Argentina | Tras denuncias y allanamientos, el Gobierno anuncia la entrega de los alimentos que mantenía retenidos

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Tras el escándalo en Capital Humano, comenzará operativo para la entrega de alimentos a la Fundación CONIN

El Ministerio de Capital Humano, dirigido por Sandra Pettovello, informó cómo será el operativo de distribución de alimentos ubicados en los depósitos de Villa Martelli y Tafí Viejo, que comenzará este martes.

En línea con eso, se firmó un convenio con la Fundación CONIN para que, por medio de sus 64 centros de distribución, comedores y merenderos, facilite la provisión de más de 465 mil kilos de leche en polvo para los sectores más vulnerables.

Según se estimó, la entrega de la mercadería se extenderá por dos semanas, «teniendo en cuenta las fechas de vencimiento de los productos». Los camiones del Ejército comenzaron a llegar esta tarde a los galpones de Villa Martelli, según informaron en C5N.

Además, el operativo contará con la colaboración del Ejército Argentino y el Ministerio de Defensa para «garantizar una logística rápida, eficiente y sin intermediarios».

Asimismo, CONIN deberá, mediante la presentación de informes, los avances periódicos y en un informe final, certificar el efectivo empleo de los alimentos por parte de los comedores.

Escándalo por los alimentos en Capital Humano: el Gobierno oficializó la salida de los funcionarios que estaban en el área a cargo de de la Torre

En medio del escándalo de los alimentos, el Gobierno oficializó este lunes la salida de los funcionarios que estaban en el área a cargo de Pablo de la Torre, en el ministerio de Capital Humano que encabeza Sandra Pettovello. Los agentes en cuestión son Héctor Nicolás Calvente, María Lucía Raskovsky, Fernando de la Cruz Molina Pico, Esteban María Bosch, cuyo cese en la prestación de tareas se concretó a través del Boletín Oficial.

En tanto, el presidente Javier Milei salió a dar un fuerte respaldo a Pettovello. En paralelo, la ministra de Capital Humano denunció amenazas por los cambios en el manejo de la ayuda social.

Ámbito


Los ministros de Desarrollo Social provinciales también le reclaman a Pettovello

Ocho ministros de Desarrollo Social provinciales le reclamaron al ministerio de Capital Humano que convoque al Consejo Federal de Ministros de Desarrollo Social (CoFeDeSo) para confeccionar “un ágil cronograma de la entrega de los alimentos próximos a vencer”. El reclamo fue formulado mientras la ministra Sandra Pettovello se encamina a distribuirlos, por medio del ejército, a la Fundación Cooperadora de la Nutrición Infantil, de Abel Pascual Albino, un médico pediatra conocido por sus opiniones medievales. Entre otras declaraciones que hicieron historia, Albino ha asegurado como que la desnutrición infantil “es una enfermedad cultural propia de sitios en los que el acto sexual se lleva a cabo compulsivamente”.

Los ministros pusieron en evidencia que Pettovello está teniendo cero coordinación con ellos. “Nos ponemos a disposición de colaborar y abrir un canal de conversación para tener un intercambio institucional más fluido”, plantearon en un comunicado.

La movida sumó desde al ministro bonaerense, Andrés Larroque, al de La Rioja, Alfredo Menem, que es primo segundo del titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, pero está parado en la vereda de enfrente a la principal espada de Milei en el Congreso porque integra el gabinete del gobernador Ricardo Quintela. También firmaron pedido los ministros de Jujuy, Formosa, Misiones, Santiago del Estero, La Pampa y Tierra del Fuego.

Además de reclamar coordinación en la entrega de alimentos, los ministros advirtieron que el ministerio de Capital Humano no está planificando la distribución de kits de invierno para que las personas en situación de calle hagan frente a las bajas temperaturas (la semana pasada ya hubo un muerto por el frío).

Se quejaron, además, por el desfinanciamiento de otros programas: el de Primera Infancia, así como el plan Mi Pieza, y Mi baño, que eran parte de la urbanización de los barrios populares. Y facturaron a la ministra que no haya mandado a las provincias las camionetas destinadas a tareas de asistencia social que fueron compradas por el gobierno anterior.

En este sentido, el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, brindó una conferencia de prensa en la que dijo que es «muy extraño que estando en el mes de junio no haya tenido contacto con Sandra Pettovello», y que «la máquina de postergar sigue en marcha y tenemos casi medio año de gestión».

A su vez, Alfredo Menem agregó desde La Rioja que «la situación social está mal». «Este es un gobierno de improvisados, que no tiene equipo ni gestión, que deja vencer 8 mil toneladas de alimentos en una Argentina donde todos los días se están retirando industrias de las provincias y despidiendo trabajadores de los comercios, porque no hay consumo, y de la construcción porque la obra pública está parada». El ministro contó que en su provincia 250 comedores y merenderos están cerrados debido a que la Nación dejó de mandarles alimentos.

El ministro aseguró que su primo tampoco hace nada por abrir el diálogo. «Tenemos despedidos todos los días y no podemos darles contención. (El gobierno nacional) no nos atiende, no tenemos fondos no coparticipables, no tenemos los fondos para la obra pública, no tenemos fondos de compensación docente, no tenemos absolutamente nada y la verdad que es desesperante. Esto tiene que explotar porque es un gobierno ausente que ha deshumanizando la política generando malestar y zozobra».

Otro de los ministros que salieron a hablar fue el misionero Fernando Meza. «Firmamos un comunicado con mucha humildad pero también con la firme convicción de que podemos ser de mucha utilidad para la correcta y ágil distribución de estos alimentos», dijo en declaraciones radiales.

Meza señaló que Pettovello no les habla. «A principios de diciembre del 2023 los ministros participamos en una reunión de Desarrollo Social para hacer una transición ordenada”, pero «de la ministra de Capital Humano no recibimos ninguna respuesta. Hemos solicitado en varias oportunidades poder conversar». El funcionario aclaró que quien sí los recibió fue Pablo De la Torre, desplazado por Pettovello el viernes pasado como chivo expiatorio por la no distribución de los alimentos comprados por el gobierno anterior y retenidos en los depósitos de Desarrollo Social.

«No se debe perder esta mercadería, sería casi un sacrilegio habiendo tantas necesidades. Hay una asistencia endeble y esto se sumaría a una seguidilla de sinsabores. Hay muchas familias que están a la espera de estos recursos».

Página 12


Ollas vacías como política de Estado

El conflicto por los alimentos de los comedores de las organizaciones sociales plantea naturalmente una pregunta: ya que la decisión de la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello es no dar comida a las organizaciones porque -dice- “son intermediarias” ¿ha compensado por otras vías lo que no entregó a los movimientos? Es importante poner el tema en claro, porque en los casi seis meses de gestión, el gobierno mileísta ha generado tres millones de nuevos indigentes, situación que no tiene trazas de mejorar en el corto plazo.

La respuesta es que no: ni a través de la Tarjeta Alimentar, ni con la asistencia que mandó a las iglesias, ni mucho menos con los comedores escolares, ha compensado lo no distribuido a los movimientos sociales. Eso es lo que muestran los datos oficiales del Presupuesto Abierto, la Anses y el Indec.

La Tarjeta Alimentar

Es la política de asistencia no cuestionada por la administración mileísta.

Consiste en transferencias directas a los titulares. El padrón de quienes la reciben está confeccionado en base a un criterio igualitario (es el de la Asignación Universal por Hijo) y nadie puede modificar sus altas o bajas. Es decir, se trata de una buena vía para mandar más asistencia alimentaria directa si lo que se quiere es “eliminar a los intermediarios”. (La Tarjeta tiene su punto flojo, ya que inyecta recursos a los formadores de precios en lugar de promover el desarrollo de la soberanía alimentaria, pero ese no es tema de esta nota).

El punto es que en la gestión de Milei los titulares de la Tarjeta Alimentar están accediendo a menos comida. Si bien su monto fue mejorado en diciembre, enero y marzo, el encarecimiento de los alimentos licuó su poder adquisitivo.

En el cuadro se considera el caso de una madre de hasta 29 años con un niño, que es el más extendido, ya que la mayoría de las titulares de la Tarjeta Alimentar tienen sólo un hijo.

La línea inferior muestra para cuánto alcanzó la Tarjeta Alimentar en relación a la canasta alimentaria: como se ve, alcanza a comprar un cuarto de la comida necesaria para sobrevivir.

Si a la Tarjeta Alimentar se suma la AUH (línea superior), el poder adquisitivo es de media canasta de indigencia.

Aunque el gobierno duplicó el monto de la AUH en enero, fecha en la que además mejoró en un 50 por ciento el monto de la Tarjeta Alimentar, y luego dió otros dos aumentos, el aumento en los precios de los alimentos licuaron cada una de las mejoras.

En resumen, el ministerio de Capital Humano no aumentó la asistencia alimentaria directa.

El rol de los comedores comunitarios

Si los titulares de la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta llegan a cubrir con estos ingresos la mitad de la Canasta de Indigencia, el dato a remarcar es que, aunque muy valiosa, esta política no alcanza para garantizar el acceso a la comida, ni siquiera en la cantidad mínima que el Indec establece como necesaria para mantener la salud. ¿Por qué hay que plantearlo? Para no olvidar que las familias que la reciben la Tarjeta Alimentar (y la AUH) necesitan, además, de los comedores comunitarios.

Otro punto es el universo que cubre la tarjeta. El gobierno libertario no ha ampliado el conjunto de sus destinatarios, cosa que podría haber hecho elevando el rango de edad de los niños que la reciben (que hoy llega hasta los 14 años) o incluyendo a otros sectores (adolescentes, jóvenes sin ingresos, adultos mayores con jubilación mínima o pensionados). En otras palabras, su cobertura no es universal sino limitada. Sus últimas ampliaciones fueron realizadas por el gobierno anterior en mayo de 2021 (cuando de cubrir a los niños de hasta 6 años pasó a 14) y en junio de 2023 (cuando la extendió a los hijos de los trabajadores golondrina).

Lo que sí se modificó de diciembre a hoy es el número de personas en la indigencia: pasaron de 5 a 8 millones (según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, el índice de indigencia llegó al 18% en el mes de febrero).

La Tarjeta tiene 3 millones ochocientos mil beneficiarios.

Para llegar a todos los indigentes, Capital Humano debería duplicarla (y aún así se quedaría corto).

Los comedores escolares

El tercer gran canal que tiene el estado para hacer llegar alimentos a la población en épocas de emergencia son los comedores escolares. El gobierno nacional, históricamente, destina una partida de su presupuesto a reforzar al Servicio Alimentario Escolar (que depende de las gobernaciones).

En lo que va del año, del presupuesto nacional destinado a los comedores escolares el gobierno ejecutó apenas el 10 por ciento.

El dato surge de la página Presupuesto Abierto, sitio en el que el estado publica la ejecución presupuestaria. La Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), que viene haciendo un seguimiento diario del uso de los fondos destinados a la educación, advirtió además que de este monto devengado lo pagado fue cero. Al igual que lo que viene haciendo con el Fondo Nacional de Incentivo Docente, un complemento de los sueldos docentes, el ministerio de Economía se niega a darle a los comedores escolares recursos que tienen asignados.

En abril, el ministerio de Capital Humano pasó este programa de la Secretaría de Niñez y Adolescencia a la Secretaría de Educación. Es decir, le quitó su manejo al despedido Pablo De la Torre (chivo expiatorio de Pettovello por la no distribución de los alimentos retenidos en los depósitos de Desarrollo Social) para dejarlo a cargo de la secretaría de Educación, que fue la que empezó a darle un uso, a todas luces insuficiente, del presupuesto de los comedores escolares.

En síntesis, Capital Humano tampoco está garantizando el acceso a la alimentación de los niños que concurren a las escuelas públicas.

Un panorama distópico

El recorte a los comedores y merenderos comunitarios (es decir de las organizaciones sociales, religiosas y ongs) fue del 42 por ciento. Si le sumamos que las transferencias directas (Tarjeta Alimentar y AUH) no tuvieron mejoras reales y que de los fondos destinados a comedores escolares sólo se ejecutó un 10 por ciento, la conclusión sólo puede ser una: el ministerio de Capital Humano no está solucionando supuestos problemas de corrupción cometidos por los “intermediarios” sino haciendo pasar hambre a la población.

Los efectos de la gestión se ven sin necesidad de buscar confirmaciones en el Indec: están a simple vista en la calle, donde miles de personas se ven empujadas a resolver sus comidas revolviendo la basura. Esa es la advertencia que viene realizando la iglesia (que sí continuó recibiendo envíos de alimentos del gobierno, pero sabe que no se puede prescindir de la capilaridad desarrollada en los territorios por los movimientos sociales) y que vienen denunciando, también, los dirigentes de la Confederación de Trabajadores de la Educación, que ven cómo los chicos, que comen peor en las escuelas, carecen de la vianda que antes buscaban en el comedor barrial. El panorama es distópico si se considera que el invierno está puerta y la economía -y con ella el trabajo y los ingresos- en abierta recesión.

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