México tendrá presidenta – Por Matías Caciabue y Paula Giménez

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México tendrá presidenta

Por Matías Caciabue y Paula Giménez

El próximo domingo 2 de junio el gigante azteca llevará adelante unas elecciones de inmensas proporciones, con 99 millones de mexicanos y mexicanas inscriptos en el padrón electoral. Particularmente esta vez, y de acuerdo con lo que señalan las encuestas, el país se apresta para elegir una presidenta, entre dos candidatas que se disputan el cargo: Xóchitl Galvez, por la Coalición Fuerza y Corazón y Claudia Sheinbaum, candidata por la coalición Sigamos haciendo Historia, entre quienes se definirá la continuidad o la ruptura del proyecto lopezobradorista.

También en esta oportunidad se elegirán 20.375 cargos federales, 500 escaños de la Cámara de Diputados y 128 del Senado, así como nueve gobiernos estatales.

Según datos de la encuestadora Mitofsky entre el 3 y el 6 de mayo, Sheinbaum, la candidata de AMLO, lidera las preferencias electorales con un 48,9%, a quien le sigue Xóchitl Gálvez con un 28,1% y tercero se encuentra Álvarez Máynez con el 10,3%. Luego del último debate presidencial, realizado el 19 de mayo, las encuestas continuaron dándole una ventaja de alrededor de 20 puntos a Claudia Sheinbaum. La amplia diferencia entre ambas candidatas se  ha sostenido durante los meses que duró la campaña, por lo que son grandes las posibilidades de que sea Sheinbaum quien se cruce la banda presidencial el próximo octubre, para cuando está pautado el traspaso de mando.

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El último debate estuvo signado sin embargo por temas que representan grandes desafíos para el próximo gobierno como la seguridad, la migración y el narcotráfico. Problemas que encuentran terreno fértil para reproducirse a lo largo de los 3.200 kilómetros de la caliente frontera que México comparte con EEUU.

Sheinbaum se convirtió, en el 2018, en la primera mujer en ser electa como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. De aquella gestión ostenta buenas cifras respecto del manejo de la seguridad en este distrito, donde disminuyó los delitos de alto impacto en 60% y los homicidios dolosos en 50%. Durante el debate, la candidata de Sigamos haciendo historia, también logró exponer de manera clara el paradigma que rige su política de seguridad vinculado a combatir la impunidad, en oposición a la “guerra contra el narco”, impuesta por gobiernos anteriores y exigida por sus adversarios. “Guerra quiere decir permiso para matar”, ha observado la candidata en varias oportunidades. “Ahora la política es la construcción de la paz”, afirmó en el debate.

La campaña electoral no ha estado exenta, sin embargo, de la violencia que amenaza al país. Según Integralia Consultores, desde septiembre de 2023 al 1 de mayo de 2024 se han registrado 560 víctimas de violencia política, lo que representa un promedio de 2.3 ataques diarios, en manos de la maquinaria de los grupos narcos que intentan condicionar, particularmente en los gobiernos locales, la voluntad de las y los referentes políticos en una batalla por el control de los territorios, como trasfondo de un problema por el que EE.UU. -mayor consumidor de sustancias y proveedor de armas de fuego- suele hostigar a los países ubicados al sur de su frontera.

El proyecto Lopezobradorista, ha sacado a más de 5 millones de personas de la pobreza, ha promovido el aumento del salario mínimo e implementado una pensión universal que alcanza a 12 millones de adultos mayores. Así también garantizó un crecimiento económico del 3% a pesar de la Pandemia y mantiene estable y sólido al peso mexicano respecto del dólar.

En la plataforma de Sheinbaum, como seguimiento del proyecto de AMLO, se promete la profundización de las políticas sociales, impulsar una reforma del poder judicial y ampliar la presencia en el territorio de la Guardia Nacional, para combatir la inseguridad. Además plantea la consolidación  de proyectos de comunicaciones e infraestructura considerados como estratégicos para la llamada Cuarta Transformación (4T): El aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas, el Tren Maya, Mexicana de Aviación y el Tren Interocéanico. En materia migratoria, la candidata oficialista, diagnostica la necesidad de atacar el problema de raíz, para evitar la expulsión de sus compatriotas, principalmente hacia EE.UU.

 

Por su parte, Xóchitl Galvez como representante de la Coalición Fuerza y Corazón, integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), promete mejorar los programas sociales, anunció la pensión para adultos mayores a partir de los 60 años y una beca universal para niños y jóvenes. También abordó a lo largo de sus campaña y en particular en el último debate los ejes centrales en esta elección como son migración y seguridad. Propuso una nueva estrategia de seguridad definiéndose como una presidenta con carácter para enfrentar a los delincuentes. Sobre migración Gálvez señaló que México tiene potencial para sostener vínculos con América del Norte y América del Sur, denunció que la migración es gerenciada por el crimen organizado y  cerró su intervención diciendo: «¡Voy a meter orden en la frontera sur!».

¿Qué se juega la región?

Según el medio Statista, México se ubica junto con Brasil como las mayores economías de América Latina y el Caribe, según el producto interno bruto (PIB) registrado en 2023.

En términos comerciales México fue noticia en el mes de febrero ya que fue la primera vez en 20 años que EE.UU. le compró más a México que a China. Es decir que, en 2023, se convirtió en el país al que EE.UU compró más bienes y servicios superando así a China. En relación a los vínculos de México con China, la balanza comercial ha sido negativa en los últimos 30 años, producto de un bajo nivel de exportaciones de tipo primario y un elevado nivel de importaciones. Sin embargo, las empresas chinas con presencia internacional establecidas en México se destacan en los sectores de logística y distribución, telecomunicaciones, servicios financieros, automotriz, electrónico, de autopartes, insumos médicos y manufactura, por mencionar algunos.

En vínculos con ambos centros de poder (China y EE..UU.) que se encuentran en la disputa por las riquezas del mundo, México se configura como un actor central en la región para abonar al despliegue y poder de fuego económico de uno u otro proyecto en América Latina.

Aunque no se encuentra entre los principales temas que preocupa al electorado, ambas candidatas manifestaron en el último debate sus propuestas sobre la política exterior de México. Galvez, por su parte, valoró como “un desastre” la política exterior actual. Dijo que los pilares de su política externa serán “el respeto a los derechos humanos, la libertades y protección a los migrantes” y aunque dijo querer a los pueblos de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Rusia, anunció que no invitaría a sus ejércitos a desfilar en México. También dijo que por su posición geográfica, México aprovecharía los lazos internacionales para crecer.

Mientras tanto, Sheinbaum envió en primer lugar un saludo a las y los mexicanos que se encuentran en el exterior (30 millones residen en EE.UU.), a quienes agradeció por las remesas enviadas. Anunció que se acabó la sumisión en materia de política exterior y reivindicó que la actual gestión en esa materia enorgullece al país, ya que permite un trato de igual a igual con otros países, condena los golpes de Estado, defiende la soberanía y procura la paz. Además prometió fortalecer la relación con EE.UU. y Canadá sin perder de vista que “el sur también existe”, manteniendo y fortaleciendo las relaciones con América Latina y el Caribe y la CELAC, como organismo de integración.

Los detractores de AMLO exigen mayor presencia de México en organismos multilaterales. Sin embargo para los proyectos populares ha sido central el lugar que AMLO se hizo como articulador del diálogo entre los países progresistas de la región, así como un defensor de sus referentes. Recordemos el papel que jugó el presidente al intervenir en la salida de Evo Morales de Bolivia, cuando comenzaba a desplegarse el golpe de Estado en 2019 y el asilo que la embajada mexicana otorgó a Jorge Glass, ex vicepresidente ecuatoriano, perseguido políticamente por la justicia de ese país. Un evento que desencadenó este año en un escándalo diplomático cuando Ecuador decidió irrumpir en la embajada mexicana en Quito, para apresar al ex gobernante, violando principios básicos del derecho internacional.

Durante el período que gobernó el país (2018-2024), Morena logró posicionarse como la primera fuerza política haciéndose de la mayoría parlamentaria en el Congreso en 2018. Actualmente gobierna 21 de los 32 estados que conforman el país. En 2023, logró arrebatar al PRI el bastión electoral que gobernó de manera ininterrumpida por 94 años, cuando Delfina Gómez ganó la gobernación del Estado México. El PRI hegemonizó el poder en México tanto a nivel nacional como local durante 70 años. Retornó al poder entre 2012 y 2018, cuando López Obrador ganó las elecciones.

Ahora, ante una inminente victoria de Sheinbaum, le queda a la coalición que integra el PRI, aspirar como segunda fuerza a lograr un buen desempeño en el parlamento y una victoria en la Ciudad de México donde parece posible.

La consigna “es tiempo de mujeres”, anuncia que se aproxima una era en la que México será gobernado por una mujer, en un contexto en el que el feminismo forma parte de las vanguardias en América Latina y el mundo. Pero, evidentemente, no será lo mismo una u otra mujer. Desde el humanismo de la 4T, Sheinbaum ha llamado a un “feminismo social”, donde atender las causas estructurales de la violencia y las desigualdades. Por su parte, Gálvez propone “romper el techo de cristal” mientras que en 2023 se negó a pronunciarse a favor del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, tal como lo había hecho años anteriores. Ambas candidatas contienen en sus propuestas ejes que se vinculan con la violencia hacia las mujeres, sin embargo es claro que la mera condición de mujer no garantizará un gobierno con perspectiva popular, incluso en temas vinculados al feminismo, sino que tendrá que disputarse también en las calles y haciendo frente a los intereses que contra pondrán la mirada de la futura presidenta de México. Un rol que deberá ocupar el movimiento feminista.

Por lo pronto, se espera que una victoria de la coalición Sigamos haciendo Historia, además de encumbrar los valores del ala popular de un movimiento capaz de cuestionar viejas estructuras y transversalizar discusiones, traiga continuidad para un proyecto político en la región, que deberá continuar trabajando en ejes centrales para el país Azteca, como la distribución de la riqueza, la  problemática de la migración y la violencia política, además de continuar articulando los espacios necesarios para hacer frente a una nueva avanzada en la región de un modelo de liberalización económica y conservadurismo político que solo ofrece mayor pobreza y desempleo en favor de la concentración de riqueza y un extractivismo salvaje.

El Destape

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