Las 10 claves del declive político del presidente Guillermo Lasso

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Las 10 claves del declive político del presidente Guillermo Lasso

En casi dos años de gestión, el Ejecutivo se ha alejado de la mayoría de sectores sociales y políticos. A la vez, su estructura partidista se ha debilitado, mientras las crisis se multiplican.

En medio de la pugna en la Asamblea Nacional por enjuiciar políticamente al presidente Guillermo Lasso, tanto el Legislativo como el Ejecutivo dejan a la vista su debilitamiento político.

Si bien el Mandatario llegó al poder con el 52% de respaldo electoral, la carencia de una estructura partidista sólida y las decisiones gubernamentales de los dos primeros años han ido minando la popularidad del oficialismo. Apenas cuatro de cada 10 ecuatorianos esperan que termine su periodo.

Aunque, para llegar a Carondelet, Lasso prometió ajustes en su plan de gobierno y abrió los brazos a propuestas y sectores políticos y sociales alejados a su ideología, no ha logrado mantener ninguna alianza.

El paso de los meses ha demostrado que el Mandatario y su equipo de trabajo no lograron apalancar su gestión. A esto se suman las crisis arrastradas, los eventos imprevistos y los factores externos que ha tenido que enfrentar.

¿Cómo llegó el presidente Lasso a enfrentar un segundo intento de destitución antes de cumplir la mitad de su periodo? A continuación PRIMICIAS hace un recuento de las 10 principales causas que han dinamitado el capital político del Gobierno:

Las afrentas con el PSC
Incluso antes de llegar al poder, Lasso ya dio la espalda a su primer aliado: el Partido Social Cristiano (PSC). Pese a que la lista 6 lo ayudó a llegar al poder, el oficialismo no tardó en dejarlo de lado en las negociaciones legislativas.

Además, a lo largo de estos dos años, Jaime Nebot y Guillermo Lasso se han atacado constantemente con mensajes, directos e indirectos, agudizando la distancia entre ambas tiendas políticas.

En medio del proceso de juicio político, la bancada socialcristiana ha perdido tres legisladores y acusa al Gobierno de comprar sus votos.

Acusaciones al movimiento indígena

Quito 29 de junio 2022. Día 17 de protesta nacional, marcha de manifestantes pasó por calles del centro de Quito. API / Daniel Molineros

Pese a la fuerza que han tenido los dos últimos paros nacionales, encabezados por la Conaie, el presidente Lasso ha insistido en convertir en su enemigo público a Leonidas Iza, presidente de la agrupación.

Ninguna de las acusaciones contra el líder indígena han sido comprobadas, ni siquiera cuando lo detuvieron, en medio de cuestionamientos, en junio de 2022. Esto ha marcado a la vez la relación con la Feine y la Fenocin. Así como con la bancada de Pachakutik en el Legislativo.

Pese a un acuerdo inicial, que puso a Guadalupe Llori en la presidencia de la Asamblea durante un año, el Mandatario ha logrado exacerbar la relación con la lista 18 y sus organizaciones de base.

Las reacciones y acciones de Lasso han causado que la Conaie exija y amenace con justicia indígena a los legisladores de Pachakutik para que voten a favor de su censura y destitución.

Desencuentros por todas partes

El Ejecutivo no ha sido capaz de conciliar las relaciones con los distintos sectores sociales, económicos y políticos.

Por ejemplo, Guillermo Lasso se ha encargado de tensar los vínculos con sus aliados naturales, como el sector empresarial y los grupos conservadores.

A esa lista se suman los roces con sectores como las centrales sindicales, los bananeros, los arroceros, el movimiento de mujeres, los estudiantes, los transportistas, los ambientalistas y los defensores de derechos humanos.

Servicios públicos ineficientes

Pacientes con enfermedades catastróficas protestan delante del Palacio de Carondelet por la falta de medicinas, en diciembre de 2022. Alianza Nacional por la Salud

Algo que ha causado malestar constante durante esta administración es la problemática emisión de documentos ciudadanos, como las cédulas, pasaportes, licencias de conducción y matrículas.

Pero, el mayor problema que enfrenta el Ejecutivo y no ha logrado solucionar del todo es la falta de especialistas de la salud, medicamentos e insumos. Las quejas de los usuarios no paran y las denuncias, especialmente en los hospitales del IESS, son una de las mayores demandas de la población en general.

Mal manejo comunicacional

Desde su llegada al poder, en mayo de 2021, el presidente Guillermo Lasso anunció un cambio en las políticas de comunicación del Ejecutivo. La intención era distanciarse del ‘estado de propaganda’ del correísmo y el abuso de la publicidad y cadenas estatales.

Sin embargo, el giro fue de 180 grados. El mismo Mandatario lo aceptó y el actual ministro de Gobierno, Henry Cucalón, señaló que ese era un problema grave por corregir, porque nada de lo positivo del Gobierno se conoce.

Sin embargo, tres funcionarios han pasado ya por la Secretaría de Comunicación, sin éxito. Los dos últimos, Leonardo Laso y Andrés Seminario, coincidieron en que el Mandatario y su equipo cercano los dejan fuera de las decisiones y no les permiten hacer su trabajo.

Inversión social imperceptible

Niños en Monte Sinaí estudian en una aula de caña, Guayaquil 16 de agosto de 2022. Carolina Mella

Aunque el Ejecutivo insista en todas sus entrevistas en que sí hay inversión social y enumere listas de cifras, es lo que menos percibe la ciudadanía. Y el buen manejo de la macroeconomía no se ha reflejado en la economía familiar y popular.

La inversión en salud, educación, inclusión social, gestión de riesgos y vialidad son las demandas más latentes entre la población. Por ejemplo, del plan estrella del Gobierno, sobre la lucha contra la desnutrición crónica infantil, poco se sabe.

Por eso, el correísmo ha aprovechado esa brecha para enfocarse en esa atención desde los gobiernos locales, generar cercanía con la ciudadanía y conseguir así un fortalecimiento político y electoral.

Débil estructura partidista

Del movimiento Creo queda poco y la estructura como organización política tiene cada vez menos representación. En las últimas elecciones seccionales, apenas consiguieron seis alcaldías por sí solos y otras tres en alianzas.

Por lo tanto, no hay una base social y política que pueda sostener o apoyar al Ejecutivo en los momentos de crisis.

Además, la falta de cuadros en todo el país se refleja en la necesidad del Ejecutivo de buscar funcionarios en otras tiendas políticas o de distintas trayectorias partidistas para intentar alcanzar algún tipo de respaldo local o sectorial.

Un Gabinete de retazos

De la misma falta de cuadros políticos se desprende la compleja situación del gabinete ministerial. El presidente Lasso ha tenido problemas para encontrar ministros en algunas ocasiones, por ejemplo, para Agricultura, Salud, Energía y todas las carteras de seguridad.

Además, la limitada cantera que tiene el Ejecutivo, el tanque de pensamiento Ecuador Libre, se vio afectada por los problemas de gestión y denuncias de corrupción en su círculo cercano. Por lo que sus hombres de confianza tuvieron que abandonar los cargos en Carondelet.

Espiral de violencia

Entre la crisis carcelaria y el incremento de la violencia en las calles, el presidente Guillermo Lasso ha enfrentado la mayor crisis de inseguridad del país en tiempos recientes.

La tasa de muertes violentas ha llegado a ser una de las más altas de la región, los recursos y su ejecución en seguridad han tenido problemas y los estados de excepción se han tornado insuficientes para frenar al crimen organizado.

Ahora el debate público gira en torno a la existencia del terrorismo en Ecuador, el porte y tenencia de armas y el uso de la fuerza letal por parte de los policías y militares.

Denuncias por corrupción

Pese a los innumerables problemas de gestión que ha tenido el Ejecutivo, las denuncias de supuesta corrupción en las empresas públicas y entre el círculo cercano del presidente Lasso fueron la excusa que escogieron los legisladores de oposición para intentar destituirlo, por segunda ocasión.

Las denuncias contra su cuñado, Danilo Carrera, y su representante ante el directorio de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO), Hernán Luque, fueron el inicio del proceso de juicio político en el Legislativo.

Sin embargo, pese a las denuncias incluso ante la Fiscalía, no ha habido pruebas suficientes para acusar al presidente Guillermo Lasso de conocer y beneficiarse de los posibles actos de corrupción señalados. Al punto en que los nombres de Carrera y Luque ya ni siquiera se mencionan.

Incluso, el informe de la Comisión de Fiscalización, sobre el juicio, recomienda que no se lleve a cabo la medida. De todas formas, los legisladores proponentes consideran que sí existen las pruebas y que se debería dar paso a la censura y destitución.

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