¿Cómo votan las mujeres en Ecuador? – Por Gabriela Gallardo Lastra

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¿Cómo votan las mujeres en Ecuador?

Por Gabriela Gallardo Lastra, La Kolmena*

Entre la derechización, el rechazo a la democracia y un feminismo pendiente.

En las recientes elecciones presidenciales en Ecuador, el papel del voto femenino adquirió una destacada relevancia en la victoria de Daniel Noboa Azín, quien asumirá la Presidencia del Ecuador este 1 de diciembre de 2023. Según los datos del Consejo Nacional Electoral, el 53% de las mujeres respaldaron el proyecto político del hijo del millonario Álvaro Noboa Pontón, en comparación con el 46,8% que votó por la candidata del correísmo, Luisa González (CNE, 2023). Tal porcentaje representa una diferencia significativa del 6,4% sobre todo cuando comparamos con el 3,66% de diferencia de votos entre ambos candidatos. En contraste, la diferencia de voto entre hombres por Noboa y González fue de tan solo 0,7%. A lo señalado hay que sumar, que las mujeres ecuatorianas por segunda vez consecutiva votan más nulo que los hombres. Tal evidencia plantea varias interrogantes sobre qué pasa con el voto de las mujeres en Ecuador: ¿acaso las mujeres no votan por mujeres? , ¿por qué las mujeres votan más nulo que los hombres?, ¿qué pasa con el movimiento feminista en Ecuador? y ¿cuál ha sido su posición frente a estas elecciones?, entre tantas otras.

En cuanto a la primera interrogante, es un hecho que las mujeres no respaldaron con su voto a la única mujer en la papeleta: Luisa González. Pero esto, ¿acaso se debe a qué era mujer? Muy probablemente no se trate de un tema identitario de género. Por el contrario, esto podría estar relacionado a la no afinidad de las mujeres por un proyecto político conservador, a la falta de una agenda política programática específica para las mujeres por parte de la Revolución Ciudadana, a la masculinización de la candidata en sus discursos, o incluso podría ser un rechazo a la forma de operar de la RC. Para tener algunas luces sobre estas hipótesis, pudimos observar que el mismo factor sucedió en las elecciones del año 2021 cuando el voto femenino también se extendió hacia la derecha. El 51,60 % de las mujeres votaron por Guillermo Lasso, (quien pese a no creer) propuso en campaña un programa con perspectiva de género y mensajes exclusivos para mujeres y diversidades sexo genéricas. Mientras que el 48,83% de mujeres votaron por Andrés Araúz. Es decir, existió una diferencia de 2,77%. Para comparar esto vale aclarar que Andrés Araúz ganó en el voto masculino.

Con estos datos dados, podemos llegar a concluir que un porcentaje considerable de mujeres inclina la balanza en contra del partido Revolución Ciudadana, pese a ser la única opción de izquierda en la papeleta. Regresando a la pregunta de por qué las mujeres no votaron por Luisa González, se sugiere que se estudie esto de manera cualitativa y se compare con el candidato Andrés Araúz. Además, de manera hipotética consideramos que no se trata de un tema de identidad de género sino de la falta de una agenda política que aborden cuestiones relevantes para las mujeres y diversidades sexo genéricas del Ecuador. Esto sin contar los recientes hechos que revelan que la violencia de género se encuentra presente en este partido progresista en las más altas esferas.

Por otro lado, llama mucho la atención el alto rechazo de las mujeres a la política ecuatoriana y/o a la democracia representativa y patriarcal. Si bien tan solo el 8% de los votos fueron nulos, las mujeres votaron un 10% más que los hombres. Un porcentaje que no puede pasar desapercibido. Además, este patrón se repitió en las elecciones del año 2021. En el cual las mujeres una vez más votaron más nulo que los hombres. Vale anotar que este año existió casi la mitad de votos nulos que en las anteriores elecciones. En todo caso, este hecho parece indicar que las mujeres se sienten menos representadas que los hombres en las opciones que se están proponiendo en Ecuador. Pues cómo creer en esta democracia, si cada 7 de 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia de género, donde solo el 21% de las mujeres jefas de hogar son dueñas de su propia tierra (Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo, 2016) y donde las mujeres trabajan sin remuneración en promedio un días más respecto a los hombres (Encuesta del Uso del Tiempo, 2012).

Finalmente, no podemos dejar de hablar sobre el movimiento feminista ecuatoriano. Sobre la pregunta:¿qué pasa con el movimiento feminista en Ecuador y su posición frente a estas elecciones? La respuesta es que Ecuador no es Argentina y tampoco es Brasil. Puesto que si bien existió un movimiento feminista activo y heterogéneo que estuvo presente en la campaña por la no explotación del Yasuní pero también empujando y logrando que se incorpore la política de cuotas en los binomios presidenciales, éste no alcanzó a articularse en contra de la derecha. En Brasil, las mujeres le dieron la victoria a Lula y se enfrentaron contra Bolsonaro, lo mismo que sucede ahora mismo con el movimiento feminista en Argentina donde las feministas se encuentran pisando fuerte contra Milei. En cambio, el movimiento feminista ecuatoriano poco o nada pudo hacer para rechazar que una persona con antecedentes de violencia de género como Daniel Noboa participe como candidato a la Presidencia del Ecuador. Como tampoco se vio una fuerza contundente en contra de los pronunciamientos misóginos de la electa Vicepresidenta, Verónica Abad. Además, de ser ciertos los datos de la Encuesta de Comunicaliza (2023), las mujeres que más votaron por Luisa González fueron las mujeres de clase bajas, las campesinas y racializadas. Las provincias donde ella ganó son las provincias con mayor número de mujeres racializadas: montubias, afro ecuatorianas e indígenas. En este sentido quizás el movimiento feminista ecuatoriano no estuvo a la altura para defender los intereses de un feminismo popular, y por el contrario un movimiento de mujeres sin consciencia de clase avanza. Un feminismo de tik tok, comiendo healthy, mostrando fotos de vestidos blancos en medio de obras de caridad y hablando de primeras damas. ¿Acaso este feminismo liberal se puede llamar feminismo?

Como conclusión, existe una derechización del voto de mujeres en comparación con los hombres pero también existe un mayor rechazo de las mujeres a las opciones políticas que el país ofrece. El movimiento feminista ecuatoriano heterogéneo tiene mucho trabajo por hacer para alcanzar a ser una fuerza política articulada que se enfrente contra una derecha patriarcal. Siguiendo a Silvia Federicci, que el feminismo enfrente al estado no significa cerrarse en mini grupos, todo lo contrario significa juntarse para reclamar la riqueza social que se nos está robando y parar las decisiones destructivas que están siendo tomadas.

Esperemos ver prontas asambleas populares feministas en Ecuador, como las que se presentaron en Octubre de 2019 y Julio de 2022. Por su parte los partidos políticos de izquierda como la RC deben hacer una depuración y deconstrucción de su estructura jerárquica machista pero también proponer una agenda programática feminista y no solo apostar por un rostro femenino. Es momento de democratizar el partido. A modo de recomendación, es necesario realizar un estudio cualitativo que nos permitan comprender estos factores a profundidad, y así enfrentar a tan ignorantes y misóginos análisis como el falso argumento de que las mujeres no votan por otra mujer porque les da celos.

*Gabriela Gallardo Lastra. Ecuatoriana feminista. Phd (c) en Estudios de desarrollo y género en la Universidad de Groningen y Universidad de Zacatecas. Profesora y consultora en estudios de género. Militante de La Kolmena y de Apoyando Ecuador.

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