China, Indonesia, la Unión Africana y el equilibrio en un nuevo G-20 – Por Claudio della Croce

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

 

China, Indonesia, la Unión Africana y el equilibrio en un nuevo G-20

Claudio della Croce*

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, anunció que “perdonará” 23 préstamos sin intereses a 17 países africanos, redirigiendo también 10.000 millones de dólares de sus reservas en el Fondo Monetario Internacional (FMI) a las naciones de ese continente, y anunció que China apoyará la entrada de la Unión Africana (UA) al G20.

Indonesia confirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, y el mandatario chino, Xi Jinping, asistirán a la cumbre del Grupo de los 20 que se celebrará en la isla de Bali.“Xi Jinping vendrá. El presidente Putin también me ha dicho que vendrá”, indicó el presidente indonesio, Joko Widodo. Estados Unidos y algunos países europeos han pedido la expulsión de Moscú del G20 debido a la invasión de Ucrania, que ha elevado el riesgo y el temor de un ataque nuclear.

La embajadora rusa en Yakarta, Lyudmila Vorobieva, calificó de “desproporcionada” la presión diplomática contra Moscú y criticó que no se aprueben sanciones contra Israel por sus ataques a Gaza o contra Estados Unidos y la OTAN por el conflicto de Libia, como se ha hecho con Rusia por su invasión a Ucrania.

Las tensiones con China también han aumentado después de que la presidenta del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, visitara Taiwán, el territorio que China considera una provincia rebelde. La visita provocó unas maniobras militares chinas en torno a la isla. Pese a las tensiones, la reunión de ministros Exteriores y la de Finanzas del G20 en Bali, en julio, se realizaron con la presencia de Rusia, aunque sin la publicación de comunicados finales.

El G20 está integrado por 19 países y la Unión Europea. Los 19 países son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía. En conjunto, sus miembros representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional.

Las declaraciones del funcionario surgieron en una reunión del Foro de Cooperación China-África. Desde 2000 y a lo largo de los años China anunció múltiples rondas de préstamos sin intereses a países africanos y canceló millones de dólares en deudas, siendo Zambia la nación que salió más favorecida en el año 2019. Muchos de los préstamos recientes de China no se consideraron para la cancelación, y otros tantos fueron reestructurados.

Como parte del anuncio, Wang señaló que está dispuesta a ayudar a la Unión Africana, un conjunto de 55 países africanos, a unirse al G-20, frente a la mirada crítica de Estados Unidos, que sostiene que la costumbre de China por distribuir préstamos responde a un deseo por crear una “trampa de deudas”.

Widodo en Beijing

Fue una visita rara de un líder extranjero a China, pero el presidente de Indonesia, Joko Widodo, se encontraba en una posición difícil cuando se reunió con su homólogo Xi Jinping en Beijing, buscando mayor inversión china en su país, al igual que otras naciones del sudeste asiático, pero también busca navegar por la rivalidad entre Estados Unidos y China mientras mantiene lazos amistosos con ambos, señalan Jack Lau and Cyril Ip en el South China Morning Post.

Indonesia se enfrenta al desafío mayor de tratar de garantizar que la cumbre del Grupo de los 20 en noviembre en Bali transcurra sin problemas. El G20 está dividido por la invasión rusa a Ucrania: algunos miembros que quieren que Rusia salga del bloque y amenazan con boicotear la cumbre de líderes si asiste el presidente Vladimir Putin.

La cumbre de Bali será quizás la más importante en años en el contexto de la guerra de Ucrania y la cadena de suministro mundial y la crisis alimentaria. “Widodo tiene una tarea muy difícil ahora que el mundo enfrenta una multitud de desafíos, desde  económicos, humanitarios y financieros hasta la crisis geopolítica”, dijo Danil Bochkov, analista del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, un grupo de expertos cercano a la cancillería del país.

“Tiene una tarea muy difícil para garantizar que el G20 se reúna pese a todos los desacuerdos que tienen entre sí”, añadió.

Widodo voló el mes pasado a Kyiv para hablar con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y a Moscú para reunirse con Putin, haciendo saber que Indonesia estaba dispuesta a ser un puente para que los líderes hablaran. Los viajes fueron intentos de encontrar puntos en común entre las principales potencias para lograr que el G20 al menos se reuniera, si no llegara a un consenso sobre temas internacionales.

La declaración conjunta emitida después de que Xi y Widodo se reunieran decía que Indonesia estaba lista para trabajar con China para “garantizar la paz y la estabilidad a través del diálogo y la diplomacia”. China no ha condenado la invasión a Ucrania, pero ha pedido conversaciones de paz. También dijo que apoyaba a Indonesia como presidente de la cumbre del G20 y como presidente rotatorio de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático el próximo año.

Por su parte, la ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que Rusia debería ser eliminada del G20 por su guerra. Varios funcionarios de finanzas occidentales se retiraron cuando un delegado de Rusia habló en la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 en abril.

Raffaello Pantucci, miembro principal de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam en Singapur, dijo que Indonesia también está tratando de proyectarse en un acto de equilibrio entre China y Estados Unidos, así como entre Ucrania y Rusia. Las conversaciones recientes de Widodo fueron “claramente un intento de mostrar que Indonesia está utilizando el G20 para este papel de intermediario, por lo que ese es claramente un objetivo”, dijo Pantucci.

La reunión con Xi y el primer ministro chino, Li Keqiang, se produjo una semana antes de que Indonesia participara en un ejercicio militar anual con Estados Unidos. El ejercicio Garuda Shield de dos semanas de este año será el más grande de la historia, con la participación de alrededor de 3.000 soldados de 14 países, incluidos Australia, Japón y Gran Bretaña, reportó el South China Morning Post.

“Indonesia necesita confiar en EEUU pero, por otro lado, no quiere elegir un bando en la diplomacia y la estrategia entre China y EEUU”, dijo Zhu Feng, decano de la escuela de estudios internacionales de la Universidad de Nanjing. “Visitar China tan cerca de los ejercicios militares en el Mar de China Meridional es un acto de equilibrio”, añadió.

Lina Alexandra, jefa de relaciones internacionales del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un grupo de expertos de Yakarta, dijo que Indonesia tiene como objetivo mantener su política exterior independiente. “Nunca ha querido inclinarse hacia ningún bando, sino más bien buscar mantener buenas relaciones con las principales potencias, al mismo tiempo que trata de dar forma y contribuir a la paz y la seguridad internacionales”, dijo.

El comercio también estuvo en la agenda durante la visita de Widodo, y China prometió importar un millón de toneladas adicionales de aceite de palma crudo de Indonesia. “La oportunidad de aumentar las cifras comerciales es muy grande”, dijo Widodo. China es el mayor socio comercial de Indonesia, con un intercambio por 124.340 millones de dólares en 2021, 58,43 % más que el año anterior, según las aduanas chinas, aunque eso se debió principalmente a la baja base durante la crisis de la pandemia.

Desde que Widodo asumió la presidencia en 2014, su política exterior se ha centrado en convertirse en una potencia regional a través del crecimiento económico y la construcción de infraestructura marítima y terrestre para conectar muchas de las islas de Indonesia bajo su política Global Maritime Fulcrum (GMF). Parte de esta infraestructura está respaldada por la iniciativa Belt and Road de China.

Pero los proyectos se han estancado por un sistema descentralizado que significa que los gobiernos locales no están alineados con el impulso de infraestructura de Yakarta, según Siwage Dharma Negara, coordinador del programa de estudios de Indonesia en el Instituto ISEAS-Yusof Ishak de Singapur.

Esos proyectos incluyen un ferrocarril de alta velocidad de Yakarta a Bandung, un buque insignia tanto del esquema de la Franja y la Carretera como del GMF, que las dos naciones se comprometieron el martes a completar a tiempo.

Widodo señaló que Indonesia también tenía otros compromisos que asegurar. “Lo que actualmente es importante para Indonesia es asegurar el suministro de alimentos, de energía y también los insumos para la producción”. Se espera que la crisis alimentaria sea una parte importante de las discusiones del G20 en noviembre.

*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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