Lula pidió evitar una nueva Guerra Fría entre China y EEUU y «aliviar el sufrimiento» del pueblo haitiano
Lula pidió evitar una nueva Guerra Fría entre China y Estados Unidos
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este lunes desde Hiroshima que espera que no surja de nuevo una Guerra Fría entre China y Estados Unidos, sino que la economía mundial sea «libre». En una rueda de prensa en la que hizo un balance sobre su participación en la cumbre del G7, donde fue el único invitado latinoamericano, Lula defendió la creación de monedas diferentes al dólar para intercambios comerciales.
El mandatario brasileño reiteró su condena a la invasión rusa del territorio ucraniano e insistió en su firme defensa del diálogo entre Moscú y Kiev. Además dijo dijo que no estaba «decepcionado» por la ausencia de Volodimir Zelenski a una cita prevista entre ambos en Japón, sino que se sentía «molesto».
Saio do G7 mais otimista do que nunca. Vamos estabelecer fortes parcerias com o mundo. As pessoas gostam muito do Brasil e estão muito felizes com a volta da democracia e nossa volta ao cenário internacional. Agora, temos um longo voo pela frente. Boa noite, Brasil!
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— Lula (@LulaOficial) May 22, 2023
«Quiero una economía libre»
«Espero que no haya gente que acepte otra vez la Guerra Fría. No quiero que suceda otra guerra así entre China y Estados Unidos y quedemos sometidos a esos países. Quiero una economía libre en el mundo comercial», aseguró Lula. El uso del dólar en el mercado mundial fue criticado en varias ocasiones por el mandatario brasileño, quien recordó que la idea de crear una moneda propia ya se está discutiendo en el BRICS, organismo que reúne a Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica, para que los países miembros puedan comerciar con ella.
«No es posible que tengamos que depender del dólar para el comercio exterior», enfatizó el líder de izquierda, quien agregó: «Sueño con la construcción de varias otras monedas entre los países que tienen alto comercio para que no queden dependientes de una sola moneda, así como el euro. Creo que es posible crearla. Sólo falta tener las condiciones políticas y económicas para hacerlo».
Luego de ser cuestionado sobre la posición de los países del G7 que anunciaron reducir las «excesivas dependencias» económicas de China, Lula dijo que continuará fomentando las relaciones comerciales con el país asiático, que es el principal socio de Brasil, al igual que con otras naciones del mundo. «China es un socio muy importante. Es nuestro mayor socio comercial, queremos mantener esa relación y eso no impide que también la tengamos con los demás países», planteó al respecto.
La reunión que no fue
Poco antes de partir de regreso a Brasil desde Hiroshima, donde participó como invitado en la reunión del G7, Lula confirmó que no mantuvo un encuentro privado con su par ucraniano, Volodimir Zelenski, porque éste no se presentó en el momento previsto. «Si tenía otro problema más grave, una reunión más importante, no lo sé. El hecho concreto es que estaba programada una reunión con Zelenski aquí en esta sala a las 15:15», dijo Lula al diario Folha de Sao Paulo en la ciudad japonesa que fue sede durante tres días de la reunión del grupo de los siete países más industrializados del mundo.
Según fuentes del gobierno consultadas por el diario mencionado, la reunión habría cambiado de hora en tres ocasiones bajo petición de la delegación ucraniana, pero finalmente nadie se presentó a la cita con Lula, quien se habría quedado esperando en la sala de conferencias del hotel con las banderas ucraniana y brasileña listas para el encuentro. El presidente brasileño puntualizó que mientras esperaba al mandatario ucraniano adelantó su encuentro con el primer ministro de Vietnam, Phạm Minh Chinh, pero al terminar esa cita Zelenski tampoco apareció.
«Me gustaría reunirme con él y discutir el asunto», dijo el líder del Partido de los Trabajadores refiriéndose a su propuesta de mediación de paz en la guerra entre Rusia y Ucrania. «Pero mire, Zelenski es mayor de edad, sabe lo que hace», continuó Lula agregando que, aunque el encuentro no se produjo ahora, habrá otras oportunidades en el futuro.
Lula aclaró que, pese al desplante de Zelenski, se mantiene en la misma posición que antes: en defensa de un alto el fuego y conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania. «Estoy tratando, con India, China, Indonesia y otros países, de construir un bloque para intentar una política de paz en el mundo», dijo el mandatario brasileño.
Lula recordó que hace dos semanas viajó a Kiev el principal asesor internacional de Lula, el excanciller Celso Amorim, quien tras mantener conversaciones con altos funcionarios ucranianos constató que en estos momentos no hay condiciones para la paz. «Por el momento ambos están convencidos de que van a ganar la guerra. Ni Putin ni Zelenski están pensando en paz», afirmó el exlíder sindical.
En paralelo, Lula pidió una vez más aumentar el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, para incluir a Brasil y países como Alemania, Japón, India, naciones africanas y latinoamericanas. Citando la invasión de Irak, Libia y la invasión rusa de Ucrania, Lula dijo que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad son los que hacen las guerras y enfatizó: «Si el Consejo hubiera funcionado como se suponía que debía hacerlo, la guerra de Ucrania podría no haber ocurrido».
Lula pide a comunidad internacional actúe con rapidez para aliviar el sufrimiento del pueblo haitiano
Luis Inácio Lula da Silva no se olvidó de Haití durante la Cumbre del G7 realizada en Hiroshima, Japón, este fin de semana. El presidente brasileño habló de la necesidad de que la comunidad internacional actúe con rapidez para aliviar el sufrimiento del pueblo haitiano.
En un discurso leído este domingo 21 de mayo durante la sesión de trabajo del G7 y los países invitados en Hiroshima, el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, subrayó la necesidad de que los líderes del mundo libre lleven rápidamente ayuda a la gente haitiana.
«En Haití, debemos actuar rápidamente para aliviar el sufrimiento de una población desgarrada por la tragedia», dijo.
«El flagelo que enfrenta el pueblo haitiano es el resultado de décadas de indiferencia ante las necesidades reales del país. Hace años que Brasil viene diciendo que el problema de Haití no es solo un problema de seguridad, sino sobre todo un problema de desarrollo», continuó.
Más de seis meses después de la solicitud del gobierno encabezado por Ariel Henry, transmitida por la ONU, de enviar una fuerza internacional para combatir a las pandillas, la comunidad internacional está buscando nuevas estrategias ya que ningún país se presenta para liderar tal misión.Después de Canadá, Estados Unidos apuntaría ahora a Brasil para asumir este papel. La embajadora de EE. UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, incluso viajó a Brasil a principios de mayo para poner las cosas en marcha en esta dirección. El diplomático dijo que este país sudamericano «se siente preocupado por Haití» y que está comprometido a trabajar con el Consejo de Seguridad para encontrar una salida. Durante esta cumbre en Hiroshima, el presidente Lula Da Silva aprovechó para criticar la incapacidad de las potencias para enfrentar las crisis internacionales, su ceguera ante los reclamos de los países emergentes, entre otros. Para él, «los paradigmas se han derrumbado» y es hora de que una «nueva mentalidad» reine en el mundo.
Además de los miembros del G7 – Japón, EE. UU., Alemania, Francia, Italia, Canadá, Reino Unido – países como Brasil, Australia, India, Indonesia, República de Corea, Vietnam, entre otros, fueron invitados a esta cumbre celebrada el 20 y 21 de mayo. 2023.
Espera no surja guerra
Luiz Inácio Lula da Silva, dijo además, desde Hiroshima que espera que no surja de nuevo una guerra fría entre China y Estados Unidos, sino que la economía mundial sea «libre».
En una rueda de prensa en la que hizo balance sobre su participación en la cumbre del G7, donde fue el único invitado latinoamericano, Lula defendió la creación de monedas diferentes al dólar para intercambios comerciales.
«Espero que no haya gente que acepte otra vez la guerra fría. No quiero que suceda otra guerra así entre China y Estados Unidos y quedemos sometidos a esos países. Quiero una economía libre en el mundo comercial», señaló.
El uso del dólar en el mercado mundial ha sido criticado en varias ocasiones por el mandatario brasileño, quien recordó que la idea de crear una moneda propia ya se está discutiendo en el BRICS -organismo que reúne a Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica- para que los países miembros puedan comerciar con ella.
Lula volta a defender moeda comum dos Brics nos moldes do euro
Por Eduardo Gayer
O presidente Luiz Inácio Lula da Silva voltou a defender a criação de uma moeda comum entre os países do Brics – Brasil, Rússia, Índia, China e África do Sul – no mesmo molde do euro, como forma de reduzir a dependência do dólar em trocas comerciais.
«Eu sonho com a construção de várias moedas entre outros países que façam comércio, que os BRICs tenham uma moeda. Como o euro», disse o petista em Hiroshima, após encerrar sua participação no G7.
O euro, porém, é uma moeda única utilizada entre países europeus, enquanto o ministro da Fazenda, Fernando Haddad, costuma defender uma moeda comum exclusiva para transações comerciais, em uma espécie de câmara de compensação para substituir o dólar.
«Não é possível depender do dólar para fazer comércio exterior […]. Haveremos de discutir a moeda dos Brics em algum momento», declarou o presidente em entrevista coletiva em Hiroshima, no encerramento de sua viagem oficial ao Japão para participar do G7.
Lula voltou a defender um socorro à Argentina, parceiro comercial que é destino de exportações brasileiras e enfrenta uma grave crise econômica sob o governo do esquerdista Alberto Fernández.
No G7, Lula se reuniu com a diretora-gerente do Fundo Monetário Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, e pediu alívio das pressões sobre as dívidas argentinas.
«Eu conversei com a diretora do FMI sobre a situação da Argentina e pedi que ela tivesse compreensão porque, depois da pandemia, a Argentina enfrentou uma seca. Vamos dar um tempo para a Argentina se recuperar», relatou Lula. «As nossas empresas precisam continuar vendendo para a Argentina», acrescentou.
A criação de uma moeda comum para diminuir a dependência do dólar também é negociada entre Brasil e Argentina. «Eu quero uma economia, para que cada um negocie com quem quiser», declarou o presidente.
Lula encerra participação no G7 e contesta poder geopolítico de países ricos
O presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) finalizou a sua participação na cúpula dos líderes do G7 com uma postura considerada de contestação e crítica ao poder dos países mais industrializados do mundo, que integram o grupo. No encerramento, Lula criticou o modo como as potências lidam com as crises geopolíticas e afirmou que é “preciso romper com a lógica de alianças excludentes e de falsos conflitos entre civilizações”.
“A multipolaridade que o Brasil almeja é baseada na primazia do direito internacional e na promoção do multilateralismo. Reeditar a Guerra Fria seria uma insensatez. Dividir o mundo entre Leste e Oeste ou Norte e Sul seria tão anacrônico quanto inócuo. É preciso romper com a lógica de alianças excludentes e de falsos conflitos entre civilizações”, declarou o presidente em seu último discurso na cúpula.
O encontro ocorreu em Hiroshima, no Japão, e teve início última sexta-feira (19). Participaram líderes e representantes do G7, composto por Alemanha, Canadá, Estados Unidos, França, Itália, Japão e Reino Unido.
“O mundo já não é o mesmo. Guerras nos moldes tradicionais continuam eclodindo, e vemos retrocessos preocupantes no regime de não-proliferação nuclear, que necessariamente terá que incluir a dimensão do desarmamento. As armas nucleares não são fonte de segurança, mas instrumento de extermínio em massa que nega nossa humanidade e ameaça a continuidade da vida na Terra”, disse.
Ao falar da Ucrânia, Lula declarou que “nenhuma solução será duradoura se não for baseada no diálogo” e que é necessário “trabalhar para criar o espaço para negociações”. “Repudiamos veementemente o uso da força como meio de resolver disputas. Condenamos a violação da integridade territorial da Ucrânia. Ao mesmo tempo, a cada dia em que os combates prosseguem, aumentam o sofrimento humano, a perda de vidas e a destruição de lares.”
Este posicionamento do presidente chamou a atenção de especialistas em política externa, porque contestou o poder dos países do G7 sobre o mundo. É o que defende o professor de Relações Internacionais e Economia da Universidade Federal do ABC (UFABC), Giorgio Romano Schutte, que é também membro do Observatório da Política Externa e da Inserção Internacional do Brasil (OPEB).
“Lula deixou claro, por exemplo, que o fórum de debate deveria ser o G20, onde os países do Sul global participam em pé de igualdade, e que as decisões deveriam ser tomadas no fórum multilateral das Nações Unidas”, analisa Schutte.
Na avaliação do professor, Lula «questionou a legitimidade dos países do G7 de se colocarem como líderes do mundo» e criticou a criação de «alianças excludentes e de falsos conflitos entre civilizações», que por sua vez dificultam a criação de alianças necessária para resolver os problemas globais como às crises ambientais, a segurança alimentar, as pandemias e a paz.
“Lula falou o que tinha de falar de forma explicita, nas entrelinhas e nos gestos não verbais. Ficou a impressão, porém, que os líderes do G7 fizeram ouvidos moucos enquanto a opinião púbica nos países do G7 é chamada a se indignar com uma suposta indisposição do Lula de se encontrar com Zelensky. Todos os mandatários do G7 gostam de Lula, reconhecem sua liderança e carisma, gostam de estar na foto com o presidente, mas esperam que ele se limite à agenda que interessa também a eles”, conclui Schutte.
Ao contrário do que foi inicialmente comunicado, Lula não se encontrou com o presidente da Ucrânia, Volodimir Zelensky, para uma conversa bilateral durante a cúpula por desencontro de agendas, conforme foi informado.
Diferente de outros países ocidentais, o Brasil não concordou com a imposição de sanções financeiras à Rússia e tenta, nesse sentido, se colocar como um ponto de mediação entre os dois países, assim como a China.