Para México es inaceptable la intención de fuerzas militares de EEUU – Por Gerardo Villagrán del Corral

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Para México es inaceptable la intención de fuerzas militares de EEUU

Gerardo Villagrán del Corral*

El presidente Andrés Manuel López Obrador condenó la iniciativa republicana en la Cámara de Representantes que propone una intervención militar en México que combata al narcotráfico y dijo que es irresponsable, una ofensa al pueblo de México, “una falta de respeto a nuestra soberanía”.

El mandatario calificó esa postura de prepotente, alevosa, majadera, intervencionista y anunció que, de continuar, la denunciará en la Organización de Naciones Unidas. A México se le respeta, enfatizó. Al elevar el tono de rechazo a la idea, sostuvo que si algunos políticos pretenden utilizar al país como plataforma para campañas electorales, llamará a los mexicanos en Estados Unidos a no votar por los republicanos.

Es inaceptable y contrario al derecho la intención de Lindsey Graham (senador republicano por Carolina del Sur) y John Kennedy(senador republicano por Luisiana) de promover el uso de fuerzas militares de Estados Unidos en territorio mexicano, añadió el canciller Marcelo Ebrard. “Es obvio que se trata de una estrategia electoral porque, además de impracticable, México jamás permitiría algo así. Las consecuencias serían catastróficas para la cooperación anti drogas binacional», añadió.

El secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses y el asesinato de dos de ellos en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, fue instrumentalizado por la ultraderecha estadounidense para dar rienda suelta a su discurso racista, xenófobo, militarista e intervencionista contra México, propiciando que vuelvan al centro del debate público posturas cavernarias que azuzan los miedos de la ciudadanía hacia la población migrante e incluso contra mexicanos y latinoamericanos en general, tal como ocurrió durante el gobierno de Donald Trump, editorializó el diario La Jornada.

El congresista republicano por Texas Dan Crenshaw, en su campaña para ganar notoriedad , llamó a usar la fuerza militar de Estados Unidos contra el crimen organizado en México. Desde enero pasado, el político presentó una iniciativa de ley para declarar organizaciones terroristas a los cárteles del narcotráfico, clasificación que permitiría a Washington realizar intervenciones militares en nuestro territorio incluso contra la voluntad expresa del Estado mexicano.

Ante la pretensión de usar las fuerzas armadas estadounidenses en territorio nacional, con el pretexto de frenar el flujo de fentanilo a Estados Unidos, de una vez fijamos postura, no vamos a permitir que intervenga ningún gobierno extranjero y mucho menos que intervengan fuerzas armadas de un gobierno extranjero en nuestro territorio, señaló, tras responder afirmativamente a la pregunta ¿Es una invasión

Sostuvo que la propuesta republicana se basa en responsabilizar sólo a México del flujo de drogas. Lamentó lo que sucede a los jóvenes en Estados Unidos, pero de inmediato reprochó con preguntas la inacción estadounidense para controlar el consumo.

¿Por qué no atienden ellos el problema? ¿Por qué ellos no combaten la distribución del fentanilo en Estados Unidos, los cárteles de Estados Unidos que se encargan de distribuir el fentanilo y más a fondo? ¿Por qué no atienden a sus jóvenes? ¿Por qué no resuelven su problema grave de descomposición social? ¿Por qué no atemperan el incremento constante al consumo de las drogas? ¿Por qué, incluso, permiten que sean legales las drogas en Estados Unidos?, planteó el mandatario.

AMLO recordó que México no es un protectorado y no recibe órdenes de nadie. Horas después, se reunió con Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Seguridad Nacional y encargada de la estrategia contra el fentanilo de la Casa Blanca y tras el encuentro manifestó en sus redes sociales que su homólogo Joe Biden respeta la soberanía mexicana, apreciación confirmada por el canciller Marcelo Ebrard, quien descartó un conflicto bilateral por las declaraciones de un legislador de oposición.

Asimismo, López Obrador cuestionó la permisividad estadounidense para que se venda en su territorio 80 por ciento de las armas que utiliza el crimen organizado en México. El mandatario desligó así al gobierno de Joe Biden de la iniciativa de respuesta militar, pero le dejó claro a los republicanos que o cambian su trato hacia a México o comenzará una campaña informativa en Estados Unidos,”para que todos los mexicanos, nuestros paisanos, sepan de esta alevosía, de esta agresión de los republicanos a México”.

Consultado sobre si pudiera acudir en este caso a la Organización de Estados Americanos, López Obrador reaccionó de inmediato con sorna: No, no, no…la OEA no…E ilustró su opinión canturreando una guajira del desaparecido compositor cubano Carlos Puebla: Cómo no me voy a reír de la OEA/ que es una cosa tan fea/ tan fea que causa risa/ ja, ja, ja…

Para los analistas, el asunto de fondo reside en el contagio de los problemas estadounidenses a México: la epidemia de adicción a las drogas legales (los opioides recetados) e ilegales, el culto a las armas de fuego, y el libertinaje para acceder a ellas, la desregulación financiera que convirtió al sistema bancario en una gigantesca máquina de lavado de dinero, el mercantilismo salvaje .

Son todos ellos conflictos de Estados Unidos que alimentan sobremanera la violencia en México. Sin el insaciable apetito de los estadounidenses por las drogas y sin el incesante tráfico de armas fabricadas allí, las organizaciones criminales del sur del río Bravo no tendrían posibilidad de existir ni medios para desafiar a las autoridades.

En vez de culpar a México por sus problemas internos, los políticos estadounidenses que sienten la tentación de atacar a su vecino del sur, deberían cuestionarse cómo es posible que la superpotencia planetaria, dotada del mayor aparato de espionaje del mundo y de agencias de seguridad con presencia global, no sea capaz de combatir la distribución de sustancias ilegales en su propio territorio.

Esta inverosímil impotencia de Washington para atajar el tráfico de estupefacientes dentro de sus fronteras exhibe que la finalidad de Crenshaw y otros nada tiene que ver con las drogas, sino con azuzar a su electorado y reforzar el intervencionismo, señala La Jornada.

Para el infliuente diario, es previsible que este tipo de insolencias se multiplique conforme la clase política estadounidense se adentre en las campañas electorales del año entrante en México.

*Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Estrategia.la 

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