Los autos chinos inundan el mercado latinoamericano

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Los autos chinos inundan el mercado latinoamericano

La industria china del automóvil tiene números récord de exportación en los últimos años, y de entre todos los mercados, Latinoamérica tiene un lugar especial y clave. Mientras Chile destaca por la cuota de mercado de diversas marcas, en Brasil llegan las fábricas e inversiones para levantar nuevas líneas de producción. Sin embargo, en Europa también se levantar las alertas por las subvenciones «excesivas» a los autos eléctricos.

La “inundación” de productos chinos abarca de todo: Desde el acero, pasando por la tecnología y también, los vehículos. Mes a mes, las unidades provenientes del gigante asiático llegan a los puertos tanto de Chile como en países vecinos y se logran posicionar al nivel de marcas europeas, estadounidenses o japonesas.

En 2023, China marcó un récord de exportación de vehículos: Vendió casi 5 millones de unidades al extranjero, más del doble que hace dos años.

Y entre esta explosión de productos de autos (tanto a combustión como eléctricos e híbridos), la industria de aquél país mira hacia el mercado latinoamericano como uno de los sectores claves a nivel global.

Chile con gran cantidad de vehículos chinos

Según datos de la plataforma especializada Nyvus, citados por Agencia EFE, los países alrededor del océano Pacífico son de los principales mercados para los autos chinos, y de entre todos los casos destaca Chile.

En suelo nacional, las marcas chinas alcanzaron una cuota de mercado del 33,5% en el sector automotor durante 2022, cayendo a 28,4% a fines de octubre de 2023.

Sin embargo, marcas como Chery llevan desde 2007 en el país, siendo esta pionera en el desembarco de Great Wall. A la vez, la productora de los modelos “Tiggo” cuenta con una línea especial de vehículos para el país, pero no cuenta con una fábrica propia en Chile.

Según EFE, “gran parte de su éxito reside en la mercadotecnia: Años atrás se convirtió en el principal patrocinador del equipo de fútbol Universidad Católica de Chile, uno de los tres grandes del torneo nacional, lo que la llevó a ser una marca muy reconocida”.

Brasil y las inversiones asiáticas

Otros de los países que destaca a nivel latinoamericano es Brasil: No porque los vehículos “made in China” tengan una amplia presencia en el mercado, sino por las inversiones y fábricas establecidas allí.

Volviendo a Chery, esta utiliza dos fábricas, en Jacareí (Sao Paulo) y Anápolis (Goiás), donde en esta última comparte línea de producción con Hyundai.

Por otro lado, Great Wall anunció que invertiría unos US$2.000 millones en el país hasta 2033 e incluso el mayor fabricante de vehículos eléctricos a nivel global, BYD, llegará hasta la antigua fábrica de Ford en Camaçari (Bahia), con una inversión de US$600 millones hasta 2030.

Un caso donde los vehículos asiáticos no han logrado adentrarse tanto es en Argentina, donde representan solo un 0,5% de cuota de mercado según Nyvus, dada su características de productor de vehículos, junto con políticas de producción industrial que hacen más difícil la importación de marcas chinas.

Europa preocupada

Mientras, en Europa, se anunció una investigación sobre las subvenciones estatales a la producción de autos eléctricos. Al entregar el anuncio en septiembre del año pasado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmo que: “Los mercados mundiales están ahora inundados de coches eléctricos chinos más baratos, y su precio se mantiene artificialmente bajo gracias a enormes subvenciones estatales”.

La inyección de recursos por parte del Estado chino a sus fabricantes de vehículos eléctricos ha hecho de que la diferencia de precio media sea de un 20% entre modelos asiáticos y los equivalentes europeos. A esto se une la ventaja de China sobre la obtención de materias primas como litio, cobalto o níquel, con lo que el “Dragón” tiene un gran control sobre la cadena de suministro para baterías.

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