Cómo es el nuevo sistema cambiario que se empezó a implementar en Cuba
Cuba inicia la compra de divisas por el Estado con nueva tasa de cambio
El vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, y la Ministra Presidente del Banco Central de Cuba, Marta Sabina Wilson González, comparecen hoy en la Mesa Redonda.
Al explicar cómo será el proceso de implementación del mercado cambiario en Cuba, medida anunciada en la reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y los resultados que se esperan a partir de su aplicación, Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), dijo que esta decisión, de conjunto con otras, nos permitirá avanzar en un contexto que no deja de ser complejo: pandemia de la COVID-19, recrudecimiento del bloqueo, crisis económica mundial, etc.
Destacó, en tal sentido, que este mercado cambiario es una pieza faltante en el engranaje, en el mecanismo de funcionamiento de la economía; no faltante por diseño, sino por condiciones en las cuales hemos tenido que desenvolvernos en los últimos años.
Como hemos venido informando, agregó, la economía nacional de manera gradual empieza a dar señales de recuperación y se registran algunos crecimientos en actividades principales y recuperación en determinados niveles de ingresos en divisas, aunque todavía muy inferiores a los alcanzados en 2018 y 2019.
Queda claro que una de las cosas esenciales para avanzar en la economía es incrementar los ingresos de divisas al país, afirmó.
Nuestra economía es abierta, con alto nivel de importación y enfrenta los incrementos de los precios internacionales, de los combustibles, de los alimentos, de los fletes, etc., agregó
«Esto es una pieza faltante en el mecanismo financiero y monetario del país, y hemos evaluado en nuestras condiciones, con nuestras particularidades, de una economía socialista, inclusiva, que no responde al diseño de una economía de mercado, cuál es la manera más coherente y objetiva de avanzar en su implementación».
Expresó que ha sido un trabajo colectivo, con especialistas también del Ministerio de Finanzas y Precios y del Banco Central de Cuba, y con apoyo de la academia, y siempre bajo la conducción personal del Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y del primer ministro, Manuel Marrero Cruz.
Nos hemos planteado como objetivo el concepto del General de Ejército, Raúl Castro: que sí se puede, y que debemos aprovechar las fortalezas y encontrar soluciones a nuestros problemas que dependan de nuestros propios esfuerzos, indicó el vice primer ministro.
Como dijimos en la Asamblea, hoy hay un nivel de divisas que está entrando al país que no está siendo captado por el sistema financiero nacional, sino que se está moviendo en otros mercados informales, precisó. De ahí, señaló, que debamos tomar decisiones para captar esas divisas e invertirlas en función de la sostenibilidad del desarrollo económico y social de Cuba.
Sucede también, reconoció, que al tipo de cambio actual en que se están comprando y cambiando esas divisas, ha aparecido un mercado informal que las está captando a un tipo de cambio superior, y hay un incentivo a cambiarlas por esta vía y no en el mercado formal; y tenemos que tomar en cuenta esto también como punto de partida.
El mercado cambiario no puede operar a un cambio de 1×24, enfatizó, pues necesitaríamos de un nivel de divisas que no disponemos y utilizar divisas que tienen otro destino en la economía.
¿Cómo debe funcionar coherentemente un mercado cambiario?, reflexionó. La lógica nos dice que sobre la base de que usted compra determinado nivel de divisas que está entrando al país y que usted vende, en dependencia de la demanda; y esa operación debe reportar un resultado neto positivo, aclaró.
«Es decir, que el Estado compre más divisas que las que se venden, y ese resultado positivo se invierta en la economía, generando ofertas de bienes y servicios que se comercialicen en moneda nacional, para que haya otro incentivo al canje de la divisa».
Insistió que no se trata de una medida mágica, que se pueda ver aislada del resto de las anunciadas. El éxito, subrayó, está en tener un nivel de oferta en moneda nacional, que genere el incentivo para que las personas que reciben divisas del extranjero o los viajeros internacionales, quieran cambiarlas por pesos cubanos.
«El objetivo estratégico es que operemos en la economía en pesos cubanos, pero con un tipo de cambio que garantice la convertibilidad interna de la moneda, y que dé capacidad de compra real».
Sin embargo, advirtió, ello no se logra de un salto, sino que hay un camino por transitar. El punto de partida es que hemos tenido la necesidad de introducir las ventas en divisas en el país, y hay una demanda de compra de divisas, y ese no es el escenario ideal, lo sabemos, sostuvo.
Entendemos, añadió, que las condiciones de hoy son que la demanda de comprar divisas es superior a la oferta, y eso en materia de mercado tiene una variable para ajustar: el tipo de cambio.
«Pero, mientras el tipo de cambio es más alto, es mayor el incentivo para vender, pero no para comprar, y viceversa; y el mercado tiene que funcionar en equilibrio».
Mas, no sería responsable, ni económica ni políticamente, decir que vamos a vender mucho más de lo que vamos a comprar, por un tipo de cambio bajo, y esa brecha que se genera se cubrirá con otros ingresos que no genera el mercado cambiario, aseveró.
Indicó que la respuesta es buscar la sostenibilidad del mercado cambiario con sus propias fuentes y no con otras que tienen destinos prioritarios: alimentación, combustibles, medicamentos, etc. Entonces, dijo, hay que tomar un grupo de medidas para evitar que exista una demanda muy superior a la oferta, y que eso nos induce a elevar el tipo de cambio, para trabajar con un mercado equilibrado.
Sobre el esquema de asignación de divisas, previamente implementado con algunas producciones específicas, Gil Fernández explicó que en la reciente sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional se planteó dar un primer paso en la concepción del mercado cambiario, que más bien fue la implementación de un esquema secundario de asignación de divisas.
En ese momento, se explicó que el mercado cambiario se iba a mover entre el tipo de cambio formal de 1USD por 24 pesos y el tipo de cambio expresado en el mercado informal. Fundamentó que el tipo de cambio del mercado informal no es el tipo de cambio de equilibrio de la economía cubana lo cual sostenemos, pero en ese momento no se hacía referencia a la población, sino de hacer una inversión de manera gradual y selectiva para financiar actores económicos estatales y no estatales que pudieran soportar, sin incremento de los precios de venta a la población, un incremento del tipo de cambio.
Estas inversiones se hicieron principalmente en algunas producciones de manufactura, alimentos, de modo que se pudiera extraer una cierta liquidez en pesos de la economía.
Sin embargo, este esquema ya implementado con algunas empresas «no es el ideal porque es selectivo, tiene una gradualidad y no tiene fuente, pues la propia fuente de ese esquema secundario de divisas son los ingresos corrientes que tiene el país».
Ante la interrogante de cómo se va a manifestar el mercado cambiario, explicó que se dirigen hacia la construcción de ese mercado cambiario y se va a tener operando cuando existan operaciones de compra y venta, con una determinada salvaguarda de la economía, pues no es lo ideal drenar divisas.
Por tanto, en función de cubrir la brecha que puede existir, en un inicio se trabaja en la estabilidad del funcionamiento del mercado cambiario que tiene que expresarse en el incremento de la producción y la oferta en pesos.
En esta trayectoria hacia el mercado cambiario hemos decidido comenzar por la compra de todas las divisas, incluyendo el dólar en efectivo a un tipo de cambio superior al que está vigente, añadió el Ministro., y aseguró que se implementará también la venta de divisas, lo que no será de inmediato, por ahora será la compra a un tipo de cambio superior que incentive la venta de estas monedas al Estado.
LA COMPRA DE DIVISAS INICIARÁ ESTE JUEVES 4 DE AGOSTO
La compra de divisas iniciará este jueves 4 de agosto en todos los establecimientos destinados a ello dígase aeropuertos, hoteles, Cadecas, bancos. El ingreso de estas divisas tiene como objetivo la reposición y ampliación de las ofertas en pesos cubanos, de modo que se pueda ir implementado el modelo integral de ejecución del mercado cambiario.
En referencia al dólar estadounidense, el Ministro de Economía y Planificación aclaró que es posible la compra del dólar en efectivo pero no es posible poner el dólar en la tarjeta de moneda libremente convertible producto del cruel bloqueo económico comercial y financiero impuesto por el gobierno de EE. UU. a la Isla.
No es posible en el proceso de bancarización dar capacidad de compra inmediata a esa divisa norteamericana, pues Cuba, dado al bloqueo, no puede utilizar esa divisa en el mercado internacional, son medidas que se han mantenido intactas y que también desfavorecen a la población.
En otro orden, Gil Fernández aclaró que este tipo de cambio que se implementa para las personas naturales no tiene incidencia en el funcionamiento en el sector empresarial que se mantiene a 1×24.
Añadió que ya se han tomado medidas que nos han puesto en el camino hacia ese mercado cambiario estable y único, entre ellas la diversificación de las producciones, el incremento de empresas privadas, la recuperación del turismo. Este paso hacia el camino del mercado cambiario permitirá el incremento de la oferta en peso, mayor participación de los productores nacionales y un aumento del financiamiento de la industria nacional.
El beneficio principal que prima en el establecimiento de esta decisión es la legalidad, para los cubanos y los viajeros de tener un mercado cambiario atractivo que permita no tener que acudir al mercado informal, destacó.
Por su parte, Marta Sabina Wilson González, ministra presidenta del Banco Central de Cuba, explicó que se han establecido normas para facilitar la implementación de esta nueva medida.
Lo primero fue derogar los decretos 17 y 37 de 2021 y el 62/2022 pues en estos se establecía un único tipo de cambio para operar en la economía y se establece uno nuevo, el 63/2022, para que se puedan implementar diferentes tipos de cambios.
Añadió que se aprobaron las resoluciones 126, que modifica que el Banco Central de Cuba pueda modificar ese tipo de cambio y la 127, que establece el mercado cambiario y la compra de divisas como primer paso.
Wilson González explicó que este tipo de mercado cambiario –que iniciará este jueves– aplica para todas las personas naturales, quienes pueden hacer la venta mediante transferencias que reciben desde el exterior; en las cuentas en MLC y solicitar transferencia a la cuenta en MN; y en efectivo, donde el banco dará la moneda nacional.
Sin embargo, acotó, se favorecerán los márgenes comerciales que potencien las transacciones de operaciones por vía electrónica, lo que no incide en la entrega de efectivo.
Como parte de los estudios que se llevaron a cabo desde el BCC y demás organismos, se decidió que esta nueva medida se implementará en las sucursales bancarias en todas las provincias; sin embargo, en 40 municipios del país aún no será efectivo. Esto estará, acotó la Ministra presidenta, en dependencia del nivel poblacional y las potencialidades del sistema bancario, pero en la medida en que la demanda lo permita, se incrementarán estas capacidades.
Las entidades del Banco Popular de Ahorro, Banco de Crédito y Comercio, Banco Metropolitano y Banco Financiero Internacional anunciarán mediante sus perfiles oficiales en las redes sociales las sucursales que prestarán este servicio y, en caso de las Cadeca, estarán en los aeropuertos, hoteles y polos turísticos.
Alertó que, si bien estas operaciones son en ventanilla en sucursales bancarias, ya se trabaja en hacer modificaciones de los sistemas de los cajeros, en la terminal de puntos de venta (TPV) y plataformas electrónicas para posibilitar, en un futuro corto, realizar las ventas por estos mecanismos. «Si se hace en estos momentos por algunas de estas vías antes mencionadas, el tipo de cambio que recibirán será de 24 CUP por 1 USD y no el que se estableció en el mercado cambiario», destacó.
Primeros pasos de la implementación del mercado cambiario en Cuba Foto: Banco Central de Cuba
TASA DE CAMBIO SERÁ DE 120 CUP X 1 USD
Dentro de los estudios realizados para esta medida, añadió Wilson González, se consideró que la tasa de cambio de 120 pesos cubanos por un dólar estadounidense –como moneda de cambio– tendría más expectativa para quienes estén incentivados a vender la divisa y el sistema bancario adquirirla.
Refirió que este no es el tipo de cambio en equilibrio y se tomarán otras medidas para lograrlo; mientras, se observa cómo va funcionando el mercado y en dependencia de ello, se establece esta tasa que no es estática.
En un primer momento, dijo, se fija por el BCC contra el dólar y los bancos tienen un margen –entre un 2 y un 9 %– que se establece como norma internacional y que favorecerán, repitió, la compra por los bancos de la moneda que sea diferente al dólar y las operaciones donde no medie el efectivo.
En este último caso, ejemplificó, para las transferencias en exteriores el margen para la compra de la divisa será cero –el mismo tipo de cambio que el BCC publica–, así como para la compra o extracciones de pesos de las tarjetas internacionales y las transferencias de las cuentas en divisas a las cuentas en CUP.
Agregó que, para la extracción en efectivo a través de las cuentas en divisa, el margen sería de un uno %; para los depósitos en divisas en efectivo en las cuentas en CUP sería de 1.50 % de margen comercial y el dólar tendrá una «afectación» porque no se estimula y su margen sería de 7.50 %.
MÁRGENES COMERCIALES DE COMPRA
-La operación de compra de divisa en efectivo en las ventanillas de bancos, Cadeca, puertos, aeropuertos y hoteles será del 2.00 %
– La operación de compra de USD en efectivo será del 8.00 %
– La operación de compra de divisa en efectivo en días feriados y festivos será del 3.00 % y de USD será del 9.00 %.
– Transferencias desde el exterior; compras o extracciones en CUP desde tarjetas internacionales; transferencias de las cuentas en divisas a las cuentas de CUP será de 0.00 %
– Extracción de efectivo en CUP desde cuenta en divisas 1.00 %
– Depósitos de divisas en efectivo en cuenta en CUP 1.50 %
– Depósitos de USD en efectivo en cuentas en CUP de 7.50%
LA MEDIDA GENERA DISTORSIONES, PERO ES IMPRESCINDIBLE
Alejandro Gil Fernández precisó que con toda intención se ha utilizado en las últimas informaciones el concepto de tipo de cambio económicamente fundamentado y no el de tipo de cambio de equilibrio, pues el primero da una garantía razonable de que existe un incentivo a vender esas divisas al Estado y de que este las pueda comprar.
Se abre la posibilidad, entonces, de que las personas que tengan un dólar en efectivo puedan legalmente cambiarlo en pesos cubanos y consumir en pesos cubanos, pues en la estructura de la circulación minorista del país, recordó, más de un 75 % es en moneda nacional.
Reconoció el titular de Economía y Planificación, que este canjeo le garantiza a la persona un retorno en moneda nacional que, hoy incluso, le da una capacidad de compra por encima de los que tenemos salario.
Eso significa que se crea una distorsión de los precios relativos; y ejemplificó con que una persona que compra un litro de gasolina hoy a 30 pesos, de acuerdo al cambio de 1×24, lo estaría comprando a 1.20 en dólares, pero si se mide con que por un dólar recibió 110 pesos, pues habrá un abaratamiento, y eso sucede con la electricidad o cualquier otro servicio en moneda nacional.
En ese sentido, alertó, no hay crecimiento del nivel de precios de la economía al nivel del nuevo tipo de cambio, y debido a esas distorsiones es que debemos apurarnos en seguir avanzando en el funcionamiento coherente del mercado cambiario porque se resuelven problemas, pero se generan otros, propio de la trayectoria que se ha estado mencionando para lograr cierto equilibrio.
Esta medida, subrayó, no genera ningún fundamento para incrementar precios, la medida no tiene ningún impacto en eso, y en ese contexto, mientras más alto el tipo de cambio más estimula la compra por el Estado.
Al margen de las distorsiones que puede traer esta medida, reafirmó, el mayor costo hoy es no tener las divisas, y en la misma medida en que vamos a tener la capacidad de captarlas e invertir en la economía e incrementar las ofertas en peso, podemos tomar decisiones en el ordenamiento de los mercados.
Por ende, el Vice primer ministro aclaró que el tipo de cambio de 120 no es de equilibrio, cuando iniciemos la compra venta, manejaremos uno que equilibre la oferta con la demanda, y habrá que poner límites en la venta, porque si dejamos al tipo de cambio corregir las distorsiones este subirá y ese no es el objetivo, acotó.
Aún en ese último escenario, continuó, cuando tengamos un tipo de cambio de equilibrio del mercado cambiario, no será el tipo de cambio de la economía, porque hay fuentes que no inciden en ese mercado como el turismo, el níquel, la exportación de ron y tabaco.
La meta, que es el punto B del que hablamos, es un tipo de cambio de equilibrio único, para toda la economía, pero ese será sin apuros, habrá que avanzar sin cometer errores que nos conduzcan a resultados negativos. La finalidad es generar beneficio para nuestra sociedad.
Por otro lado, advirtió el titular del MEP, existe cierta tendencia a no aceptar moneda nacional, eso es ilegal porque es la moneda de curso legal, la nuestra, y esa cuestión hay que corregirla, porque si no la aceptamos no tendrá valor.
Paso a paso iremos generando el entorno legal, donde vayamos creando las condiciones para que las personas hagan su canje con el Estado y podamos utilizar las divisas para el bien del país. El fin máximo, puntualizó, es una sociedad con la mayor equidad y justicia social posibles, en la misma medida en que el Estado capte las divisas, se reinvierten en favor de la sociedad y, por tanto, si logramos que funcione, irradiará positivamente en la población.
Existen medidas dirigidas directamente a las personas con vulnerabilidades y estamos concluyendo ya la digitalización para una base de datos al respecto, estamos dando atención diferenciada en la distribución de recursos, pero todas esas atenciones llevan respaldo, toda esa divisa va en función de lograr esa equidad y darle sentido al socialismo.
Si se ve la medida aislada puede que no se vea el efecto de manera individual, pero la idea es darle legalidad al mercado cambiario, canalizar esas divisas en función de la sociedad, sentenció.
No tiene un efecto inmediato, pero contribuye a alcanzar ese objetivo, no quita nada y va en el sentido de aportar en beneficio de la población. Además, ataca la falta de divisas, busca un mecanismo para canalizarla en función de la oferta en moneda nacional y recuperar las capacidades de compra del peso cubano; va en la trayectoria de que la economía opere en todas sus transacciones con la moneda nacional y que tenga un tipo de cambio con convertibilidad interna y una capacidad de compra de los ingresos provenientes del trabajo.
La medida está insertada en una visión integral, pero es imprescindibles porque es una pieza que nos falta en implementación práctica, que nos permite crear condiciones más favorables para avanzar en la recuperación gradual de la economía, concluyó.
¿Cómo se implementará el nuevo mercado cambiario en Cuba?
El pasado 21 de julio, el ministro de Economía y Planificación anunció en la Asamblea Nacional que se implementará un mercado cambiario para la compraventa de divisas a la población con un tipo de cambio “económicamente fundamentado y donde podamos trabajar con todas las divisas, incluyendo los dólares en efectivo”.
El vice primer ministro y ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, y la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, Marta Sabina Wilson González, comparecieron el miércoles en la Mesa Redonda para informar sobre la implementación del mercado cambiario.
Según el ministro, una de las cuestiones principales para avanzar en la recuperación de la economía es incrementar los ingresos en divisas, porque “la economía cubana es una economía abierta, con un alto nivel de importación, que enfrenta los altos incrementos de los precios internacionales de los combustibles, alimentos y de los fletes.
Explicó que “se ha ido evaluando y estudiando, en nuestras condiciones, con nuestras particularidades de economía socialista, inclusiva, que no responde exactamente al diseño de una economía de mercado pero que lo tiene que tomar en cuenta, cuál es la manera más coherente, práctica y objetiva de avanzar en la Implementación del mercado cambiario”.
Esa evaluación –precisó – ha sido un trabajo colectivo en el que han participado especialistas del Banco Central de Cuba, del Ministerio de Economía y Planificación, profesores de la academia, de mucha experiencia, siempre bajo la conducción del presidente y del primer ministro.
“Es una tarea que ha estado acompañada por el primer nivel de dirección del país, aportando ideas, buscando las mejores variantes, y nos sentimos satisfechos por el trabajo que hemos desarrollado.
“Bajo el concepto de que, con audacia, voluntad, hay que aprovechar las oportunidades y fortalezas, encontrar soluciones a nuestros problemas que dependan de nuestros propios esfuerzos, hemos considerado que debemos dar un paso en el sentido de ir, gradualmente, restableciendo el mercado cambiario.
Afirmó que hoy hay un nivel de divisas que está entrando al país que no están siendo captadas por el sistema financiero nacional. “Se están moviendo en otros mercados, con un grado de informalidad. Para encauzar el desarrollo de la economía y su recuperación, tenemos que buscar la manera de captar esas divisas e invertirlas en función de la sostenibilidad y el desarrollo socioeconómico del país”.
Aclaró que no está prohibido que otras monedas, excepto el dólar estadounidense en efectivo, se capten por el sistema financiero, pero, “concretamente, al tipo de cambio actual al que estamos canjeando esas divisas, ha aparecido un mercado informal que las está captando a un tipo de cambio muy superior”.
Por tanto –agregó–, hay un incentivo para cambiar las divisas en el mercado informal y no en el oficial.
El mercado cambiario –recalcó Gil Fernández– no puede operar al tipo de cambio de 1×24, “porque requiere de una cantidad de divisas de las que el país no dispone. Además, se necesitaría destinar al mercado cambiario divisas que hoy tienen otro fin en la economía”.
¿Cómo debe funcionar coherentemente un mercado cambiario? Sobre este punto, el ministro dijo que “debe funcionar sobre la base de que usted compra determinado nivel de divisas que entra al país, y luego vende determinado nivel porque hay una demanda.
“Lo más lógico es que el mercado funcione sobre la base de que esa operación de canje y recanje de divisas reporte un resultado neto positivo. O sea, que el Estado compre más divisas que las que vende, y que ese resultado neto positivo se pueda invertir en la economía, generando oferta de bienes y servicios en moneda nacional, para que exista un incentivo para el canje de las divisas”.
El éxito –continuó explicando– está en tener un nivel de oferta en moneda nacional que genere el incentivo de que las personas que posean divisas las cambien por pesos cubanos, porque con estos tendrán un nivel de consumo en el país.
“Si todas las transacciones de la economía fueran en pesos cubanos, y todas las divisas que entraran al país fueran cambiadas por CUP para consumir en esa moneda, las divisas obtenidas se utilizan en invertir en la producción de bienes y servicios a la venta en CUP. Y por esas ventas se recoge el efectivo que se inyecta en circulación por haber comprado una divisa.
“Con eso se logra que el peso cubano adquiera su valor, el objetivo estratégico. Siempre se ha planteado que el objetivo estratégico es que la economía opere en pesos cubanos, con un tipo de cambio que asegure la convertibilidad interna de la moneda, y que le dé capacidad de compra real.
“Con esto se logra trabajar con mucha más autonomía en el sector empresarial, para comprar y vender divisas, interactuar con todos los actores de la economía”, dijo.
Pero para llegar ahí –prosiguió el ministro– hay que recorrer una trayectoria.
“El punto de partida es que hemos tenido la necesidad de introducir las ventas en divisas y hay una demanda de compra de divisas. No estoy en aquel escenario ideal en el que todas las transacciones son en pesos cubanos: las personas naturales no demandan divisas (solo para viajar, pero no para el consumo interno) y entrarían al sistema financiero más divisas de las que salen, al haber más incentivo para venderlas al sistema financiero y cambiarlas por CUP, que para comprarlas.
“Todos entendemos que las condiciones de hoy no son esas. Hoy, probablemente, la demanda de comprar divisas es superior a la oferta”, reconoció el ministro.
Añadió que hoy hay una demanda de divisas por la población, porque hay un consumo interno en divisas y una demanda para la emigración, que muy probablemente está por encima del nivel de oferta.
“En materia de mercado, esto tiene una variable de ajuste, que es el tipo de cambio”, señaló.
“Si hay mucha más demanda de comprar que capacidad o incentivo para vender, el tipo de cambio es más caro. Mientras el tipo de cambio es más alto, hay más incentivo para las personas a vender (a cambio reciben más pesos), pero menos a comprar (cuesta más pesos).
“En contraste, un tipo de cambio más bajo estimula la compra, pero no es incentivo a la venta. Y el mercado debe funcionar en equilibrio, tiene que tener compra y venta. Ese es el mercado cambiario del que estamos hablando, que haga operaciones en los dos sentidos”.
Sobre poner un tipo de cambio más bajo, el ministro explicó que no sería responsable, ni económica ni políticamente, empezar a vender mucho más que lo que se va a comprar, y que esa brecha que se genera entre lo que vende y compra, el Estado la cubra con otros ingresos que no genera el propio mercado cambiario.
“¿A qué le vamos a quitar el dinero, al barco de arroz, al de combustible…? Ese es el problema que siempre hemos planteado. Tenemos que buscar la sostenibilidad del mercado cambiario a partir de sus propias fuentes, no con fuentes de generación de ingresos que tienen otro destino en la economía”, subrayó, y reiteró que hoy “no estamos participando en el mercado cambiario, hoy la economía no está captando ese neto positivo que pudiera haber en el mercado cambiario”.
Recalcó que “debemos tener en cuenta este punto de partida para lo que vamos a hacer. De lo contrario, sería una irresponsabilidad hacer algo que no sea sostenible en el tiempo y se tenga que parar”.
De acuerdo con el ministro de Economía y Planificación, en ese punto de partida se aprecia hoy que hay que tomar un grupo de medidas de salvaguardas, para evitar que exista una demanda superior a la oferta, que conduzca a elevar el tipo de cambio (con impactos inflacionarios y otros efectos negativos) para trabajar con un mercado equilibrado, o a sacar divisas de otras fuentes, que no están abundantes y que se utilizan en las actividades básicas, para inyectarlas en el mercado cambiario y equilibrarlo.
“Tenemos una estrategia que debemos corregir en el camino, para emprender una trayectoria no exenta de riesgos y contradicciones y llegar a un escenario donde toda la economía funcione en moneda nacional, con un único tipo de cambio en la economía, tanto para la población como para el sector estatal y no estatal, que asegure la convertibilidad interna de la moneda nacional, que dé capacidad de compra al peso cubano”, afirmó.
“Tenemos que recorrer la trayectoria hasta ese escenario. Una pieza indispensable para avanzar en esa trayectoria es el mercado cambiario, que nos va a permitir muchas transformaciones y también avanzar en la corrección de distorsiones en el funcionamiento de la economía”.
Pero, enfatizó, “esa trayectoria no solo se recorre con medidas monetarias, sino con el incremento y diversificación de la producción de bienes y servicios, el incremento de la oferta y las exportaciones, la eficiencia empresarial. Las incongruencias que hay ahí, se expresan en el entorno monetario”.
Diferencia entre el esquema secundario de asignación de divisas y el mercado cambiario
¿Cuál es la diferencia entre el esquema secundario de asignación de divisas y el mercado cambiario que se pretende implementar?
Sobre este tema, el ministro explicó que el esquema secundario de asignación de divisas que comenzó en mayo pasado, busca moverse en un intermedio entre el tipo de cambio oficial (1×24) y el que está expresando el mercado informal, que no es el tipo de cambio de equilibrio de la economía.
“Ahí no se habla de población, de compraventa, Es coger divisas para invertirlas en la economía de manera gradual y selectiva, para financiar actores económicos estatales y no estatales que pudieran soportar, sin incremento de precios en la venta a la población, un aumento del tipo de cambio, e ir contribuyendo a extraer un determinado nivel de liquidez en CUP de la economía”, dijo.
Precisó que se ha implementado en producciones de alimentos y en actividades manufactureras. “Pero esto no es lo ideal, porque es selectivo y no tiene fuente propia, su fuente son los ingresos corrientes del país”.
Este –apuntó Gil Fernández–, es el primer paso para avanzar hacia el restablecimiento del mercado cambiario. “El segundo es el que estamos anunciando en esta Mesa Redonda”.
Este 4 de agosto inicia la compra de divisas en el sistema bancario cubano
¿Cómo va a ser el proceso hacia ese mercado cambiario? Al respecto, explicó que “nos estamos moviendo hacia el punto de construir ese mercado cambiario, que vamos a tener operando cuando existan operaciones de compraventa con determinada salvaguarda en la venta (porque no se pueden drenar divisas de otros entornos o fuentes monetarios).
“Tiene que expresarse en la producción y debe haber un incremento de la oferta en pesos para que se pueda lograr la estabilidad.
“En esa trayectoria, el segundo paso es iniciar la compra de divisas por el Estado. No estamos dando inicio al mercado cambiario (lo cual se hará), pero en este momento, en un primer paso, vamos a iniciar la compra de divisas, incluido el dólar en efectivo, a un tipo de cambio superior al de 1×24 CUP que existe hoy.
“Vamos a iniciar ya de manera oficial la compra de divisas por el Estado. También vamos a vender divisas, pero no será en lo inmediato. Estamos creando las condiciones para hacerlo más adelante”, informó.
Destacó que “vamos a dar un paso importante, porque vamos a iniciar la compra de divisas a un tipo de cambio superior que signifique un incentivo para vender divisas al Estado. Esas divisas tienen como fuente el incremento y la reposición de las ofertas en pesos cubanos”.
La compra de divisas comenzará este jueves, 4 de agosto, anunció.
“Estamos trabajando en la preparación de las condiciones en puntos de Cadeca, bancos y aeropuertos.
“Ahora vamos a permitir la compra de dólares en efectivo, pero no es posible poner los dólares en una tarjeta en MLC. Esto daría en automático una capacidad de compra y nosotros en estos momentos no tenemos la capacidad de convertir esos dólares en dinero utilizable”, aclaró.
Apuntó que esto es responsabilidad total del bloqueo impuesto por Estados Unidos. “Es una anomalía en el funcionamiento financiero del país y tiene su causa en las medidas del bloqueo que no se han movido un milímetro y no nos permiten dar ese paso que sería favorable para la población”.
También aclaró que “el paso que estamos dando a partir de este jueves no incide en el sistema empresarial, donde se mantiene el tipo de cambio de 1×24. Las importaciones que entran lo hacen con ese cambio, al igual que las exportaciones que se generan en el país.
“Las medidas que hemos tomado también responden al incremento de la oferta en pesos, una mayor participación de los productores nacionales y financiamiento de la industria nacional.
“Tener un respaldo para las ofertas en moneda nacional es decisivo para el funcionamiento estable del mercado cambiario y la estabilidad del tipo de cambio.
“Uno de los principales beneficios es la posibilidad que tengamos los cubanos y los viajeros de poder canjear las divisas a un tipo de cambio más atractivo y no tener que acudir a un mercado ilegal”, sostuvo el ministro de Economía y Planificación.
La ministra presidenta del Banco Central de Cuba, Marta Sabina Wilson González, informó que se han establecido normas que facilitan la implementación de las medidas del mercado cambiario.
Fueron derogados los decretos 17 y 37 del 2021, y el 62 del 2022, pues en estos se establecía que había un único tipo de cambio para operar en la economía nacional.
Se establece un nuevo decreto, el 63, que permitirá que se puedan establecer distintos tipos de cambio. Se mantiene el cambio de 1×24 para actividades específicas y habrá uno para el mercado cambiario que será implementado.
“Emitimos entonces las resoluciones 126 (relativa a la emisión de varios tipos de cambio) y 127, que establece la compra de divisas por el sistema bancario, que es lo primero a implementar”.
La Resolución 127 establece que los bancos e instituciones financieras no bancarias no aceptarán dólares estadounidenses en efectivo de personas naturales y jurídicas para depósitos en cuentas bancarias, solamente para la compra.
Esto es “debido a que tenemos las mismas condiciones del bloqueo y las dificultades para operar con la moneda USD y exportar dólares al exterior para hacer nuestras operaciones de comercio exterior”.
La ministra presidenta del Banco Central reiteró que el mercado cambiario va a tener diferentes fases de implementación, comenzando por la compra por el Estado y, en un momento determinado, dando paso a la venta.
“Este mercado no va a resolver los problemas de la economía interna. Tienen que existir los fundamentos, para lo que se está trabajando en nuevas medidas que permitan proveer al país de las divisas y los bienes servicios que nos lleven a la estabilidad económica. Esto nos permitirá ir al objetivo final, que es establecer un único tipo de cambio que permita el equilibrio en la economía y donde la moneda nacional sea la moneda con la que todos deseen hacer sus operaciones.
“En esta primera etapa van a participar los diferentes actores: personas naturales residentes en Cuba o no y extranjeros, aquellos que hacen alguna actividad comercial, las cooperativas no agropecuarias y las mipymes privadas. En otras fases iremos incluyendo a otros actores de la economía”, precisó.
A partir de este 4 de agosto, las personas pueden hacer la venta a través de transferencias que reciban desde el exterior. “Si usted recibe una transferencia desde el exterior y necesita moneda nacional, puede indicar que se lo acrediten a su cuenta en moneda nacional. A través de cuentas en moneda libremente convertible, con petición de transferencias a cuentas en CUP. De igual forma, se puede hacer en efectivo.
“La moneda nacional se recibirá a través de los depósitos en cuentas en CUP, para lo que los márgenes serán más favorables, pues es lo que estamos potenciando. También a través de la entrega de efectivo, que tendrá un margen menos estimulante”.
Recordó que, por la situación que tiene la economía, hay una demanda muy alta de efectivo. “Este tiene detrás una demanda de MLC para poder adquirir la tinta, el papel y el equipamiento con el cual se emiten los billetes. Por tanto, todo lo que sea no emitir más billetes y favorecer las transacciones electrónicas será favorecido”.
Alertó que estas operaciones van a ser, por el momento, en ventanilla, y próximamente se incluirán los cajeros como opción.
¿En qué lugares se va a implementar este tipo de cambio? Se comprará en todas las provincias, en los municipios fundamentales, y, en la medida en que la demanda lo permita, se irán creando nuevas condiciones. También se prestará el servicio en los aeropuertos, hoteles y polos turísticos.
En la página web del Banco Central de Cuba serán publicadas las sucursales donde se hará esta actividad.
La ministra presidenta del Banco Central dijo que “hemos considerado la tasa de cambio de 120 CUP por 1 dólar. Este tipo de cambio no es el cambio de equilibrio de la economía, es el de este primer momento”.
La tasa de cambio de 120×1 es la que fija el Banco Central. Los bancos comerciales tienen un margen para la compra y venta, de acuerdo con una norma internacional.
“Estos márgenes están dirigidos a incentivar las operaciones en las que no medie el efectivo y la compra de las monedas que no sean dólares. Estamos hablando de un rango entre 2 y 9%. Esos márgenes, en el caso de la compra de divisas en efectivo y en los aeropuertos, mejora en comparación con el cambio anterior de 1×24.
Si usted va al banco mañana y vende un euro, el banco le estaría dando 119.69 CUP. Para el dólar, el margen es de un 8%. Si usted mañana vende un dólar al banco, recibirá 110.40 CUP”.
Para las transferencias del exterior, el margen para la compra de la divisa va a ser cero, así como para las compras o extracciones de las tarjetas internacionales y transferencias de las cuentas en divisas a CUP. Estas cuatro operaciones tendrían un margen cero y el cambio sería 1×120.
Para la extracción en efectivo a través de las cuentas en divisa, habrá un margen comercial de 1%. Para los depósitos en divisa en efectivo en las cuentas en CUP, va a tener 1.50, donde el dólar va a tener una mayor afectación.
Marta Sabina Wilson González reiteró que el mercado cambiario comienza por la compra, pero “en un momento determinado tenemos que implementar la venta, porque entonces no sería un mercado”.
Añadió que el objetivo fundamental de un Banco Central es defender la moneda nacional de un país y tratar de que todas las transacciones sean en esa moneda.
“Nosotros entendemos la necesidad que hubo de implementar un comercio en otra moneda diferente del peso, pero tenemos que ir corrigiendo eso, porque ha traído distorsiones en la economía”, afirmó.
En ese sentido, señaló que, para lograr el tipo de cambio en equilibrio que necesita la economía, hay que “producir bienes y servicios que estimulen a la población a comprar en la moneda nacional e ir desestimulando la necesidad de adquirir moneda libremente convertible para satisfacer sus necesidades”.
Al finalizar la Mesa Redonda de este miércoles, el ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, recalcó que, para las operaciones de compra, “el tipo de cambio económicamente fundamentado es aquel que nos da una garantía razonable de que hay un incentivo a vender esas divisas al Estado y que el Estado las pueda comprar”.
Todas las personas que tienen divisa “las pueden canjear legalmente a un tipo de cambio económicamente fundamentado, el cual garantiza un retorno en moneda nacional que, hoy por hoy, le da una capacidad de compra por encima de la que recibimos los que tenemos salario. Esto crea una distorsión en los precios relativos.
“Por ejemplo, una persona que compra un litro de gasolina a 30 pesos, si se mide por el tipo de cambio 1×24, lo está comprando a 1.20 USD, aproximadamente. Si vendió un dólar y recibió 120 pesos, hay un abaratamiento de los precios relativos que se mantienen en moneda nacional.
“Aquí no se están incrementando los precios de la canasta familiar normada ni los precios de las tiendas en pesos cubanos, no hay un crecimiento del nivel de precios de la economía al nivel del nuevo tipo de cambio”.
Ante estas distorsiones –dijo– “tenemos que apurarnos en seguir avanzando en un funcionamiento coherente del mercado cambiario, porque se resuelve un problema, pero se generan otros”
Gil Fernández subrayó que esta medida “no genera ningún fundamento ni justificación para incrementar precios.
“Mañana nadie puede decir que tuvo que incrementar precios porque en la Mesa Redonda dijeron que van a comprar dólares a 120 pesos. Eso no tiene ningún impacto. Nosotros estamos hablando de comprar divisas y dar pesos cubanos a cambio”.
En ese contexto, “mientras más alto el tipo de cambio, más estimula la compra por el Estado. Todo tiene costo, y el mayor costo hoy es no tener las divisas”.
“En la misma medida en que podamos captar esa divisa, invertirla en la economía e incrementar las ofertas en pesos, podemos ir tomando decisiones en el ordenamiento de los mercados”, dijo, y añadió que hay que incrementar las ofertas en moneda nacional.
Recordó que ha habido la necesidad durante los dos años de pandemia, para proteger a los trabajadores, de inyectar dinero en circulación sin respaldo productivo, y eso es inflacionario. Destacó, además, la necesidad de controlar el déficit fiscal y la evasión fiscal.
“Esta que anunciamos no es una medida mágica. Es una medida imprescindible. Es un paso en el que tenemos que seguir avanzando e incorporar la venta”, recalcó.
Ratificó que el tipo de cambio de 120 no es de equilibrio, ni de ese mercado, es solo para comprar. “Cuando iniciemos las operaciones de compraventa, vamos a ir manejando un tipo de cambio que equilibre la oferta con la demanda y habrá que poner determinados límites en la venta.
“El tipo de cambio de equilibrio del que estamos hablando como objetivo final es un tipo de cambio único de equilibrio para toda la economía”.
El ministro señaló que hay una tendencia ilegal a no aceptar la moneda nacional en algunos establecimientos privados. “Si nosotros mismos no aceptamos la moneda nacional, no va a tener valor”.
Subrayó que el fin máximo es alcanzar una sociedad con la mayor equidad y justicia social posible. “Hay personas que no tienen dólares ni euros que vender para que les den moneda nacional a cambio. Pero en la medida en que este Estado socialista capte esas divisas, se reinvierten en favor de la sociedad.
“La medida se hace en función de darle una legalidad al mercado cambiario, poniendo los pies en la tierra con una visión objetiva de la realidad y buscando la manera de captar y canalizar esas divisas en función de la sociedad.
“Como todo lo que se hace, no tiene un efecto inmediato. No podemos decir que ya el lunes empezamos a dar ofertas en moneda nacional, pero es una medida que contribuye a alcanzar ese objetivo.
“Esta medida ataca la falta de divisas, busca un mecanismo para canalizar esa divisa en función de ofertas en moneda nacional y tributa al objetivo de recuperar la capacidad de compra del peso cubano.
“Y que nos permita llegar, con la trayectoria requerida, a una economía que opere en moneda nacional en todas sus transacciones y tenga una capacidad de compra del salario, de los ingresos provenientes del trabajo”, concluyó.
Díaz-Canel: No nos detendremos en la construcción de un país mejor
El Presidente destacó que son cerca de 70 medidas orientadas a dinamizar el mercado interno, a partir de la captación de divisas, el incremento de los ingresos por exportaciones y la reactivación de la producción nacional
El inicio de la implementación del mercado cambiario es una de las medidas concebidas para movilizar, en el menor tiempo posible, recursos financieros y abastecimientos, expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
En su cuenta en la red social Twitter, el mandatario señaló que ninguna medida, por sí sola, resolverá todos los problemas. «No nos vamos a detener en la construcción de un país mejor», refirió.
El inicio de la implementación del mercado cambiario es una de las medidas concebidas para movilizar, en el menor tiempo posible, recursos financieros y abastecimientos. Ninguna, por sí sola, resolverá todos los problemas. No nos vamos a detener en la construcción de #UnPaísMejor
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) August 4, 2022
El Presidente destacó que son cerca de 70 medidas orientadas a dinamizar el mercado interno, a partir de la captación de divisas, el incremento de los ingresos por exportaciones y la reactivación de la producción nacional.
No estamos con los brazos cruzados. Que nuestro pueblo tenga la certeza de que cada decisión aprobada se implementará, preservando el mayor grado de justicia social posible. #UnPaísMejor
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) August 4, 2022
Agregó que «no estamos con los brazos cruzados. Que nuestro pueblo tenga la certeza de que cada decisión aprobada se implementará, preservando el mayor grado de justicia social posible».