Un encuentro para mostrar nuestros logros y pensar nuestras problemáticas – Por Horacio Pietragalla
La realización del III Foro Mundial de Derechos Humanos en la Argentina es para nosotros un orgullo. Por un lado, es un reconocimiento a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que lleva adelante nuestro país y a la lucha social para lograr esas conquistas, y, por otro, es una gran oportunidad de poder visibilizar nuestros logros y nuestras problemáticas, ver el panorama regional y mundial de cómo está hoy la política de derechos humanos.
La Argentina está hoy parada de una manera casi única en la región en relación a las políticas de derechos humanos, por el proceso de justicia y reparación de los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico-militar y también por cómo encara y desafía las deudas que tiene pendientes. Hay una marca muy fuerte: un puente entre la lucha de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo y las nuevas luchas que surgen, las violaciones de derechos humanos en democracia.
El encuentro permitirá mostrar estos ejes y discutir los principales problemas. Esperamos poder avanzar con dos de los temas que más nos preocupan en estos momentos, el lawfare y el negacionismo, que están presentes en muchas partes del mundo y en toda la región, no sólo en Argentina, y que denunciamos desde hace muchos años.
El lawfare, más allá de la persecución y la proscripción que puede haber a ciertos dirigentes políticos, se trata de una intromisión del Poder Judicial en la única herramienta de poder que tiene cada una y cada uno de los ciudadanos: el voto. Se entromete de modo que quien gobierne no pueda ejecutar esas políticas que prometió, claramente interviene en esa decisión de cada uno de los ciudadanos. Por eso decimos que, si hay ‘lawfare’, no hay democracia.
El negacionismo y los discursos de odio, por otro lado, son un tema complejo que representa una preocupación a nivel internacional y creemos que el Foro puede permitir desarrollar líneas de acción para combatir esas prácticas. Por eso decidimos incluir dentro del encuentro las Jornadas Internacionales «Desafíos en el campo de los Derechos Humanos», que este año se centrarán justamente en el negacionismo.
Venimos de una pandemia global de la que creímos que íbamos a salir mejores, pero no estamos mejor como sociedad. Hay una radicalización muy grande de algunos sectores, reflotaron discursos de odio y surgen nuevas derechas. La Argentina no se escapa de esa realidad; tuvimos el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y hay sectores que cada vez se animan a más.
Por eso es muy importante poder poner en común estos temas, buscar soluciones y poder llegar a las juventudes. Tengo expectativa sobre los cambios que se pueden generar a partir de este encuentro, cómo impactan socialmente estas discusiones y qué puede pasar cuando la gente que participó vuelva a sus lugares y plantee un cambio. Tenemos que poder nutrirnos de esas experiencias y aprovechar esta agenda internacional y estas visitas de muchas partes del mundo