Paraguay | Organizaciones campesinas logran regularizar tierras tras años de persecusión y desalojo
Paraguay: tras 11 años de reclamos, campesinxs recuperaron las tierras de Marina Kue
Por Concepción Oviedo
El 15 de junio del 2012 marcó la historia de la lucha por la tierra en Paraguay. Esa mañana ocurrió la masacre de Marina Kue, Curuguaty en el departamento de Canindeyú donde murieron 11 campesinos y 6 policías. Este caso fue utilizado para el golpe de Estado parlamentario y se convirtió en una de las situaciones de injusticias más terribles y tristes en el Paraguay. Tras 11 años de lucha se logró la regularización de las tierras. Ahora queda la gestión de títulos en el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT).
El caso de Marina Kue con la pregunta, «¿Qué pasó en Curuguaty?», fue la campaña acompañada por diversas organizaciones de Paraguay con las consignas de Justicia, Tierra y Libertad. Tras el golpe de Estado -que dejó fuera de la presidencia de la República a Fernando Lugo y trunco el único de proceso democrático en donde no gobernaba el partido Colorado tras la dictadura stronista-, y desde el 2012 se han instalado gobiernos colorados, y el narco Estado encabezado por el significativamente corrupto Horacio Cartes.
Por qué las familias exigen las tierras de Marina Kue
La Comisión Naranjaty ocupaba las tierras. En 2004 gestionaron la obtención de las tierras conocidas como Marina Kue. En esa época el ex presidente Nicanor Duarte Frutos dispuso que se destinarán para la Reforma Agraria. Es decir, fueron destinadas al Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT). Pero estas negociaciones no avanzaron. A pesar de que la comisión ya denunció la invasión de la empresa Campos Morombi que se dedica a la siembra de monocultivos transgénicos, también estaba interesado en expandir sus tierras hacia las mismas exigidas por las familias campesinas.
La empresa Campos Morombi pertenece al fallecido político colorado Blas N. Riquelme, que en 2005 inicia una demanda por usucapión, una batalla jurídica.
La tierra en disputa
Unas 2000 mil hectáreas son las tierras en disputa. Habrían sido entregadas por La Industrial Paraguaya al Estado paraguayo en 1967 como parte de pago de una deuda.
Posteriormente la Marina las ocuparía, razón por la cual recibe el nombre de Ex Marina pero en jopara, mezcla del guaraní y el castellano.
En junio del 2012, la empresa agropecuaria Campos Morombi solicitó ante la justicia paraguaya el desalojo de las familias de la Comisión de Naranjaty, sin contar con el título de propiedad. Es decir, no existía razón para que la fiscalía diera lugar al pedido.
Esa mañana del 15 junio llegaron más de 300 policías armados, un helicóptero con cámara que grabó toda la masacre (que supuestamente desapareció) para un desalojo a alrededor de 70 personas, incluyendo a niñas y niños. De las 17 personas que murieron ese día 11 eran campesinos y 6 policías. En el caso de los campesinos, varios de ellos fueron asesinados extrajudicialmente, fueron entregados en bolsas de basura negra y nunca se realizó una autopsia para determinar la causa de sus muertes. Uno de ellos incluso llegó a llamar a su esposa antes de ser ejecutado.
El Informe Chokokue documentó 115 ejecuciones y desapariciones de dirigentes campesinos y campesinas entre 1989 y 2013.
Justicia, Tierra y Libertad
Las consignas de lucha levantadas por la Comisión de Familiares y Víctimas de Marina Kue y acompañada por diversas organizaciones del campo y la ciudad en Paraguay y otros países.
Tras la masacre y el golpe de Estado terminaron presas y presos políticos 11 personas, 3 mujeres campesinas, quienes lograron su libertad luego de muchas movilizaciones y presión de organizaciones. Atravesaron un juicio plagado de irregularidades con el fiscal Jalil Rachid a la cabeza de las acusaciones que tenía como sus principales pruebas, azadas, machetes, papel higiénico, corta uñas, kepis. Así de burdas eran las pruebas que sostuvieron un proceso injusto por más de 4 años.
La regularización de Marina Kue un sueño del campesinado
Martina Paredes, ella es una mujer campesina. Una hermana que perdió a dos de sus hermanos durante la masacre de Marina Kue y una de las principales figuras de la Comisión de Familiares y Víctimas que siguen luchando. A poco menos de dos meses de finalizar la gestión del presidente Mario Abdo Benitez, finalmente firmó la regularización de las tierras de Marina Kue y la alegría de Martina era visible en su rostro.
“A 11 años, el 22 de junio del 2023 aproximadamente a las 11:30 recibimos la buena noticia que el presidente de la república por fin promulgó, la regularización que se busca hace más de 11 años. Nuestro eje central de reivindicación son tres puntos: justicia, libertad y tierra, y de a poco se conquista esta lucha. Agradecemos a toda la gente que apoyó desde el primer momento la causa de Marina Kue. ¿Qué pasó en Curuguaty? Hasta ahora esa es una pregunta oscura. No se sabe, pero tenemos la postura de que fue preparado, montado para echar al presidente de la república de ese entonces Fernando Lugo”, señaló emocionada Martina.
Conamuri es una de las organizaciones que acompañaron la causa desde sus inicios y recibió en varias ocasiones a las familias durante el juicio, además de llevar adelante la campaña «¿Qué pasó en Curuguaty?»
De esa organización, parte Alicia Amarilla, dice: “en Marina Kue tenemos nuestro corazón y para Conamuri es importante. Nos da una esperanza de recuperación de nuestro territorio que, si nos organizamos, luchamos y nos movilizamos, seguimos existiendo en territorio. Podemos forzar la legalización, claro que no debemos llegar a una masacre para regularizar la tierra. Pero es necesario que nuestro sector recupere las tierras mal habidas como recomienda el informe de la Comisión de Verdad y Justicia. Seguir insistiendo que la Reforma Agraria es la vía de solución de la agroecología y la soberanía alimentaria. Tenemos la respuesta ante este modelo capitalista y tenemos muchísimas propuestas frente a esta situación de desarrollo social, de dignidad campesina e indígena”, señaló.
La lucha de Marina Kue continúa
Si bien la regularización de las tierras significa otra conquista, es cierto que entre las consignas de Justicia, Tierra y Libertad, la Justicia aún queda pendiente. En un contexto de persecución a las familias campesinas e indígenas que luchan por un pedazo de tierra, la regularización de las tierras significa un poco de justicia después de 11 años. El proceso continuará con el INDERT para hacer efectiva la entrega de títulos a las familias.
“La conquista quiere decir para nosotros que como campesinas y campesinos queremos vivir mejor, comer bien, de tener un techo digno. Justamente eso es para nosotros, porque siempre buscamos eso”, contaba la lideresa campesina.
Durante los 11 años las familias se organizaron para avanzar en la recuperación de las tierras y continuar construyendo su asentamiento, a pesar de las limitaciones con las que se encontraron. En estos años, en reiteradas ocasiones cuentan que la presencia del Estado fue nula. Se debió principalmente porque las instituciones los responsabilizaban por la masacre de seis policías.
Actualmente en la comunidad de Marina Kue viven alrededor de 600 personas, entre ellas familias que se acercaron a pedir un pedazo de tierra a la comunidad y que no son familiares de las víctimas. Han construido con apoyo de individualidades y organizaciones una capilla, una escuela y producción para autoconsumo y renta. El objetivo es construir un asentamiento modelo que respete y cuide el medio ambiente.
“Son tres años en el que está elevando el costo de la mandioca, alcanzamos a vender hasta 3000 mil guaraníes el kilo. Eso da esperanza a las compañeras y compañeros porque se comenzó a trabajar. Antes no podíamos trabajar porque por ley se declaró reserva científica y por eso respetando para no ser imputados intentamos cumplir la ley y buscábamos la regularización de la tierra. Después pasando el tiempo sembramos más y ahora hay más de 300 hectáreas de mandioca. Entre esa siembra ya hay maíz, maní, poroto, batata”, resaltó Martina sobre el proceso de trabajar la tierra nuevamente.
El producto más rentable para la comunidad es la mandioca, pero el camino aún no está en condiciones para transportar lo que venden. Debido a que tienen arroyitos necesitan puentes, y debido a la ausencia del Estado intentan crearlos. En otros casos sacan con tractores la mandioca, todo ese proceso les afecta porque el costo de su producto disminuye.
El rol de las mujeres
“La mayor parte fueron las mujeres las que resistimos en la lucha, hay hombres, pero son pocos. En el encadenamiento hicieron mayoría las mujeres y la resistencia en Marina Kue. Todos los sábados son mujeres. Y todo el trabajo comunitario que se desarrolló son más mujeres. Ellas están alegres y se sienten parte de la conquista”, manifestó como un gran logro Martina.
Recordó que antes eran sumisas y ahora muchas de ellas lideran la lucha, en lo que se denomina en Paraguay como kuña guapa. Puntualiza además la lideresa de Curuguaty que los logros de la lucha se dan gracias a la participación activa y comprometida de las mujeres.
Agradecer la solidaridad y el acompañamiento
“Para mí el agradecimiento es la memoria del corazón. Quiero agradecer a cada persona que apoyó la causa, duró 11 años y no es fácil, cada persona que hizo su aporte logístico y la prensa. Quiero decir a cada persona que se siente parte que sea parte del festejo en el 14 de octubre para abrazar y dar gracias. Hay personas que ya no están, como el pa’i Oliva que tanto luchó. Hacerle llegar el agradecimiento sincero, eso no hicimos solas, ni solos, se hizo a través de mucha gente”, concluyó Martina.