Argentina | Paro, movilización y repudios por la muerte de un militante a manos de la policía de la ciudad de Buenos Aires

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Convocaron para este viernes a un paro y movilización para repudiar la muerte de Facundo Molares

Agrupaciones de izquierda convocaron para este viernes a una movilización en el Obelisco para repudiar la muerte del militante Facundo Molares, quien se descompensó cuando era detenido por efectivos de la Policía de la Ciudad.»Esto es un asesinato. No es como dice la Policía que tuvo un infarto», afirmó Jorge Adaro, precandidato a jefe de Gobierno de la Ciudad del Frente de Izquierda y titular de Ademys, quien convocó a un paro para este viernes e instó a la CGT y CTA a extender la medida a otros gremios.


En tanto, el titular del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, convocó para este viernes a las 10 a una movilización para repudiar el accionar de la Policía de la Ciudad, que no advirtió la situación de salud del manifestante, que según se observa en los videos ya no tenía reacción.

«Hay una decisión política de reprimir. Dicen que tenía factores de riesgo pero si te dan un palazo en la cabeza no es un factor de riesgo», se quejó Belliboni.

«Manaña marchamos y no hay veda», enfatizó el líder del Polo Obrero, en declaraciones a la prensa en las inmediaciones del Obelisco.

Cómo fue la muerte de Facundo Molares

La muerte de Molares se produjo cuando participaba de una protesta de las organizaciones Votamos Luchar y Rebelión Popular frente al Obelisco.

Según indicaron las agrupaciones, «realizaban un acto contra la farsa electoral y por la democracia del pueblo, cuando la Policía arremetió contra los manifestantes hiriendo gravemente a uno de ellos y reteniendo a otros».

En videos del momento se observa que Molares era mantenido por efectivos policiales en el piso, cuando una periodista advierte que no estaba respirando y luego efectivos policiales comienzan las maniobras de reanimación.

La ambulancia lo trasladó al Hospital Ramos Mejía, pero tras 40 minutos de intentos sin éxito, se declaró su fallecimiento, a los 47 años.

Ambito


Dirigentes, gremios y organizaciones repudiaron el accionar policial tras la muerte de Molares

El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, afirmó en sus redes sociales: «A 40 años del regreso de la democracia tenemos que lamentar la muerte de una persona que se manifestaba y que fue brutalmente detenida por la Policía de la Ciudad».

«Según videos del momento del hecho y testimonios de quienes estaban presentes, la policía pateó y apretó contra el piso al periodista Facundo Molares hasta dejarlo inconsciente», enfatizó.

El funcionario solicitó «separar a la Policía de la Ciudad de la investigación y que secuestren todas las cámaras del Obelisco, que deberían tener grabada la secuencia completa que permitirá esclarecer el hecho».

Por último, remarcó que «la represión y los discursos que proponen la violencia como única respuesta a las manifestaciones y a la protesta social solo producen muertes, heridos y más violencia y nos recuerdan a las peores épocas de nuestro pasado reciente».

Victoria Montenegro: «No hay conducción política»

La legisladora porteña Victoria Montenegro repudió que la represión sea una «promesa para el futuro de Argentina» y apuntó contra el Gobierno porteño porque «no hay conducción política» en la ciudad de Buenos Aires, al referirse a la muerte de un manifestante en el Obelisco tras el accionar de la Policía porteña.

El militante Facundo Molares murió después de una represión de la Policía de la Ciudad ante una protesta que realizaban agrupaciones políticas de izquierda y organizaciones sociales convocada «contra la farsa electoral y la democracia del pueblo».

«No se puede creer que esto sea una promesa para el futuro de la Argentina, la muerte no. La muerte nunca más», manifestó Montenegro en diálogo con Radio 10 y calificó lo sucedido como «una situación muy dolorosa».

«No se puede entender… una asamblea que ni siquiera estaba interrumpiendo el tránsito y estaba finalizando», expresó.

Según Montenegro, que se acercó al Obelisco en solidaridad con los manifestantes agredidos, la Policía de la Ciudad comenzó a reprimir cuando vio que un grupo de militantes tenía «la intención de prender fuego una urna» pero reclamó: «¿Dónde está la orden? Porque para reprimir tienen que tener una orden».

«Hay una compañera que plantea que los golpean a todos para reducirlos, ahí es donde creemos que el compañero tiene un infarto y lo trasladan al hospital pero llega sin vida», explicó.

La diputada porteña reprochó que «no tiene sentido nada de lo que acaba de suceder» y calificó como «muy grave» la muerte del manifestante.

«No hay conducción política en la ciudad de Buenos Aires. Este gobierno no está en la ciudad de Buenos Aires», apuntó contra el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

En esa misma línea, escribió en su cuenta de Twitter criticando la propuestas del precandidato presidencial: «Cuando escuches que tienen el coraje para enfrentarse a las protestas, es esto, un manifestante muerto en plena 9 de Julio. Larreta es responsable».

Grabois: «Demasiada muerte, demasiada crueldad»

También el precandidato a presidente por Unión por la Patria (UxP) Juan Grabois repudió la muerte del militante social Facundo Molares.

«No nos resignemos a esto, volvamos a ser humanos. Mi solidaridad con la familia y compañeros de Facundo, muerto en manos de la Policía de la Ciudad», dijo Grabois en sus redes sociales.

«Demasiada muerte, demasiada crueldad, demasiada violencia», alertó, y reclamó: «Que no nos sea indiferente la vida de nadie, no nos acostumbremos, no nos resignemos a esto. Volvamos a ser humanos».

La CGT repudia hechos de Lanús y el Obelisco y pide «pensar hacia qué Argentina queremos ir»

La CGT repudió «con vehemencia los hechos que se sucedieron durante estos días» en el país, como las muertes violentas de Morena Domínguez en Lanús y Facundo Molares frente al obelisco porteño, y advirtió que «es momento de que la sociedad toda reflexione sobre las responsabilidades y las causas» de esos episodios y de, además, «pensar hacia qué tipo de Argentina queremos ir».

«Desde la Confederación General del Trabajo repudiamos con vehemencia los hechos que se sucedieron durante estos días en nuestro país», afirmó la CGT en un comunicado.

«Con una sociedad todavía conmocionada por el asesinato de Morena a manos de delincuentes en Lanús, asistimos hace algunas horas a un nuevo y gravísimo episodio de violencia y brutalidad por parte de la Policía de la Ciudad, cuyo accionar represivo generó la muerte de Facundo Molares, un fotoperiodista que se encontraba en una manifestación en el centro porteño», sostuvo.

La central sindical que conducen Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, aseveró que «sin dudas es momento de que la sociedad toda reflexione no solo sobre las responsabilidades y las causas de estos hechos, sino que es necesario pensar hacia qué tipo de Argentina queremos ir».

«Manifestamos nuestra solidaridad con las víctimas y familiares de estos tristes episodios y exigimos que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables», concluyó.

Organizaciones sindicales y derechos humanos repudian el accionar policial

Organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos reclamaron «justicia» y repudiaron la represión de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

La Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA) repudió «la brutal represión cometida por la Policía de la Ciudad» en el Obelisco y reclamó «justicia» por la muerte de Molares.

«Nuestra central manifiesta su enérgico repudio a la brutal represión cometida por la Policía de la Ciudad contra el periodista y militante internacionalista que participaba de una manifestación pacífica en inmediaciones del Obelisco», remarcó la CTAA en un comunicado.

Este «hecho retrata el modelo de violencia institucional y de desprecio por la vida del que se jacta la administración política de la Ciudad de Buenos Aires, como lo hemos visto también en la provincia de Jujuy recientemente, y que pretende ser plasmado a nivel nacional», añadió.

La entidad indicó que Molares «fue un perseguido y preso político, quien padeció hasta condiciones infrahumanas de detención, pero que termina encontrando la muerte como consecuencia del salvaje accionar de las fuerzas de seguridad porteñas».

Por su parte, el movimiento «Encuentro Patriótico» convocó a la movilización en el Obelisco para las 10 y dijo que «la policía de Horacio Rodríguez Larreta asesinó, durante un acto político, al militante Facundo Molares, a 48 horas de las elecciones».

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) repudió el accionar de la policía local y remarcó: «Morir por participar en una protesta no tiene nada que ver con la vida democrática».

«La muerte de Facundo tiene que esclarecerse. Las autoridades deben dar un mensaje claro y contundente de que esto no puede pasar en la Argentina», añadió.

La Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) afirmó: «Repudiamos la violenta represión de la Policía de la Ciudad que asesinó a un compañero en el Obelisco. Acompañamos a la familia y allegados/as en este momento crítico. Se cruzó un límite intolerable».

El Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMa) manifestó su «absoluto repudio a la represión desatada hoy por la policía de la Ciudad ante una asamblea desarrollada en el Obelisco, que terminó con el asesinato de Facundo Molares, militante de Rebelión Popular».

El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) dijo que «repudiamos la represión de la Policía de la Ciudad que causó la muerte del fotoperiodista Facundo Molares. Exigimos urgente justicia y reclamamos la liberación de todes les manifestantes. Abrazamos a la familia de Facundo y a sus compañeres».

También llamó a marchar al Obelisco. El Sipreba informó que «salimos a las 9 desde Solís 1158 y concentramos a las 10 en el Obelisco».

La Corriente Clasista Combativa (CCC) dijo que «repudiamos la violenta represión ejercida por la policía de Horacio Rodríguez Larreta durante este jueves 10 de agosto, a compañeros de otras organizaciones que se manifestaban pacíficamente y en donde producto del accionar de la Policía de la Ciudad resultó muerto Facundo Morales».

El Partido Comunista de la Argentina condenó «el asesinato» de Molares y dijo que «es una muestra más del accionar criminal de las fuerzas represivas del Estado frente a la protesta social, accionar alentado cotidianamente por las distintas fuerzas de la derecha reaccionaria del país y los grandes medios de comunicación».

El Frente Trabajo y Dignidad «Milagro Sala» sostuvo que «la Policía de Horacio Rodríguez Larreta y los discursos represivos de Patricia Bullrich, son la llama que encendió la respuesta represiva ante una actividad militante convocada en el obelisco por un conjunto de organizaciones populares».

La Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) repudió «enérgicamente el asesinato a manos de la Policía de la Ciudad del periodista y militante Facundo Molares».

Precisó que «según compañeros presentes, en pleno avance de la represión de la Policía de la Ciudad, Facundo había reaccionado para defender a las mujeres que estaban siendo reprimidas», destacó la RNMA y enfatizó que «la policía una vez más reprime al pueblo y asesina a un comunicador».

El líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, afirmó que el militante social: «No se murió en la casa. Si en una marcha popular hay represión y muere alguien, es un asesinato. Y debe haber Justicia». Y convocó a la concentración al Obelisco mañana a las 10.

El precandidato a gobernador bonaerense del Partido de los Trabajadores Socialistas del Frente de Izquierda Unidad (FITU), Christian Castillo, afirmó: «Este crimen es parte de la ofensiva represiva que se expresa en todo el país, desde Jujuy hasta la Patagonia, por los gobernantes al servicio del ajuste del Fondo Monetario».

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) expresó su «enérgica condena al asesinato del militante y fotoperiodista Facundo Molares Schoenfeld a manos de la Policía de la Ciudad», ocurrido «en ocasión de la brutal represión que esa fuerza de seguridad desplegó contra manifestantes pacíficos en cercanías del Obelisco porteño».

«La repudiable conducta policial implica la instalación de la pena de muerte de hecho en Argentina. El feroz e irresponsable uso de la fuerza aplicada en la represión que culminó con la muerte de Facundo Molares Schoenfeld no es un hecho aislado y obedece al desprecio que el gobierno de la Ciudad tiene por la integridad física y la vida de las personas que reclaman en el espacio público», añadió.

También, otras organizaciones expresaron «su enérgica condena» y dijeron que «la repudiable conducta policial implica la instalación de la pena de muerte de hecho en Argentina».

«El feroz e irresponsable uso de la fuerza aplicada en la represión que culminó con la muerte de Facundo Molares Schoenfeld no es un hecho aislado y obedece al desprecio que el Gobierno de la Ciudad tiene por la integridad física y la vida de las personas que reclaman en el espacio público», remarcaron en un comunicado.

También exigieron «la profunda investigación de lo sucedido y el enjuiciamiento de quienes actuaron materialmente en la represión y también de los funcionarios políticos».

Firmaron el documento Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza, Asociación Buena Memoria, Comisión Memoria Verdad Justicia Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina y Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.

Télam


Facundo Molares Schoenfeld, un militante que recorrió Sudamérica y estuvo varias veces al borde de la muerte

Por Adriana Meyer

Facundo Molares Schoenfeld recorrió medio continente con su bandera. Militaba en el Movimiento Revolución Popular, una pequeña organización que se manifestaba el jueves «contra la farsa electoral». Fue comandante de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), luego radicado en Bolivia, donde cayó herido por un balazo de los que los golpistas de 2019 dispararon contra quienes defendían al gobierno constitucional de Evo Morales. Quedó con un severo cuadro cerebral que no impidió que fuera encarcelado. Estuvo 25 días en coma esposado a su cama. La Comisión de Solidaridad y Derechos Humanos intentó rescatarlo, hasta que con la recuperación democrática Morales cumplió su palabra y Molares fue repatriado.

El Estado colombiano quiso extraditarlo y casi lo consigue porque cuando regresó a Argentina fue detenido y el juez federal Guido Otranto concedió la extradición. A instancias de La Gremial de Abogadxs y otras organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos se impuso la Jurisdicción Especial de la Paz (JEP) y quedó sin efecto algo que, según sus defensores, era una muerte segura.

Finalmente la encontró ayer a manos de la Policía de la Ciudad sobre las baldosas que rodean al Obelisco, en pleno centro porteño. «El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta hizo lo que ni el Ejército colombiano ni los golpistas bolivianos pudieron, lo mató vilmente», dijo a Página/12 el abogado Ismael Jalil, de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).

Molares era fotoperiodista, había nacido hace 47 años en San Miguel, y de pequeño decía que quería ser como Ernesto Che Guevara. Comenzó a militar en la Juventud Comunista y recorrió Ecuador, Cuba, Paraguay, Brasil, Perú, Chile y Bolivia hasta llegar a Colombia. Allí se sumó a las filas de las FARC.

En 2020 llegó a Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, para trabajar como reportero gráfico y para apoyar a Evo Morales, según relató su padre Hugo Molares, juez de Paz de Trevelín, Chubut. Era un estudiante cuando ocurrió el estallido social y la rebelión de diciembre de 2001, y esas jornadas lo marcaron para convertirse en insurgente. Bajo el alias de «El Argentino» o «Camilo» fue uno de los pocos extranjeros que se destacó en el grupo guerrillero colombiano.

Nunca atendió bien su salud. Resultó herido a fines de octubre de 2019, en la localidad boliviana de Montero, en medio de los enfrentamientos y protestas posteriores a las elecciones. El 11 de noviembre fue detenido en el Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra, donde había sido trasladado en estado de coma inducido por una severa insuficiencia renal.

«Es evidente que no vino desde Colombia para pasear», había dicho la golpista Jeanine Añez, cuyo gobierno lo acusó de homicidio e instigación a delinquir. En diciembre de 2020 le concedieron la extradición para volver a la Argentina, a instancias de organismos de derechos humanos y de la Cancillería, y regresó. Había cambiado el uniforme y el arma por la cámara fotográfica, pero «seguía queriendo cambiar el mundo desde la comunicación popular», según su familia.

«He sido comunista, sigo siendo comunista y tengo la idea de que la sociedad debe cambiar, porque así como está lo que produce es tristeza y explotación del ser humano. He puesto y sigo poniendo todo mi esfuerzo en un gran cambio que le de perspectiva a la humanidad», dijo Molares en una entrevista con Página12 cuando estaba preso en la cárcel de Ezeiza, luego de ser detenido mientras visitaba a su padre en Chubut.

Página 12

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