Narcoempresarios y toneladas de cocaína en Uruguay – Por Nicolás Centurión

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por Nicolás Centurión*

Diez toneladas de cocaína incautadas en un puerto de Alemania. Record y portada de noticias en varios medios internacionales. La droga provenía de Paraguay y se sospecha que el cargamento haya pasado por Uruguay, una vez más. Las miradas recaen sobre las autoridades del Uruguay, pequeño paós, pero gran exportador.

Se investigó sobre el rastro de los contenedores, quiénes están involucrados y qué fue lo que sucedió. Otra vez Uruguay aparece en la ruta del narcotráfico internacional: mientras en los barrios se combate al narcomenudeo, pasan toneladas de cocaína por nuestras narices.

Abriendo los contenedores de Pandora

Hamburgo, Alemania. Las autoridades de aduana decomisan un cargamento que contenía semillas de sésamo. El origen: puerto Fénix, Asunción, Paraguay. El recorrido de la droga fue de Paraguay hacia Argentina, pasando por el puerto de Montevideo. Luego recaló por varios puertos brasileños, de allí a Marruecos. De Marruecos a Holanda. De Holanda a Inglaterra y de Inglaterra a Alemania.

A raíz de dicha situación las autoridades de Uruguay y Paraguay acordaron la última semana fortalecer los controles de seguridad de sus puertos, lugar de tránsito u origen de importantes cargamentos de cocaína incautados en Europa en los últimos tiempos.

Ésta fue la segunda incautación más grande del viejo continente. Sin embargo, en el pequeño país suramericano de Uruguay, en los últimos cuatro años y sólo contando a tres “narcoempresarios”, se incautaron 11 toneladas de cocaína. ¿Qué está sucediendo en la esquina sureste del continente?

El convenio de cooperación firmado en Montevideo estipula que las aduanas de ambos países (Paraguay y Uruguay)  «adecuarán sus sistemas informáticos y de control no intrusivo para intercambio de imágenes en línea y otros datos que se obtengan durante la inspección de la carga», según un comunicado de la Presidencia uruguaya.

Paraguay cuenta actualmente con nueve escáneres para analizar la carga que sale de sus puertos. Uruguay prevé para 2024 tener operativos tres nuevos dispositivos, uno de ellos transportable. Según el Director Nacional de Aduanas, Jaime Borgiani, ésto permitirá escanear hasta el 75% de la carga, frente al 7-8% que se controla actualmente.

A través de la hidrovía de los ríos Paraguay y Paraná, la carga proveniente de Paraguay llega en barcazas hasta la terminal uruguaya de Nueva Palmira y de allí es llevada al puerto de Montevideo para partir en buques contenedores a su destino final.

Julio Fernández, director paraguayo de Aduanas declaró: “¿Qué falló? No fue una falla tecnológica. Fue una falla humana y pueden ser tres posibilidades: complicidad, negligencia o un esquema vinculados a unas personas que encontraron una vulnerabilidad nuestra.”

Aunque el acuerdo es entre las direcciones de aduanas, que en el caso uruguayo depende del Ministerio de Economía y Finanzas, el ministro del Interior Luis Alberto Heber, lideró el evento, en el que estuvieron el embajador paraguayo y los directores de aduanas de ambos países.

Otro emprendedor del narcotráfico

Un condenado y siete imputados por 265 kilos de cocaína que iban a ser enviados a Europa: así titulaban los portales de noticias uruguayos. Eso es lo que dejó como resultado la Operación Titanes a principios de julio.

Jorge Pérez Bentancor, narcoempresario que vive en la Tahona (es decir, vecino del presidente de la República, Luis Lacalle), fue imputado por la justicia y deberá cumplir dos años de prisión por asistencia al narcotráfico. El valor del cargamento incautado supera los nueve millones de euros en Europa, informó el Ministerio del Interior

Perez Bentancor es acusado de integrar una banda junto a cuatro colombianos y cuatro uruguayos. Se pudo determinar que la organización acopiaba la droga en una vivienda del barrio montevideano Cerro Norte y desde allí los integrantes colombianos se encargaban de acondicionar las maderas para camuflar la cocaína, que luego era embarcada en el Puerto de Montevideo para su envío a Europa, con la complicidad de una empresa exportadora de maderas.

Pérez Bentancor se dedicaba a la importación de madera, principalmente desde Paraguay, pero también a importar y vender maquinaria agrícola. Una de las empresas que utilizaba era Agronegocios Del Chaco Paraguayo y la otra Mintaka Importaciones.

Mintaka fue el nombre de otra operación policial por la cual el mismo empresario había sido detenido y procesado con prisión en el año 2012 por estar en posesión de 312 kilos de cocaína.

La madera era exportada desde Paraguay por la empresa Agronegocios del Chaco Paraguayo SA, cuyo titular es el ciudadano uruguayo Diego Luis Menéndez Violante, acusado de estafa en un negocio agropecuario en Uruguay por un socio español que lo denunció por apropiarse de 90.000 dólares en el año 2018.

Menéndez huyó a Paraguay y la Justicia uruguaya solicitó su captura a Interpol. El 20 de agosto del año pasado fue detenido a las 8 de la mañana mientras caminaba por un calle de la ciudad de Hohenau, departamento de Itapuá, al sur de Paraguay y limítrofe con Misiones, Argentina, señala el periodista Carlos Peláez.

Otro de los detenidos de la banda de Pérez Bentancor, estaba requerido desde febrero del año pasado por la Operación Pegaso, en la que se incautaron 1.361 kilos de cocaína en una playa del esteño departamento uruguayo de Rocha, luego de que fallara el proceso de embarque para su salida del país.

Dos de los detenidos colombianos tenían antecedentes asociados a la Operación Atlántico Sur realizada en 2010, en la que se incautaron 25 kilos de cocaína.

Según las declaraciones de importación, la madera ingresaba en camiones a través de la ciudad de Fray Bentos, sobre el río Uruguay. Según informó Guillermo Maciel, subsecretario de Interior, “se investigan posibles nexos de Pérez Bentancor y Sebastián Marset, ya que saben que ambos se conocen”.

Incluso los ladrillos de cocacína estaban marcados con un texto: King of the South (Rey del Sur), que es una de las firmas de la banda que integra Marset, un narcotraficante uruguayo a quien el gobierno de Lacalle le otorgó un pasaporte que le  permitió escapar de la justicia paraguaya. Antes, Marset, investigado por el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, había sido detenido en Dubái, por intentar cruzar a Turquía con un documento falso.

Mientras tanto en Uruguay, a una mujer que ingresa un par de cigarrillos de marihuana a la cárcel, la condenan a cuatro años de prisión gracias a la Ley de Urgente Consideración (LUC) que aumentó las penas del narcomenudeo, pero al  narcoempresario le aplican solo dos años. Siempre es más fácil cortar por el hilo más fino y débil.

*Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

CLAE – Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico

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