Bolsonaro defiende a Añez: «La acusación son actos antidemocráticos»

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Bolsonaro defiende a Áñez: “¿Alguien sabe de qué la acusan?”

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, citó el caso de la exmandataria de Bolivia, Jeanine Áñez, encarcelada por el presunto “golpe” que defiende el Movimiento Al Socialismo.

Lo hizo para comparar su situación con la del diputado Daniel Silveira, condenado la semana pasada por graves amenazas al Supremo y a las instituciones democráticas, y por hacer apología a la dictadura, entre otros delitos.

Sucedió durante un acto realizado en el Palacio de Planalto, sede del Gobierno brasileño, donde el mandatario preguntó “¿Alguien sabe dónde está Áñez hoy?” “Está presa”, respondió y agregó “intentó suicidarse en más de una oportunidad. ¿Alguien sabe de qué la acusan? La acusación son actos antidemocráticos. Es lo mismo que vivimos hoy en Brasil”.

La expresidenta está detenida preventivamente desde marzo de 2021 por el presunto “golpe de Estado”, una teoría que impulsa el Movimiento Al Socialismo (MAS), considerando que Áñez asumió la presidencia de forma inconstitucional tras la renuncia de Evo Morales.

Desde su celda, la exmandataria envió en enero una carta a Bolsonaro, pidiéndole que haga un «pronunciamiento claro y sincero» sobre si ellos se reunieron alguna vez en persona a propósito de las acusaciones del Gobierno de Luis Arce.

La misiva fue escrita debido a que “las autoridades del Gobierno pretenden posicionar un discurso señalando que en Bolivia se perpetró un golpe de Estado y que contó con el apoyo de Bolsonaro”, denunció Áñez. A ese pedido Bolsonaro no se pronunció, pero sí citó su caso en un acto público para comparar su caso con el de Daniel Silveira.

Daniel Silveira, un diputado bolsonarista por Rio de Janeiro, fue condenado por el Supremo Tribunal Federal (STF) a 8 años y 9 meses de prisión y una multa por promover actos antidemocráticos.

Este expolicía, de 39 años, publicó por ejemplo un video en el que insultaba a los jueces de la corte suprema, esperando que fueran «apalizados en la calle». El mes pasado copó titulares al atrincherarse en el Congreso para evitar que la policía le colocara una tobillera electrónica.

Bolsonaro decretó el jueves pasado el perdón al diputado y alegó que la sociedad estaba «conmocionada» por el castigo a su aliado en el Congreso, puesto que este «solo hizo uso de su libertad de expresión».

Correo del Sur

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