La nueva “Ley Verdad” del senador Bob Menéndez – Por Leopoldo Puchi
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Por Leopoldo Puchi *
El senador demócrata Bob Menéndez, presidente del comité de exteriores del Senado esadounidense, ha anunciado su intención de presentar una ley que actualizaría la denominada Ley Verdad (Venezuela Emergency Relief, Democratic Assistance and Developpment) de 2019. Esta ley, aprobada durante la administración de Donald Trump, buscaba darle soporte legislativo a la política de cambio de gobierno adelantada hacia Venezuela.
La ley de 2019 se caracterizó por codificar las sanciones, limitar las posibilidades de levantarlas, imponer el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente y darle un peso decisivo a las acciones dirigidas a dividir las fuerzas militares venezolanas.
Rango de Ley
La actualización propuesta por Menéndez se vislumbra como un paso que podría intensificar las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. La revisión legislativa busca otorgarle rango de ley a las recompensas establecidas por el Departamento de Estado sobre el presidente Nicolás Maduro y otros funcionarios. También obliga a que el presidente Joe Biden remita a la Interpol esos casos para notificaciones rojas.
Otro elemento de relevancia es que se establece la apropiación por Estados Unidos de los fondos retenidos en casos penales de venezolanos, que legalmente tendrían que ser enviados a Venezuela. Ya con anterioridad, Donald Trump había utilizado parte de estos recursos para la construcción del muro en la frontera con México.
Por otra parte, el texto autoriza a la Comisión de Liquidación de Reclamaciones Extranjeras para los reclamos monetarios de ciudadanos estadounidenses, lo que permitiría la liquidación de activos venezolanos por parte de los Departamentos de Justicia y el Departamento del Tesoro. Esta disposición podría tener graves implicaciones para la economía de Venezuela.
Menéndez
Bob Menéndez es un político estadounidense de origen cubano, que tiene muy marcadas sus posiciones sobre política exterior por la Guerra Fría. Observa la situación en Venezuela a través del prisma de Cuba y replica estrategias de esa larga confrontación. Esto explica su intento por ampliar potenciales castigos, a pesar de que los hechos han demostrado que las políticas seguidas en el caso cubano no han dado resultados.
Por el momento, se desconoce si la propuesta de actualizar la ley tendrá apoyo mayoritario en el Senado, ya que se ha estado discutiendo la posibilidad de adoptar un nuevo enfoque hacia Venezuela. Pero el inmovilismo en Washington es muy fuerte y esto afecta la toma de decisiones.
Aún falta una evolución de la mentalidad de la dirigencia política estadounidense para que asuma plenamente una visión respetuosa de la normas internacionales y los principios básicos de la convivencia democrática entre la gente y las naciones. Tal es el caso de la elaboración de este tipo de leyes, dirigidas a intervenir sobre poblaciones y electores distintos a los propios.
Amor
El analista Christopher Sabatini, del Chatham House, ha señalado en un artículo publicado en Foreign Policy que el amor de Estados Unidos por las sanciones podría convertirse en su propia caída. Sabatini advierte sobre los efectos contraproducentes de estas medidas, que no solo afectan a países como Venezuela sino que también tienen repercusiones en EEUU y en la estabilidad de la región.
El propio Juan González, director para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional, en una entrevista con Gabriela Frías de CNN, admitió que ha quedado claro que la máxima presión a través de las sanciones no ha funcionado y no ha logrado impulsar el cambio político. Ahora, Estados Unidos buscaría “una ruta alternativa». En esta perspectiva, se ha hablado de un alivio de sanciones a cambio de concesiones sobre política interna.
Incoherencia
Las declaraciones de González ponen en evidencia la inconsistencia de la política estadounidense, ya que, por un lado, se reconoce que las sanciones no son efectivas, pero al mismo tiempo, se continúa aplicándolas, lo cual resulta ilógico. Lo razonable sería abandonar aquello que no ha dado resultados y buscar alcanzar los objetivos utilizando otras estrategias.
Claramente, la persistencia en mantener sanciones carece de justificación desde el punto de vista funcional, lo que sugiere que su propósito va más allá de lograr resultados prácticos y se acerca más a ser un mecanismo de castigo. En lugar de una nueva “ley Verdad” y de más tensiones, es necesario explorar vías de diálogo que promuevan el entendimiento.
*Politólogo y analista poíitico. Cofundador del Movimiento al Socialismo, fue ministro de Trabajo