión previa de X, escribió otro.

La migración de una plataforma a otra no es algo nuevo para los brasileños. La red social Orkut fue muy popular entre ellos, y cuando desapareció, no dudaron en migrar a otras redes.

X no es tan popular en Brasil como Facebook, Instagram, YouTube o TikTok. Sin embargo, sigue siendo una red social importante para los brasileños, en la cual participan en debates políticos, y es muy influyente entre políticos, periodistas y otros forjadores de opinión.

En ella también comparten su sentido del humor. Muchos de los memes más famosos del país se originaron en publicaciones en X antes de viralizarse a otras redes sociales. La semana pasada, por ejemplo, los brasileños colaboraron en la creación de un absurdo guion para una telenovela ficticia, con un tema musical creado con herramientas de inteligencia artificial.

Artistas pop y sus seguidores también se vieron afectados luego de que X se volviera inaccesible desde Brasil.

“¡¡¡Esperen… muchas de mis páginas de fans son brasileñas!!! ¡¡¡Vuelvan, esperen!!!”, escribió la rapera estadounidense Cardi B el viernes en X. Una cuenta de fans dedicada al actor Timothée Chalamet, la cual opera bajo el handle TimotheeUpdates, informó que dejaría de actualizar su contenido temporalmente, ya que todos sus administradores son brasileños.

La Orden de Abogados de Brasil dijo el viernes en un comunicado que le pediría al Supremo Tribunal Federal que revisara las multas impuestas a todos los ciudadanos que utilicen una VPN u otros medios para acceder a X sin el debido proceso. La Orden de Abogados argumentó que las sanciones nunca deben imponerse sumariamente antes de asegurar que haya un proceso jurídico y el derecho a la defensa.

“He utilizado mucho las VPN en países autoritarios como China para seguir accediendo a sitios de noticias y redes sociales”, dijo Maurício Santoro, catedrático de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, en la plataforma antes de que cerrara. “Nunca se me ocurrió que este tipo de herramienta se prohibiría en Brasil. Es distópico”.

Infobae

 

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