Chile | La “Responsabilidad fiscal” sacrifica a la gente con medidas económicas miserables – Por David Santiago Farías Delva
La “Responsabilidad fiscal” sacrifica a la gente con medidas económicas miserables
David Santiago Farías Delva*
Para los actuales representantes de la economía chilena ante el FMI y el Banco Mundial, las “fragilidades empresariales y financieras”, la consolidación fiscal y los marcos fiscales creíbles a mediano plazo, la inflación y la política monetaria, son los elementos que la actual administración de Gabriel Boric considera como factores a tener en cuenta en lo que para ellos es actuar con “responsabilidad” ante los representantes del mundo de los negocios en EEUU.
Mario Marcel, ministro de hacienda y Rosanna Costa, presidenta del Banco Central consideran que es fundamental entregar mensajes de “responsabilidad” en reuniones como las de primavera realizadas en Estados Unidos con el Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario Internacional).
Constatar que la famosa “responsabilidad fiscal” del gobierno, que sacrifica las expectativas que se hicieran la mayoría de los chilenos con la administración de Gabriel Boric y sus ministros, no hace más que ratificar lo subyugado que es el sistema económico chileno al modelo de libre mercado, que olvida las necesidades de los sectores más vulnerables como también la de aquellos que sostienen sus hogares con sueldos que no superan el millón de pesos, porque la situación que padecen los chilenos no es tan solo el problema de los más pobres, sino que de una gran cantidad de personas que buscan por más de 50 años un bienestar que les permita vivir y no tan solo sobrevivir.
Mario Marcel, en su mensaje a representantes de Microsoft Latinoamérica, Metlife, American Tower Corporation, entre otros, indicó: “Uno de los asuntos es recobrar la profundidad de nuestro mercado de capitales doméstico, que se vio afectado por los retiros de los fondos de pensiones”. El Ministro de Hacienda sostuvo, además, “que es necesario mejorar la productividad del país y para esto enfatizó en la economía verde y la transición verde”.
Sin aclarar a los chilenos los costos que significa implementar esta idea, que dejaría a las comunidades rurales a expensas de los grandes monopolios y transnacionales de la producción agrícola y que nada tienen de ecológicas, sino más bien adaptan el modelo productivo capitalista en esta área, para seguir obteniendo grandes ganancias dejando a los pequeños y medianos productores del campo chileno en la pobreza.
Estamos ante la hipocresía de un sistema económico, un modo de producción capitalista chilensis, que salvaguarda los intereses de un modelo de libre mercado, que garantizará por siempre los beneficios de empresarios inversionista y banqueros especuladores, que continuaran haciendo grandes ganancias en el mercado de capitales en desmedro de los más vulnerables, que solo verán reflejadas en mezquinas medidas de gobierno: el miserable subsidio a la canasta básica de alimentos y el miserable aumento del sueldo mínimo, que como estamos acostumbrados a escuchar, es acordado a espaldas de la llamada “Ciudadanía” e informado por los medios de comunicación serviles al sistema.
Hacer el contraste de las grandes ganancias en el mercado de capitales y los reales beneficios prometidos por el gobierno con medidas o paquetes económicos para la gente, nos muestra a la burla que es sometida la ciudadanía y los trabajadores, pues los dividendos o frutos de considerables negocios, jamás se verán reflejados en la vida de la mayoría de los chilenos, que por estos años padecen grandes apremios económicos, que son más bien el resultados de la usura, el abuso, la especulación y el aprovechamiento de un momento en la historia de la humanidad; con guerras, pandemias y estallidos sociales.
Estas son utilizadas para generar un nuevo orden económico local y mundial, que permita mantener el capitalismo, ahora denominado “capitalismos verde”, acomodándose así con nuevos conceptos, lenguajes y métodos de implementación, que haga parecer a las macro empresas y transnacionales del negocio y las guerras, como preocupadas del medio ambiente y los sufrimientos sociales que padece el planeta y su gente, pero que no es más que otra forma de sometimiento y control de las masas en chile y el resto de los territorios del mundo.
*Músicoterapeuta y analista político chileno