Costa Rica: ¿hacia un régimen Bonapartista a la “tica”? – Por José René Tamariz
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Por José René Tamariz*
El régimen político de Costa Rica es presidencialista, pero con poderes limitados por las funciones y poderes que tiene la Asamblea Legislativa, así como de los contrapesos ejercidos por parte de la Sala Constitucional que, tienen como objetivo, evitar los desmanes y excesos del poder Ejecutivo en diferentes ámbitos y los roces constitucionales de las diversas leyes. Rodrigo Chaves conoce y sabe de sus limitaciones. No es ignorante de esos pesos y contrapesos del poder político.
¿Qué es el bonapartismo?
El bonapartismo es un “régimen personal” que se eleva por encima de las clases sociales y democracia y concilia con los diferentes bandos, mientras, a la vez, protege los intereses de las clases dominantes. Este tipo de “gobierno fuerte” se convierte en una especie de juez-árbitro entre los distintos bandos en pugna del país. El término “bonapartista” tiene su origen histórico en Napoleón Bonaparte, pero el marxismo no lo utiliza desde el punto de vista de su génesis histórica, sino más bien como una caracterización de tipo sociológica.
¿Por qué nos referimos al concepto de “bonapartismo a la tica”? Porque el típico bonapartismo para gobernar de forma fuerte se apoya en el aparato militar y policial, sin embargo, es sabido que Costa Rica no cuenta con ejército y, por ende, Rodrigo Chaves, no se puede apoyar en las fuerzas armadas para llevar adelante su régimen y proyecto político.
Entonces, ¿en quién o quiénes se apoya Rodrigo Chaves? En el aparato estatal burocrático y todo su personal nombrado, como en una empresa privada, personalmente por él como “gerente de una empresa”, pero, en nuestro caso como “gerente” del Estado. Simultáneamente, también se sostiene en el apoyo de un gran sector de la población, tanto es así que, en la encuesta de IDESPO-UNA publicada el 31 de mayo, el 67,6% de los costarricenses tienen una expectativa muy buena o buena del gobierno de Rodrigo Chaves. Esta valoración y apoyo a la gestión de Chaves es una de las más altas de todas las últimas décadas.
¿Por qué surge la tendencia al bonapartismo?
Porque existe un proceso desde hace años de desgaste y agotamiento del sistema de los partidos políticos y del sistema democrático. El hecho significativo de que Rodrigo Chaves, utilizando un partido político desconocido por la población, derrotara a los viejos partidos tradicionales y demás, refleja de manera clara y transparente la crisis del sistema de los partidos políticos en el país.
Por otro lado, el desgaste y agotamiento de la democracia costarricense, surgida posteriormente del conflicto político-militar de 1948, se ha agudizado en los últimos años, ya que el sistema no tiene la capacidad de hacer concesiones materiales sobre las cuales se asientan los cimientos democráticos. El alto déficit fiscal, el abultado endeudamiento público, el altísimo desempleo, el incremento de la pobreza y miseria de la mayoría de la población, así como los golpes constantes y estrujamiento de las clases intermedias, sostén de la democracia, tienden a la desaparición de estas.
Por otra parte, según el Estado de la Nación “El 2011 da cuenta de un deterioro en los principales indicadores que se utilizan para medir la adhesión de la ciudadanía costarricense a la democracia y sus instituciones. De acuerdo con el Barómetro de las Américas de 2012, el apoyo promedio al sistema político costarricense registró su nivel más bajo desde su primera medición en 1978: 56 puntos en una escala de 0 a 100. Nunca antes la cifra de Costa Rica había sido igual o menor a 60 puntos. Esta caída profundiza una tendencia de largo plazo que muestra un declive en el apoyo al sistema, y que ha coincidido con un período de deterioro y recomposición del sistema de partidos, volatilidad en las preferencias electorales, escándalos de corrupción…”. (Resumen del 18 Informe Estado de la Nación. Noviembre 20212, página 62).
Desde ese informe hasta la fecha han pasado casi 10 años y la situación de deterioro, declive, crisis y agotamiento del sistema de partidos políticos y democrático, lejos de mejorar, ha empeorado hasta hacer crisis. Eso explica el ascenso del “outsider” de Rodrigo Chaves al poder político en Costa Rica.
Características del gobierno de Rodrigo Chaves
Las características del gobierno de Rodrigo Chaves son de un “régimen personal” que intentará, vía de hecho, saltarse los controles, tanto del poder Legislativo y Constitucional. En ese proceso es muy probable que tenga enfrentamientos con esos poderes de la República. En el fondo desea gobernar por decretos, pero el sistema le impone límites claros al respecto de ese tipo de gobernanza. Se auto presenta como un “salvador” de la grave situación económica y social que vive el país, planteando que va a ser el que rompa los “cuellos de botella” que evitan que Costa Rica se desarrolle. También se presenta así mismo como un presidente “ejecutivo” dando ordenes a sus ministros y subalternos.
Ese tipo de régimen personalista lo lleva, de forma constante, a tomar medidas que, de facto, desconocen la institucionalidad y el orden establecido. Los casos más notorios de ese rompimiento del orden institucional son los anuncios del presidente Rodrigo Chaves de eliminar la obligatoriedad de la vacunación, medida que solamente le competía a la comisión nacional de vacunación; el anunció de la eliminación de las pruebas Faro en secundaria, sin consultar al Consejo Superior de la Educación (CSE), órgano al cual le corresponde, en última instancia a solicitud del MEP, poder realizar la eliminación de esas pruebas y así, sucesivamente, lo veremos actuando.
Al respecto de la eliminación de esas pruebas en secundaria, Rodrigo Chaves, dijo que “La decisión está tomada y anunciada: no va a haber más pruebas FARO, así de fácil “.
En sus intentos de hacer un “régimen bonapartista a la tica”, a su imagen y semejanza, se presentará, en apariencia, como un gobernante por “encima” de las clases sociales. En la conferencia de Davos señaló que “El desafío de este gobierno es que los ganadores sean la inmensa mayoría del pueblo costarricense ¿y quiénes van a ser los perdedores?
Quienes se han beneficiado de las políticas públicas por años, de monopolios privados -en Costa Rica hay monopolios privados, el Estado les ha entregado a empresas monopolios de agroquímicos, medicinas, eso se está acabando-. Generar cambios que creen muchísimos ganadores y que los perdedores tengan que reconocer que tenían beneficios ilegítimos y que los van a tener que entregar”.
Hay que anotar que Chaves, de forma cuidadosa, no toca otros grandes monopolios privados, tales son los de las cadenas de supermercados como Walmart. Para avanzar en su proyecto de gobernanza “personalista”, Rodrigo Chaves, intentará presentar “resultados positivos” a corto plazo. En primer lugar, está desmontando de forma simbólica algunas políticas del gobierno de Carlos Alvarado.
Por ejemplo, derogó el acuerdo sobre educación del pasado gobierno de Costa Rica y el gobierno de Cuba; eliminará las pruebas educativas de secundaria llamadas FARO que vienen del período de Alvarado y, así sucesivamente. Por otro lado, parece que golpeará, de costado, a algunos sectores económicos señalados por él, pero para potenciar su alianza con otros sectores económicos y financieros poderosos.
Los límites del gobierno de Chaves
No obstante, su capacidad de maniobra para hacer concesiones materiales al movimiento de masas y popular para utilizarlos en la implementación de su proyecto político, es no sólo limitado, sino que casi imposible. El panorama nacional e internacional se le complica a Rodrigo Chaves en su proyecto político, tanto por la grave situación económica y fiscal que atraviesa el país, sino también por la altísima inflación importada debido a la guerra de Rusia contra Ucrania y la inevitable recesión económica internacional que estallará en los próximos días o meses, dada la conjugación de múltiples factores que la impulsan. Asimismo, cuando el apoyo de la población del que goza actualmente se le termine por su incapacidad de hacer concesiones materiales, se terminará su luna miel con el movimiento de masas.
Entonces, lo más probable es que el gobierno de Rodrigo Chaves derive en un gobierno autoritario y represivo, en alianza con los neoliberales del Congreso, ya que existe mucho descontento y furia entre la población en general, debido a sus graves condiciones miserables de vida y existencia, profundizada por la situación internacional y, entonces, lo más probable es que haya conflictos y estallidos por todas partes, exigiendo diferentes demandas y reivindicaciones que no podrá otorgar.
De lo anterior, se deriva que lo más probable es que, en la medida que avance en su gobierno, y no pueda cumplir con las expectativas generadas entre la población, el único camino que le quedará es la de reprimir las protestas sociales futuras.
*Corresponsal en Costa Rica de la revista «El Socialista Centroamericano».