Perú: mismo gabinete, nuevo premier, la misma destrucción nacional – Por Rudecindo Vega Carreazo

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Rudecindo Vega Carreazo*

La renuncia del Premier Otárola no ha sido una crisis ministerial, no ha generado, contra la costumbre y lo usualmente aceptado, ningún cambio ministerial, no ha cambiado nada, ni siquiera ha provocado el cambio de un ministro además del premier; como si el congreso, no Dina, nos ratifica el mensaje, acá mandamos nosotros y no pasa nada.

Sale Otárola ingresa otro de su mismo perfil para seguir haciendo lo mismo. Y claro, el mensaje es también para el hermanísimo presidencial, a quien le dicen, habrás tumbado a nuestro premier, pero no sacas ni pones ningún ministro y el nuevo premier es un Otárola 2, quien sin ningún esfuerzo ya tiene el voto de investidura garantizado.

Lo habíamos dicho semanas atrás, a propósito del último cambio de 4 ministros, sacaron ministros de Nicanor y, Otárola copo más el gabinete; que ello no duraría mucho, que habría una contraofensiva; no nos imaginamos que sería tan rápida, tan organizada y tan malvada de aprovechar un viaje al extranjero del inútil premier, lograron sacarlo pero no pusieron a nadie y se expusieron más de lo que pensaron, a la condena política y ciudadana, además, hicieron ver, más grotesca la inutilidad presidencial,

Dina aparece hoy como una doble marioneta de dos bandos en pugna: del congreso a través del premier y de Vizcarra a través de Nicanor. Que triste y repugnante, los peruanos perdimos a nuestros representantes, no tenemos autoridades y gobernantes que nos representen.

El gobierno es el mismo y seguirá haciendo lo mismo, el congreso igual, es el mismo y seguirá haciendo lo mismo, ambos, coordinadamente, destruyendo la democracia, el estado de derecho, el crecimiento económico, incrementando el desempleo, la pobreza, desnutrición y anemia; y, consolidando el aislamiento internacional. Si nuestra desgracia se estabiliza, los próximos 2 años, serán, con seguridad, de destrucción nacional y de preparación para que las mafias gubernamentales sigan gobernando, contra todo y contra todos, después del 2026.

El congreso está en lo suyo, ya aprobó constitucionalmente la reelección de los congresistas, la bicameralidad, las nuevas reglas para inscribir partidos y la eliminación de las PASO; los congresistas investigados por pertenecer a la organización criminal de la ex Fiscal de la Nación suspendida acaban de  interponer   denuncia constitucional ante la Comisión de Acusaciones Constitucionales a la Fiscal Suprema Delia Espinoza encargada del caso;  también acaban de destituir a media JNJ para iniciar su copamiento del sistema electoral (JNE, ONPE y RENIEC) y culminar su copamiento total del sistema de justicia (a los controlados Tribunal Constitucional, Defensoría del Pueblo y Ministerio Público sumarlos el Poder Judicial); todo, todo, está fríamente calculado; participar en las siguientes elecciones con sus reglas y sus propias autoridades para eliminar a sus rivales y asegurarse un triunfo que no esté en riesgo en las propias urnas.

Nada está pensado en bien de la democracia, todo está pensado, según sus particulares intereses para seguir delinquiendo gubernamentalmente.

No debe sorprendernos, más y peores cosas están por venir contra la institucionalidad y los derechos humanos, no se van a limitar, no representan a los ciudadanos, no representan a sus electores, no representan a sus partidos, menos representan a sus departamentos y el país, solo obedecen a sus intereses personales y a sus organizaciones criminales.

El crecimiento económico que permitió el llamado “milagro peruano”, con reducción de la pobreza, desempleo, deuda externa, incremento de nuestras exportaciones y reservas nacionales, mejora de la inversión y calificación de riesgo país, integración y articulación internacional  es pasado, historia; seguramente, luego de la recesión del 2023, durante todo el gobierno actual, algunos índices positivos tendremos el 2024 y los años siguientes, pero difícil que con este gobierno tan incapaz y débil podamos recuperar, arañar, las cifras del pasado.

Ni hablar ya de problemas como la inseguridad ciudadana, el avance del crimen, el abandono de la agricultura, pesca, minería, turismo y construcción. Rogaría equivocarme, pero la realidad de la inutilidad gubernamental es más fuerte que nuestra voluntad.

El aislamiento internacional es otro claro objetivo del gobierno congresal en complicidad presidencial, es muestra del desprecio por los intereses nacionales en beneficio de los personales y criminales, denunciar a la Corte Internacional de Derechos Humanos, hasta con propuesta de ley encaminada, no es un acto de soberanía ni ignorancia, es de abuso y mezquindad bien sabidos; petardear nuestra inclusión de la OCDE con todos los atropellos institucionales y el retroceso económico no les preocupa, prefieren frenar el desarrollo nacional y mantenernos como país estancado y sin desarrollo, aislarse de la OEA y ONU es su deseo para no verse observados ni fiscalizados por los organismos multilaterales y la comunidad internacional.

El anuncio del “desubicado canciller” de apoyar a Israel y Netanyahu contra Palestina, apoyar a EEUU y la UE en la guerra de Ucrania y Rusia y apoyar a los EEUU contra el CELA latinoamericana es un gran despropósito y gritó desesperado de intentar congraciarse para ocultar las bajezas del gobierno y congreso.  Aislado el Perú internacionalmente quedamos a expensas de sus perversiones y sin ayuda de nadie.

Tan sombrío panorama del Perú, tiene algo peor, el adormecimiento ciudadano y social, sin vanguardias políticas y sociales, sin gremios y organizaciones que asuman protagonismos más allá de sus particularidades, sin la presencia y activación juvenil que tantas veces ha roto todo marasmo nacional, parecemos un país dado al abandono y derrotado; hay que agradecer a las marchas y protestas populares aisladas y descentralizadas su resistencia,  necesitamos sumarnos con urgencia y casi emergencia nacional, por necesidad y utilidad pública, por interés social y nacional, necesitamos un despertar y compromiso ciudadano, amplio, plural, unitario, de recuperar nuestra democracia y nuestro Perú.

No podemos perder nuestra patria y el futuro de nuestros hijos en manos del crimen organizado instalado en el congreso, gobierno e instituciones estatales, merecemos y nos debemos un Perú mejor.

*Abogado y político peruano. Fue ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento en el gobierno de Alejandro Toledo, así como Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo en el gobierno de Ollanta Humala.

Otra Mirada

 

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