Traspaso presidencial en Chile: Bachelet vuelve a La Moneda con fuertes promesas de cambio
Bachelet asume segundo mandato sin nombrar mayoría de autoridades de confianza
Hasta la Academia Diplomática, en el centro de Santiago, llegó ayer la Presidenta electa Michelle Bachelet para dar inicio de manera oficial a su intensa agenda de actividades en el marco del traspaso del mando, que le será entregado por el Presidente Sebastián Piñera.
Tras sostener 22 reuniones bilaterales con los mandatarios asistentes a la ceremonia de hoy en Valparaíso, entre ellos, José Mujica, de Uruguay; CristinaFernández, de Argentina, y el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, cerca de las 19.30 horas Bachelet abordó su auto rumbo al palacio Cerro Castillo, donde pasó su última noche antes de asumir por segunda vez como Presidenta.
Durante la jornada de ayer, y en paralelo a la apretada agenda de la mandataria electa, el futuro ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, junto al recién asumido subsecretario Mahmud Aleuy, y un grupo de asesores de la cartera se reunieron en las oficinas de calle Tegualda para volver a trabajar en la nómina de gobernadores. Recién anoche a través de un comunicado, el próximo gobierno hizo pública la lista de sus nuevas autoridades.
Fuentes de la Nueva Mayoría reconocen que dicho proceso fue más complejo y lento de lo presupuestado, obligando a modificar el cronograma que se había trazado en el futuro Ministerio del Interior, cuyo plan era publicitar los nombres una semana antes. La demora ha afectado la designación de cargos de menor cuantía. Es el caso de algunos ministerios, como Economía y Hacienda, donde pese a que ya han sido seleccionados algunos mandos, como por ejemplo, superintendentes, estos no han podido ser oficializados para no entorpecer el orden de entrega de cargos.
La definición de futuras autoridades se da, además, en medio de una serie de críticas al interior del conglomerado oficialista a partir de hoy, las que han apuntado al “poco diálogo” que se ha dado entre los partidos y las autoridades.
El proceso también ha estado cruzado por las renuncias de cuatro subsecretarios designados, episodios que abrieron flancos “innecesarios” de conflicto, según los análisis en el bloque.
Hasta ayer, a menos de 24 horas de que el gobierno de Bachelet arribe al poder, sólo cerca de un 30% de los mil cargos de confianza que deben ser designados por la presidenta electa han sido ocupados.
A nivel de gobiernos regionales, aún se mantienen pendientes las designaciones de seremis y directores de servicios. En el caso del gobierno central, en tanto, los cargos aún vacíos son los de superintendentes, jefes de divisiones y jefes de servicios.
A las autoridades pendientes se suman además los nombramientos en embajadas y consulados, los que se conocerían recién en el transcurso de este mes.
Una vez que la presidenta electa se cruce la banda presidencial, dichos cargos serán utilizados por autoridades subrogantes, a la espera de la nominación final por parte del futuro gabinete.
El gobierno electo de Bachelet ha demorado el proceso hasta última hora, pese a que ha sido el mandato que más tiempo ha tenido para instalarse, debido al adelantamiento de la fecha de las elecciones presidenciales para el mes de noviembre.
A los mil funcionarios de confianza que debe designar la futura gobernante, se suman 944 puestos de gobierno, los que deben ser definidos a través del sistema de Alta Dirección Pública. De ese total, 110 corresponden a autoridades de primer nivel jerárquico, los que son nominados directamente por Bachelet. Otros 832 cargos, en tanto, son de segundo nivel jerárquico. En ambos casos, la presidenta está facultada para pedir la renuncia.
La falta de nominaciones, aseguran en el propio conglomerado oficialista a partir de hoy, contrastaría con el sentido de urgencia que ha impuesto la propia mandataria y Peñailillo al tranco de su mandato.
Durante el primer encuentro de Bachelet con su gabinete, realizado en las Termas de Jahuel, la mandataria insistió en recalcar la importancia de dar inicio al trabajo ministerial el mismo 11 de marzo, asegurando que las tres reformas estructurales comprometidas durante la campaña y el “ambicioso programa”, requerían un esfuerzo adicional.
De hecho, e intentando reforzar este mensaje, es que apenas finalice la ceremonia de transmisión de mando, los flamantes ministros se trasladarán directamente hasta sus respectivos ministerios para iniciar sus labores, las que estarán marcadas por los 56 compromisos para los primeros 100 días de gobierno, documento que es considerado como la carta de navegación del gobierno que parte hoy.
Bachelet inicia un nuevo período presidencial con promesa de profundas reformas
La líder socialista Michelle Bachelet asume este martes la Presidencia de Chile para los próximos cuatro años, en su retorno al poder después de un primer periodo (2006-2010),prometiendo liderar profundas reformas educacionales, económicas y políticas.
Bachelet, de 62 años, será investida en una solemne ceremonia en la sede del Congreso en el puerto de Valparaíso (120 km al oeste de Santiago) al mediodía, en presencia de numerosos mandatarios de América Latina.
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, la mandataria brasileña Dilma Rousseff, el presidente boliviano Evo Morales, el peruano Ollanta Humala y los presidentes de Uruguay, José Mujica, de Paraguay Horacio Cartes, de México Enrique Peña Nieto, de Ecuador Rafael Correa, entre otros, acompañarán a Bachelet en su asunción.
Estados Unidos estará representado por su vicepresidente, Joe Biden, mientras que por España lo hará el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.
Después de que Bachelet entregara el mando a Piñera hace cuatro años, ahora el empresario derechista le devolverá la banda presidencial a la socialista, quien no pudo optar a la reelección inmediata pese a dejar el cargo con una popularidad de más del 80%.
Tras permanecer al frente de la Oficina ONU-Mujer y radicarse en Nueva York por cerca de tres años, Bachelet regresó a Chile hace un año para encabezar su campaña electoral, que ganó en diciembre a la derechista Evelyn Matthei, con un 62% de los votos.
Con una extensa campaña política, que incluyó su triunfo en las primarias internas de la centro izquierda, Bachelet se impuso luego de prometer una profunda reforma de la educación, otra tributaria y una nueva Constitución que derribe la que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En materia de Educación, Bachelet prometió instaurar la gratuidad a nivel universitario en un plazo de seis años y acabar con el lucro en colegios privados que reciben subvención del Estado, donde estudian la mayoría de los escolares chilenos, y que se han convertido en una ingente fuente de recursos para sus dueños.
La gratuidad universal y el fin al lucro son dos de los mayores reclamos que estudiantes chilenos han exigido en las multitudinarias protestas callejeras que se iniciaron en 2011.
Por ahora, los estudiantes miran con desconfianza las promesas de Bachelet y han anunciado que seguirán sus protestas.
Para financiar la reforma educativa, Bachelet planteó una ambiciosa reforma tributaria que busca recaudar unos 8.200 millones de dólares, equivalentes a 3% del PIB, mediante un aumento de los impuestos a las empresas del 20 al 25%.
La líder socialista propuso también una nueva Constitución, que acabe con la impuesta en 1980 por la dictadura, contenedora aún según ella de importantes «cerrojos» antidemocráticos.
Los principales son un sistema electoral que equipara de manera forzada la representación de las minorías, y las leyes orgánicas constitucionales que necesitan quórums elevadísimos para ser cambiadas.
Las reformas políticas incluyen además un cambio en el régimen y la duración del período presidencial, que actualmente se extiende por cuatro años sin posibilidad de reelección inmediata, y restituir el voto de los chilenos que viven fuera del país.
«Yo no digo que la Constitución resuelva todo, pero da un marco», dijo Bachelet antes de resultar electa.
Pediatra, separada y madre de tres hijos, Bachelet (62 años) se convirtió en 2006 en la primera mujer en ocupar la Presidencia de Chile y también en la primera en resultar reelecta.
Para sus primera 100 días de Gobierno, Bachelet se impuso concretar 50 medidas que tracen el camino para lograr sus reformas y que den una señal clara de su voluntad a la ciudadanía.
En el Congreso, cuenta con las mayorías necesarias para aprobar la reforma tributaria, pero necesitará forjar alianzas con la oposición e independientes para aprobar la reforma educativa y de la Constitución.
Analistas creen que podría obtener con facilidad los votos para materializar sus cambios en educación, pero ven más complejo que alcance consensos en materia constitucional, ya que se requieren altísimos quórums para ser aprobados.
A nivel interno, Bachelet deberá enfrentar las divergencias que ya se observan en la amplia coalición política que la apoya, que incluye a democristianos, socialistas y comunistas.
Por primera vez en los últimos 40 años, el Partido comunista formará parte del gobierno, tras la designación por parte de Bachelet de una comunista en su gabinete como ministra de la Mujer.
La crisis política que vive Venezuela ha hecho ya confrontar posiciones entre la Democracia Cristiana, que promovió un acuerdo político de censura al gobierno de Nicolás Maduro, y el Partido comunista, que lo apoya.
Cambio Mando: Así será la ceremonia en el Congreso Nacional
Ya está todo listo y dispuesto para que Sebastián Piñera entregue la Presidencia de Chile a Michelle Bachelet. Serán más de 20 delegaciones de diferentes países las que vendrán a Valparaíso para presenciar esta ceremonia.
Según el Presidente del Senado, Jorge Pizarro, “están confirmados para asistir al Congreso los Presidentes de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Bélgica, México, Brasil, Venezuela, Colombia, Haití, Surinam y El Salvador. También viene en representación de España, el Príncipe de Asturias; los Vicepresidentes de Estados Unidos y Nicaragua; y representantes de Portugal, Croacia, Finlandia, Países Bajos y delegaciones del Reino Unido, Italia, Noruega y Francia”.
En la ceremonia, aparte del traspaso de mando, se podrá presenciar otro hecho histórico: por protocolo corresponde que el Presidente del Senado tome juramento o promesa solemne al Mandatario que asume.
La senadora Isabel Allende Bussi, hija del ex Presidente, Salvador Allende, presidirá el Senado durante el año 2014, por lo que se convertirá no solo en la primera mujer en asumir la Mesa de la Corporación, sino coincidirá al imponerle la banda presidencial a la Presidenta Bachelet.
Revisa el cronograma del Cambio Mando
10:00 horas: Los invitados comienzan a ingresar al Salón de Honor.
11:00 horas: Se ubican las respectivas Comisiones de Reja y de Pórtico (integradas por senadores y diputados) que recibirán a los invitados y autoridades internacionales.
11:40 horas: Llega la Primera Dama, Cecilia Morel de Piñera.
11:45 horas: La Presidenta electa, Michelle Bachelet llega al Salón de Honor y esperará en la Sala Protocolar.
11:55 horas: Hace ingreso al Salón del Congreso Nacional, el Presidente saliente Sebastián Piñera y se ubicará en la Testera.
12:00 horas: comienza la ceremonia de Transmisión del Mando.
Piñera se despide como el presidente con menos respaldo de la transición (36%)… pero quiere volver
El presidente Sebastián Piñera concluye mañana 11 de marzo su mandato presidencial. Y lo hace con la clara intensión de volver en marzo de 2018, cuando finalice la segunda estadía de Michelle Bachelet en La Moneda.
Estas aspiraciones de Piñera chocan con su bajo respaldo. Según una encuesta de Adimark GFK –cuyos resultados fueron difundidos el 3 de marzo–, Piñera cuenta con una aprobación de un 50 por ciento.
Sin embargo, los resultados de Adimark difieren de los entregados por dos prestigiadas consultoras de estudios demoscópicos. El Centro Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC) –según informó el 23 de enero- Piñera tiene sólo un 36% de Aprobación. Esta cifra es la más baja alcanzada por un presidente al terminar su mandato desde 1990. Según el último reporte del Centro de Estudios Públicos (CEP) –difundido el 29 de octubre– la popularidad de Piñera es de sólo 35%.
El director de Adimark, Roberto Méndez, es asesor político de Piñera y, además, ha realizado numerosos estudios políticos para el gobierno por lo que los resultados de sus trabajos han sido cuestionados dada la carencia de independencia en los que se contextualizan.
Pero aun en el remoto caso que las cifras de Adimark –y no las de Cerc y CEP- sean las correctas, estas distan mucho de las alcanzadas por Bachelet al término de su gobierno: 84% de popularidad.
El dilema de la derecha y el desafío de Piñera
En entrevista con este corresponsal –realizada en enero- el destacado sociólogo y académico de la Universidad de Chile, Manuel Antonio Garretón, abordó el nuevo proyecto presidencial de Piñera y los desafíos de la derecha.
Dice que su gobierno actuó “sin claridad respecto de sus proyectos, respecto de qué hacer. Y, al mismo tiempo, se vio entrampado en todas las contradicciones de un gobierno de tipo gerencial”.
Garretón –que en 2007 recibió el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales– asegura que el principal problema de la derecha hoy “es que no tiene proyecto”.
Abunda:
“El único proyecto que existía relativamente en la derecha es el de la UDI, que es defender la herencia de la dictadura, pero ese proyecto ya fracasó”.
Puntualiza que “RN trató de ser una derecha un tanto más democrática, pero eso no se concretó en un proyecto coherente porque eran demasiadas las contradicciones entre su base de apoyo donde había gente que se identificó con la dictadura”.
Sentencia a este respecto: “El proyecto de una derecha democrática fracasó”.
Garretón asegura que “el derrumbe electoral” verificado en las pasadas elecciones “es tan grande que obviamente lleva a la necesidad de una refundación de la derecha como lo que ocurrió en (las parlamentarias de) 1965, cuando la derecha obtuvo su más baja votación”.
Recuerda que entonces este sector político “se reorganizó para enfrentar la reforma agraria y posteriormente para enfrentar al gobierno de la Unidad Popular” de Salvador Allende.
Prosigue:
“Tras el golpe militar la derecha partidaria se disuelve, para luego reconstituirse –en los partidos RN y UDI–, con el propósito de apoyar la preservación del régimen militar en el plebiscito de 1988, y luego para defender la herencia de este régimen durante la transición a la democracia (desde 1990 en adelante)”.
Según Garretón, “ese esfuerzo por mantener la obra de la dictadura incluso bajo democracia ha fracasado… Y ahora estamos en un proceso de recomposición de los partidos de la derecha que va mucho más allá de la derrota electoral”.
El sociólogo pronostica que si la derecha actual define seguir siendo la defensora del orden instaurado por la dictadura, “va a ir de fracaso en fracaso, de la misma manera que ocurrió en los años sesenta, cuando se posicionó como la defensora de la oligarquía”.
Subraya: “El gran dilema de la derecha es: o se refunda y deja de ser la derecha de la dictadura, o desaparece”. Sin embargo, estima poco probable que pueda refundarse, puesto que “nunca ha habido en Chile una derecha moderna”.
Por lo mismo, cree que en el corto plazo “presenciaremos una derecha que va a ir dispersándose y, en la medida que se reforme el sistema electoral binominal, lo más probable es que la derecha se convierta en un conjunto de partidos sin mayor importancia, y lo que adquiera importancia sea el poder de negociación y de veto que establezcan los grandes grupos económicos y mediáticos de Chile”.
–En este contexto de derecha despotenciada, ¿cómo se inserta la ‘operación retorno’ de Piñera? –se le pregunta.
–El presidente Piñera nunca tuvo proyecto, salvo ser presidente de la República (…) Su deseo es ser de nuevo presidente, y se da cuenta que para eso la derecha que lo apoyó no le va a servir por su vinculación con la dictadura. Entonces lo que intenta es refundar partidaria o políticamente una derecha que le sirva de apoyo, pero yo diría sin una gran idea ni proyecto político claro de país –respondió.
Finalmente Garretón lanza un pronóstico que huele a sentencia: “Piñera no tiene ninguna posibilidad de alcanzar nuevamente la Presidencia”.