Lula anuncia la incorporación de Brasil a la OPEP+ y admite que podría no haber acuerdo UE-Mercosur

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Lula anunció que Brasil se unirá a la OPEP+

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este sábado que su país se convertirá en el tercero de Latinoamérica en formar parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) a partir de enero del año próximo, y que allí buscará convencer a los demás países a que abandonen paulatinamente los combustibles fósiles.

En un mensaje publicado a través de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, Lula dijo que Brasil va a defender la importancia de superar la política de combustibles fósiles en el seno de la OPEP+. «El objetivo es que los países que ganan dinero con esa política (petrolera) puedan invertir en la energía del futuro, la energía verde. Esta superación es una voluntad, pero el camino hasta allá es un desafío», señaló.

La entrada de Brasil a este organismo no implicará su participación de la política de cuotas que aplica la OPEP para controlar el precio del crudo, según anticipó el presidente de Petrobras, Jean Paul Prates, en declaraciones difundidas por la agencia ANSA.

El gigante latinoamericano

Brasil fue invitado el jueves, durante una reunión de la OPEP+ en Viena, a sumarse a ese grupo, pero entonces las autoridades brasileñas informaron de que iban a estudiar la propuesta. El organismo está conformado por 13 miembros (Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Venezuela, Libia, Emiratos Árabes, Argelia, Nigeria, Gabón, Angola, Guinea Ecuatorial y Congo) y diez productores aliados, encabezados por Rusia.

El territorio brasileño posee importantes yacimientos offshore y una producción que totalizó los 3,67 millones de barriles diarios en septiembre último, con un incremento de 17% respecto del mismo mes del año anterior y de 6,1% en comparación con agosto, según datos de la propia OPEP. De esta forma, es el mayor productor de América Latina desde 2016 y es uno de los diez principales del mundo, que espera convertirse en 2030 en el quinto mayor exportador mundial de crudo gracias al aumento de su producción.

Con su incorporación, pasará a ser el vigésimo cuarto socio de la OPEP+ y el tercero de la región, junto a México y Venezuela, éste último uno de los cinco países fundadores del grupo en 1960 y que en la actualidad cuenta con una de las mayores reservas de crudo del mundo.

La COP28

«Todo el mundo estaba asustado por la posibilidad de que Brasil se uniera a la OPEP», declaró Lula previo a su publicación en redes, en el marco de un encuentro con la sociedad civil en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), realizada este año en Emiratos Árabes Unidos. «Brasil no participará en la OPEP, pero Brasil sí participará en la OPEP+, es tan elegante ese nombre», añadió, según la transcripción del encuentro enviada por la Presidencia brasileña.

Lula acudió a la COP28 con una agenda de defensor de la selva tropical, incluida una propuesta de financiamiento de la lucha contra la deforestación que implicaría lograr el financiamiento internacional a cambio de la preservación de los bosques. «Creo que es importante que participemos en la OPEP+, porque tenemos que convencer a los países que producen petróleo de que tienen que prepararse para reducir los combustibles fósiles», declaró el mandatario brasileño. «Prepararse significa aprovechar el dinero que ganan con el petróleo y hacer inversiones, para que un gran continente como América Latina pueda producir los combustibles renovables que necesitan», precisó.

La presencia de Brasil en el cártel de países petroleros generó críticas de organizaciones ecologistas presentes en Dubái. Frente a los cuestionamientos, Lula comparó la presencia de su país en la OPEP+ con la participación que tuvo Brasil como país invitado en la última cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, en mayo último. “Participo en el G7 desde que gané la presidencia de la República. De hecho, soy el único presidente que ha asistido a todas las reuniones del G7. Voy allí, escucho, sólo hablo después de que hayan tomado su decisión y me voy», explicó a los activistas asistentes al encuentro en la COP28, para dar cuenta que tendrá más un rol de observador en la OPEP+, que de encabezar tomas de decisiones.

El mercado brasileño

De acuerdo a un estudio de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCPBA), la explotación del petróleo en territorio brasileño tiene dos antecedentes principales: la primera fue entre el año 1858 y 1938 y la segunda entre 1939 y 1953.

Todo comienza en 1858, con las primeras concesiones para exploración y explotación de hidrocarburos. Inicialmente se otorgaron para la extracción de mineral bituminoso para la fabricación de kerosene. Sin embargo, las primeras concesiones oficiales para la exploración de petróleo se dieron en 1864 al inglés Thomas Denny Sargeant. Entre 1892 y 1897, el agricultor Eugênio Ferreira de Camargo importó equipamiento de Estados Unidos y perforó el primer pozo de petróleo en Bofete. Oficialmente encontró agua sulfurosa, aunque se cree que pudo extraer algo de petróleo.

Hasta 1907, la mayoría de los emprendimientos petroleros fueron iniciativa privada, pero a partir de ese año se incorporaron organismos públicos como el Serviço Geológico e Mineralógico do Brasil en 1907 y el Departamento Nacional de Produçao Mineral en 1933. La primera perforación pública ocurrió en 1919, pero fue abandonada al año siguiente. En 1938, se creó el Consejo Nacional del Petróleo (CNP) para regular actividades relacionadas con el petróleo en Brasil, estableciendo su importancia como recurso nacional.

El segundo antecedente principal de la industria petrolífera brasileña se remonta a 1939, con el descubrimiento de petróleo en la ciudad de Lobato, lo que llevó a investigaciones adicionales en la región del Recôncavo Baiano. En 1941, se inició la producción en el campo de Candeias, el primer sitio petrolero productor del país, expandiendo la industria a otras regiones de Bahía.

Entre 1947 y 1953, el país sudamericano se dividió en dos posturas sobre la autonomía petrolera: aquellos que apoyaban una empresa estatal y los que preferían la participación privada. Esta disputa generó la campaña «O Petróleo é nosso» (el petróleo es nuestro). En 1952, el entonces presidente brasileño Getúlio Vargas propuso crear una empresa mixta, pero tras un largo debate en el Senado durante 23 meses, se aprobó la creación de Petrobras en 1953, sancionada por Vargas. Este hecho marcó el control estatal mayoritario en la industria del petróleo brasileña. Este fue el puntapié inicial, con el paso de las décadas se descubrieron nuevos yacimientos, que hicieron que en la actualidad Brasil sea uno de los exponentes latinoamericanos que le valió un lugar en la OPEP+.

Página 12


Brasil na Opep+ e acordo Mercosul-União Europeia sob fogo: como foi a passagem de Lula pela COP28

O governo brasileiro esperava que a passagem do presidente Luiz Inácio Lula da Silva pela conferência climática da ONU (COP28) em Dubai, nos Emirados Árabes — a primeira dele como chefe de Estado em 13 anos — marcaria o retorno do Brasil ao topo da liderança mundial na questão ambiental.

Mas dois anúncios surpreendentes ao longo dos dois dias de agenda oficial de Lula acabaram «roubando a cena» do governo na COP28: o ingresso do Brasil em um grupo de países aliados à Organização dos Países Exportadores de Petróleo (Opep) e as críticas do presidente da França, Emmanuel Macron, ao acordo Mercosul-União Europeia — que põem em risco a finalização do tratado.

Ambos episódios despertaram críticas às credenciais ambientais brasileiras — justamente em um evento em que o Brasil buscava o protagonismo na agenda verde.

No caso da adesão à Opep+, o Brasil foi criticado por ambientalistas, que dizem que é contraditório o país atacar o uso de combustíveis fósseis e, ao mesmo tempo, se aliar a um grupo que luta pelos interesses do setor de petróleo.

Já no acordo Mercosul – União Europeia, as críticas partiram de Macron, que elogiou Lula por seu protagonismo mundial na questão do ambiente, mas disse que o tratado facilitaria a importação na França e na Europa de produtos com pegada ambiental suja produzidos em países do Mercosul — em especial do Brasil.

Respostas de Lula

No domingo (3), poucas horas antes de embarcar para a Alemanha, Lula respondeu às duas críticas que surgiram ao Brasil na COP28.

Sobre a Opep+, Lula disse que a condição de aliado à Opep não significa uma adesão ao grupo, mas sim que o país será «observador» — «eu vou para ouvir e para dar palpite», disse o presidente.

Lula afirmou que o Brasil entrará no fórum para defender alternativas ao petróleo.

«É verdade que nós precisamos diminuir o combustível. Mas é verdade que nós precisamos criar alternativa. Então antes de você acabar por sectarismo [com o petróleo] você precisa oferecer a humanidade uma opção. E a nossa participação na Opep+ é para discutir com a Opep a necessidade dos países que têm petróleo e que são ricos começar a investir um pouco do seu dinheiro para ajudar os países pobres do continente africano, da América Latina, da Ásia a investir em combustível.»

Lula disse que a Opep pode ajudar países como o Brasil a investir em projetos de etanol, energia eólica, solar e hidrogênio verde.

«Não tem nenhuma contradição, não tem nada. O Brasil não será membro efetivo da Opep nunca porque nós não queremos. Agora o que nós queremos é influir.»

Lula também respondeu às críticas de Macron sobre a falta de cláusulas ambientais no acordo Mercosul-União Europeia. O presidente francês havia dito no sábado (3), minutos após se encontrar com Lula, que o acordo era «completamente contraditório» com a política ambiental de França e Brasil, pois ele não garante que haverá descarbonização das economias envolvidas.

O presidente brasileiro disse que a verdadeira preocupação da França no acordo Mercosul-União Europeia não é o meio ambiente — mas sim garantir formas de proteger seus produtores de competição que vem do Brasil e da América do Sul.

«A posição do nosso companheiro presidente da França é conhecida historicamente. A França sempre foi o país que criou obstáculo no acordo Mercosul-União Europeia porque a França tem milhares de pequenos produtores e eles querem produzir os seus produtos. Agora o que ele não sabe é que nós também temos 4,6 milhões de pequenas propriedades de até 100 hectares que produzem quase 90% do alimento que nós comemos e que são alimentos de qualidade e que nós também queremos vender.»

Lula disse que tentou «mexer com o coração de Macron» para que o presidente francês pensasse um pouco mais na América do Sul.

«Se não tiver acordo, paciência, não foi por falta de vontade. A única coisa que tem que ficar claro é que não digam mais que é por conta do Brasil. Assumam a responsabilidade de que os países ricos não querem fazer um acordo na perspectiva de fazer qualquer concessão.»

COP28

A participação de Lula na COP28 foi encerrada — mas o encontro ainda vai continuar até a semana que vem. Negociadores de todo mundo — inclusive do Brasil — seguirão debatendo temas como a meta global de limitar o aquecimento global a 1,5º C acima de níveis pré-industriais, financiamento de países ricos aos mais pobres que sofrem com eventos climáticos extremos e a transição energética de combustíveis fósseis para fontes renováveis.

Lula recebeu destaque na abertura da COP28. Ele foi apenas o quinto líder a discursar — depois do secretário-geral da ONU, Antonio Guterres, e do rei Charles 3º do Reino Unido.

Lula reforçou a agenda ambiental brasileira: de compromisso com a meta de limitar o aquecimento global a 1,5º C acima de níveis pré-industriais, de que países ricos que emitem muitos gases nocivos precisam compensar os países pobres que sofrem com eventos climáticos extremos e de que precisa haver uma transição energética — com diminuição do uso de combustíveis fósseis e adoção maior de energia renovável.

«É hora de enfrentar o debate sobre o ritmo lento da descarbonização do planeta e trabalhar por uma economia menos dependente de combustíveis fósseis. Temos de fazê-lo de forma urgente e justa», disse Lula no seu discurso na sessão de abertura. «Quantos líderes mundiais estão de fato comprometidos em salvar o planeta?»

Impulsionado por números recentes que mostram queda no desmatamento da Amazônia durante seu governo, Lula participou de diversos eventos na cúpula da ONU — como sobre reflorestamento, diálogo com a sociedade civil, agenda dos países não-alinhados e sessões oficiais da cúpula.

O Brasil trouxe uma grande comitiva de ministros, como os da Fazenda, Meio Ambiente e Minas e Energia, além de presidentes do BNDES, Petrobras e ApexBrasil, a Agência Brasileira de Promoção de Exportações e Investimentos.

A delegação de negociadores brasileiros segue em Dubai até o fim da cúpula. E agora os esforços do governo brasileiro se voltam para sediar a COP30 de 2025 em Belém, no Pará. Lula disse à imprensa que avisou aos líderes mundiais para «não esperarem esse luxo aqui de Dubai» em Belém, mas que lá as discussões poderão ser feitas embaixo de árvores ou na beira dos rios.

Críticas ao Brasil

Ambientalistas com quem a BBC News Brasil conversou em Dubai foram críticos à participação de Lula na cúpula.

Para muitos, a aliança do Brasil à Opep+ acabou ofuscando a agenda positiva que o governo tentava apresentar ao mundo.

«A eliminação progressiva dos combustíveis fósseis é a única forma de ainda cumprir os objetivos do Acordo de Paris. Qualquer novo poço perfurado, ou mesmo o esgotamento dos atuais projetos de exploração, já significaria ultrapassar os limites de emissões necessários para atingir esse objetivo», disse Javier Davalos, advogado do programa de clima da ONG Interamerican Association for Environmental Defense, sediada nos Estados Unidos.

«A proposta do Brasil para a COP28 é a Missão 1.5, que defende o alcance desse objetivo comum entre as nações, e o presidente Lula comprometeu o país a liderar pelo exemplo. No entanto, as palavras parecem insuficientes, uma vez que o Estado anunciou que pretende ser o quarto maior produtor de petróleo do mundo e provavelmente irá aderir à Carta de Cooperação OPEP+.»

Peri Dias, porta-voz do movimento global 350.org, também sediado nos EUA, que combate o uso de combustíveis fósseis no mundo, disse que a aliança com a Opep é um «problema que o Brasil não precisava comprar, e que vai fazer mal à imagem do Brasil».

«O Brasil deveria estar se afastando dos combustíveis fósseis nesse momento, investindo em energias renováveis, pelo potencial que o país possui, e não se vinculando a um clube de produtores de petróleo.»

 

Para Dias, Lula fez bons discursos na ONU, mas “esse discurso entra em contradição com as ações do governo”.

“E as ações falam muito mais do que as palavras.”

Oglobo


Brasil e Alemanha retomam parceria estratégica com viagem de Lula a Berlim

O presidente Luiz Inácio Lula da Silva viajou a Berlim nesta semana em uma missão diplomática destinada a fortalecer os laços estratégicos entre o Brasil e a Alemanha. A visita de Lula à capital alemã representa um esforço contínuo do governo brasileiro para buscar parcerias internacionais que possam impulsionar o desenvolvimento econômico e tecnológico do país.

A agenda de Lula em Berlim inclui reuniões com líderes alemães, incluindo o chanceler Olaf Scholz, bem como empresários e representantes do setor tecnológico. O objetivo principal é promover investimentos alemães no Brasil e identificar oportunidades de cooperação em áreas como energia renovável, indústria automobilística, agricultura sustentável e tecnologia da informação.

Em um comunicado à imprensa antes da viagem, Lula expressou otimismo sobre o potencial dessa parceria estratégica: «O Brasil e a Alemanha têm muito a oferecer um ao outro. A Alemanha é conhecida por sua excelência tecnológica e expertise em várias áreas, enquanto o Brasil possui vastos recursos naturais e um mercado em crescimento. Juntos, podemos alcançar resultados significativos para ambas as nações.»

Além dos aspectos econômicos, as discussões também abordarão questões relacionadas ao meio ambiente, com ênfase na preservação da Amazônia e no combate às mudanças climáticas. O Brasil tem sido alvo de preocupações internacionais devido ao aumento do desmatamento na região amazônica, e a cooperação com países europeus, como a Alemanha, é vista como fundamental para abordar essas questões.

Lula também enfatizou a importância do diálogo intercultural e do fortalecimento das relações culturais entre as duas nações. «A troca de experiências culturais e educacionais pode fortalecer ainda mais nosso relacionamento. A Alemanha e o Brasil têm culturas ricas e diversas que podem enriquecer mutuamente nossas sociedades», afirmou.

A viagem de Lula a Berlim é vista como um passo significativo na busca do Brasil por parceiros internacionais para impulsionar seu desenvolvimento econômico e tecnológico. A expectativa é que as conversas resultem em acordos e parcerias concretas que beneficiem ambas as nações e promovam uma cooperação mais estreita em uma variedade de áreas estratégicas.

Brasil 247

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