Perú | La Asociación de pacientes con Endometriosis y Adenomiosis calcula que esta enfermedad es padecida por 1 millón y medio de personas
Una enfermedad dolorosa: la endometriosis afecta a más de un millón y medio de peruanas
Por Ghiomara Rafaele
Los períodos menstruales dolorosos no son normales. Recurre a un médico y realízate un chequeo
Judit recuerda su primera menstruación, desde aquel momento un dolor incapacitante la acompañaba. Todos los meses cuando expulsaba ese líquido rojo se escapaba de casa para comprar pastillas con la finalidad de calmar el malestar. Con el paso de los años el dolor le impidió salir de la cama, por lo que recurrió a una ginecóloga. La médico le dijo algo que le heló el cuerpo: “tienes una tumoración de 6 centímetros, probablemente sea cáncer. Prepárate para cualquier cosa”. Decidió ir a otro especialista quien rechazó el anterior diagnóstico, pero necesitaba una operación para aliviar el dolor. Recién después de la intervención, en donde le realizaron una biopsia al tejido, supo lo que tenía. Era endometriosis.
La endometriosis es una enfermedad crónica e inflamatoria que puede afectar al cuerpo entero y es dependiente de los estrógenos, una hormona sexual. Su principal característica es la presencia del tejido endometrial fuera de la cavidad uterina.
Por otro lado, el tejido endometrial es un tejido ubicado en la matriz, su peculiaridad es que cada mes se desprende y cae en forma de un sangrado menstrual. La anormalidad surge cuando este tejido prolifera en otros espacios corporales, generando un sangrado y ocasionando inflamación y dolor crónico e intenso en las pacientes.
Según el ginecólogo y director del Centro Especializado de Diagnóstico de Endometriosis y Dolor Pélvico, Roberto Albinagorta, anteriormente la única forma de diagnosticar esta enfermedad era tomando una muestra del tejido que estaba dentro del cuerpo, para posteriormente analizarlo en un microscopio y así confirmar la presencia de este tejido anormal. Ahora hay otras alternativas como un examen físico o una ecografía transvaginal.
Tu problema no es la endometriosis, tu problema es bajar de peso. Alejandra recuerda cada una de esas palabras que le dijo su ginecólogo cuando fue a pedirle una consulta. Fue diagnosticada muy joven. Cuando tenía 15 años le dijeron que la causa de su anemia, de los coágulos que expulsaba, del dolor crónico que la acompañaba diariamente, de sus períodos menstruales abundantes que duraban hasta 21 días era la endometriosis. Una de las salidas que le ofrecieron fue la operación, pero el personal no estaba capacitado para remover un tejido endometrial de 9 centímetros ubicado en su ovario, por lo que la operación no logró aliviar completamente sus dolores.
“Debido a que el sangrado era abundante tenía que usar prácticamente pañales. No podía andar erguida por el dolor. Por eso me operé, cauterizaron los focos endometriósicos y me extrajeron medio ovario con el endometrioma que tenía”, cuenta Alejandra.
El síntoma más característico es el dolor pélvico, aunque no es exclusivo, también se presentan casos en los que la paciente no presenta dolor. Asimismo, también se caracteriza por menstruaciones muy dolorosas y abundantes, molestias urinarias, molestias digestivas, dificultad para quedar embarazada, dolor durante las relaciones sexuales, náuseas, debilidad y desvanecimiento.
Las cifras, la gravedad y las alternativas
A nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva sufren de esta enfermedad, es decir cerca del 10% de la población femenina. Con el objetivo de mapear a las mujeres peruanas que padecen de endometriosis, la Asociación de pacientes con Endometriosis y Adenomiosis calcula que cerca de 1 millón y medio de personas padecen de esta enfermedad, por lo que realizó una encuesta nacional en la que se resaltan los siguientes números.
Cerca de 333 mujeres peruanas con endometriosis fueron encuestadas. De estas, la gran mayoría se encuentra en Lima metropolitana. Además, las pacientes de 29 a 39 años son las más frecuentes con un 59,8%. Se suma al estudio el grado o nivel de diagnóstico, en donde una gran mayoría de las encuestadas no fueron informadas de la gravedad de su enfermedad, 48,6%.
Según el Ministerio de Sanidad en España, la endometriosis presenta hasta cuatro grados. El primero, uno mínimo con implantes aislados; otro leve, con implantes superficiales no menores de 5 cm y diseminados por la superficie del abdomen u ovarios; el tercero, uno moderado que se implanta en múltiples superficies alrededor de las trompas u ovarios; finalmente, la severa, que no solo presenta extensiones en varios lugares, también se aprecian adherencias amplias.
El dolor era muy fuerte. Domitila conocía esa sensación de punzadas y cólicos en el vientre. Pero esta vez era diferente, la duración del malestar había pasado las 24 horas. Ingresó por emergencia al hospital, al principio creyeron que era una apendicitis, mas los estudios dieron una respuesta diferente. Domitila también tenía endometriosis. La solución que brindó el centro de salud fue contundente: una cirugía. Aquel día le extrajeron a Domitila el ovario derecho.
“Mis dolores han sido cuestionados por muchos médicos. Me decían que era normal tener este dolor durante la regla, que yo era una persona muy engreída, que no no soportaba el dolor. Me decían que estaba loca o que yo era muy débil y de verdad yo empecé a creer esas palabras”, narra Domitila. ”
Una enfermedad que va más allá, una enfermedad sistémica
El doctor Albinagorta señala que la endometriosis es una enfermedad sistémica dado que afecta a todo el cuerpo de la paciente a través del mecanismo de la inflamación. “No es una enfermedad del útero o de los ovarios. Puede producir una variedad de síntomas más allá del dolor menstrual”.
Esto también lo recalca Andrea Ruíz, presidenta de la Asociación de pacientes con Endometriosis y Adenomiosis “La endometriosis puede generar obstrucción en los intestinos, puede afectar los uréteres, el sistema metabólico, afecta el sistema hormonal, la salud psicológica. También se presentaron casos en los que este tejido se extendió por los pulmones o cerebro”.
Cinthya no se podía quedar embarazada, había formado una familia con su esposo y ambos querían ser padres. Desde los 11 años sufría de dolores intensos durante la menstruación. La única manera de sobrevivir aquellos días era con pastillas antiinflamatorias. Con el paso de los años los dolores no solo se presentaron durante su periodo sino que empezó a extenderse por más días. A pesar de ello, los doctores no le daban una respuesta certera: son ovarios poliquísticos, estás exagerando, no duele, aguanta que no es para tanto. Tuvieron que pasar 10 años para que supiera el origen de sus dolores y la dificultad de quedar embarazada. Cinthya era otra paciente con endometriosis.
Salidas médicas, legales y tratamiento
Una de las salidas que se le brinda a las pacientes que padecen de endometriosis es una operación, no obstante, según el médico Albinagorta, no se tiene una cura. El tratamiento médico y quirúrgico está dirigido a aliviar la sintomatología y mejorar la calidad de vida de las pacientes. “La enfermedad no se cura con tratamiento médico, no se cura con una cirugía. Es una enfermedad que va a acompañar a la paciente durante los años que dura su vida reproductiva”.
Uno de los avances más importantes a nivel estatal de la lucha contra la endometriosis es la Ley N°31868 que promueve el acceso al diagnóstico y tratamiento temprano de la endometriosis en el país. Publicada en julio del presente año. Dicha norma también creará un registro de pacientes con endometriosis con el objetivo de monitorear, recopilar y sistematizar información de los pacientes.
Las pacientes con endometriosis contaron que parte de su tratamiento va desde terapia hormonal, suplementos alimenticios, ejercicios del suelo pélvico, yoga, pilates, tratamiento endocrinólogo, alimentación saludable, tratamiento psicológico hasta la operación, en caso de que los dolores sean incapacitantes para las pacientes. Por ello, la Asociación de pacientes con Endometriosis y Adenomiosis brinda un acompañamiento y acceso a una atención médica completa.
Las cuatro entrevistadas repiten lo mismo al despedirse: “No estás sola, nosotras también estamos contigo. Pero recurre a un médico, el dolor durante la menstruación no es normal”.